por José Ramón Vázquez

El miércoles 16 de febrero se celebró en la sede del Instituto Cervantes en Madrid la primera de las dos mesas redondas sobre la ciencia ficción previstas para este mes de febrero. Los invitados en esta ocasión fueron Andrés Ibáñez, ganador del último premio Tristana de novela fantástica de 2008 con Memorias de un hombre de madera, José Carlos Somoza, autor de bestsellers como Clara y la penumbra o Zig Zag, y Eduardo Vaquerizo, ganador de varios premios Ignotus. La moderación corrió a cargo del periodista Julián Díez.

Fue precisamente el moderador quien introdujo a cada uno de los invitados tras una breve introducción histórica a la ciencia ficción y cómo, incluso en España, había sido cultivada por autores tan conocidos como Pedro Salinas o Gonzalo Torrente Ballester. Andrés Ibáñez, siguiendo el orden alfabético, fue el primero en tomar la palabra y explicó cómo para él toda la ficción contemporánea podía englobarse dentro del género de la ciencia ficción puesto que, en realidad, vivimos en el futuro y que en realidad, desde la antigüedad se han cultivado temáticas similares, con ejemplos tan notorios como poema épico sumerio Gilgamesh. José Carlos Somoza, por su parte, tomó el camino opuesto afirmando que no le gustaba acudir a actos dedicados a la ciencia ficción puesto que él no se consideraba autor de dicho género y pensaba que cualquier etiqueta lo único que consigue es imponer barreras a la creatividad de los autores. Eduardo Vaquerizo, el último en hablar y el escritor más cercano al género de los tres, ofreció en muy poco tiempo un sentido homenaje a la ciencia ficción y el porqué de su fascinación por el género, que podía resumirse en la potencia especulativa que ofrece para reflexionar sobre aspectos latentes de la sociedad.

La discusión propiamente dicha terminó centrándose (una vez más) en el término «ciencia ficción» y su definición, algo que en palabras del propio moderador comienza a ser una especie de Ley de Godwin en todo coloquio sobre el género. Somoza, tal vez más preocupado por su encasillamiento como escritor de algo que parecía considerar «menor», se mostró belicoso a la propuesta inclusiva de Andrés Ibáñez quien fue bastante conciliador. Eduardo Vaquerizo, más acostumbrado a este tipo de discusiones, se desmarcó con una estupenda definición de Philip K. Dick: «La ciencia ficción no es el género de ¿Qué pasaría sí…?. Es el género de ¡Oh, Dios mío! ¿Qué pasaría si…?»

El turno de preguntas estuvo de nuevo marcado por la definición de género, que alargó de nuevo el debate en el que también intervino por alusiones Fernando Ángel Moreno, organizador del evento. Sólo la última pregunta, en la que un asistente pidió a los invitados que comentaran sus ideas sobre el futuro de la ciencia ficción, se salió de ese guión. La extraña respuesta de Somoza fue «la informática», demostrando su desconocimiento total del género. Vaquerizo, supuestamente el menos generalista de los tres, fue el que propuso que el futuro de la ciencia ficción no es otro que teorizar sobre los problemas abiertos en nuestra sociedad, el de cómo entendernos si cada vez somos más distintos. Y tras una breve despedida de Julián Díez agradeciendo al casi centenar de presentes su atención, concluyó el acto.

Enlace al vídeo con la mesa redonda íntegra.

Enlace al informativo del Instituto Cervantes que recoge información sobre esta mesa redonda.

Nota: Mañana día 23 de febrero tendrá lugar la segunda mesa redonda organizada por el Instituto Cervantes. Contará con la presencia de Elia Barceló, José María Merino y Fernando Ángel Moreno.

29 Responses to La ciencia ficción entre nosotros (primera mesa redonda en el Instituto Cervantes)

  1. Ismael MB dice:

    «Demostrando su desconocimiento total del género». De modo que conocer un género no es practicarlo (y con maestría, a veces), sino haberse leído el número suficiente de ensayos sesudos sobre él.

  2. Fernando Ángel dice:

    No veo mucho la relación con los libros sesudos, Ismael. ¿Qué entendemos por conocer un género?

  3. Ismael MB dice:

    Tienes razón, Fernando, aquí nadie ha hablado de libros, retiro eso. Pero me choca que un autor como Somoza pueda ser acusado de desconocer el género. Es como si Jorge Garbajosa hiciera unas declaraciones desafortunadas, y el reportero de turno dijera: Garbajosa, demostrando su total desconocimiento del baloncesto…

  4. César dice:

    Se puede practicar un género sin conocerlo a fondo, por supuesto. Por ponerme a mí mismo como ejemplo: he escrito varias novelas históricas, pero no soy un erudito sobre la novela histórica. La verdad es que tampoco hace falta. En el caso de Somoza, sin duda un excelente escritor, le conozco y, en efecto, no conoce bien la ciencia ficción. De hecho, cuando le dije que «Clara y la penumbra» era cf se quedó a cuadros.

