El artefakto, de Iain M. Banks

Recientemente se ha debatido en esta página sobre un tipo de cf denominada autorreferencial y que caracterizaría el devenir actual del género. Estaríamos hablando de novelas, por así decirlo, sólo para iniciados, basadas en una serie de clichés nunca explicados y que el lector sólo puede descifrar acudiendo a su particular bagaje de lecturas dentro de este campo de la literatura. El artefakto de Iain Banks responde perfectamente a este tipo de libro. Es imposible que nadie que no sea un encallecido lector de cf pueda llegar a entender esta novela.

Ambientada en un futuro muy, muy lejano, con una humanidad que ha huido de la Tierra pero ha dejado un remanente de población en nuestro planeta que habita, principalmente, un ascensor espacial de proporciones titánicas. La realidad virtual está a la orden del día y uno puede cambiar del mundo real al informático (la cripta) con un parpadeo. La tecnología que ha permitido llegar al espacio y logar todo este despliegue tecnológico se ha medio olvidado pero poderosas IA velan por el planeta a pesar de la muy obtusa clase dirigente que lo gobierna. Hay clonación, cuasi-inmortalidad, humanos encarnados en seres míticos, un fin del mundo más que cercano y, en general, casi todos los gadgets que la cf ha creado en el último siglo. Y nada, o muy poco, se explica, ahí cada cual se las apañe como pueda.

Evidentemente, El artefakto es un libro que echa para atrás al lector medio de mainstream, una obra que jamás puede recomendarse a nadie que sepa poco de cf y, si me permiten, una auténtica gozada para los más devotos frikis. Y es que, al margen de La Cultura, ésta es, probablemente, la mejor novela de cf de Iain Banks. De hecho, siempre me ha sorprendido la poca repercusión que este libro ha tenido en el mercado español si lo comparamos, por ejemplo, con el anglosajón, donde determinados críticos (como John Clute) lo consideran una de las mejores obras de cf de los 90. En fin, una de esas peculiaridades tan de nuestro país.

A priori, y con semejantes mimbres, uno podría pensar que estamos ante una obra aventurera y con poca chicha. El que haga eso es que conoce poco a Banks. Aventura hay a raudales y una imaginación marca de la casa desbordante, pero también otros valores, típicos en él, mucho más literarios. Por ejemplo, una crítica bastante clara contra el poder (lógica viniendo de un izquierdista como Banks), un profundo debate sobre el sentido de la vida (en especial cuando uno goza de una vida muy larga), un elogio al sacrificio como deber ético y un perfilado de personajes realmente espectacular. En este sentido, Banks no defrauda y consigue una obra que goza de todas las virtudes que le han hecho el grandísimo escritor que es: lograr inocular aspectos muy literarios en tramas de cf, por lo demás muy de género.

Por supuesto, no todo son maravillas. El artefakto se estructura en cuatro líneas argumentales que se alternan durante la narración (una forma de escribir muy típica del escocés). Tres de ellas son sobresalientes (el asesinato del Conde Sessine, la odisea de Asura y, especialmente, las peripecias del joven Bascule el Narrador). Sin embargo, la cuarta (las intrigas de la Científica Jefe Gadfium) resulta mucho más anodina y, a la larga, poco importante de cara al conjunto de la historia. Un leve rechinar de engranajes que no molesta mucho pero que se deja notar.

Finalmente, hay que ocuparse del aspecto más original del libro. Me imagino que más de un aficionado a Banks recuerda su magistral El puente, donde uno de sus protagonistas hablaba una jerga en dialecto escocés ininteligible y casi imposible de traducir al español. Sin embargo, y recurriendo a una oralidad a lo macarra de barrio, Paula Gamessans Serna, la traductora de ese libro, resolvió la papeleta de una forma más que solvente y consiguió unas páginas soberbias. En este caso ocurre algo similar. Bascule el Narrador (aproximadamente un tercio del libro) tiene, como él mismo dice, una mente “especial” y a Banks no se le ha ocurrido otra forma de plasmar este rasgo que escribiendo su narración en lenguaje fonético y no en inglés normalizado. Un virtuosismo de lo más interesante y que, a decir de muchos, es uno de los puntos fuertes del libro. ¿Cómo resolver esto en una traducción al español, idioma fonético donde los haya?

