El traductor de imágenes: Entrevista a Xosé Castro Roig

por Manuel de los Reyes.

Mientras se disparan las alarmas entre los aficionados a la ciencia ficción escrita (cada vez se vende menos, cada vez se lee menos, cada vez se produce menos, cada vez tiene menos calidad…), es paradójico que las películas y series de género cada vez generen más expectación y cosechen más éxito. No es un fenómeno nuevo: «Que la fuerza te acompañe», «He visto cosas que vosotros no creeríais», o «Sayonara, baby» son frases ya clásicas que forman parte inextricable del imaginario colectivo de los apasionados de la ciencia-ficción cinematográfica. ¿Pero a quién debemos agradecerle su cuño en español?

Donde el traductor literario empieza a perder su característico anonimato gracias a una mayor concienciación de su trabajo entre los editores, los lectores y la crítica profesional, el traductor de guiones es y seguramente seguirá siendo una criatura mucho más misteriosa, ignorada en los títulos de crédito aun de las mayores superproducciones y las más exhaustivas de las «versiones del director».

Con la intención de escarbar la superficie de esta apasionante, casi desconocida y a menudo menospreciada labor, aprender algo más sobre la metodología de la traducción de guiones y tocar, ya de paso, algunos temas de actualidad relacionados como son el floreciente fenómeno de los fan-subs y la cada vez menor diferencia de tiempo entre el estreno de películas y series en su país de origen y el resto del mundo, le propongo una serie de preguntas a todo un profesional del sector como es el traductor y presentador de televisión Xosé Castro Roig, cuyas respuestas podéis leer a continuación. Espero que la entrevista sea de vuestro agrado.

A la mayoría de los lectores les sonará tu nombre gracias al programa de televisión Palabra x palabra que presentas junto a Francine Gálvez, pero tu faceta de profesional de la traducción quizá no sea tan conocida. ¿Nos podrías resumir brevemente tu currículo de traductor?

Empecé de manera autodidacta en 1990. Aunque había empezado a estudiar Geografía e Historia en Santiago de Compostela, me mudé a Madrid en un momento idóneo, ya que con la apertura de las televisiones privadas había una gran demanda de traducción de películas, una de mis especialidades. Desde entonces soy profesional autónomo y vengo formándome por mi cuenta y absorbiendo cualquier conocimiento que puedo sobre lenguas y traducción, pues es un campo —como tantos— en el que cada día se aprende algo nuevo.

Has traducido películas (doblaje y subtitulación) para las principales distribuidoras estadounidenses (Warner Bros., Polygram, 20th Century Fox, etc.) en España, varias de ellas relacionadas con la temática de esta página (Matrix, Spiderman…). ¿Dirías que, dado su lenguaje particular, el traductor debe afrontar este tipo de guiones de forma distinta a como lo haría con los de películas adscritas a otros géneros, como el romántico o el policíaco?

Sí, cada género tiene sus características. Por ejemplo, para filmar una película histórica, es preciso ser fiel a las costumbres y usos de la época, así que el guionista —y, por ende, el traductor— también debe ayudar a que el espectador viaje a esa época haciendo un uso adecuado del lenguaje; ahora bien: no debe ser excesivamente fiel a la época, porque, al fin y al cabo, se trata de una película contemporánea para el gran público.

Con respecto a esos dos ejemplos que comentas, cabría hacer dos diferencias: por una parte, Matrix es un producto que nació en el cine. Fuimos los primeros en generar términos en español. Con esas películas, hubo que inventar palabras que fueran creíbles y futuristas, expresiones propias de ese ambiente. Sin embargo, en el caso de Spiderman, estamos ante un personaje de cómics archiconocido, que tenía unas características (y expresiones) ya muy definidas antes de saltar a la gran pantalla. En estos casos, el traductor responsable tiene que documentarse bien sobre todos los nombres, expresiones y términos que se usaron en el cómic (o en el libro, si es la versión cinematográfica de una novela, por ejemplo). En mi caso fue fácil, porque yo siempre he sido fan del hombre araña.