  5. Joserra dice:

    Ismael, no sé si has visto alguna vez a los jugadores jóvenes de la NBA jugar. Muchos de ellos desconocen totalmente lo que es el baloncesto. Se limitan a saltar mucho, tirarse todas las que le llegan y poner tapones. No tienen ni idea de lo que es una inversión hacia el lado débil, ni un ataque flex. Lo hacen bien, dan espectáculo, pero no saben lo que es el baloncesto desde el punto de vista teórico.
    No digo que el señor Somoza sea mal escritor, simplemente me parece más que chocante que alguien responda que el futuro de la CF es la informática en el año 2011. Pero si hubieras estado allí te darías cuenta que para él la CF es un sambenito que le han colgado y que le horroriza. Fue muy extraño ver a una persona en una mesa redonda cuyas primeras palabras son «No me gusta venir a algo de CF» y continúa así todo el coloquio. No concibo que acuda a un acto que le disgusta tanto, porque nadie le había obligado.

  6. Sim dice:

    No he leído nada de Somoza -ni pienso-, pero mirando su bibliografía, diría que se ha dedicado más al misterio, policiaco y tal. Quiero decir, que no entra en el perfil de CFescritor vergonzante. ¿Qué obras suyas son más cf?
    Ahora, este desdeño a la CF «por menor» me da risa. A cualquiera que sepa le consta que es el más difícil, ¿no?

  7. Nacho dice:

    Luis, te recomiendo «Clara y la penumbra» para cuando tengas un hueco. El thriller puede gustarte más o menos, pero el trabajo especulativo que hace sobre el arte es de primera magnitud.

  8. Rudy dice:

    Y «ZigZag» es ciencia ficción, de la primera página a la última. Vamos, sin paliativos.

  9. Rudy dice:

    Por no menciona «La llave del abismo», que podría considerarse perfectamente una novela «post singularidad»… además de su utilización de los mitos lovecraftianos en la trama.

  10. Sim, por ejemplo su última novela: El cebo, cuya premisa argumental se sustenta a mi juicio en una idea sumamente original y fascinante, en consonancia con la mejor ciencia ficción especulativa (otra cuestión es que sea claramente imposible, pero como objeto de especulación es bárbaro).

    Más que misterio y policiaco, cultiva el thriller; a veces unido a elementos más tecnológico-ciencia ficcioneros (El cebo, ZigZag) y otros más fantásticos (La dama número trece) o de terror (La llave del abismo)

  11. Ismael MB dice:

    Hombre, yo creo que Somoza ha escrito cosas que pueden encuadrarse en la ciencia ficción mal que le pese, y eso mismo debió de pensar quien le invitó a este evento. Si su comportamiento en la charla fue tan tóxico como dices, es indefendible.

    Pero yo entiendo el planteamiento de no querer ser etiquetado como autor de ciencia ficción (o de cualquier otro género). Ser un «autor de ciencia ficción» significa escribir para «lectores de ciencia ficción», con lo que eso implica de sumisión a las expectativas y a los cánones de ese grupo de gente. Para cualquier autor siempre es más apetecible escribir con libertad absoluta y sin más expectativas que las que pueda generar tu propia obra, y a ser posible evitando los tópicos y saltándote los rasgos dominantes de cada género.

    Eso no quita que muchos estemos encantados con ser etiquetados como autores de terror o fantástico, porque antes que autores fuimos lectores y amamos el género; pero desde un punto de vista práctico y creativo la clasificación por géneros me resulta tan poco conveniente como a Somoza.

    Por otro lado, cuando se reconoce que en la ciencia ficción no caben personajes complejos (perdona que me meta contigo, Fernando) se está admitiendo que es un género menor, en su sentido más literal. No caben.

