por José Ramón Vázquez

No existe la ciencia ficción española. Ni ha existido nunca jamás, ni podrá existir (si es que el cadáver que de puro corrompido del género en España puede llegar a reanimarse), entre otras cosas porque hacer que nuestro heroico protagonista se apellide Aznar en lugar de Gordon, sea de Terrassa en lugar de un pueblecito de Delaware y sus historias ciberpunk ocurran en el Madrid de mediados de siglo XXI en lugar de en Neo-Tokio no significa que tengas unos parámetros culturales propios. Pertenecemos al hemisferio occidental, nuestras inquietudes con respecto al futuro no se diferencian en esencia tanto de las de un anglosajón para afirmar que podemos crear una corriente nueva. Vivimos en el capitalismo, si tiembla Wall Street nosotros estornudamos, vemos sus películas, formamos parte del imperio cultural anglosajón, y en concreto, de su dominio casi tiránico de la ciencia ficción. Nosotros no podemos crear algo nuevo sólo por ser españoles. Como mucho añadirle costumbrismo rural. La dura adaptación del abuelete con boina extremeño a los transhumanos. Ese tipo de historias.

No tiene por qué ser malo. Tampoco creo que exista la ciencia ficción francesa o alemana. Sí puedo reconocer la existencia de una ciencia ficción soviética, crecida a la sombra del comunismo, en el que los valores (y la censura) son bastante diferentes a los occidentales. Existe, al menos visualmente, una ciencia ficción japonesa,  poblada de enormes robots y colegialas-psi (dos factores que muchos consideraríamos básicamente utópicos), aunque ésta también ha llegado a nuestra esfera de influencia. En cualquier caso estas dos corrientes más “alternativas” forman parte del corpus total de la ciencia ficción establecido. No podemos escapar de ello, estamos globalizados.

¿Significa que hay poca posibilidad de crear algo radicalmente nuevo en el género hoy en día? No, ni mucho menos. Creo firmemente que Sudamérica sí puede dar lugar a una ciencia ficción con elementos propios, la de los “países en vías de desarrollo” exprimidos por el capitalismo, la de los herederos del realismo mágico y las civilizaciones precolombinas. La de las grandes megalópolis llenas de chabolas. Poco a poco empiezan a aparecer autores que se apartan de la ciencia ficción “canónica”. Gracias al idioma tenemos conocimiento de estas obras, pero al igual que en América Latina supongo que estarán gestándose grandes cosas en el Sudeste Asiático. El África subsahariana bastante tiene con sobrevivir al presente para mirar al futuro, pero ¿y el Magreb? ¿Cómo podría llegar a ser una ciencia ficción de inspiración árabe? Las grandes innovaciones que se echan en falta en nuestros días deben venir y vendrán de lugares de creencias y formas de vida diferentes.

Como pretenden que aporte datos para esta creencia, daré alguno. Esta “ciencia ficción del subdesarrollo” está también creciendo en nuestro ámbito. Ian McDonald escribe sobre la India o Brasil. La mejor película de género de los últimos tiempos transcurre en una de las ciudades más peligrosas del planeta, Johanesburgo. Es muy probable que la ciencia ficción occidental, adocenada con sus navecitas y autocomplacencia esté muerta. Pero en aquellos países donde el sustento para toda la población no está asegurado, el futuro debe verse de forma muy distinta. Y probablemente muy interesante.

106 Responses to Arriba parias de la Tierra

  1. Juanma dice:

    Bendito último párrafo: a medida que leía tu columna estaba pensando precisamente en «Brasyl» y «Río de los dioses», pero ¿son CF del subdesarrollo o ambientada en países en vías de desarrollo? No es lo mismo. En esa misma línea, puedes leer un cuento cojonudo de Valerio Evangelisti, «Sepultura». En otra línea más folclórica están las historias del Budayén, de George Alec Effinger, en las que aparecían príncipes exiliados de países del Cáucaso… cuando la URSS era una, grande y libre.

    Para que haya ciencia ficción, dependiendo de lo que entiendas por ciencia ficción, tiene que haber una conciencia de cambio, y éste tiene que venir de una perspectiva basada en un hecho científico. En ese sentido sí ha habido CF en España, y en ocasiones cojonuda («La pared de hielo», «El bosque de hielo», «Un jinete solitario»…), pero ¿era CF española?

    Por otro lado, ha habido algo que creo que sí puede llamarse ciencia ficción española, como las novelas de Gabriel Bermúdez Castillo. Ahora bien, ¿se puede llamar ciencia ficción a «El señor de la rueda» o «Viaje a un planeta wu-wei»?

    Me temo que tu columna va por ahí. Se ha escrito muy buena CF en España, y muy buena literatura fantástica con forma de CF y raíces españolas. Pero ¿era algo que pudiéramos llamar propiamente CF española? Desde que tengo recuerdos fandomitas estamos dándole vueltas al asunto, y creo que vamos a seguir mucho tiempo así.

    El fondo de la columna va también por el mestizaje, globalización o como lo quieras llamar. Ya no hay géneros puros. Los países emergentes piden paso a gritos (el famoso BRIC, Brasil, Rusia, India y China) y la fuente de creatividad, la próxima revolución, debería venir de allí. Al fin y al cabo, el COI acaba de decidir que prefiere el futuro incierto que le propone Río de Janeiro antes que el futuro controlado que le ofrecía Madrid, y tal vez esto sea una metáfora de la situación.

    Creo que es un callejón sin salida. Y que, en efecto, sólo saldremos de dudas cuando leamos una novela cojonuda de CF brasileña, sudafricana, china o india que cambie los esquemas del género. A lo mejor el problema es que estamos hablando de ciencia ficción, y no de prospectiva. :)

  2. Sim dice:

    Pues sí…. (Dejando de lado los bizarros intentos de Alex de la Iglesia con el planeta Asturiax y la nave “Virgen del Carmen” sintonizando el Carrusel…)

    De todos modos, la principal razón del poco peso hispanoparlante en los contextos CF está en el imaginario romántico. Según el cual hay caracteres nacionales, y a los hispanos nos tocó uno claramente refractario a lo científico-técnico. Es ejemplar que Verne, que metía protas de todos lados en sus novelas (¡incluso alemanes!), exceptuando un par de novelas de aire amazónico, sólo da protagonismo a hispanoparlantes en Hector Servadac, en concreto, una simpática y gandula troupe de gitanos.

    Pero vamos, que sí, y aún te digo más…. no sólo en CF, en literatura en general el futuro/presente está en Iberoamerica, aunque sólo sea por razones cualitativas, no se olvide que nueve de cada 10 hispanoparlantes (por lo menos) vive allí. Y lo que tiene, 9 de cada 10 potenciales lectores, también…

  3. CP2 dice:

    Por cómo habláis del tema parece que los libros los escribieran países enteros, en lugar de personas (o tal vez, en algunos casos, máquinas).

    Pero entiendo vuestros puntos de vista y no es que os falte razón. De todas formas, no hay que olvidar que el mercado de la prospectiva de siempre ha sido anglosajón. Si no hay mercado, resulta más difícil que aparezcan muchas obras. Cuantas más obras, más posibilidades de que haya cosas serias. Y sin mercado tampoco se riega el jardín del diálogo interno entre todas esas obras inexistentes.

  4. Fernando Ángel dice:

    Completamente de acuerdo en líneas generales, Joserra.
    No obstante, sí observo algo que podría llamarse «ciencia ficción española» en la década de los noventa, en el terreno de los cuentos, con tres claves: lirismo, humor y soledad del protagonista. Si repasas los relatos de esos años de Rudy, Elia, Juanmi, Rafa Marín, Mallorquí… Verás que durante un tiempo parecía existir una cierta tendencia en estas líneas. Evidentemente, ni todo era lirismo ni todo era humor ni todo era soledad (este tema, por otra parte, es característico de la novela del siglo XX), pero sí que podríamos contrastar una «ciencia ficción española» de esos años con las restantes si nos fijamos sobre todo en esos puntos.
    Pero estoy de acuerdo en su fugacidad por la falta de regularidad de los autores en el género, por la falta de grandes novelas y, quizás, por la falta de inquietudes sociales, que podrían haber tirado del género más allá de sus prometedores principios.
    Y esto me lleva a la misma pregunta que lanzo siempre: ¿no estamos en un país con unos problemas políticos, sociales, económicos, culturales… enormemente ricos para una literatura prospectiva? ¿Por qué no explota? No hay obligación, no. Pero ¿por qué no surge espontáneamente? ¿Por qué no estamos deseando cienciaficcionalizar esta caótica e interesante sociedad nuestra?

  5. Fernando Ángel dice:

    Por cierto, Juanma, tanto Viaje al planeta Wu-Wei como El señor de la rueda son ciencia ficción, solo que no han envejecido muy bien.
    Y le agradezco a Sim el recuerdo de Héctor Servadac, una novela que disfruté muchísimo cuando era adolescente y que no me he atrevido a volver a abrir, por eso de las desilusiones.

  6. Steerpike dice:

    Aceptamos a Miquel de Palol como ciencia ficción catalana? Lo poco que he leído de él me parece bastante alejado de la cf anglosajona.

    En cualquier caso, coincido con la idea principal del artículo, probablemente todo el género haya que englobarlo en un mismo corpus.

  7. RM dice:

    Me temo que te equivocas, y mucho. La seña de identidad de cualquier literatura no es el escenario: es el uso del lenguaje. En ese aspecto, sí que ha existido y existe una literatura española de ciencia ficción.

    Lo que estás diciendo es como afirmar que Hamlet no es literatura inglesa porque la acción se desarrolla en Dinamarca.

  8. Fernando Ángel dice:

    Entonces un autor hindú o un autor egipcio que escribes en inglés sobre sus países, sus costumbres, sus tradiciones, sus sociedades, sus historias, sus preocupaciones… ¿Son autores británicos?
    ¿La literatura estadounidense, la británica, la australiana, la surafricana y la canadiense anglófona son la misma literatura? ¿Tienen la misma seña de identidad?

  9. RM dice:

    Que tú no sepas ver las claves no quiere decir que las claves no existan. Yo he escrito y escribo sobre mis tradiciones, mis costumbres, mis historias, mis preocupaciones: sobre mi sociedad. La transición enterita, el desencanto enterito, está en Lágrimas de luz. La idealización de Cádiz y su historia está en La leyenda del Navegante. Mi educación católica-a-la-fuerza aparece en casi toda mi obra. Mi ideología, mis manías, mis gustos, no siempre pro yanquies, no siempre pro sajones, están en lo que yo hago. Y hablo de mí, porque soy el que tengo más cerca.

