Analogía

Lo tenía delante de mis narices y no caí en ello hasta hace unos días. Tanto dar vueltas a por qué una subdivisión en lo que conocemos como cf, de qué serviría y dónde se podría establecer un corte lógico… y no me había asociado las similitudes existentes en una participación similar que se llevó a cabo hace tiempo en nuestro vecindario, y que  resulta totalmente análoga a mi propuesta de separar la literatura prospectiva de la ciencia ficción.

Aunque el fandom no lo tenga nada presente, hace años –desde que Tzvetan Todorov lo sugiriera en 1970- que en el mundo académico se da por buena la subdivisión de lo que nosotros conocemos como “literatura de fantasía” en dos campos. He pedido a Fernando Moreno, notablemente más docto que yo al respecto, que nos los defina con precisión, y este es el texto que me ha remitido:

“Fantástica: académicamente, literatura basada en un suceso sobrenatural que rompe de modo traumático nuestras convicciones sobre el funcionamiento de la realidad.

Maravillosa: literatura basada en sociedades donde los hechos sobrenaturales se aceptan como algo cotidiano.”

¿Qué quiere decir esto? Que Cortázar y Borges pertenecen al primer grupo, y Tolkien y R.A. Salvatore al segundo.

Lo admito: siempre que he escuchado esta subdivisión en el pasado ha sido en boca de una persona del entorno académico, que en realidad estaba arrugando la nariz ante la posibilidad de que alguien considerara que Dino Buzzati y Margaret Weis pudieran venderse en la misma sección de las librerías.

Sin embargo, se trata de una frontera establecida con parámetros lógicos, y que tiene una incuestionable utilidad en diferentes ámbitos. La que a mí me interesa más es que permite salvar a una serie de autores al colocarles en la grata compañía de autores reconocidos, como los ya citados. A cambio, queda soterrada una cierta impresión de que la literatura maravillosa es un género menor, aunque a la larga, la calidad de sus mejores practicantes –desde Howard y Lord Dunsany hasta Gene Wolfe o Susanna Clarke hoy en día- debería servir como defensa suficiente

¿Dónde voy a parar? Pues, en resumen, que con las definiciones que nos presta Fernando es bastante fácil diferenciar entre literatura prospectiva y ciencia ficción:

Prospectiva: literatura basada en una hecho innovador que rompe de modo traumático nuestras convicciones sobre el funcionamiento de la sociedad.

Ciencia Ficción: literatura basada en sociedades donde los hechos futuristas se aceptan como algo cotidiano.

Por supuesto, no faltan las obras híbridas, como tampoco escasean en la subdivisión de la fantasía. Pero a cambio, nos explica la razón por la que la mayor parte de los escritores de mainstream que han practicado la ciencia ficción han asegurado que no lo estaban haciendo. Y, de hecho, el motivo por el que los mismos editores que no publican ciencia ficción, y los mismos lectores que jamás leerían ciencia ficción, sí pueden disfrutar de La carretera, El cuento de la criada o Nunca me abandones. La relación con nuestro entorno real de estas obras es mucho más directa, mucho menos rupturista, y bastante más aceptable para un público no encallecido. Son, efectivamente, obras equivalentes a la literatura fantástica de Cortázar, pero con en las que el giro argumental tiene un fundamento verosímil o racionalista, propio de un territorio distinto.

Por otra parte, una posible aceptación de esta subdivisión nos permitiría encajar a numerosos autores en un campo con sus propias normas, y en el que podrían conseguir nuevos lectores. ¿No es bien cierto que la cf ha marginado a autores como J.G. Ballard o Thomas M. Disch? Bien, aquí tenemos la explicación: en realidad, evidentemente, y tal y como nos ha repetido reiteradamente el establishment hard del género, no estaban haciendo ciencia ficcion. Estaban escribiendo prospectiva.

Otra cuestión bien distinta es la posición en la que quedan ciertos autores de mayor nivel literario –tipo Silverberg- en el contexto de una cf en la que la prospectiva resultara segregada. El reconocimiento del género sería más complejo, y los trabajos de estos literatos tendrían que recorrer una mayor camino hasta los posibles lectores que deberían vencer prejuicios para conocerles. Aunque… bueno, Dick es claramente cf, y ahí anda convertido en un referente.

Asumo que es absolutamente improbable que mi propuesta conduzca a ningún sitio. Pero reconozco que disfruto refinándola. Y este último giro me permite afinar completamente mis argumentos. Sí, ya estoy convencido, la literatura prospectiva es otra cosa: hay dos subgéneros claros dentro de la literatura fantástica verosímil, y éste es el que a mí me interesa realmente, por mucho que nunca vaya a dejar de leer cf.

10 comments

  1. Según el criterio que se defiende en este artículo, «La máquina del tiempo», de Wells, sería prospectiva, mientras que, por ejemplo, «Puerta al verano», de Heinlein, sería cf, aunque ambas novelas traten sobre viajes en el tiempo. Entonces, ¿sólo serían cf los relatos ambientados en el futuro o una realidad paralela, y prospectiva los que transcurren en el presente o el pasado?

