Los nuevos degenerados

No sé si es algo completamente nuevo ni si se puede hablar de una tendencia. Pero el caso es que la irrupción de lo fantástico en obras y colecciones mainstream se viene consolidando desde hace un tiempo, fuera y dentro de España, hasta el punto de que ya no cabe hablar de discriminación del mercado o de la crítica ni valen victimismos por parte de quienes orbitamos más o menos alrededor del género.

La carretera de Cormac McCarthy abrió un boquete en las murallas mentales que muchos editores (también autores, reseñistas) tenían levantadas contra esta clase de argumentos. Pero antes estuvieron Ishiguro, Murakami, Lethem, Palahniuk, Pynchon, Houllebecq y una larga nómina de “autores literarios” que en los últimos años han visitado con mayor o menor éxito (pero sin sufrir prejuicios) alguna región del vasto terreno de lo fantástico.

En España, amortizados ya fenómenos como Zafón y Piñol, se han publicado más recientemente novelas como Tan cerca de la vida de Santiago Roncagliolo, Los muertos de Jorge Carrión, Marcos Montes y Fin de David Monteagudo, Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero, El fondo del cielo de Rodrigo Fresán, El año de la plaga de Marc Pastor o incluso El cebo de José Carlos Somoza que no se ajustan estrictamente a las características de ningún género pero que abordan argumentos de ciencia ficción, fantasía o terror.

Son títulos que vienen en colecciones mainstream y que no se promocionan como libros de género —si acaso como fusión de varios—, porque no van dirigidos a un grupo determinado de lectores sino a todos ellos. Son títulos, en definitiva, que se niegan a ser almacenados en otras estanterías que no sean las del orden alfabético por autor. Y es comprensible que se nieguen: la clasificación por géneros es una herramienta odiosamente imperfecta que viene determinada por el qué (argumento) o el para qué (hacer reír, asustar, asombrar), pero casi nunca por el cómo (estilo, estructura, perspectiva), parte sustancial de la creación literaria. Es en la voz donde el autor se la juega siempre, mucho más que en la elección del tema de sus novelas.

De ser real esta tendencia, hablaríamos del surgimiento de una literatura fantástica agenérica (o degenerada, forzando el adjetivo), es decir, practicada por autores que recurren a la fantasía en algún grado pero que no se consideran inscritos en ninguna filiación genérica o no quieren que sus obras respondan a ningún horizonte de expectativas preestablecido.

Porque de esto se trata, de romper las expectativas. Sorprender, explorar, profundizar. Y para conseguirlo se hace obligatorio quebrantar un puñado de códigos y lugares comunes que el lector de género ya se sabe de memoria y que espera tropezarse en una historia. El objetivo siempre es sacudir al lector, y no hay lector más invulnerable que el lector avezado de género. Quizá lo que esta nueva ficción pretende no es sólo buscar nuevos públicos, sino intentar nuevas estrategias para emocionar a los aficionados de siempre, los que ya se conocen todos los trucos. Coger el viejo contrato y romperlo en pedazos. Decirle al lector, desde la primera página: no te hagas ilusiones, no tienes la menor idea de lo que va a pasar a continuación ni de cómo te va a afectar.

No se trata de hacer borrón y cuenta nueva, ni de dar por cerrada ninguna etapa —entre otras razones, porque estos libros transgenéricos todavía no han encontrado un nicho firme entre el público y siguen siendo difíciles de marketizar— pero quizá deberíamos agradecer a estos degenerados la derrota de ciertos prejucios en el sistema editorial y un cierto cambio de predisposición en la crítica literaria hacia obras de contenido fantástico.

Porque aquí no hay trincheras ni guetos, y de lo que se trata es de hacer buena literatura, proclamo: Dios salve al intrusismo y larga vida a la literatura de género sin género.

83 comments

  1. Gran artículo, Ismael. Obras transgenéricas ha habido siempre, pero es ahora cuando parecen irrumpir más notoriamente y no sólo procedente de escritores anglosajones. Bienvenidas sean la hibridación, el inconformismo, la experimentación, la sorpresa… porque ellas forman parte intrínseca de la literatura.