    Mis señas de identidad son mías. Las señas de identidad de Rudy, o de Elia, o de Juanmi, o de Edu, o de César son suyas. Y en todos ellos se ve lo español, lo autóctono, tanto en el lenguaje como en la temática. Un autor inglés no habría podido escribir La locura de Dios. Ni, por ejemplo, SH y las Huellas del Poeta.

    Independientemente, claro, que los autores no tiene por qué ser adalides de nada ni de nadie, más que de lo que se les antoje en el momento en que escriben.

    Cansa un poco, la verdad, esa manía de querer hacer historia y trascendencia a costa de otros.

  10. Javier Esteban dice:

    Yo siempre he dicho que la culpa de todo la tiene Alan Moore.

  11. Fernando Ángel dice:

    ¿Era esa la respuesta a mi observación? Es que me he liado un poco con el cambio de tema…

  12. Fernando Ángel dice:

    Por cierto, Rafa, tú eras profesor de Historia de la Literatura, ¿no? Quiero decir: vivir a costa de lo que han escrito otros…

  13. Joserra dice:

    Rafa, una cosa es que un autor ponga cosas de él en sus obras (tradiciones, ideas, costumbres…), que de hecho es lo que todo escritor debería hacer, y otra es que automáticamente eso le convierta en un contenedor aparte. Todo es ciencia ficción, sin etiquetas nacionalistas.
    Es más, de España no ha salido NADA nuevo, sólo obras de mayor o menor valía que se pueden meter en una corriente determinada. De hecho somos bastante conservadores con lo nuevo (eso sí que es español), seguimos con el debate del cyberpunk cuando es una cosa más que superada. Y si nos metemos ya con lo más «vanguardista», mejor ni hablar. Nos llegó hace nada «La máquina diferencial», Vandermeer peores ventas de La Factoría…

  14. Sim dice:

    Bueno, repensando y tal creo que si hay una onda de CF en español, de marcadísima personalidad. Es Bioy Casares, algo de Borges y, pon en el saco, a Miquel de Palol (lo mejor que he leído en CF). Hacen literatura de corte fantastico-metafísico con -en algunos contados casos- elementos estructurales de CF, Al menos Palol (que ha salido por ahí) y Bioy Casares, y Borges algún cuento, Cortazar… Ya sé que alguno dirá que esto es admitir pulpo como animal de compañía, pero, caso deaceptarse, acabamos de revertir la situación.
    La CF en español es la más mejor (la gente no lo sabe, pero…)

    Nota; además, no sabeis lo que distrae tener un pulpo un casa…. Vamos, mil años mejor que un caniche, dónde va a parar… Y más listo….

  15. Rudy dice:

    Por apuntar un par de cosas.

    ¿Existen unas señas diferenciadoras de cada autor español de CF? Sí, eso creo que es impepinable. Todos son personas distintas, con un background distinto -por muchos elementos comunes que tengan-, intereses distintos a la hora de encarar el hecho literario y manejo distinto y conocimiento distinto de técnicas distintas. Una novela de Aguilera es fácilmente reconocible como de Aguilera: tiene una serie de características que hacen que un lector la identifique como tal, por poner un ejemplo.

    ¿Existen unas señas diferenciadoras que se puedan aplicar a la CF española como ente a posteriori, por así decir? Yo sospecho que no. No sé si por las causas que se han apuntado aquí o por otras. ¿Es posible leer lo que hacemos y decir de forma inequívoca que es español, que sólo puede ser español y que alguien que no fuera español no habría podido escribirlo? Creo que no.

    Ahora, podemos discutir si eso es bueno, malo o indiferente (a mí, en concreto, me resulta indiferente, como casi todo lo que se refiere a «identidades nacionales» en prácticamente cualquier ámbito, cuando no me da pavor directamente). Y es cierto que, como ha dicho Rada, un autor no tiene ninguna obligación de ser adalid de nada o ejemplo de un movimiento o miembro de una escuela estética o ideológica. Su única olbigación es hacerlo lo mejor que sabe, puede o las circunstancias le permiten.

    Tampoco creo que eso se haya puesto en duda y en ese aspecto encuentro la reacción de Rafa un tanto exagerada, como si en el artículo se culpase a los autores españoles de CF por no haber sido capaces de crear una CF con identidad nacional (joder, la expresión hasta me acojona, en serio).

    Y el artículo no iba de ese palo, me parece a mí, nadie pretendía culpar a nadie de nada ni obligar a nadie a nada. Yo, al menos no lo he visto así. El autor se lmita a manifestar su opinión de que la CF española no ha alcanzado la masa crítica -estética, ideólogica, identitaria- suficiente para poder haber de una genuina CF española con características inéquivocamente identificativas y explorar un poco por encima los posibles motivos. No creo que eso sea para mosquearse.

  16. Joserra dice:

    Para Juanma, es cierto que es «tramposo» meter a Ian McDonald, porque escribe sobre el subdesarrollo desde fuera aunque creo que ha intuido la senda que comento, pero por ejemplo Distrito 9 creo que no podía haber salido de otro lugar que no fuera Sudáfrica (que no es primer mundo por mucho que nos quieran hacer creer).

  17. Sim dice:

    De lo que va esto no es si los escritores españoles no son capaces de ofrecer productos innovadores, con personalidad propia y tal, que es claro que sí… Yo creo que Rafa habla por Juglar, una novela en la que hay una marcada vocación de inserción en una tradición literaria pura raza, pero hay que reconocer, que como se dice en catalán “una flor no fa estiu”.

    ¿Existe algo que podamos llamar CF española de cierto alcance y que tenga unas caracteristicas identificables, rasgos en común?

    Definiendo algo. Cuantitativamente, que por sus cifras (autores, lectores,etc..) sea relevante. Hay que decir que en el caso de la segunda literatura mundial, el papel es residual… Cualitativamente, que aporte conjuntos de temáticas propias, estructuras y tal, fuera de la dicha onda argentina de los 50-60, yo de los 10 o 12 títulos que he leído no veo que se aparten demasiado de lo que podrías esperar de un autor no español,

    Si que percibo en cambio un cierto aire generacional en la irrupción en los 90 de un ramillete de autores españoles que quizá tengan un nexo en común, y es su autonomía respecto al pulp o la novela juvenil, que hasta la fecha había sido el motor de la CF patria (dicho se grandísimos grandísimos literarios que vienen de ahí o incluso que han vuelto ahí)

  18. Juanma dice:

    Joserra, en efecto, Distrito 9 es un ejemplo más válido que Ian McDonald.

    ¿Existe una ciencia ficción española propiamente dicha? En 1999 os habría dicho que sí, porque había algo parecido a un movimiento en ese sentido. Ahora, lo dudo bastante. Sin embargo, lo que sí veo es un nuevo terror español que sí tiene señas de identidad propias, conciencia de estar trabajando en la misma dirección y gira en torno a premisas comunes.

    En realidad habría que definir qué cosa sería la ciencia ficción española de cuya existencia o inexistencia estamos hablando.

    Vandermeer peores ventas de La Factoría

    Hablo con datos de hace al menos cinco años, pero resulta significativo ver cuáles son los títulos menos vendidos de las diferentes editoriales. En las fechas de las que hablo (2004, más o menos) los títulos menos vendidos eran (y hablo de memoria):

    Martínez Roca: Camino Desolación y 334
    Bibliópolis: En alas de la canción
    Gigamesh: Kalpa Imperial
    Minotauro: alguna antología de Ballard (no recuerdo cuál)

    Que cada cual saque sus conclusiones.

  19. RM dice:

    Soy profesor de inglés y de literatura universal. Vivo a costa de TRANSMITIR la pasión de lo que escribieron otros. No es lo mismo, aunque ya veo que no lo quieres entender.

    Agur.

  20. Fernando Ángel dice:

    Siento esa actitud en un compañero de profesión que, por lo que veo, se dedica a lo mismo que yo: uno en clase y con los escritos; el otro también en clase y con otro tipo de escritos.
    No entiendo esta animadversión ni este rechazo. No considero que haya tenido yo ninguna actitud ofensiva en ningún momento. Es una acusación muy grave la tuya a quien solo se dedica a su trabajo de filológo, como tú, sin conocerme y sin que yo jamás te haya faltado el respeto. No lo comprendo y espero que pueda arreglarse algún día si ha habido algún malentendido. Por mi parte, estoy dispuesto.

  21. Fernando Ángel dice:

    Al hilo de esta pequeña pugna me surge una pregunta. Rafa, ¿no crees nada en la crítica ni en la investigación literaria?
    Yo me metí en esto adorando tus escritos, los de Juanmi y los de Rudy en particular. No había leído aún a Mallorquí ni a Elia cuando empecé, por ejemplo. Quería decir: hey, estudiad esto, vale la pena.
    Nadie hablaba de cf en la facultad, a nadie le interesaba y yo me propuse lo que dices: transmitir mi pasión. Y he dedicado mi trabajo a ello.
    Puedes leerlo como te lo cuento o bajo esa otra mirada. Creo que cualquiera que me conoce bien lo sabe. Por eso no entiendo cosas como:
    «Cansa un poco, la verdad, esa manía de querer hacer historia y trascendencia a costa de otros.»
    ¿Vas a arremeter contra cualquiera que quiera difundir la «inexistente» cf española? Porque todos escribirán «a costa de otros» como cualquier filólogo. Casi no me conoces, así que deduzco que no es nada personal conmigo. Por eso, vuelvo a preguntar: ¿no crees en la crítica ni en la investigación literaria? ¿No crees en nadie que pretenda analizar lo que escribís? Porque ese es el trabajo del filólogo, para el que se le forma y al que se dedica. Por eso mi alusión a tu profesión y mi incomprensión.

  22. Joserra dice:

    La verdad, Rudy, es que efectivamente una de las dos intenciones era esa: decir que no creo que exista una CF «española», y no lo muestro como un descrédito, ni algo malo. Simplemente no existe. Existe la CF «escrita por españoles» porque al mirar al futuro, de alguna manera tenemos la misma sensibilidad que un europeo o un estadounidense. Podemos ser PIGS, como nos llaman despectivamente algunos comentaristas políticos de la Europa Atlántica a los «mediterráneos» (Portugal, Italy, Greece, Spain), pero somos europeos y por tanto «primermundistas», no hay tanta diferencia.. Es más, citándome: «No tiene por qué ser malo. Tampoco creo que exista la ciencia ficción francesa o alemana.» Además en España, las nuevas tendencias salidas del mercado anglosajón (mayoritario, como indica CP2) llegan con cuentagotas y son casi vilipendiadas en el mejor de los casos, ignoradas y condenadas al olvido en el peor.
    En contrapunto hablo de la posibilidad de una CF de los países «emergentes» o como quieran llamarlos la última convención de bienpensantes (creo que el último término que se debe emplear es el Sur, con mayúscula, más como lugar económico-ideológico que propiamente geográfico). Al observar el futuro de otra manera, sumado a su bagaje previo, deberían surgir, aquí sí, nuevas ideas y planteamientos que nosotros como «desarrollados» no tenemos.
    Esta segunda parte ha pasado más de puntillas porque parece que la afirmación primera escuece el ego, patrio o no. Pero Juanma y yo, por lo menos, andamos interesados en el tema.