    Toda definición es incompleta (por definición), pero ésta, en mi opinión, se centra demasiado en el escenario, obviando otros aspectos a mi modo de ver más importantes, como la pretensión, o no, de verosimilitud, que quizá sea el eje básico del asunto.

  2. La pretensión de verosimilitud, efectivamente, es una cuestión básica: para mí, la que diferencia la rama fantasía-maravillosa de la prospectiva-cf.

    Tanto prospectiva como cf buscan en general la verosimilitud de sus postulados, una coherencia respecto a los conocimientos científicos.

    La cf que hoy parece no buscarlo -como el space opera a la antigua, tipo Burroughs o Doc Smith- en su momento más o menos sí lo hacía. Y si no a lo mejor lo más sensato es terminar por considerar que a los efectos es fantasía, como ocurre por ejemplo con la serie de John Carter.

  3. No puedo estar de acuerdo con nada de lo aquí expuesto, ya que no comparto la necesidad base del artículo (clasificar, definir con supremacía del concepto sobre lo concreto).

    No obstante, puedo entender que otra gente sienta esa necesidad. Ahora bien, esto me descoloca mucho:

    ¿No es bien cierto que la cf ha marginado a autores como J.G. Ballard o Thomas M. Disch? Bien, aquí tenemos la explicación: en realidad, evidentemente, y tal y como nos ha repetido reiteradamente el establishment hard del género, no estaban haciendo ciencia ficcion. Estaban escribiendo prospectiva.

    No sabía yo que la cf es un ente capaz de marginar por sí misma. ¿También juega al ajedrez? Etiquetas marginando etiquetas, sí, en cierto modo podría compararse con una partida de ajedrez, aunque sea sin tablero, y lo que es peor: sin espectadores.

  4. Enhorabuena, Julián, por esta reflexión.
    El caso de la space opera es complicado, creo. Los ejemplos de Burroughs, Doc Smith… son muy similares en ocasiones al de Star Wars, por ejemplo, que a mí nunca me ha parecido una cf muy pura.
    Mucha space opera -y Star Wars, en particular- tiende mucho más a lo maravilloso (empleando el término académico) que a la cf: las sensaciones que despierta son más próximas a las de El señor de los anillos que a las de Muero por dentro. Si lo miramos bien, S.W. solo tiene de cf la ambientación, porque se basa sobre todo en cuestiones sobrenaturales (al contrario que la cf y la prospectiva), no se centra en lo socio-cultural (al contrario que la literatura prospectiva), es enormemente maniquea (al contrario que mucha literatura prospectiva) y apenas pretende disimular sus «problemas científicos» (al contrario que la cf y la lit. prospectiva). El caso de Star Wars,por ejemplo, ni siquiera transcurre en el futuro. Creo que lo importante es analizar la visión del mundo que se desprende del propio texto y no la temática superficial.
    Por cierto, me encanta Star wars, pero no creo que pertenezca el mismo género que las obras de Ballard, Le Guin o Priest. Ni mejor ni peor. Solo otro género y otras sensaciones.

  5. Coincido con la división en fantàstico, maravilloso y ciencia-ficción que se da en el artículo. Obvio leer a Todorov que hace rato dijo unas cuantas cosas al respecto.
    Pero no veo la diferencia en cuanto a lo de «prospectiva». Para mí la cosa está en ampliar el campo de la cf, dejar que incluya todas las hipótesis, todas las alternaticas, todas las posibilidades, todas las especulaciones y no en querer cambiarle el nombre para evitar prejuicios.
    El otro punt está en que hay buena y mala literatura en todos los gèneros y no se puede defender a una con buenos ejemplos y atacar a otra con malos.

  6. Creo que falta la mención en el presente artículo de un detalle: Todorov ya diferencia varios tipos de literatura maravillosa, y entre ellos comprende una diferenciación de lo que se considera literatura fantástica tipo Tolkien o Salvatora de la denominada ciencia ficción. Aún así, sus postulados son más válidos para la literatura del siglo XIX y no tan propios para la del siglo XX.

    Por otro lado, no creo que la mención del «futuro» deba ser una clave para la CF, dado que muchas historias se desarrollan en el presente, o a veces incluso en el pasado. Además, ¿dónde encaja en ese esquema las ucronías? Sí observo un parámetro común: el juego con el tiempo, es decir, nunca desarrolla el presente tal y como lo conocemos, de una manera tangible, siempre hay algo diferente en ese tiempo.
    La literatura maravillosa no juega con ese tiempo, la CF sí. La literatura maravillosa juega con la percepción de la realidad.

    Aunque este tema es más complicado de lo que realmente se puede exponer en unas breves líneas como las aquí presentes.

  7. Muy interesante la última aportación: la CF juega con el tiempo. Quizá sea ésa después de todo su principal característica definitoria.

  8. No alcanza con que juegue con el tiempo, que la literatura fantàstica (no maravillosa) tb lo hace. La cuestión está en la necesidad o no dee xplicar los fenómenos que se narran. La esencia del fantàstico es la duda, la vacilación de personajes y lectores sobre qué es lo que sucedió. El cuento NO resuelve la duda (ver con tema tiempo el cuento La escopeta). La cf, en cambio, es esencialmente explicativa, construye mundos futuros, paralelos o alternativos y explica científica y tercnológicamente cómo se ha llegado a ellos.

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