  12. Joserra dice:

    A ver, si yo entiendo perfectamente la postura de Somoza. De hecho todo el mundo en la mesa la compartía y muchos de los que estábamos entre el público también. Hacer las cosas para que te categoricen de una determinada manera es ciertamente constreñirte. Creo que nadie le puede replicar a eso. Julián Díez dijo que la etiqueta le parecía un error, pero que para no enfangar de nuevo la charla, que pretendía hablar de qué puede aportar el género a la literatura podía usarse «estas temáticas» como vía de escape para no discutir de semántica, lo que dio lugar a alguna que otra broma. Somoza volvió de nuevo al tema. Durante toda la mesa dio la sensación de que había ido a hablar de sí mismo y sus obras, que era lo que realmente quería hacer.
    Dicho lo cual, esto es solo una valoración personal de la actuación de Somoza como «ponente en una mesa sobre ciencia ficción». Y me parece francamente desacertada, porque no habló nada de ciencia ficción, habló de sí mismo y por qué no quiere que digan que hace ciencia ficción (actitud opuesta a Andrés Ibáñez, por cierto). No estoy valorándole siquiera como «escritor de estas temáticas» donde es evidente que puede aportar mucho.

    Al párrafo final, como ni lo entiendo ni lo comparto, ni va dirigido a mí, no puedo responder

  13. Ismael MB dice:

    Me refería a la conferencia de Fernando Ángel en la UCIII, pero antes de que me corrija: él hablaba de que una excesiva complejidad en los personajes perjudicaba la idea central de un relato fantástico o de ciencia ficción. Yo no estoy de acuerdo, pero creo que ése es el miedo de quienes temen ser etiquetados en un determinado género: el verse constreñidos por estructuras o maneras de contar ya establecidas.

  14. Entiendo, y comparto, que un escritor desee no ser etiquetado como “autor de ciencia ficción”, o del género que sea, pero no puedo comprender, ni compartir, que habiendo escrito género no reconozca tal hecho; ni siquiera se necesita ser un gran conocedor del tema, y en absoluto es incompatible con la postura de «libertad total a la hora de escribir». Otra cosa es que, efectivamente, ese escritor no considere género lo que haya escrito (en el caso de Somoza, discutible), pero entonces ¿pintaría algo en una mesa sobre el género?

    Recuerdo el caso extremo de Kurt Vonnegut, Jr., que renegó del género que había practicado en su juventud diciendo que «nunca había escrito ciencia ficción». Está en su derecho de arrepentirse de lo escrito, pero nunca negarlo.

  15. Sim dice:

    Con independencia que comercialmente se opte por camuflar el caracter de una novela Cf en mil nombres (todos lo hacemos cuando vamos a colocar novelas), lo que hay es mucho autor tontoalastres que se resiste a que le encuadren la novela aquí o allí porque su arte es su arte y nada más que su arte… No sé si es el caso, pero nunca hay que desestimar el ego del oficio. Es como los cantantes guaperas para niñas que se enfadan cuando les dicen que hacen música de cantante guaperas para niñas.

    Un centenar de asistentes está muy bien. A ver si puedo ir el 23F.

  16. Daniel Salvo dice:

    Como que ya hemos perdido la virg… la inocencia. Es decir, desde que existe un término como «ciencia ficción», conocido a nivel mundial, que cualquiera vincula a viajes en el tiempo, naves espaciales, extraterrestres, futuros distópicos, etc.; inevitablemente vamos a vincular obras como «Zigzag» al género. El autor podrá pasarse el resto de su vida diciendo que algunas de sus novelas no son de ciencia ficción, y hasta es posible que tenga razón. Pero eso no impedirá que si alguien me pregunta por una buena novela de ciencia ficción sobre viajes en el tiempo, le recomiende «Zigzag».

  17. Mariano: es difícil que Vonnegut renegase del género per se, ya que también dijo, en términos muy famosos, que los críticos confunden el cajón del género con un orinal (no entrecomillo porque cito de memoria).

  18. Fernando Ángel dice:

    Ismael: no recuero ahora mismo cómo me expresé en la conferencia de la Carlos III hace tres años. Como está en internet, intentaré recordarlo si tengo un hueco, pero no considero que lo de los personajes sea un absoluto en la cf, sino una tendencia, sobre todo de la Edad de Oro. No osbtante, por lo general, cuando hago referencia a esta idea es para explicar que los métodos tradicionales de análisis y valoración no pueden aplicarse en todas las obras de manera unívoca, puesto que a menudo es necesario, por ejemplo, que los personajes sean planos si la obra lo exige y que esta es una tendencia habitual del género de la cf.

    Es evidente que en una sociedad cuyos sistemas educativos se centran en el modelo de novela decimonónica se tiendea enjuiciar a través de este curioso (y de escasa tradición en nuestros cientos de años de literatura) concepto.