Tras tantos años de profesión, ¿ves que la traducción de series y películas esté evolucionando de alguna manera, ya sea favorable o desfavorablemente? Se me ocurre que antes, por ejemplo, se traducían los títulos a toda costa, mientras que hoy se tiende a dejarlos casi todos en su versión original (Matrix, Saw, Up, Terminator: Salvation… casi sin duda Bringing up Baby no se titularía La fiera de mi niña hoy en día, p.ej.).

No veo que haya una especial evolución en la traducción de películas y series. Sí que creo que hay, desde hace tiempo, una evolución muy negativa en el doblaje. Cada vez se dobla peor (sólo hay que ver los canales de televisión por satélite), porque las televisiones quieren pagar menos y, sobre todo (pues es lo más importante), porque el espectador no se queja. Hay canales temáticos que se están planteando centralizar el doblaje al español en Londres u otros lugares fuera de España, sin mayor control de calidad. Otros doblan sus series con voces más propias de un programa de teletienda de madrugada. Incluso algunas series que son muy famosas fuera de España no triunfan aquí, porque el doblaje es malo, pero el espectador no sabe discernir, ya que no ve el original y, por tanto, su calidad; simplemente, piensa que la serie no le gusta o que es mala. Algunos estudios de doblaje están tan acostumbrados a trabajar en estas condiciones que no aplican criterios de calidad, y así salen en antena series mal traducidas por traductores mal pagados que no han sabido documentarse y cometen errores muy graves de comprensión que incluso hacen dudar al espectador (como las primeras temporadas de una serie de cierta policía científica).

En cuanto a los títulos de las películas, conviene dejar claro que esta decisión no la toma nunca un traductor. Es algo que elige el departamento de marketing de la distribuidora estadounidense en España, y hay una tendencia algo irresponsable en ese sentido, en mi opinión.

La traducción de series de televisión debe de presentar la dificultad añadida de la coherencia de términos de un capítulo a otro, incluso de una temporada a otra. ¿Dirías que dicha coherencia es difícil de conseguir (quizá porque no sea el mismo traductor o equipo de traductores quien se encargue de traducir toda una serie, quizá por no estar todos los capítulos disponibles en el momento de realizar la traducción…)?

En condiciones ideales, es un solo traductor el que se encarga de una serie, a no ser que los plazos de entrega sean tan ajustados que haya que repartirla. En cualquier caso, depende de la profesionalidad del estudio de doblaje y de los traductores el coordinar términos y unificar criterios.

La coherencia no es difícil si uno es ordenado: cuando yo traduzco una serie, procuro ver los primeros capítulos de golpe para detectar características en cada personaje, muletillas, frases que los caracterizan… las anoto y así puedo ser coherente en siguientes capítulos en los que vinculo a cada personaje con determinado uso del lenguaje, modo de hablar etcétera.

En cuestión de cine, nuestros dobladores se cuentan entre los más reconocidos del mundo. Las críticas a la calidad de las traducciones, sin embargo, no hacen sino recrudecerse por parte de los espectadores. ¿A qué crees que puede deberse? ¿Acaso disponen los traductores de poco tiempo o medios inadecuados para realizar su trabajo?

Veamos: se traduce bien y mal, y se dobla bien y mal. Yo he comprobado —muchas veces, además— que alguna gente confunde doblaje con traducción: cuando una serie está mal doblada (mal interpretada), algunos creen que está «mal traducida». Y también sucede que cuando está mal traducida, pero bien doblada, algunos emiten un juicio más benévolo o positivo. El príncipe de Bel Air tenía algunos errores de traducción garrafales y faltas de comprensión, pero la sintonía entre actores de doblaje y el buen ambiente que había en la sala dio como resultado una serie de éxito.

Ésta es una confusión habitual entre legos, y es comprensible. El problema, como decía antes, es que la reducción de criterios de calidad hace que puedan combinarse ambos aspectos: contratación de un mal traductor y de malos actores de doblaje. Y ésa es una combinación nefasta.

