Harry Potter y las reliquias de la muerte (19/11/2010)
La saga de Harry Potter llega a su fin. No hay más libros que adaptar. Probablemente por eso, para estirar al máximo la rentable serie, han decidido dividir la historia en dos películas: la de ahora y la conclusión –cuyo estreno está previsto en Julio del año que viene-. La productora justifica la división en criterios artísticos, y en las casi 800 páginas del libros de Rowling. Pero, claro, luego cuando se conoce que la saga cinematográfica ha recaudado hasta ahora 5417 millones de dólares, uno tiende más a creer en las razones económicas.
En reparto y equipo artístico hay pocas novedades. Repiten, por supuesto, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grin. Y el director, David Yates, ya fue el realizador de La Orden del Fénix y El misterio del Príncipe. Las dos películas se han rodado seguidas, lo cual ha supuesto 260 días de rodaje, la filmación ininterrumpida más larga de la historia del cine –el récord hasta ahora lo tenía Eyes Wide Shut-. Se afirma que cada película tiene un estilo muy diferente. Así esta primera tiene un aire a road movie y tono muy contenido, y, en cambio, la siguiente va a ser muy espectacular.
Nueva muestra del subgénero de la ciencia ficción que más se ha prodigado en el cine, el de la invasión extraterrestre. Y la película, a primera vista, en la estética, recuerda mucho a otras recientes, principalmente Monstruoso y Distrito 9.
La historia comienza en Los Ángeles, cuando aparecen en el cielo unas extrañas luces. Entonces se observa que los humanos son atraídos por estos reclamos luminosos, para terminar engullidos por los mismos. Y así ocurre en el resto del mundo. Los protagonistas intentan evitar ser atrapados por las luces, y descubrir lo que está pasando.
En principio, lo único que promete ser bueno en esta película son los efectos especiales, ya que los directores del film, Greg y Colin Strause, tienen una compañía dedicada a esa labor, de nombre Hidraulx, que ha hecho trabajos para películas como Avatar, Iron Man 2 o X-Men. A pesar de la espectacularidad del film, este se realizó en apenas 11 meses. El rodaje duró escasas semanas, con un equipo de 20 personas. El trabajo principal fue delante del ordenador, con el se crearon alrededor de 800 efectos especiales de alto nivel.
Sin embargo, por ahora, el mayor “mérito” como realizadores de los Strause es Alien Vs Predator: Réquiem. En el reparto figuran Eric Balfour, Brittany Daniel, Donald Fashion y Neil Hopkins.
A primera vista puede parecer que estemos ante la enésima película-clon sobre exorcismos. Sin embargo, al investigar un poco sobre el film, se constata que se trata de algo diferente. De primeras, consiguió llamar la atención en el pasado festival de Sitges, donde obtuvo el premio al mejor actor a Patrick Fabian
La cinta tiene como protagonista a un reverendo especializado en exorcismos (Patrick Fabian), pero que en realidad es un farsante que monta falsas posesiones para obtener dinero. El tipo va recorriendo pueblos de la América profunda, estafando a gente crédula. Entonces un fanático religioso le pide que le saque el demonio de su hijo.
El director, Daniel Stara, es un realizador joven que hasta ahora había realizado películas poco comerciales. El film tiene un tono frío, casi de documental. Y durante el metraje se aprovecha para hacer un retrato crítico de esas comarcas de los EEUU. Algunas opiniones que he podido leer sobre la cinta le dan una nota alta, aunque avisan que la parte final flojea, y termina cerca del tópico y lo estándar.