Hola, amigos. Aquí me tenéis de vuelta, dispuesto a que la tercera entrega de mi onda particular llegue allá donde os encontréis y tratando de que, aunque su amplitud sea un tanto variable, la frecuencia con la que acude a vosotros se mantenga más o menos uniforme. Y continúo, lógicamente, donde lo dejamos: haciendo un pequeño homenaje mediante obras musicales (y rockeras) a esos libros o películas que nos abrieron horizontes insospechados y nos introdujeron en el apasionante mundo de la ciencia ficción.
Podríamos empezar esta vez, por qué no, con Neil Diamond. Aunque con asiduidad ha flirteado con sonidos más suaves, más pop, en mi opinión ha albergado siempre un corazón rockero que ha brillado con luz propia. En cualquier caso, en su repertorio la ciencia ficción ha hallado su pequeño hueco y “Heartlight”, de su disco homónimo de 1982, es una de sus más claras muestras. Un tema sencillo llamado a tocar la fibra sensible y hacer aflorar los sentimientos, objetivo no difícil de alcanzar evocando el film en el que se basa. A ver si lo adivináis.
“La luz del corazón”
Vuelve de nuevo.
Quiero que te quedes la próxima vez
pues en ocasiones el mundo es cruel
cuando la gente se pierde como tú y yo.
Yo hice un amigo;
uno siempre necesita un amigo
pero tuvo que irse lejos.Imagino las palabras que diría:
Enciende la luz de tu corazón
deja que brille allá donde vayas
y lance un destello de felicidad
para que todo el mundo lo vea
Enciende la luz de tu corazón
en medio del sueño de un niño.
No me despiertes demasiado temprano;
vamos a dar un paseo por la Luna.
Tú y yo.Él está buscando su casa
Porque todos necesitamos un sitio
y nuestra casa es el mejor de todos.
Yo estaré justo aquí si decides llamarme.
Enciende ya tu corazón.
Habéis dado con la respuesta acertada, por supuesto. En efecto, se trata de E.T. el Extraterrestre, famosa película del director Steven Spielberg que legara a la memoria colectiva palabras como “mi casa” o “teléfono”. Si bien ha llovido mucho desde los años ochenta, sigo pensando que todo niño debería verla para hacer volar su imaginación. Y ya que hablamos de música, no está de más recordar que John Williams obtuvo un Óscar a la mejor banda sonora por ese largometraje.
En un giro radical, más acústico que temporal, nos trasladamos ahora a Alemania para encontrarnos con la banda Blind Guardian y su canción “Traveler In Time” (Tales From The Twilight World, 1990). En contraste con Neil Diamond y su vertiente melódica del rock, nos vemos invadidos por la fuerza y rapidez del metal del grupo teutón. Combinando heavy, speed e incluso thrash metal, los Guardian nos presentan en este disco un torrente sonoro, lejos aún de los tintes más festivos y orquestales que impregnan obras más recientes, al servicio de estupendas letras. Si bien la banda suele tratar temáticas más épicas y/o fantásticas que de ciencia ficción (más de uno recordará su Nightfall In Middle Earth, basado en la biblia de Tolkien, El Silmarillion), no olvida a los grandes de nuestro género. En “Traveler In Time” realiza, como ya hicieran Iron Maiden en “To Tame A Land”, un incontestable guiño a Frank Herbert y su saga de Dune. Echemos un vistazo.
“Viajero en el tiempo”
El sol matinal de Dune
La guerra santa espera
al sol matinal de Dune.
No hay futuro.
La aparición de esta tierra y su sueño
me hacen sentir que la he visto antes.
Puedo percibir que hay vida
dondequiera que puedas encontrarla.
En el desierto de mi vida
la veo una y otra vez.Una y otra vez
relatos oscuros recuerdan la Yihad
como ecos susurrantes en el viento
y yo estoy a millones de km de casa.El sol de la mañana está cerca,
la primer luz del amanecer está aquí.Los Fremen proclaman cantando
que su reino ha de llegar
y yo soy el que ha de guiarles.
Campos de batalla en nuestra cruzada
llenos de imperiales Sardaukar;
máquinas de matar aullando.
Ellos se esconden con miedo creciente.
¿Dónde vamos ahora?
¿Dónde está el camino?
Estoy a millones de km de casa.Junto a mis sueños he de hallar la forma
de parar la cruenta guerra.
Tengo que elegir ahora.
Abandonaré mi cuerpo, buscaré
y el tiempo se congelará
cuando deje mi cuerpo y encuentre
el camino de vuelta al mundo que amo.
Como podéis comprobar, las referencias son clarísimas: Dune, los Fremen, la guardia Sardaukar… incluso menciona la Yihad Butleriana, antigua guerra entre hombres y máquinas, que evidencia que Blind Guardian conoce bien la obra de Herbert y no se queda con lo superficial. Un tema, además, musicalmente muy recomendable. Como apunte curioso, decir que a Frank Herbert no le gustaban los grupos de rock. Cuando el bajista de Iron Maiden le pidió titular a uno de sus temas con el vocablo «Dune», el escritor contestó, literalmente: “No. Porque a Frank Herbert no le gustan las bandas de rock, en particular las de heavy rock y en especial las que son como Iron Maiden”. Por fortuna el músico no se arredró y nos dejó la formidable, y ya nombrada, “To Tame A Land”. Eso sí, con otro título.