  23. Juanmi dice:

    Un tema que sale cada cierto tiempo, como lo de si Heinlein era facha.
    Creo que se pierde la perspectiva cuando se juzgan estas cosas desde dentro. Por ejemplo, yo detecto las características de una novela de cifi francesa, o de una película francesa. No lo pueden evitar, tienen unos detalles que los delatan, incluso en la que pretendía ser la peli francesa más americana como “El quinto sentido” se nota.
    Las críticas de mis novelas publicadas en Francia, y de las novelas de Javier Negrete, (que también publica habitualmente), y de alguna antología en la que han participado varios autores españoles, muchos críticos franceses señalan esas características particulares de la ciencia ficción española.
    ¿Cuales son? Pesimismo, humor negro, un gusto por los detalles realistas y sórdidos, una especie de desengaño del poder. Quizá otras literaturas de cifi como la rusa o la taitiana lo tienen (a su modo), pero los franceses lo han detectado en nuestras novelas y relatos, y con un sabor especial. Si me fijo en esas características, son muy parecidas a las que tienen muchas novelas históricas españolas.
    En realidad es una discusión absurda, ¿cómo no se le va a notar a un escritor la cultura de la que viene?

  24. Juanmi dice:

    Y añado algo más: muchas veces es el lector, educado en la lectura de cifi anglosajona, es el que es incapaz de disfrutar de cualquier cosa que se aparte del esquema aprendido. Para los espectadores educados con las películas se Hollywood es más fácil meterse en “Los siete magníficos” que en “Los siete samurais” (por citar dos películas que me gustan, ya que no estoy diciendo que una cosa sea mejor que otra, ojo).
    Esto es válido para un lector o para un espectador, ¿pero para un escritor? Cuando haces algo creativo metes algo de ti, siempre. No se puede hacer de otro modo. Las influencias están ahí, vale, pero te influye más todo lo que tienes a tu alrededor, tus vivencias, la gente que te rodea. No se trata de situar una novela en el Madrid del futuro, o llamar a una nave “La Virgen del Carmen”, eso son chorradas. Se trata de que cuando escribes te ves obligado a describir el mundo, y las reacciones de tus personajes, y sus problemas, desde la perspectiva de tu cultura. Eso no se puede evitar, aunque lo intentes.

  25. PP dice:

    Como de costumbre, creo que Juanmi ha dado con el matiz que faltaba.

    Por lo demás, le va a decir alguien a un español cómo tiene que escribir una novela de CF, igual que le va a decir alguien por dónde tiene que cruzar la calle (eso de los pasos de cebra es para los africanos) o a qué hora bajarse a tomar el pincho de tortilla (usted no sabe con quién está hablando)…

  26. RM dice:

    Fernando, ¿cómo no voy a creer? Yo mismo he escrito cuatro libros de ensayo sobre la historieta. La crítica es necesaria, pero tiene que ser razonada, no opinativa. Hay que ir de abajo a arriba, estudiar unos textos y llegar a unas conclusiones. No intentar ser más listo que los autores, por ejemplo. Y por supuesto, hay que hacer ensayo desde el respeto. Dehemos los juicios categóricos y los valores absolutos para las charlas de bar.

    Respecto a la CF española. Se olvida, me parece, que sus mejores ejemplos (como en toda ciencia ficción, por otra parte) están en los relatos. Y ahí sí que se ven constantes comunes, ese desengaño que mencionaba Juanmi, la crítica al poder, la soledad, la burla, la parodia. Yo lo noto muy claro en la generación que nos precedió, la de los sesenta y setenta, cuando todo se contaba a medias (repasemos El asfalto o La gioconda está triste, dos relatos de CF española que hasta dieron el salto a la pequeña pantalla).

    Incluso algo tan aparentemente inocuo como las novelitas de a duro de Angel Torres tienen una clara característica española: la búsqueda de una democracia en el Orden Estelar es una constante casi atosigante.

    Luego, llegada la democracia, la eclosión de las novelas: si algo caracteriza a la ciencia ficción española a partir de entonces es que perdió el complejo de inferioridad, y se lanzó a hacer obras con fuerte carga literaria o CF hard sin problemas.

    Todos partimos de un tronco común, y nos fuimos separando… para volver a unirnos. Si algo caracteriza a la cf española es que al final todos hemos ido huyendo hacia otros géneros, pero llevando esa cualidad del sentido del asombro y el narrar sobre la marcha tan característico de la CF.

    ¿Que no hemos inventado nada? Bueno, yo inventé el ciberpunk, pero desde aquí abajo no me tomó en serio nadie.

    ¿Pero de verdad que la CF anglosajona tiene hoy por hoy unas constantes? ¿Dan Simmons o Bob Sawyer o Card o quien queramos se parecen entre sí? ¿Hablan siempre de la sociedad en la que viven? ¿Es necesario que lo hagan? ¿Son críticos con su tiempo y su sitio? A mí me parece que ni más ni menos que nosotros mismos.

  27. Fernando Ángel dice:

    Rafa, completamente de acuerdo con casi todo tu último mensaje sobre la crítica, pero creo que muchas personas estamos intentando en los últimos años precisamente esa nueva línea de crítica. Quizás no lo conseguimos o no todos estén de acuerdo con nuestros análisis, pero los medios y la actitud los ponemos con ahínco. Por cierto, muchos leemos las críticas nuestras críticas y recapacitamos sobre ellas, aunque no entremos casi nunca en debates.
    Otra cosa diferente a esa crítica es, por supuesto, un hilo como este que, en realidad, es una charla de bar sin cervezas.
    En cuanto a la cf española, creo que los comentarios de Rudy y de Juanmi aclaran perfectamente la cuestión. No había caído en el pesimismo, que me parece fundamental. Por cierto, comento ya aquí que pronto saldrá un artículo mío justo sobre este tema en una revista de fuera del fándom (por encargo y entregado hace semanas). Más que publicidad es advertencia (por eso no digo el título ni la revista), porque parecerá que lo he sacado de este hilo, pero lo escribí hace más de un mes.
    Respecto a la cf anglosajona, sí creo que hay ciertas líneas comunes, pero no tanto en conjunto como en movimientos determinados en épocas concretas. Y, desde luego, sí creo que podemos aventurarnos a soltar sentencias (yo también soy enemigo de ellas, pero a veces vienen con el tema) como: «La cf anglosajona es enormemente rica comparada con la española». Y quizás aquí no se trate de señas de identidad, sino de gran cantidad de obras, autores y estilos que ni siquiera en porcentaje existen en España.
    Y, de nuevo, como siempre: nadie debe decirle a nadie lo que debe escribir, pero tampoco creo que suela hacerse. ¿Lo ha dicho alguien aquí? Otra cosa es el deseo de cada uno de que sus autores escriban lo que le gustaría leer.

  28. RM dice:

    Te falta la base de todo, Fernando: los autores de CF anglosajona viven de lo que escriben. Nosotros no. Y esa es la madre del cordero. No somos autores a tiempo total, no nos da tiempo de desarrollar una «obra»: nuestros libros se editan y se saldan casi en el mismo año. Acaban por cansarnos y nos vamos a otros pastos.

    Qué más quisiéramos muchos de nosotros que dedicarnos profesionalmente a escribir ciencia ficción, a explorar, a señalar con el dedo esas cuestiones sociales que por lo que veo aquí son lo que ahora «define» el género. ¿Pero cómo lo vamos a hacer, editando dos mil ejemplares, sin público, sin publicidad, sin editoriales?

    Estoy traduciendo a Scalzi. Me divierte. Scalzi salió del fandom, publicó sus obras online, ahora tiene un Hugo, creo, y vive de esto. La novela que ahora le termino de traducir, Zoe´s Tale, es una temeridad, con dos cojones, que aquí ni se nos ocurre plantear: contar la tercera novela del ciclo de las colonias estelares desde el punto de vista de uno de los personajes. Aquí habríamos invertido un año de trabajo para acabar teniéndola en el cajón.

    … como todos tenemos al menos un par de novelas en el cajón, por cierto.

    Nuestra crítica no suele ser «científica», salvo excepciones. No suele ser «seria» ni «literaria». A veces, se notan mucho las filias y las fobias. Por desgracia, confundimos crítica con reseña. Por desgracia también, se reseñan nuestros libros una vez saldados… cuando para nuestro bolsillo y sobre todo para nuestras ganas de seguir escribiendo ya están muertos. Por desgracia, seguimos haciendo rankings y escalas y, cada dos por tres, comparando lo que no se puede comparar: la crítica en otros medios y otros géneros no suelta sistemáticamente aquello de «esta es la mejor película del cine español de todos los tiempos» ni compara, qué se yo, a Muñoz Molina con Paul Auster.

    Y sin embargo se nos estudia en la universidad. Hay al menos una tesis doctoral dedicada a la ciencia ficción española que yo conozca: la autora vino en exclusiva desde los USA para entrevistarnos. Algo vio que nosotros quizá no vemos.

  29. RM dice:

    Naturalmente que la ciencia ficción anglosajona es enormemente rica comparada con la española. Tiene más tradición, tiene más editoriales, tiene más buenos libros… y más malos libros.

    Estamos hablando, en el fondo, del mismo tema que surgió hace unas semanas entre Molina Foix y la historieta. Todos hemos ido corriendo a ponerle ejemplos de los buenos títulos que ha dado el comic, y a recordar que el comic apenas tiene cien años de vida, mientras que la literatura tiene miles. Por eso, entre otras cosas podría considerarse que el comic es un arte menor comparado con la literatura… pero no se puede decir como lo dijo VMF.

