Venus decapitada, de Sergio Parra

Es muy complicado valorar la nueva novela de Sergio Parra sin destripar el final, pero la verdad es que si me obligaran a calificarla con un solo adjetivo usaría “houllebecquiano”. Al igual que las obras del escritor francés Venus decapitada es tanto una sólida novela como un alegato sobre ciertos aspectos de la sociedad moderna bastante polémico.

La historia gira en torno a Perfecto Cebrián, un personaje carismático, a ratos repulsivo y a ratos fascinante, que subyuga con su oratoria primero al narrador de la historia, Isaac, y luego al resto de la humanidad con sus diatribas contra un cierto sector del sexo femenino. Argumentalmente, recuerda a Jitanjáfora, su anterior novela, en la que otro personaje “abría los ojos” a la realidad del mundo. La mayor diferencia se encuentra en los breves fragmentos intermedios, en los que se nos muestran los efectos del nuevo mundo que se va construyendo gracias a las enseñanzas del “mesías” Perfecto, con una guerra abierta entre sexos. El pasaje de la ópera UZI, en el que los intérpretes usan armas de fuego como único instrumento, es especialmente brillante.

Dado que durante buena parte del libro está dedicada a los discursos de Perfecto el estilo es grandilocuente, tal vez demasiado. Esto es especialmente notorio en los diálogos, que parecen más mítines políticos que auténticas conversaciones. Aunque Parra ha demostrado tener querencia por personajes con un léxico culto, tanta exageración termina por resultar artificial. En cambio ese mismo uso en los pasajes narrativos funciona mucho mejor.

Sin embargo donde Venus decapitada ofrece más interés es en su discurso. Si antes la comparaba con la obra de Michel Houllebecq es preciso comentar que el francés probablemente no hubiera utilizado ese final que, dependiendo de los gustos, puede considerarse una salida “políticamente correcta” o aún más abominable. Las ideas que sustentan la novela se encuentran diseminadas en varios artículos publicados en el blog en el que colabora, y corresponden a estudios de ciencias sociales. Sin embargo, las tesis pueden herir la sensibilidad de aquellos (especialmente aquellas) con la piel demasiado fina.

Una obra recomendable, con más aciertos que fallos, y que sin duda se inscribe dentro de la “literatura prospectiva” que da nombre a esta página. Después de cuatro novelas, Sergio Parra demuestra ser un autor interesante y que merece la pena seguir, aunque sólo sea por disfrutar de ideas provocadoras, tal vez incluso demasiado pirotécnicas, más que correctamente plasmadas.

4 comments

  1. Es una novela «descacharrante». Es mas potente, y explícita, que las de Houllebecq. Pero si que se da un aire. Lo que ocurre es que yo leí al francés con posterioridad a Parra, así que cuando leí las «Partículas elementales» me sonó a «parrismo» :)

  2. Leí «Jitanjáfora» antes que a Houllebecq, pero no los noté tan parecidos como con «Venus Decapitada». Tal vez una relectura diese lugar a nuevas conexiones y puede que Parra no haya leído nunca al enfant terrible que copia-pega de la wiki, pero en este libro he notado semejanzas «ideológicas»… hasta el final, claro.

Comments are closed.