En 1986, nos debemos una visita a tierras inglesas para considerar un disco de este grupo precisamente, paradigma de la NWOBHM: Iron Maiden. Tras varios plásticos exitosos y de gran calidad, como The Number Of The Beast, Piece Of Mind o Powerslave, la banda británica decide dar un salto hacia el futuro en su sonido. Y lo hará en dos aspectos: temático y técnico. Ambos nos interesan. Por un lado, su obra Somewhere In Time (1986) homenajea sin tapujos en su portada a Blade Runner, con un Eddie (mascota de los Maiden) futurista en busca de taimados replicantes. Sería interesante saber qué hubiese opinado Philip K. Dick de esta nueva “visión” de su relato. Por el otro lado, Steve Harris -alma mater del grupo- opta por sintetizar las guitarras (algo rompedor, casi sacrílego en el heavy de aquella época), dando a la producción un tinte eléctrico, sofisticado, de ciencia ficción. Sentaría precedente para otras bandas, que trataron de emular ese cambio con resultados dispares.
Y para ir terminando por hoy, nos acercamos un poco al presente para conocer, pues ni siquiera goza de gran popularidad dentro del ámbito metálico, al combo sueco Vintersörg. Dotando de matices folk y de metal progresivo a sus canciones, sus argumentos preferidos se mueven de forma natural entre la filosofía y la ciencia, poniendo especial énfasis en la astronomía. En concreto, nos fijamos en su Cosmic Genesis (2000), para evidenciar su admiración por el científico Carl Sagan, laureado con justicia por su labor didáctica (seguro que rememoráis su documental Cosmos) y por libros como Contacto o Los Dragones del Edén. Un buen ejemplo de dicha veneración es su corte “A Dialogue With The Stars”, sublime.
Bien, pues aquí congelamos el viaje de nuestra Onda. Confío en que el artículo haya sido de vuestro agrado y os emplazo, si las circunstancias y Heisenberg lo permiten, a reincorporaros a nuestra perturbación rockera en la próxima entrega. Un abrazo.
Yo siempre había pensado que la ciencia ficción y el rock tenían mucho que ver. Me gusta el artículo.
Me ha gustado mucho el recorrido que has hecho y en especial, el detalle de Herbert que no conocía. No conozco a la banda sueca que has nombrado así que tendré que hacer algo para remediarlo.
Por cierto, comentaste en el primer artículo que tienes un programa de radio. Hay alguna manera de escucharte por internet o un archivo de los programas ya emitidos? Es que no creo que pueda sintonizarte desde aquí.
Un saludo,
M.
Hola, María.
Me alegra que te guste la columna: eres muy amable.
Herbert siempre ha tenido una personalidad muy particular.
En cuanto al programa, se puede escuchar en directo por internet. Es los sábados de cinco y media a siete y media y para oírlo online has de visitar http://www.radiomai.com y seguir los links. Será un placer tenerte como oyente (anímate ya el sábado que viente y entra en el chat, hay muy buena gente)..
Para cualquier duda, en mi página web hay un apartado para el programa (Metalmanía) que te puede interesar y otras cosas que a lo mejor son de tu agrado. También aparece el email, por supuesto. Escribe Fernando Lafuente en google y encontrarás la página enseguida.
Insisto, muchas gracias por tu apoyo y tus comentarios. Un abrazo,
Fernando,
Lo que deberías hacer (ya te lo he comentado en alguna otra ocasión) es enlatar tus programas y dejarlos accesibles como podcast.
Sobre «Luz del corazón», la letra me sugiere Starman (siempre cambiando de lugar y dejando amigos detrás) más que ET (ugh). Coincido en tus recomendaciones sobre Blind Guardian e Iron Maiden (¿Iron Maiden NWOBHM?). Los suecos Vintersörg son más Viking que Folk en mi opinión; no están nada mal, aunque tal vez sean algo demasiado cañeros para mi gusto particular.
Una última maldad: ¿podrías hacer rimar las letras? Así quedan un poco sositas >:-)
Tienes razón, Mariano. El problema es el tiempo y el «pluriempleo». Si pudiese dedicarle las horas que merecen a cada una de mis ocupaciones sería un hombre realizado y feliz, pero no llego. De todas formas, no olvido tu recomendación, no la olvido…
No entiendo tu duda acerca de los Maiden formando parte de la NWOBHM. Iron Maiden fue, junto a Saxon, Motörhead y Diamond Head (entre otros), uno de los mayores exponentes de la NW. Recordemos los dos primeros discos con Paul D’anno.
En cuanto a Vintersörg, son por supuesto viking. Pero piensa que en los grupos de metal escandinavo, folk y viking metal son con frecuencia sinónimos.
Acerca de tu última maldad… si fuera por mí las letras las pondría en inglés, pero entonces habría gente que se perdería detalles. No me pidas que además de articulista sea poeta, je je… De todas formas, quién sabe.
Un abrazo.