  30. Joserra dice:

    Afirmar que los españoles escriben CF con características propias tales como «pesimismo, humor negro, un gusto por los detalles realistas y sórdidos, una especie de desengaño del poder[…] con un sabor especial» me parece bien. Pero que eso sea la CF española no. Porque CF pesimista, con humor negro, con detalles realistas y sórdidos y desengaño del poder se lleva escribiendo desde que existió la CF. Por ejemplo el cyberpunk, aunque claro, acabamos de descubrir que lo inventó Rafa Marín.
    Digo que en España temáticamente no se ha hecho NADA (en mayúsculas) que no se hubiera podido hacer en otro país occidental. Que sí, que el autor es español y tiene sus vivencias y su cultura, pero no es inequívocamente nacional y luego CF, es inequívocamente CF y luego ya nacional. Y no es malo, que nadie se ofenda.
    Malo puede ser que en este país no nos gusta lo nuevo en general y menos en la CF. Por lo que parece aquí vemos lo que hace Scalzi como una temeridad arriesgadísima. Scalzi, el Heinlein del nuevo milenio. ¿Repetimos la lista de los menos vendidos de las editoriales fandomeras?
    Martínez Roca: Camino Desolación y 334
    Bibliópolis: En alas de la canción
    Gigamesh: Kalpa Imperial
    Minotauro: alguna antología de Ballard (no recuerdo cuál)
    La factoría: Veniss soterrada
    AJEC: El rebaño ciego (lo comentó Raúl en alguna entrevista)
    No es que sea sota, caballo, rey lo que se vende en el «fandom» (mira que odio la palabra) en España. Es que es Sota, Sota, Sota. Y si sale algo nuevo, al despelleje. «Cyberpunk ¿es bueno o no?» es el debate sobre la «vanguardia», y en mis tiempos sí que se hacían cosas y a mí es que no me dejan la queja cuando no se permite innovar. ¿Qué podemos hacer? Ver la anterior columna del Follonero en la que ya se habló de todo esto. Yo lo siento pero ya estoy harto de las mismas cosas de siempre. Y no me las trago.

  31. Juanmi dice:

    O sea que si no has creado un subgénero como el cyberpunk o el steampunk «no existe la ciencia ficción española. Ni ha existido nunca jamás, ni podrá existir».
    (Ni podrá existir, atento al parche, por los siglos de los siglos, amén)
    Sí crees, en cambio, que existe la ciencia ficción soviética. Imagino que ellos habrán creado el Gulag-punk, o algo así.
    Un norteamericano podría haber escrito «Rihla» o «Juglar» sin problemas (Chalton Heston hizo el Cid), pero nunca en su vida podría haber escrito un Gulag-punk.
    La verdad es que es un criterio muy racional, sí. Nunca lo había visto desde ese punto de vista.

  32. Fernando Ángel dice:

    Tampoco creo que ayude poner a todos los críticos en el mismo saco. Los hay mejores y los hay peores; los hay que buscan la sentencia fácil y los hay que intentan evitarla. Los hay que surgen del impresionismo más absoluto y los hay que estudian métodos críticos durante años. Hay crítica «seria». por cierto, acabo de salir de una clase donde precisamente he explicado la diferencia entre «crítica» y «reseña» Creo que hay unos cuantos críticos ya en España que no escriben «reseñas»; desde hace tiempo, por cierto.
    Por otra parte, Rafa, has citado quizás las causas para lo que yo he descrito como consecuencias. Y esas causas pueden quizás dar cuenta de aquí no haya mejores libros.
    Tampoco creo que aquí se haya defendido que lo social es lo que define la cf. Lo social es un caldo de cultivo excelente para mucha cf (y algunos consideramos que incluso podría dar lugar a diversos subgéneros), pero ni toda la cf es social ni es lo único que la caracteriza.
    Respecto amlo que comentas de una tesis doctoral de una chica, creo que te refieres a la tesina de final de carrera de Florence Behm. Es un trabajito curioso y honesto, pero no una tesis doctoral. Sí ha aparecido alguna más desde entonces que supongo que no habrás leído. Existe otra de Yolanda Molina que sí que creo que trabaja en EE.UU. o, desde luego, más allá del océano. Es interesate, pero se centra en mitocrítica. Tampoco son gran cosa, pero si quieres pasar un rato entretenido, puedes echarles un vistazo.
    Respecto a que se os estudia en la universidad… Sí, me suena a mí que sí. Quizás tus textos en particular no tanto (porque no hayan venido bien al hilo del temario), pero me consta que sí otros de cf española. Si recuerdo el nombre del profesor, te lo indico.
    Por otra parte, Vicente Molina Foix arremetió sin argumentos en un artículo (no en una charleta) contra todo un lenguaje estético que desconocía. Aquí considero que nadie ha hablado sin conocer la cf española ni atacando el género. Y, por cierto, creo que aquí todo el mundo ha argumentado, no como el ignorante del Molina Foix (es raro que yo insulte en estos estos sitios, pero creo que aquí hay evidencias suficientes para que en este caso «ignorante» sea considerado una descripción demostrable).

  33. Fernando Ángel dice:

    Creo que no queda bien esto de hacerme el tonto… Una excelente tesis doctoral sobre cf española es la que dedica Óscar Casado a La nave, de Tomás salvador, pero como escribe en Propsetiva, me daba cosa citarlo. Óscar, por ejemplo, es un magnífico ejemplo de crítico serio que no escribe reseñas.

  34. Yo tampoco creo que exista una CF española, definible como una corriente con una temática, o un estilo, propio de los autores españoles que han/hemos escrito dentro del género.
    Sí veo autores con características personales, con un estilo propio, pero no veo las inquietudes comunes, o los círculos de colaboración que han surgido en otros países.
    Que «no existirá nunca» me parece una afirmación demasiado rotunda, pero en la actualidad lo cierto es que no veo puntos comunes en la obra de los distintos autores que han/hemos cultivado en alguna ocasión el género.

  35. Juanmi dice:

    Yolanda Molina estuvo hace un par de años en España. Estuvo en Cádiz y entrevistó a Rafa, También se pasó por Valencia para hacerme una entrevista, y creo que por Madrid. Con todo esto sacó un libro sobre la ciencia ficción española y sus características. Una persona profundamente equivocada, pues cómo se puede hacer un libro sobre algo que no existe. Recuerdo que cuando me entrevistó, defendí el punto de vista de que la cifi española no era cifi sobre los tópicos (para los americanos) de curas y dictadores, y que se han tratado todos los temas, desde nuestra óptica.
    Jaques Baudou, crítico profesional de Le Monde, escribió un librito sobre la cifi europea, con un apartado sobre la cifi española.
    Desde luego no me siento orgulloso con ninguna etiqueta, y menos con la de escritor de cifi español o escritor de cifi del la Ribera Baja de Valencia. No tengo ningún interés nacionalista en defender eso. La etiqueta de escritor más sexy de la ciencia ficción europea no me molestaría tanto. Pero para cualquiera con un mínimo de conocimiento del proceso creativo es evidente que esas características están ahí y no se pueden evitar (aunque se quiera).

  36. Juanmi dice:

    Que no las veas, Santiago, no quiere decir que no existan. ¿Tampoco ves nada especial en las novelas o películas de ciencia ficción francesa?
    ¿Ves el Spaghetti Western igual que un Western americano?

    No las ves en la cif española porque estás dentro y te parecen cosas normales características que desde fuera (desde Francia y la crítica francesa, según mi experiencia) sí las ven.

    Y ya digo que no es algo de lo que estar orgulloso ni nada, hasta puede ser una putada, pero está ahí.

  37. Joserra dice:

    Que no exista la «CF española» como corriente no implica que no pueda existir la «Fantasía española» (mediterránea, si quieres) donde sí podría meter obras como Juglar, o La leyenda del navegante, entre otras. No debería ser igual la fantasía medievalizante que imagine un inglés que la que imagine un español, porque la situación era muy distinta. Y de hecho ahí hay un filón poco explotado. Pero eso es fantasía, y en esta página hablamos de CF, especialmente aquella que cultiva una cierta componente social (lo que algunos llaman Prospectiva, vaya).
    Aunque mira, Guy Gavriel Kay parece que aprovechó esto que comento en Los leones de Al-Rassan sin ser de la zona, igual que McDonald de alguna manera aprovecha la «CF del subdesarrollo» siendo británico y viviendo en Belfast, lo cual demuestra que puede pasar, sí, que alguien invente algo nuevo sin necesidad de vivirlo. Pero yo diría que en España no ha pasado. Y que visto lo visto, no va a pasar.
    ¿Por qué creo que sí puede existir en fantasía una corriente más «española» y no creo que pueda haber lo mismo en la CF? Porque la fantasía (en general) mira hacia atrás y la CF (en general) adelante. Las preocupaciones sobre nuestro «futuro», a priori, no pueden ser tan diferente al de otro europeo occidental o estadounidense. Lo que sí puede ser diferente es el futuro de un soviético, que vivía en un sistema político totalmente diferente al del bloque occidental o, incluso, al de un español que viviera en la dictadura franquista. De ahí que, salvo desgraciada sorpresa y aunque no pueda afirmar por los siglos de los siglos (permíteme la hipérbole, más en un artículo pretendidamente provocador y corrosivo, que es de lo que va esta columna al final), la mirada al futuro de un español no creo que vaya a ser tan diferente a la de un francés.
    Los rasgos de carácter propios de un pueblo que marcan el carácter de unos autores no creo que existan por ser de ese pueblo. ¿Es propio de la CF española o de la época concreta de la historia? Los que has apuntado que señalan los expertos que estudian el tema son propios de épocas concretas, porque España no creo que sea un lugar concreto único y diferenciado del «Hemisferio occidental».
    Ahora, he dejado fuera Rihla. Yo la considero ucronía (por eso digo lo que en general la CF mira adelante), y por lo que he oído La locura de Dios va en la misma línea. En el caso de la ucronía cada uno habla de su pasado. ¿Es diferente? Quizá, pero en todo caso pertenece al género de la «Historia alterada».
    Sé que tú consideras que no son ucronías del todo por cosas que no se deben desvelar si uno no quiere estropear el libro. Vale, en ese supuesto serían CF-Aguilera, no CF-española, porque son tuyas propias. Igual que la CF de Ballard es Ballardiana, no inglesa.

  38. Puede que tengas razón, Juanmi, y que el hecho de estar dentro no me permita verlo.
    Desde luego me resulta evidente la diferencia entre el Spaghetti Western y el Western clásico americano, aunque podríamos apreciar que la obra posterior de Eastwood (como actor, como director) se aleje bastante del Western americano y se acerque mucho más a las obras de Leone.
    Mencionabas como características de la CF española «Pesimismo, humor negro, un gusto por los detalles realistas y sórdidos, una especie de desengaño del poder», que Joserra rebatía incluyéndolas en la corriente cyberpunk, y lo cierto es que yo tampoco las veo como determinantes en nuestras obras. De nuevo puede ser que no pueda/quiera verlo, o que quizá el grupo de autores al que miro no las tenga como determinantes.
    En fin, que considero el debate que se ha abierto interesante, y me gustaría ver a qué conclusiones podemos llegar.