De todos modos, yo animaría a todos los que invierten mucho tiempo en quejarse de las traducciones y doblajes en los foros de internet a que lo hagan  correctamente: elevando su queja —bien expuesta y razonada— a la televisión de turno. Hay un gran malgasto de energías que caracteriza a este país. Nos quejamos entre nosotros, con quienes nos dan la razón, en los bares, con las cervezas (o en su versión internetera: en foros, chats y listas), pero no enviamos mensajes de queja ni sugerencias a quienes deben recibirlas. Me consta que hay series muy criticadas en Internet, pero el director de doblaje de la televisión no recibió ni un solo mensaje al respecto. Da qué pensar.

Internet y los programas p2p propician la inmediatez con que el espectador puede acceder a sus películas y series favoritas antes de que se estrenen traducidas en su país. Paralelo a este fenómeno surgen los fan-subs, o subtítulos elaborados por aficionados, que pese a sus comprensibles carencias ayudan a muchos de estos espectadores a sortear la barrera del idioma. En tu opinión como traductor profesional: ¿competencia desleal o mero hecho anecdótico?

Es una clara competencia desleal, lo que pasa es que la sociedad es más benévola con este tipo de irregularidades que con otras, aunque a mí no se me abren las carnes. Yo sé que hay dentistas intrusos que no tienen titulación y te sacan una muela. Por otro lado, pienso que el que quiere quitarse una muela así tendrá sus criterios (coste, rapidez…). Es un fenómeno actual, fruto del cambio drástico que está produciéndose en la forma de ver televisión. El espectador quiere ver la tele que quiere y cuando quiere. La única manera de contrarrestar las pérdidas que produce esto es ofreciendo calidad.

No olvidemos que, por otro lado, también hay una venta notable de recopilaciones de series en DVD. No tengo una opinión muy sentada en este sentido. Creo que hay gente que no vería la serie si tuviera que esperar una semana por cada capítulo y ese tipo de espectador tampoco produce un perjuicio económico al verlas pirateadas.

Las cadenas son conscientes de que cuanto más tiempo medie entre el estreno de una serie en su país de origen y su equivalente traducido, más espectadores es posible que la hayan visto ya merced a los mencionados programas p2p y decidan emplear su tiempo en otra cosa. De resultas, este tiempo de espera tiende a acortarse cada vez más (caso por ejemplo de la serie FlashForward, estrenada en España apenas una semana después que en los EE UU). ¿Crees que se acerca el momento en que las series se estrenen traducidas en España el mismo día que en su país de origen, y qué impacto podría tener esto sobre el trabajo de los traductores?

Los estrenos simultáneos ya se vienen haciendo en cine desde hace tiempo y es una medida para evitar, como bien dices, que la película llegue antes. La tendencia es ésa. A los traductores no nos afecta especialmente, porque siempre vamos a tener el material listo antes.

De todos modos, a título personal, me parece fascinante que alguien quiera realizar gratuitamente un trabajo de traducción (fan-subs, etcétera), con el considerable tiempo y esfuerzo que conlleva, sin cobrar nada a cambio.

Hasta aquí la entrevista. Muchas gracias a Xosé por su amabilidad y por prestarnos su tiempo.

7 comments

  1. Enhorabuena por la entrevista.

    Sólo quería comentar que esa competencia desleal es algo que, sobre todo, se debe a las cadenas de televisión. Si hiciesen con todas las series lo que están haciendo con «FlashForward» habría muchas menos descargas. Y si además se preocupasen de ofrecer unos buenos subtítulos para la V.O., al nivel de los que se curran algunos de esos aficionados, en vez de los que se preparan para la gente con problemas auditivos… Pero no lo hacen y así estamos muchos, pendientes del p2pchannel.

  2. Entrevista interesantísima, por lo que cuenta, por descubrirnos los entresijos de un mundo que casi no conocemos y por hacernos ver que los traductores de audiovisual también existen. Muchas gracias, Manuel y Xosé.

  3. Muy buena la entrevista. Es cierto que pocas veces, o ninguna, nos preguntamos quien traduce las películas o series, salvo para mentar a sus ancestros cuando la pifian.
    Gracias al entrevistado y al entrevistador.

  4. Estupenda entrevista. Sólo añadiría que las emisiones casi simultáneas de series reducen el margen de acción del traductor, que trabaja a ciegas sin saber nada de lo que sucederá en el siguiente episodio y sin conocer las situaciones y personajes tanto como sería recomendable para traducir bien.

Comments are closed.