Wild C.A.T.S.

No seguí la colección de Wild C.A.T.S. más allá de los primeros números en su día, pero, como buen degustador de todo lo que trabaja Alan Moore, me quedé siempre con curiosidad respecto a su contribución.

Por eso, con especial interés, me abalancé sobre el tomo recopilatorio que se ofrece actualmente.

Quizás mis expectativas eran demasiado altas. Me he hecho tan aficionado a este formato tras mi satisfacción ante Top Ten o los primeros tomos de Authority o Planetary, por ejemplo, que lo mismo me esperaba la Segunda Venida de Rorschach o el hard de superhéroes definitivo. No sé…

Por desgracia, no me ha entusiasmado. Desde luego, considero que se resiente de su pertenencia a una serie regular, con excesivas referencias al background para alguien que entra de nuevas. De todos modos, eso no pasaba con el Daredevil de Frank Miller o el Thor de Simonson, en los cuales entras suavecito, suavecito sin demasiadas complicaciones por lo que desconoces. ¡Y se trataba de personajes con cientos de números a sus espaldas en vez de sólo veintitrés!

Quizás en eso consista: estos personajes apenas han sido desarrollados. Sí, tenemos mucha información sobre sus mundos del futuro, sus planetas planteados desde la crítica social, sus dudas existenciales…

Tampoco puedo escribir que me haya aburrido o que no existan sorpresas y momentos sublimes. No obstante, los personajes no es que sean planos, es que si escribieras en una columna los rasgos de su personalidad te bastaría con una hojita de libreta de bolsillo. Para todos.

Su crítica social -desde lo puramente prospectivo- es tan archisabida, la hemos visto en tantos libros y películas… que no llama nada la atención, aparte del momento en que se conoce el resultado de la guerra. Del mismo modo, los personajes del "grupo terrestre" apenas desarrollan sus conflictos ni nos muestran casi nada que no hayamos leído en mil comics. Salvaría el personaje de Tao, por su originalidad dentro del género.

Por ejemplo, el personaje de la cíborg no pudo más que recordarme a la larguísima y zigzagueante evolución de un Lobezno o a la permanente autodestrucción -sin evolución alguna- de un Punisher como el que estoy disfrutando en la línea Max. Esta cíborg en cambio se vuelve pro-grupo inmediatamente después que le hayan soltado dos hostias. Vamos, ni lo duda. No tengo problema con cualquier línea creativa, siempre y cuando se aproveche.

He tenido la sensación constante de que el argumento se construía a base de golpes de calidad, de ciertos momentos intensos, sin continuidad y sin desarrollo más allá de la mera enunciación.

Desde el punto de vista gráfico, no se beneficia de la irregularidad de dibujantes, como resulta evidente, pero tampoco nos encontramos con una narración fluida ni con unos hallazgos o recursos que levanten el alma o que le den una personalidad tan impactante como lo que ocurre en otros comics escritos por Moore, como V de vendetta o From Hell.

Reconozco que puede resultar muy entretenido, gracias a sus tramas paralelas y a la variedad de situaciones que lo mueven entre la ciencia ficción, la prospectiva y la novela negra, pero no veo que aporte nada significativo a ninguno de los tres géneros.

4 comments

  1. Es una obra que se resiente muchísimo de las referencias que uno lleva puestas antes de su lectura. Es practicamente imposible el no ir con una idea previa del Moore que se espera uno encontrar, incluso cuando estás ya avisado. Uno está a encontrar un Moore de mayor o menor intensidad, pero siempre reconocible, sin embargo en esta ocasión lo que descoloca es que es un Moore Light practicamente desconocido.

    La mediocridad afecta no sólo a la «mooridad» con la que cargamos, sino que incluso poniendo esta en un paréntesis como obra de superhéroes al uso no deja de ser una cosilla del montón, olvidable y todo lo más entretenidilla. Parece producto de un cansancio serio, de una desgana preocupante que a mi en su momento me acojonó cosa mala. Visto lo visto con la evolución de Miller ya sólo me faltaba que Moore se hamburguesara, por suerte no fue así, pero en su momento lo temí hasta el grado de la obsesión.

    Por cierto, hay que ser malos para ir sacando los trapos malos del Maestro cuando estamos a las puertas de comprobar si se ha adaptado o perpetrado Watchmen, juas juas juas

  2. Sé que voy a ser el único, pero no importa, en mi trastornada opinión Wildcats es el mejor trabajo «alimenticio» de Moore y un estupendo tebeo comercial de superhéroes. Y aquí está la clave, originalmente Wildcats era un tebeo de superhéroes con todo lo que se suponía que molaba en los noventa: pistolones, gigantes musculosos, macarras, acción descerebrada, tías macizas, viñetas-página, plagios conceptuales de la Patrulla-X, «realismo» de todo a cien, coloreado por ordenador, Lobezno…

    Evidentemente Moore no es tonto, no se va a poner a hacer From Hell con este material. Simplemente está más interesado en escribir su visión de lo que puede ser un tebeo de superhéroes de su tiempo, algo válido dentro de los límites de la marca Image y sin tratar de gilipollas a sus lectores. Y le sale bordao; ritmo trepidante muy de moderna serie de TV, sentido del humor a raudales -memorables el diálogo de Ladytron durante una pelea con otro cyborg o el bar de superhéroes.-, dinamismo e inteligencia. A mí me parece que, si no hubiera sido por el desastroso baile de dibujantes a cada cual peor -salvo una o dos excepciones-, los Wildcats de Moore estárían a la altura de cualquier otro tebeo comercial de superhéroes, desde los Vengadores a Authority o Ultimates pasando por la Patrulla-X.

  3. Estoy contigo fonz. Entre los tebeos «toma el dinero y corre» escritos en diez minutos es de los que mejor recuerdo tengo. No he leído la etapa anterior de la serie en la que estuvo James Robinson al guión, pero la tarea de Moore era ciclópea: dar sentido a unos personajes que en origen eran copias de copias. E hizo una historia de superhéroes con mucho salero que es bastante legible. Eso sí, un crimen lo de los dibujantes; si hubiese estado a los lápices alguien más capaz como Alan Davis quizás habría terminado siendo un poco mejor, a la altura de su «Capitán Britania». Pero en Wildstorm se llevaban otro tipo de criterios más estúpidos; porque mira que han tenido gente incapaz dibujando para ellos…

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