  39. Juanmi dice:

    No soy yo el que lo dice, porque tampoco puedo verlo tan claro. Yo escribo como escribo, y me parece normal, vamos. Pero es algo que he leído en varias críticas francesas, especialmente en alguna de Jaques Baudou que comentaba.
    Yo sí noto el aroma especial de la cifi francesa, que es la que mejor conozco. Lo noté hasta en una atracción de la Ciudad de las Ciencias de París.
    Lo que sí noté fue las diferencias regionales cuando intenté escribir algo con Rafa Marín. Es muy distinto leer algo de alguien, que intentar meterte en su cabeza para escribir a dúo. Notas esas pequeñas diferencias culturales que te saltan a la vista, incluso dentro de un mismo país.

  40. Juanmi dice:

    Con “Mundos y demonios”, por ejemplo, me hicieron una entrevista unos chavales de una revista francesa. Los tíos alucinaban con la novela, y no porque les hubiera encantado, sino porque les parecía tomo muy sórdido y muy deprimente para ser una Space Ópera. Yo veo una Space Ópera normal.
    ¡Y eso que no han leído “Lágrimas de luz”!
    Que hay otra cifi que también es así de pesimista y tal. Sin duda, pero en Francia que se publican cosas de toda Europa, y pueden comparar (con los “Tejedores de cabellos”, por ejemplo, o las novelas de Valerio Evangelisti), sí notan que ese pesimismo, y humor negro, y “realismo” de la cifi española tiene unas características especiales.

  41. RM dice:

    Está claro, Joserra, que no entiendes una ironía. Pero, estrictamente hablando, la mezcla de high-tech y novela negra aparece en Nunca digas buenas noches a un extraño, en 1978. Una chorrada.

    Discrepo por una vez con Juanmi: el autor más sexy soy yo.

    Estos días debe presentarse una tesis de licenciatura en Sevilla sobre Lágrimas de luz. La he leído y es bastante rigurosa.

    El «como corriente» con que calificas tu contestación, Joserra, es bastante más definitorio y más acertado que el estilo sensacionalista con el que inicias el artículo. Repasa, en todo caso, un texto que escribí hace siglos para BEM, llamado «Nosotros», donde venía a decir que no existimos como generación ni como corriente literaria.

    Lo cual, desde luego, quizá sea hasta más positivo que otra cosa.

  42. RM dice:

    «Pesimismo, humor negro, un gusto por los detalles realistas y sórdidos, una especie de desengaño del poder»

    Eso no es cyberpunk per se. Ya se ve en los cuentos de Domingo Santos o las novelas de Bermúdez de los sesenta-setenta.

  43. Kaplan dice:

    Yo no creo que haya una literatura nacional, creo en generaciones. La España del 2000 es muy diferente de la de 1970, así que los escritores españoles de esas décadas escribirán influenciados por diferentes contextos. ¿Existe una cf norteamericana? ¿Sí? ¿Qué tiene que ver Heinlein con Ellison? ¿Y ambos con Gibson? Pertenecen a generaciones distintas, y escriben influenciados por entornos social, cultural y políticamente distintos. Creo que hablar de literaturas según su condicionante geográfico es ocioso. Unas determinadas cualidades concurrentes pueden ser propias de una generación y contrarias en la siguiente.

  44. Juanmi dice:

    Todo es bastante complicado. Está claro que los que vivimos el franquismo y la postguerra (en España) tenemos una forma de ver las cosas distintas a un americano que vivió la guerra del Vietnam. Y cuando escribes echas manos de todo lo que te rodea para construir a tus personajes y tus escenarios. Te influye también el barrio en el que vives o tu primera novia que se metió a monja, yo que sé.

    ¿Podría un americano haber escrito «La piel que te hice en el aire»? Imposible.

    Y es imposible que Santiago escriba como un tío de Texas por mucho que lo intente (que no creo que lo intente).
    Podría hacerlo un friki que sólo leyera novelas de cifi de un escritor tejano y se pasase todo el día encerrado en su casa (los hay), pero para una persona normal no puede olvidarse de su entorno a la hora de escribir.
    Y no estamos tan globalizados, ni por asomo. Yo he escrito una página de «Hijos de la Eternidad» y luego me bajaba a la falla a tirar petardos.
    Enguídanos imaginaba sus argumentos de autoplanetas gigantes, etc, en el tranvía de madera, camino al trabajo.
    Y la cifi adulta la descubrí en 2º de BUP. Lo primero que leí fue «2001: Odisea del Espacio». Lo segundo: «Un mundo feliz. Después me fui a la librería y encontré en Reno de Plaza&Janés «El planeta de los simios» y «La nave» de Tomás Salvador. Esas fueron mis primeras lecturas de cifi con tal denominación. Antes leía a Julio Verne, las novelas de aventuras de Stevenson, etc.
    Creo que l aprimera cosa que leí de cifi americana fue «Yo Robot», y tendría 17 años o así.

  45. Juanmi dice:

    Una pregunta: ¿Tenéis algún problema con la página?
    Rafa me dice que sus mensajes no suben, y yo no tengo problema.

  46. Juanmi dice:

    Quería decir la Transición, eh? Que no soy tan viejo. Es lo que pasa por trabajar y escribir un mensaje al mismo tiempo. Estaba pensando en la guerra de Vietnam y puse «postguerra», pero quería decir «Transición».

  47. No, no intento escribir como un tío de Texas :)

    Y los mensajes de Rafa estaban «atascados», ya han entrado :)

  48. RM dice:

    ¿Dónde están? Yo sigo sin verlos

  49. RM dice:

    ah, ya, en su sitio. Joder, qué raro es esto de la ered.

  50. Justo antes del de Kaplan, han aparecido en el orden cronológico adecuado, por eso no los ves al final del hilo.

  51. César dice:

    Querido Juanmi, sabes bien que, desde aquella noche -ay, tan lejana-, tú eres para mí, no el escritor más sexy de Europa, sino de este mundo y de varios universos paralelos.

    En cuanto al debate… en fin, tiene gracia. En los terminos que plantea las cosas el redactor y comentarista de este artículo, es imposible que exista ninguna literatura de cf característica de ningún país. Ni cf norteamericana, ni cf japonesa, ni cf francesa… ¿cf soviética quizá? Hombre, teniendo en cuenta que los escritores rusos debían diseñar futuros optimistas y, por supuesto, socialistas si no quería acabar en un gulag nada punk, pues sí, hay sólidos puntos en común. Aunque me temo que eso fue más un logro del PCUS que de la literatura rusa.

    Henlein, Dick, Bradbury, Cordwainer Smith, Disch, Brown, Le Guin… todos esos autores norteamericanos -y podría citar muchos más- no tienen nada en común, ni estilística ni temáticamente. Sin embargo, cada uno a su manera, todos ellos reflejan lo mismo: su sociedad, su momento y su cultura.

    Porque los escritores creamos nuestras historias partiendo de nuestra experencia vital, de nuestro entorno, y , consciente o inconscientemente, lo queramos o no, proyectamos eso en nuestros escritos. Todos los escritores lo hacen, incluso los españoles. Incluso los miserables escritores españoles de cf. Incluso los aún más miserables ex-escritores españoles de cf que nos revolcamos en el inmundo cieno de la execrable y purulenta literatura juvenil. Desde este punto de vista, no sólo existe una cf española: es que sería imposible que no existiese.

    Para que una literatura tenga características propias no hace falta inventar subgéneros ni desarrollar nuevas temáticas; basta con escribir honestamente sobre temas con los que estés intelectualmente implicado y, por supuesto, en tu idioma materno. El «toque nacional» vendrá por sí solo.

  52. Juanmi dice:

    Exacto César. Pero creo que estarás de acuerdo conmigo en que ese «toque nacional» no es ni algo deseable ni algo de lo que te sientas orgulloso. Está ahí, es inevitable. A veces es una putada. Pero un escritor echa mano de lo que tiene para construir sus historias. Nadie con un mínimo de entidad como escritor puede escribir sólo a partir de sus lecturas.
    Curiosamente, la primera cosa que leí de un autor español fue «Nunca digas buenas noches a un extraño» (Rafa es bastante más viejo que yo).

  53. Juanmi dice:

    Y sí (que había olvidado mencionarlo), esa nochecita a mí me dejó huella. Soy de los pocos escritores españoles de ciencia ficción que pueden presumir de eso :)

  54. César dice:

    Por supuesto, Juanmi: el «toque nacional» carece de mérito alguno, porque es inevitable. Pero, a veces, el problema surge precisamente cuando no existe ese toque, porque suele significar que el autor está fotocopiando modelos leídos, no vividos (como tú bien señalas). Eso le pasaba en general a la (escasa) cf española anterior a los 80: se escribía sobre lecturas.

    «Nunca digas buenas noches a un extraño» no fue el primer relato español de cf que leí, pero creo no equivocarme si afirmo que fue el primero que me gustó. Lo he dicho antes y lo repito ahora: esa novela corta marca un antes y un después en la df española. Pero que no se entere Rafa, no vaya a ser que, cada vez que coja un avión, tenga que pagar extra por tener un ego excesivamente abultado.

    Y, por cierto, esos comentarios que nos traemos tú y yo sobre «aquella noche» van a ser un auténtico borrón en nuestras biografías.

  55. RM dice:

    «Por lo que parece aquí vemos lo que hace Scalzi como una temeridad arriesgadísima»

    No me entiendes o no me he explicado bien. Lo que digo es que Scalzi (que hace space opera sin complicaciones) tiene los cojones, o la suerte, de escribir una cuarta novela de su serie que es una reescritura de la tercera, igualita igualita, pero contada por uno de los personajes.

    Eso no podremos hacerlo aquí nosotros en la vida. No nos lo permite el mercado, ni las editoriales, ni los críticos, ni los lectores, obviamente.

  56. RM dice:

    Si no te o dice él te lo digo yo, César: Juanmi te engaña commigo todas las Semanas Negras. ¡Hasta ha declarado por TeleGijón que somos como los vaqueros de Brokeback Mountain!

  57. César dice:

    Joder, Rafa, acabas de partirme el corazón…

  58. RM dice:

    De todas formas, Juanmi ha perdido mucho con los años: ahora ya ronca y todo.

    Eso sí, tiene una habilidad haciendo micromaletas que creo que se basa en la tecnología de la TARDIS del Doctor Who.