  2. Sí, bien, pero me pregunto, por ejemplo, si le está haciendo mucho daño a la Montero el que le pongan su obra en la sección de fantasía/cf, al lado de libros con orcos. Ya se sabe. Libros con orcos, yo soy una señora y no leo esas cosas ni me acerco a esas tonterías.

  3. siempre existirán los libros de género «puro y duro»; pero igualmente las zonas limítrofes también han estado ahí, «ocultas», disponibles para el que se atreviera a cruzarlas. que la tendencia se consolide no es más que una indicación de la «madurez» literaria (tal vez tardía en nuestro país) del sector editorial, como ocurre casi siempre.

  4. Alfredo, en la Casa del Libro de Gran Vía está en la zona de ciencia ficción. Al lado de la puerta, donde se pone el segurata para que no compres.

  5. XDD, nunca me había dado cuenta de lo del detalle del segurata de Gran Vía. Pero sí, por lo general lo veo en casi todos los escaparates, tanto lo he visto que ha pasado a engrosar la lista de libros pendientes de lectura. Ya veré si despues me arrepiento de la elección (me parece mas interesante el de Santiago, pero es que no lo tenía tan a mano…)

  6. No deja de resultarme curioso, sin entrar en otros aspectos del artículo, que se parece estar dando por sentado que los únicos que dinamitan las convenciones de los géneros (o trastean con ellas, o prueban hasta dónde pueden llegar) sean los outsiders venidos de fuera.

    Cosa que, lamento disentir, no veo así ni de lejos.

  7. Acabo de venir de la FNAC. La novedad de Seix Barral es Lágrimas en la lluvia, de Rosa Montero; la novedad de Destino es Oxford 7, de Pablo Tusset; la novedad de Tusquets es Todo está perdonado, de Rafael Reig; la novedad de Mondadori es Asesino cósmico, de Robert Juan-Cantavella. La de Alfaguara, hace ya unos meses, fue Tan cerca de la vida, de Santiago Roncagliolo. Todos de ciencia ficción, todos en castellano.
    Y no menciono a los Somoza, Negrete, Biurrun, Barceló, etc, en sus respectivas editoriales. Ni lo que está pasando por ahí fuera que todos sabemos, muy bien recogido en el artículo de Ismael.
    Esto no es la normalización de la ciencia ficción, esto es el triunfo absoluto, sin paliativos, de la ciencia ficción; la bomba atómica sobre Hiroshima; la caída de la URSS; el 2-6 en el Bernabéu; Austerlitz, Salamina y Waterloo, todo junto.

  8. Por supuesto que también se dinamita y se transforma el género desde dentro, Rudy, ni se me ocurre cuestionar eso. De lo contrarío estaríamos condenados.

    Pero el objeto del artículo era reflexionar un poco sobre cómo las obras de género son recibidas y tratadas desde fuera por parte de los sellos generalistas, la crítica y por parte de otros autores. En ese sentido creo que este creciente fenómeno de hibridación (o paracaidismo temático, si se quiere) nos beneficia a todos, porque ayuda a derribar prejuicios y emborronar un poco las fronteras imaginarias entre ciertos públicos. Como se ve, es una reflexión muy superficial, y no aborda la verdadera cuestión: qué tienen estos textos -o de qué carecen- para ser aceptados por un público más amplio que las obras más hard. Ahí habría una buena discusión.

    Un saludo,

    Ismael

  9. Evidentemente, estoy de acuerdo en que el fenómeno nos beneficia a todos, vamos, no hace falta mencionarlo.

    En cuanto a los motivos por los que esos textos (en ocasiones CF pura y dura sin disimulo) son aceptados por el gran público y los textos producidos «desde dentro» no… bueno, no creo que la respuesta sea única.

    Hay casos evidentes de «rebajamiento de la carga intertextual» por usar una expresión pillada sobre la marcha que hacen más asequible esa CF a un público generalista. Y hay casos de pura estructura del mercado. Obras que podrían ser aceptadas por el público generalista no lo son porque no tiene manera de llegar a ellas y las desconoce. Algo parecido al fenómeno inverso del fandomita que se pierde la CF publicada fuera de colecciones especializadas.