    Por esta misma razón, según lo veo, considerar que el hecho de que un género o una obra tienda a los personajes planos lo convierta en un género o una obra menor se responde por esa misma vía: se aplica incorrectamente un elemento de valoración unívoco, en este caso la complejidad psicológica de un personaje, al análisis literario. El cine y la literatura están repletos de obras maestras con personajes de escasísima complejidad, desde el Poema de mío cid hasta La carretera.

    Por ejemplo, En busca del arca perdida es una gran película con un protagonista muy, muy poco compejo. Hacer a Indiana Jones enormemente complicado se habría cargado, en mi opinión, una extraordinaria película.

    De todos modos, revisaré, como apuntaba, lo que dije exactamente, que a veces en las conferencias a uno se le va el discurso…

  19. Ismael MB dice:

    El vídeo de aquella conferencia está en la columna de recomendados de esta misma página y es verdaderamente interesante. Pero me sorprendió ese amago de reconocimiento, en la parte final, de lo que para mí sí que sería una clara debilidad, si fuera cierta: la inconveniencia de dotar a las historias de género de personajes complejos.

    Ahora por tu aclaración deduzco que sólo te referías a cierto tipo de historias, y estoy de acuerdo en que determinados ritmos y argumentos exigen personajes sencillos (Indiana), pero como afirmación categórica para todo el género me parecía peligrosa.

    Además, sería fácil comprobar la cantidad de buenas obras de género que existen con personajes realmente complejos. Yo no creo que los personajes de ciencia ficción o de terror, de hecho, estén por regla general mucho peor definidos que los personajes de la literatura generalista. Es sólo que me parecía una automutilación o una renuncia innecesaria, tal como escuché tu planteamiento.

    ¿Los personajes de La Carretera son de escasísima complejidad? Uf, entonces quizá no estamos hablando de lo mismo.

  20. Fernando Ángel dice:

    Parece que estamos bastante de acuerdo, creo.

    La carretera me parece un ejemplo perfecto de lo que quiero decir. Los personajes no son estereotípicos, pero tampoco me parecen un prodigio de complejidad psicológica como la que podemos observar al leer a Dostoievski, a Ishiguro o a Philip Roth, cuyos personajes nos confunden, se contradicen en sus propios planteamientos, evolucionan, no tienen nada que ver su principio con su final… Apenas evolucionan los personajes de La carretera ni se contradicen en sus presupuestos sobre el mundo y sobre las relaciones con el otro, ni siquiera consigo mismos. El gran protagonista de La carretera, en mi opinión, es el mundo devastado, y es más fácil introducirnos en él a partir de unos personajes que no le dan demasiadas vuelats a su papel como padre o a su papel como hijo.

    Por cierto, ¿podrás pasarte esta tarde? Molaría que metieras caña desde abajo.

  21. Ismael MB dice:

    Creo que más que complejidad habría que discutir si los personajes tienen alma o son de cartón. En el caso de La Carretera es evidente; además yo opino que es una novela absolutamente «de personajes», donde la relación del padre y el hijo sí es la esencia. Pero dejémoslo aquí, porque esta novela se puede discutir infinitamente.

    (Auch, me temo que no puedo ir a la conferencia de esta tarde, Fernando. Y me apetecería muchísimo, qué rabia. Seguro que será fantástica en todos los sentidos.)

  22. Foe Hammer dice:

    No sé si hay alguien más por aquí, pero me he inventado.el hashtag #cificervantes para poner comentarios en directo sobre la mesa redonda en Twitter.

  23. Fernando Ángel dice:

    A ver esa esperada mesa redonda sobre La carretera o incluso unas jornadas de un par de días en la UCM. Hmmm… Sería genial… ¿Te apuntarías, Ismael, a coste cero? (Bueno, pago yo las cañas.) Dos o tres mesas redondas, por ejemplo.

  24. shingouz dice:

    De la fantástica mesa redonda de ayer, se podrían hacer varias mesas redondas más : la de «La carretera, y cómo deberían terminar las distopias del siglo XXI»; otra sobre el ciberpunk y la ciencia ficción que habla de informática, teléfonos móviles y redes sociales; otra sobre qué lectura se debería ofrecer a los chavales de 13 años para hacer de ellos unos frikis de bien…

    Todas con los mismos cuatro que estuvisteis en la mesa, qué rato más divertido nos hicistéis pasar. Enhorabuena

  25. Fernando Ángel dice:

    Muchas gracias por tus comentarios, shingouz. Fuisteis un público estupendo. Todos los que estuvimos allí, incluida la organización, acabamos muy satisfechos con el resultado y de eso siempre tiene parte de responsabilidad el público. Esperemos que esto vaya creciendo cada vez más.

  26. Tras visionar el evento (excelente montaje y calidad de imagen, por cierto) me gustaría felicitar a todos los implicados.