  59. Juanmi dice:

    Pero César fue el primero. Y el primero no se olvida.

  60. César dice:

    Después de lo que he oído, oh traidor, yo sí que intentaré olvidarte.

  61. Kaplan dice:

    Ahora lo veo claro. La cf española sí que tiene una identidad de género, una identidad queer.

  62. RM dice:

    Bueno… también Angel Torres fue el primero para mí. En Zaragoza.

    ¡No pegué ojo en toda la noche!!!! :P

  63. César dice:

    No, si al final van a tener razón los detractores del género y la cf es una mariconada.

  64. Juanmi dice:

    Igual nos dan una subvención o algo…

  65. […] raíz de la apasionante discusión que ha surgido en Prospectiva sobre si existe una ciencia ficción española, promovida por José […]

  66. Joserra dice:

    Madre del amor hermoso… ¿No nos estábamos pegando o algo? Lamento decir que China Mieville fue considerado el más sexy en política cuando se presentó a alcalde de Londres por un partido trotskista. Igual en Europa tenéis competencia… Y os recuerdo que yo sigo por aquí tomando apuntes para el siguiente follonero. «¿Qué rima con fandomita?»

    A ver, César, aparte de la férrea censura que marca la CF soviética, sí creo que hay sitios que dan lugar a una identidad nacional en el género. Japón al menos visualmente, y en las historias que cuentan en esas películas y mangas, tienen una identidad muy marcada, puede que por la bomba atómica y el milagro económico de después, por no hablar de sus tradiciones y formas de ser. Como no sé japonés y aquí no llega, estoy pendiente de comprar algún libro de una colección que ha salido en EEUU (Haikasoru se llama) para ver si literariamente también son «diferentes». Pero el «terror oriental» también ha conformado una etiqueta propia, no sé si la CF será igual.

    Caso aparte de todo esto es la parte anglosajona. Ellos lo inventaron (con el permiso de Verne) y ellos han sido los que han desarrollado y explorado casi siempre. Y allí aparecen corrientes que, como bien apunta Santiago, tienden a agruparse por «generaciones». E incluso gente enfrentada que se lleva como el perro y el gato literariamente. La mayor parte de los autores de CF, considero yo, van «a remolque» de estos anglosajones, con ligeros matices culturales, sí, pero formando parte del mismo corpus, si queremos definirlo de alguna manera.

    Lo de Scalzi haciendo de Lawrence Durrell… Vamos a dejarlo más en sobrada que otra cosa. De los editores y la situación del género ya hablé en su momento. ¿Qué editores? ¿Por qué hay autores que publican novelas CF fuera del «circuito»? ¿Por qué los de dentro del «circuito» no intentan salir de este nicho agobiante, si tan agobiante es?

  67. RM dice:

    Ah, que eso de salir del circuito se te ha ocurrido a ti solo, y a nosotros no… Oye, mira, voy a intentarlo. Seguro que entonces me forro.

  68. César dice:

    El término «anglosajón» es demasiado amplio, tiene truco. No es lo mismo la cf norteamericana que la cf inglesa. ¿Y qué pasa con el abuelo Verne, tan francés él y padre germinal del género? Las cosas no son tan sencillas. Claro que la inmensa mayor parte de la cf se ha escrito en inglés, y claro que, por pura cuestión estadística, la inmensa mayor parte de la mejor ciencia ficción es «anglosajona», y claro que ellos desarrollaron la práctica totalidad de los subgéneros y de las temáticas. Pero eso no tiene nada que ver con el asunto que estamos tratando. La novela policiaca, por ejemplo, tiene un origen «anglosajón» (Poe, Doyle, Collins…) y se ha escrito muchísimo de ese género en inglés, pero eso no quita para que, pese a compartir esquemas básicos, existan corrientes claramente diferenciadas de policíaco francés, escandinavo o, sí, español. Pero, claro, ese género es basicamente realista, ásí que resulta más sencilo distinguir el «toque nacional». A la cf, sin embargo, con tanto planeta lejano y tanto bicho raro, cuesta un poco más pillárselo.

    En lo que a mí respecta, me he salido del «circuito», de ese «nicho agobiante», y me va de perlas. Tengo la inmensa fortuna de poder vivir, y muy bien, de lo que escribo. Aunque, eso sí, lo que escribo es evidentemente basura.

  69. Nacho dice:

    Encuentro muy interesante todo lo que se ha escrito hasta el momento.

    Retomando lo apuntado por José Ramón, creo que el fenómeno de la globalización, el que poco a poco otros referentes estén penetrando en nuestro imaginario colectivo, hará más difícil que aparezcan obras con rasgos personales tan acusados como las que se han comentado de Juanmi, César, Rudy, Santi, Rafael… Obras que me cuesta creer que hubiesen podido surgir en otro lugar.

    Sin meditarlo demasiado, creo que la obra del autor de ciencia ficción nacional más exitoso de los últimos años, José Carlos Somoza, nos ofrece una buena muestra de lo que apunta el artículo. No es sólo que varias de sus obras no ocurran en España, carezcan de protagonistas llamados Carmela o Paco, aparezcan travestis que fueron camionero antes de operarse… Es que cojo, por ejemplo, «La llave del abismo» y me cuesta reconocerla como la obra de un autor español. Cosa que, aclaro, no me impidió para nada disfrutarla.

    De todas formas, aunque como Kaplan yo también creo en las generaciones, aprecio diferencias entre la ciencia ficción que se han hecho en los países que más conocemos todos: EE.UU. y Gran Bretaña. Por ejemplo la tradición utópico/distópica del Reino Unido ha sido muy fuerte mientras que en EE.UU. ha primado una visión más positiva del devenir histórico, de la ciencia… Aunque se pueden encontrar contraejemplos, esto es especialmente apreciable en las grandes obras que se escribieron durante los años 40, 50 y gran parte de los 60… en ambos países. O, por ejemplo, la ciencia ficción política comunista/marxista que cultivan varios autores británicos de la última hornada que en EE.UU. sería una quimera porque allí la izquierda es algo marginal, mientras que en el Reino Unido hay una tradición muy arraigada.

  70. Nacho dice:

    Joder César, me has dejado a cuadros con lo de que ahora escribes basura…

  71. Nemes dice:

    «¿Que no hemos inventado nada? Bueno, yo inventé el ciberpunk, pero desde aquí abajo no me tomó en serio nadie.»

    Vale…donde está la cámara oculta?

  72. Sim dice:

    Visto que en España menos, pero en algunas partes del cosmos hay conjuntos de escritores que han ido aportando enfoques «generacionales» al género (valga la redun.) , el follonero plantea un tema sugerente si «del sur» -los países pobres- puede surgir ese enfoque novedoso que en Europa no. La verdad es que materia sobra-maras, narcoestados, PRIS, contrastes y hasta tribus neolíticas y comiendo papagayos- La verdad es que si de allí no sale, por ejemplo, una novela negra para fliparlo en colores, es que no tienen perdón de Dios (bueno, a buen seguro ya hay un porrón de autores que apenas conocemos y qe algún día habrá que descubrir). Supongo que eso tendrá/está teniendo un correlato en la CF local. Quizá el problema sea, como aquí, falta de masa crítica para que podamos certificar un «aire de familia» de cierto impacto global.

    Aunque ahora que lo pienso, con Berlusconis y Gurteles, aquí tampoco andamos tan mal…

  73. César dice:

    Nacho: estaba siendo sarcástico :)

  74. Nacho dice:

    Gracias por aclararlo, César. Soy pésimo detectando sarcasmo ;)

  75. RM dice:

    Cyberpunk es un subgénero de la ciencia ficción, conocido por su enfoque en la «alta tecnología y bajo nivel de vida» y toma su nombre de la combinación de cibernética y punk. Mezcla ciencia avanzada, como las tecnologías de la información y la cibernética junto con algún grado de desintegración o cambio radical en el orden social. De acuerdo con Lawrence Person:
    Los personajes del cyberpunk clásico son seres marginados, alejados, solitarios, que viven al margen de la sociedad, generalmente en futuros distópicos donde la vida diaria es impactada por el rápido cambio tecnológico, una atmósfera de información computarizada ubicua y la modificación invasiva del cuerpo humano.
    Lawrence Person[1]

    El argumento de la escritura cyberpunk se centra a menudo en un conflicto entre hackers, inteligencias artificiales, y megacorporaciones, enmarcado en el planeta Tierra en un futuro cercano, en oposición del futuro lejano o panorama de encuentros galácticos en novelas como Fundación de Isaac Asimov o Dune de Frank Herbert. Las visiones de este futuro suelen ser distopías post-industriales, pero están normalmente marcadas por un fomento cultural extraordinario y el uso de tecnologías en ámbitos nunca anticipados por sus creadores («la calle encuentra sus propias aplicaciones para las cosas»). La atmósfera del género en su mayoría hace eco en el cine negro y se utiliza a menudo en este género técnicas de novelas policíacas. Entre los primeros exponentes del género cyberpunk se encuentran William Gibson, Bruce Sterling, Pat Cadigan, Rudy Rucker y John Shirley. El término cyberpunk se acuñó en los años 1980 y continúa en uso.

    De la wikipedia.
    Todo eso sale en Nunca digas buenas noches a un extraño, en1978. Cierto que el megaordenador iba a pedales.

    Hay que leer más….

  76. RM dice:

    Y, por supuesto, sigo escribiendo desde la ironía.

  77. CP2 dice:

    Yo tenía entendido que el ciberpunk era la literatura del capitalismo tardío…

  78. fonz dice:

    «A medida que una discusión sobre cf contemporánea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione al ciberpunk y la madre que lo parió, tiende a uno»

  79. Joserra dice:

    ¿Eso es la Ley de Barceló? :p
    Y mira que es algo que fuera de nuestras fronteras está más que interiorizado y superado.

  80. Fernando Ángel dice:

    Tengo curiosidad porque no me parece que el debate esté cerrado, ni mucho menos. Si tuvierais que recomendar un par de novelas de ciencia ficción en una clase en la universidad como modelos de la gran cf, ¿cogeríais una española? ¿Cuál antes que cualquiera «escrita en inglés»? ¿Ya la habéis pensado? ¿Estáis seguros? Vale. ¿No se os ocurre una escrita en inglés mejor? He de ser honesto: a mí solo se me ocurre una. Bien, hablemos de causas, circunstancias… Es decir, no culpemos a los escritores. Una vez quitadas las culpas, vuelvo a hacer la propuesta. ¿Cuál? Tengo verdadera curiosidad.

  81. Sim dice:

    «¿Cuál antes que cualquiera “escrita en inglés”?»
    Solaris, Igur Neblí y De la Tierra a la Luna. En inglés habrá tan buenas, no sé si mejores…. A mi gusto, claro.