Manuel Mata ha tomado al respecto una decisión arriesgada pero, en mi opinión, muy original y acertada. Bascule en español habla en SMS, o lenguaje de móvil para hacernos una idea (o por lo menos en una jeringonza parecida). Y este recurso funciona a la perfección y recrea ese sentido de la maravilla que, me imagino, tenía el original inglés. De hecho, la labor de Mata es tan buena que me atrevería a decir que consigue acercarse a la genialidad de José María Faraldo, el traductor de las novelas fantásticas de Sapkowski, famoso por utilizar recursos “originales” para solucionar algunos de los problemas que presenta traducir usos dialectales de la Polonia rural.

Todo, por tanto, sería excepcional en este libro si no fuera por la edición a cargo de la Factoría de Ideas y que logra una de sus chapuzas más terribles. El nivel de erratas es considerable, lo que de por sí resulta molesto. Pero ese nivel de erratas se mantiene en aquellas partes del texto que están narradas por Bascule y que, en más de una ocasión, convierten su soliloquio en un auténtico galimatías. Desde luego si yo fuera Manuel Mata me habría echado a llorar. Tanto esfuerzo para inventar un lenguaje nuevo para que un editor poco cuidadoso se cargase en diez minutos todo ese esfuerzo. Un horror, desde luego, pero un horror que no eclipsa la grandeza de esta novela, quizá no tan buena como para entrar en el Olimpo del canon pero realmente divertida, ingeniosa y muy original.

5 comments

  1. Coincido contigo, leí este libro en inglés y no entiendo la mala aceptación que tuvo en algunos foros -lo que deja un poco la paradoja que es un libro para el fandom que no gustó en el fandom-. A mí me pareció sensacional, efectivamente es la mejor novela-de-cf-no-de-la-Cultura de Banks, muy superior a la flojísima «Against a Dark Background», y también mejor que «El Algebrista».

    Me ha hecho gracia que se haya adoptado la jerga SMS para Bascule en la traducción. Cuando se habló de esto en Cyberdark o Sedice, no recuerdo, opiné que la mejor manera era tirar por ahí, en el original inglés da pistas muy claras, por ejemplo aquellos «2» por «to» o poner «1/2» («half») para el verbo «have» que se pronuncian de manera semejante.

  2. Dice cebra: –>De hecho, siempre me ha sorprendido la poca repercusión que este libro ha tenido en el mercado español si lo comparamos, por ejemplo, con el anglosajón, donde determinados críticos (como John Clute) lo consideran una de las mejores obras de cf de los 90. En fin, una de esas peculiaridades tan de nuestro país.

    Tan peculiar que acaba de ser saldado. Ha entrado en el megasaldo de La Factoria, y digo megasaldo ya que prácticamente han saldado la quinta parte de la colección Solaris Ficción.

  3. Pues en «El Corte Inglés» de Murcia no tienen éste en concreto en el saldo. Lástima, quería pillarlo para tiempos mejores, aunque de momento creo que leeré sus libros de La Cultura para ir ambientándome.

  4. Hombre, poca repercusión no ha tenido el libro en España, ya que creo que ha sido el único de Banks de los editados por La Factoría que ha conseguido dos ediciones.

  5. Cuando hablaba de repercusiones no me refería al número de ejemplares vendido. Creo que uno de los títulos más vendidos de la Factoria es el de «Rosa cuántica» y las repercusiones que me han llegado han sido de rechifla generalizada.
    Yo me refería a otra cosa. Por ejemplo, en Se Dice hubo una especie de encuesta sobre los mejores libros de CF de los 90 para acá y El Artefakto no aparecía por ningún sitio. Lo mismo para críticas de la novela en la red. Pasó desapercibida y acabó saldada, algo que no entiendo. Sí fué por el tema de la supuesta complejidad de los capítulos de Bascule alucino. Y si no es que Spain is different y esas cosas.

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