    De Julián destacaría la presentación y especialmente la pertinente (je) y valiente pregunta de por qué no se había celebrado antes un acto de estas características en el Cervantes.

    De Andrés Ibáñez me quedo con la idea de que se pueden contar muchas historias diferentes y que la ciencia ficción permite incluso más libertad para ello. Y también su idea de que la ciencia ficción del futuro está en nuestro presente, aunque la pregunta que le lanzaron iba más por el futuro de la ciencia ficción.

    De Somoza su postura de libertad creativa; su elocuencia, sinceridad y el reconocimiento de la catalogación de la literatura como herramienta necesaria de entendimiento. Me gustó particularmente su metáfora del agujero negro de los fanáticos de los géneros y la adhesión que hacen de todo lo que cae dentro de su horizonte de sucesos, aunque debería saber que la física actual (Stephen Hawking) admite que éstos pueden emitir radiación y, por la misma razón, cabe la esperanza de apertura para todos los «guetos».

    De Vaquerizo su amor sincero por el género que consiguió trasmitir en cada una de sus palabras, la enumeración de sus virtudes y la a su juicio explicación de la actual situación.

    Del público, sus preguntas.

    Del evento en general, su mensaje: estamos en el mejor momento para la ciencia ficción (literatura prospectiva o como se le quiera llamar), no sólo por los logros cosechados sino por la potencialidad y creciente influencia de sus temáticas en la literatura general y en nuestra sociedad. Estoy seguro de que veremos grandes obras en el futuro inmediado, lleven o no su etiqueta.

    Por último, un apunte: me hubiera gustado ver una presentación del acto por parte del propio Instituto, y una somera declaración de intenciones de cara a los actos del año que viene. Tal vez la hubo, no lo sé, sólo he visto lo que aparece en escrito en su web.

    Espero con ansia el visionado de la segunda mesa redonda :-)

  27. Juanmi dice:

    Tengo que decir que he disfrutado como un enano con estos dos vídeos. Y que simpático es José María Merino, a quien no conozco en persona, como me he reído con lo de la bicicleta steampunk :)
    Sobre Somoza tengo que decir que es un tío genial, y que para nada encaja en esa imagen de persona que sale corriendo cuando oye la palabra ciencia ficción. Es una persona que siempre está dispuesta a a echar una mano y a presentar a autores jóvenes de fantasía o ciencia ficción que están empezando, como la novela de zombis de Juande Garduño «Y pese a todo» que lleva una frase promocional de Somoza en portada. Si tanto le repeliese el género no se prestaría a esas cosas. Es un fan total de Lovercraft, se puede tirar horas hablando de él. Y es un friki a su modo, en la última Semana Negra, León Arsenal, Javi Negrete, Somoza y yo, estuvimos hablando de magia y demonios hasta las cinco de la mañana en un pub de Gijón (que paciencia tienen los barmans de Gijón).
    Su novela «La llave del abismo» me provocó varios de esos momentos «Ooooh!» que cada vez me resulta más difícil encontrar en el género. Me da igual cómo la llame, es una magnífica novela de ciencia ficción situada en un futuro tan remoto como Akasa-Puspa.
    Lo que creo que le molesta un poco es lo de las etiquetas en general, y quizá la palabra ciencia-ficción no le guste, como a muchos otros (no lo sé). Pero apuesta claramente por hacer género en colecciones no especializadas, y a mí eso me parece muy interesante.
    Y sobre Edu, coincido con lo que dice Mariano, fue capaz de trasmitir el amor por el género que algunos sentimos de una forma clara y precisa. Su intervención me gustó muchísimo, incluso me emocionó. Muy bien, compañero.

  28. Ismael MB dice:

    De la generosidad de Somoza yo también puedo dar fe. Y de su pasión por Lovecraft, como demostró en el homenaje a su traductor, Francisco Torres Oliver, que Nocte rindió en la primera Semana Gótica de Madrid.

    Y el modo transversal en que Somoza aborda los géneros siempre es interesante, personal y arriesgado, sin ir más lejos en «El cebo».

    Por otro lado, está claro que cuando aquí menciona la informática no se refiere a la novedad del invento sino al modo en que ha transformado (y seguirá transformando) el modo de relacionarse de las personas, y en ese sentido me parece un apunte muy válido y certero.

  29. Juanmi dice:

    Precisamente. La comunicación persona a persona es algo que va a cambiar la sociedad humana de un modo que no podemos ni imaginar. En Egipto acaba de suceder una revolución sin líderes, con las personas comunicándose directamente gracias a la red social.

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