  82. Nacho dice:

    Para definir completamente el cyberpunk recomiendo la lectura de la introducción de Bruce Sterling a su antología «Mirrorshades» y del número tres de la segunda época de la revista Gigamesh donde hay sendos artículos de Norman Spinrad y Lucius Shepard, excepcionales, que van al corazón de lo que fue ese movimiento. Es una pena que a España hayan llegado tan tarde (o no se hayan publicado) algunas de las narraciones fundamentales de dicho movimiento porque nos hemos quedado con una visión muy parcial de él, casi superficial. Concretamente estoy pensando en la mencionada «Mirrorshades» y, sobre todo, en la novela de Bruce Sterling «Cismatrix» que muy poquito (o nada) tienen que ver con «Nunca digas buenas noches». Novela corta que tiene algunos elementos que se pueden calificar como cyberpunks, que admiro y que me hizo ver que los autores españoles podían escribir muy buena ciencia ficción.

  83. Mariano Villarreal dice:

    >Si tuvierais que recomendar un par de novelas de ciencia ficción en una clase en la universidad como modelos de la gran cf, ¿cogeríais una española?

    Novelas de ciencia ficción me temo que no, pero cuentos y novelas cortas habría donde escoger. Depende del enfoque de la clase y/o objeto del debate. Por ejemplo, si quisiera crear un debate sobre ucronías en una clase de historia, elegiría la novela corta «Ñ», de David Soriano (por citar un tema/autor que aún no se ha tocado hasta ahora)

    Elige un tema, y casi que habrá alguna buena historia escrita por un escritor español. Aunque si buscas gran gran Literatura, ejemplos hay menos, claro.

  84. Mariano Villarreal dice:

    No creo que nadie piense seriamente que escribir juvenil sea escribir «basura».

    Creo que muchos pensamos que es una verdadera pena tener que dedicarse a otro género -léase juvenil, novela rosa u obras de autoayuda- por circunstancias del mercado y no porque a uno le apetezca, cuando hay común consenso de que en España existen buenos escritores de ciencia ficción que les gustaría (a otros no) seguir escribiendo dentro de esos parámetros temáticos.

    No creo que haya habido una verdadera «generación» de escritores de ciencia ficción en este país, a pesar de que como se ha dicho, en los 90 hubo una eclosión de escritores con talento pero que, a mi juicio, compartían poco más que un bagaje cultural común pero no intereses comunes; es decir, podían ser amiguetes pero cada cual escribía según su experiencia y capacidad, sin seguir pautas comunes en cuanto a estilo. La mayoría surgió del «fandom», con formación autodidacta, y aunque muchos tocaron los mismos subgéneros y podemos encontrar elementos en común (los ya citados de pesimismo, preocupación social, ironía-causticidad, antibelicismo, ateísmo cuando no beligerancia religiosa, apertura a otras culturas… ) no me parece suficiente como para formar una auténtica «generación». Es una opinión.

    En el terreno fantástico creo que tenemos algunos grandes literatos (incluso un académico de la RAE). Pero es un campo muchísimo más amplio y confieso tener enormes lagunas, pero a tenor de mis lecturas creo que tampoco existe una corriente común o «generación» de autores, más allá de encuadrar a algunos por décadas de producción o atendiendo a su edad. Un libro especialmente apropiado para ver esto es «Perturbaciones»; que alguien me diga si detecta allí una auténtica generación de autores.

    En género gótico, por sus características más definitorias, tal vez haya algo que se le parezca, pero creo que donde se están dando pasos hacia una auténtica «generación» es donde ha apuntado Juanma: en el terror que se está escribiendo en estos últimos años; enfoque contemporáneo, personajes de la calle y el terror no es exógeno sino que está en nosotros. Vale, son ideas muy generales pero no quería desviarme del tema de debate, que es si existe o no una auténtica ciencia ficción española.

    Y creo que no: existe ciencia ficción escrita por españoles (con todo su bagaje cultural y reconocible como tal) pero no una auténtica ciencia ficción española. No es lo mismo reconocer unas determinadas señas de identidad «nacional» en un escrito que decir que eso supone formar parte de una corriente literaria; es algo más complejo que eso. Pero, insisto, es una opinión.

  85. César dice:

    Vale, olvídemosnos de las improntas culturales. ¿Existe, por ejemplo, una cf norteamericana con señas de identidad propias, una cf con unas constantes comunes que la hacen reconocible frente a otras literaturas nacionales, una cf, en definitiva, semejante a una corriente literaria? Respuesta: no; ni existe ni ha existido jamás. Ni en USA ni en ninguna parte.

    Porque aquí se está pretendiendo que la «literatura nacional» sea algo así como un movimiento literario, y eso no sólo no es cierto, sino que además carece de sentido. Para hablar de una «literatura nacional» tenemos que centrarnos precisamente en lo que aquí se pretende dejar de lado: las características culturales de cada nacionalidad, que se ven reflejadas (por lo general) en su producción literaria. Eso es todo. Ni temáticas, ni subgéneros, ni corrientes, ni movimientos, ni generaciones: sólo impronta cultural.

    A comienzos de los 90 hubo en España una eclosión de escritores de cf de la que yo formé parte. No fue una corriente, ni un movimiento, ni una escuela, por supuesto; ni jamás pretendió serlo. Sin embargo, vistas las cosas con perspectiva, si fue un punto de inflexión. Antes de eso, y salvo honrosas excepciones, la cf que se escribía aquí era una fotocopia sin procesar de la cf «anglosajona», un producto carente de personalidad. Había buenos escritores con carácter propio, por supuesto, pero podían contarse con los dedos de una mano y sobraban dedos. Pero en los 90 unos cuantos escritores intentamos «españolizar» el género. ¿Cómo? ¿Creando subgéneros nuevos» ¿Inventando temáticas? No, ni falta que hacía. Nos limitamos a situar nuestras historias en nuestro entorno. El primer relato que publiqué en los 90 estaba protagonizado por un gitano del Sacromonte, el segundo por un perro pastor en los Pirinéos, el tercero estaba narrado por un insignificante empleado de una multinacional instalada en España, gané el UPC con una novela corta ambientada en Madrid al final de la Guerra Civil… ¿Qué todos esos argumentos podrían haber estado ambientados en otras naciones? Por supuesto, pero habrían sido distintos. También El Quijote podría haberse desarrollado en otras latitudes. Por ejemplo, en Japón; bastaría con sustituir «caballeros andantes» por «samurais». Sin embargo, un Quijote con el mismo argumento, pero con impronta cultural japonesa, hubiese sido sustancialmente distinto a nuestro Quijote manchego. Bueno, pues de eso se trata.

  86. Alfredo dice:

    Yo sí que veo una generación dentro de la ciencia ficción que se hace en España, y no es la primera vez que lo comento. Lo que destaca una «generación» o un «movimiento» no es la temática concreta, quizá la ciencia-ficción como elemento excluyente sea reduccionista, mejor hablar de literatura fantástica, lo que forma esa generación de autores que sale a la luz en los años 90 es, sencillamente, la voluntad por escribir literatura fantástica de una manera seria y, si es posible, profesional, no como entretenimiento ocasional, desfogue literario o relleno de hobbies. Si bien ya había antes escritores con esta línea de trabajo, nunca antes se había reunido un grupo, con miembros bien definidos, que se apoyaban unos a otros, compartían experiencias y que, más o menos, han seguido el mismo camino a lo largo de los años. Esa es la base de una generación dentro del fantástico español, la generación de la quimera, es una etiqueta algo grandilocuente, pero me pareció oportuna en su momento.

    Eso no quita para que la ciencia ficción española carezca en estos momentos de una verdadera vanguardia, quitando dos o tres antologías, de gente con ganas de innovar y de ponerse de acuerdo para avanzar dos o tres pasos por delante, para abrir caminos que otros aprovechen en mayor o meno medida. Parece que nos movemos en paradigmas de hace veinte o treinta años y a nadie le importa -en general-. La generación de la quimera es una generación de autores individuales y centrados, con todo el derecho del mundo, en sus propias creaciones y caminos. Quizá sea ese corte desde algo que prometía una generalización lo que produzca la sensación de «vacío paterno» en muchos autores noveles.

    Menudo rollo me ha quedado, espero que sea comprensible :)

  87. Kaplan dice:

    Exacto. Hablar de literaturas nacionales es ocioso. Que los escritores trufarán sus historias de características locales es lógico y normal. Uno escribe desde su experiencia, y si vives en España, el entorno es ese. En generaciones y movimientos, dentro de un propio país, totalmente opuestos a los anteriores. No tienen la misma personalidad, sino más bien contraria. ¿Qué literatura es más norteamericana, la generación beat o el gótico sureño? ¿Quién es más representativo de la literatura norteamericana, Kerouac o Faulkner? Más cercanamente, ¿la edad de oro o el ciberpunk?
    Si hablamos de una ciencia ficción enfocada hacia el tercer mundo estamos hablando de una temática, no de una identidad nacional. Si no existen literaturas nacionales fijas en ningún sitio, ¿por qué tendría que haberlas en España?
    Por cierto, que de cf japonesa ya han publicado un par de libros de Yasutaka Tsutsui en Atalanta. Seguramente, habrá otros autores japoneses que escriban cf distinta, yotros parecida. En el ámbito general, se puede decir, por ejemplo, que en las novelas y cuentos de Haruki Murakami, de Banana Yosimoto, de Kyoichi Katayama hay muchos puntos en común. Son historias de parejas de adolescentes o en la veintena con un sabor meloso y pop muy definido. ¿Quiere eso decir que hay una literatura japonesa, nacional, cuya personalidad es esa? No, porque enfrente tienes gente como Ryu Murakami o Natsuo Kirino que escriben justo al contrario, historias sórdidas, incluso gores. No sólo eso, sino que aunque esa literatura pudiera ser en estos momentos predominate en japón, quizás dentro de veinte años no lo sea en absoluto.
    Es decir, lo que ya apunté en mi primer post y repetí al principio de este: hablar de cf española es, en mi opinión simepre, ocioso y sobrante. No existe ni tine por qué existir, por lo mismo por lo que tampoco existe en ningún lugar del mundo.

  88. Mariano Villarreal dice:

    >mejor hablar de literatura fantástica, lo que forma esa generación de autores que sale a la luz en los años 90 es, sencillamente, la voluntad por escribir literatura fantástica de una manera seria y, si es posible, profesional, no como entretenimiento ocasional, desfogue literario o relleno de hobbies

    Una vanguardia, generación, escuela… surge como reacción a algo previo: a favor, o generalmente en contra; o como necesidad de expresar algo nuevo. Sigo sin ver esto en el ámbito de la cf española, pero sí estoy de acuerdo contigo si lo abrimos a la literatura fantástica. Literatura fantástica hubo antes de los 90 y la habrá después. Pero creo que las señas definitorias de esos escritores hay que buscarlas en su vocación de narradores de historias, desligándose de eso que Julián habla de la «literatura del yo», ese existencialismo pesimista omnipresente en las letras españolas, incluida buena parte del género fantástico previo.

    Osea que sí, que ahí sí aprecio una ruptura y buscar una nueva vía: primero por escibir género fantástico, a contracorriente del mainstream primordialmente realista; segundo por ser una generación (generalmente) autodidacta pero que buscaba que se la tomara en serio y aspirar a la profesionalización; y tercero por su vocación volcada hacia la narración de historias.

    Habrá más señas de identidad, seguro, pero ahora no se me ocurren.
    El «fracaso» y la huida hacia otros mercados, así como la fusión de géneros vino después, como una especie de efecto 2000 que se llevó buena parte de las esperanzas por delante.

  89. Javier Esteban dice:

    No tiene nada que ver, pero es que las confusiones hay que aclararlas que luego pasa lo que pasa: la «literatura del yo» es esto:

    http://www.elpais.com/articulo/semana/asalta/literatura/elpepuculbab/20080913elpbabese_3/Tes

    Muy parecido a lo que hacia Vonnegut, por cierto.

  90. Mariano Villarreal dice:

    Había oído hablar de la «autoficción» pero no lo asimilaba a la «literatura del yo»; en cualquier caso, insisto en lo de reacción al existencialismo pesimista omnipresente en las letras españolas como señas identitarias de la LF de los 90.
    A mi juicio y tal

  91. Javier Esteban dice:

    A eso no tengo nada que objetar, es sólo que la etiqueta concreta chirría muchísimo.

    Sobre el tema del debate, un apunte: las ideas que impulsaron esa Generación de la Quimera y que unos cuantos seguimos, parecía que estaban a muerte con la idea de la integración, en hacer «respetable» la ciencia ficción con obras curradas y literariamente impecables y todo el rollo, dadno la oportunidad a nuevas voces…

    Y de golpe, en un par de años, parece que todo es descalificar el «mainstream», poner a parir esa supuesta «cultura pedante» y sospechar de todo lo que venga de la literatura española que está más que nunca al alcance de la mano pero que se nigunea y descalifica con generalizaciones abusivas, mientras que en los noventa todo se hacía bien y los que han venido detrás, aunque lleven diez y más años escribiendo sólo son «noveles».

    No sé, a lo mejor es que lo entendimos todo mal y no se trataba de derribar el ghetto sino de pintar de otro color los muros…

    (Y que conste que esto no es precisamente una crítica a aquellos autores)

  92. Mariano Villarreal dice:

    No entiendo bien lo que quieres decir, pero en todo caso yo no metería en el mismo saco a la generación de la Quimera (Vila-Matas & Co, algunos verdaderos enfants terribles como Ray Loriga) con la generación «salida del fandom» de los 90 que estamos hablando aquí. No sé, su reacción no fue la de quemar iconos de un realismo caduco, sino intentar crear una vía propia.

  93. Alfredo dice:

    Entiendo que todo escritor busca con cada obra nueva que sea lo mejor posible, al menos yo lo intento con cada una que termino. Otra cosa es el objetivo que se busque con la escritura.

  94. Alfredo dice:

    Ey, a la Generación de la Quimera la nombré yo, Mariano :), y me refería exactamente a la salida del fandom de los 90.

  95. Javier Esteban dice:

    Mariano: Alfredo se había referido unos post más arriba a la generación del fándom de los 90 como generación de la quimera, por eso los llamo así, lamento la confusión con los de la revista Quimera.

    Vamos, que hablo de un montón de ideas, de ganas y de actitudes que para mí se han quedado en agua de borrajas. Así, desde luego, es imposible que salga nada del fándom.

  96. RM dice:

    ¿Pero de verdad cree alguien que los escritores salen del fandom? ¿No es ese el grandísimo error que comete el fandom, creerse que los escritores son cosa suya?

  97. Alfredo dice:

    Mmm, no, he uttilizado el término de Mariano. Dejémoslo en «salidos en los 90 y que se dedicaban a la literatura fantástica», pese al evidente doble sentido, muy indicado viendo los mensajes anteriores :P

  98. Kaplan dice:

    Desde luego, yo pienso más o menos lo mismo que Rafa. La creencia de algunos fandomitas en que toda esa generación que salió del fandom les pertenece es estúpida. Tanto como, por supuesto, la posible actitud inversa, la de creer que porque eres un escritor procedente del fandom éste te debe algo y ha de tratarte con deferencia.

  99. Fernando Ángel dice:

    Como ocurre a menudo, creo que se está hablando de cosas diferentes. Evidentemente, lo que dice Kaplan es cierto: no debe haber ningún sentimiento de deuda con el fándom e incluso creo que es muy malo centrar los horizontes solo en el fándom, como es malo cerrarse en cualquier ámbito a un solo esquema. Algo diferente es la consideración de que hay escritores muy vinculados con el fándom y que incluso hay autores que han publicado en este entorno sus primeras obras («salidos del fándom») y otros que ni siquiera saben que existe eso existe. Al final, como toda etiqueta, debe ser operativa, pero jamás valorativa ni prescriptiva por sí misma.
    De todos modos, sí considero muy importante para todo escritor dejar la exclusividad del fándom cuanto antes. No considero que deba despreciarse ni abandonarlo del todo si no se quiere, en absoluto, pero sí debe recordarse que el fándom puede ser muy, muy limitador; una parte del fándom demasiado grande tiende a endiosar demasiado (que no es nada bueno) y, por otra parte, a criticar demasiado en direcciones un tanto «chocantes» (que a menudo no tienen que ver con la literatura o que incluso castran los desarrollos literarios) .
    Por otra parte, no es raro tener la sensación de que existen «escritores solo de fándom» que no tienen interés en dejarlo. Reconozco que quizás todos lo intentan y que se deba a los cerrados límites del mercado, pero ahí están César Mallorquí, Felix J. Palma, Elia Barceló, José Antonio Cotrina… Creo que lo primero para quitarse esa etiqueta -si uno no se siente cómodo con ella- es luchar todo lo posible por que no haya razones para que te la pongan.

  100. Javier Esteban dice:

    Habría que preguntarse entonces si se puede discernir entre un «escritor del fándom» y un escritor que, como «aficionado», sigue vinculado y participando activamente en todas esas cosas que consideramos el fándom, polémicas de cien comentarios incluidas.

  101. Con permiso de Rafa: si que sois escritores del «fandom», y uso este término con todas las salvaguardas que querais. Lo sois porque estais en contacto con él, de diversas maneras, y no sólo eso sino que interaccionais con él. Aquí estais Cesar, Juanmi, Alfredo y Rodolfo, cuatro no es mal número. En ese sentido sois tan fandom como yo mismo, o como todos los que estamos aparecendo por aquí.
    Y es esa cercanía la que hace que el «fandom» os considere algo propio. Es una servidumbre que se debería asumir.

  102. Juanmi dice:

    Estáis mezclando cosas muy distintas. Yo soy aficionado a la ciencia ficción (a un tipo determinado de ciencia ficción, no a toda). También soy aficionado a la novela histórica y a la lucha con espadas, y también visito foros que tratan esos temas. Por lo tanto me considero fandom, o aficionado, igual que hay gente que le gusta el fútbol. ¿He salido del fandom? Pues creo que no, porque ya tenía dos novelas publicadas cuando me enteré que existía tal cosa. Pero no me hubiera importado. Lo que llamábamos fandom en los 90 eran un grupo de gente una ilusión a prueba de bomba y unas ganas de hacer cosas interesantes en este género. Gracias a la gente de BEM me puse en contacto con escritores como Elia, César, Rafa, Edu, Rudy y Javi Negrete, y con algunos aficionados de base a los que sigo considerando amigos.
    Por supuesto, siempre ha habido gente aburrida que sólo lee cifi y que no habla más que de eso (no de chicas, cerveza y comilonas como nos gusta a otros), pero con esos nunca he tenido mucha relación.
    Y están muy equivocados los que piensan que tener contacto con el fandom es una especie de handicap para un escritor. El único handicap para un escritor es vender poco. Eso sí que no te lo perdonan. Pero ningún editor va a mirar a ver si eres aficionado a los marcianos, o a los brujos alados, o al sadomaso, si tus libros venden. Ahí tenéis a Javier Negrete, que con su “Espada de fuego” consiguió un gran éxito de ventas en la editorial Minotauro, y estas ventas lo hicieron interesante como autor para editoriales dedicadas a otros temas.
    La cuestión ahora mismo es que la forma de entender los libros está cambiando, y de este cambio no creo que sobrevivan las colecciones especializadas, a no ser que reduzcan sus tiradas hasta lo absurdo. No pasa nada, la ciencia ficción sobrevivirá, pero en colecciones generales. Ya comentado antes que cuando me interesé por la ciencia ficción, allá por el año 77 (y no fue por Star Wars, sino por la reposición en cine de “2001: Odisea en el espacio”), compré mis primeros libros de cifi en “Reno” de Plaza&Janés, colección donde también estaban los libros de guerra de Sven Hassel. Así que no es una situación tan extraña la que se avecina.

  103. Juanmi dice:

    Ahora mismo, estoy componiendo un catálogo de los libros editados por la Generalitat, y hay uno que es: “Mujeres valencianas famosas en la historia”. Y en la portada, están: Germana de Foix y… Laura Gallego.
    La respetabilidad de puertas afuera, con la que tanto sueñan algunos, ya está conseguida. Es cuestión de vender mucho. Nada más.

  104. […] que dicen por ahí que es una de las señas de los géneros fantásticos escritos en español (otros opinan que no existe tal cosa; yo, como no entiendo del todo qué es eso de los géneros, prefiero […]

  105. Javier Esteban dice:

    Lástima que no haya recetas para «vender mucho»: nos habríamos ahorrado una dolorosa cantidad de clones cutres de Harry Potter, fantasía histórica y cualquier otra cosa que hubiera pegado el pelotazo en los últimos años…

  106. […] términos elogiosos decidí que tenía que leer algo de ese autor. En otros lugares he hablado de mi interés por una ciencia ficción “no occidental” y después de haber visitado China el año pasado no podía pasar por alto la oportunidad de leer a […]

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