    Y seguro que hay más motivos.

  10. Y también el fracaso total y absoluto de lo que mayoritariamente eran considerados los hábitats y modos habituales de difusión, lectura e incluso escritura de la ciencia ficción en España hasta cinco o seis años.

  11. No creo demasiado en la capacidad de Rosa Montero de aportar a la CF (ni a nada). Pienso que más que los autores (que los hay de todo y para todo), son las grandes editoriales las que buscan degenerar la CF apostando por tematicas que en otros países funcionan razonablemente para el mercado masivo. Y bienvenido sea el paradigma. La verdad es que siempre me pareció antinatural el distanciamiento que las grandes marcas narrativas han tenido por lo fantástico (descontando las loables excepciones) para sus líneas más populares. Supongo que forma parte de nuestra herencia literaria. Mucha novela histórica, drama social-feminista contemporáneo (o para ser sincero, novela roji-rosa) y cuatro gotas de novela roji-negra. En este pobre panorama, tarde o temprano (tarde) debía irrumpir el ciberpunk :))

  12. Oye,que la novela «roji-rosa» tiene exponentes de lo más interesantes :P

    Como persona que ve los toros desde la barrera creo que es muy positivo que cualquier género tenga mayor difusión en el lado comercial.

    Porque esto es una industria,aquí el que más bombardea por lo general es el que se hace más visible.Es triste para la calidad literaria que esté montado el asunto como está pero eso ya son otros temas.Al caso,que aunque sea ciencia ficción «light» o hecha por gente bastante ajena al medio,nunca está de más que se oiga en los periódicos sobre temas que por lo general no se tratan tanto.Ya no me meto en la calidad,apenas he leído sobre Rosa Montero (contando alguna columna de El País que no me gustó mucho,todo hay que decirlo) y sobre CF soy una principiante :D

    Como dice Kaplan,la normalización de la Ciencia Ficción.

    ¿Qué pueda perder su esencia en detrimento a peor

  13. Puede que se trate de obras «rebajadas» o más accesibles, y también puede que todo se explique por caprichos del mercado. Pero tampoco es impensable que algunos de estos títulos sean simplemente mejores, como obras literarias, que la media de lo producido dentro del género.

    O quizá se trate de algo tan simple como lo apuntado por Sim y Marian más arriba: una normalización, una maduración del sector editorial de nuestro país. Es decir, algo tan natural como un relevo generacional (y aquí no pienso tanto en autores como en el resto de agentes del sistema editorial).

  14. A mí más la impresión que me da es que las editoriales utilizan el lado CF en plan: » mirad, esto es CF para vosotros los que no os vais a rebajar a leer cositas raras», pero encima te lo venden como si fuera oro líquido o un vino exquisito…cuando la realidad es que muchos de los libros de mainstream que entran en esa categoría no aportan demasiado para cualquier entendido (salvo excepciones lógicamente). Es como si los autores dijeran: bueno, esto es una boutarde, una broma, nada que salvara de una quema, !!!!por Dios!!!!, la siguiente obra irá en serio, es que me apetecía una de vampiros o de alienígenas…pero tranquilos, que no se repetirá. Y el lector común que jamás se acercaría a la estantería del fantástico lo toma, lo lee, está hecho para su estómago delicado, y le parece el sumum…
    A mí personalmente una obra como la Carretera, elogiada por todo el orbe por escritores y lectores que admiro, no me parece nada del otro mundo, bien escrita, sí, pero no deja de ser las primeras 50 pag de una novela de zombis, sin que estos lleguen a salir…con al final ciertos guiños a un posible canibalismo (!!!qué horror!!! !!!qué impactante!!!!). Entendedme, no es que fuera mala o no me gustara, es que no me aportó nada. Casi podía imaginarme lo que iba a pasar a continuación. No se…es como las novelas de Michael Crichton, siempre me parecieron muy, muy lights, pero claro, acercaba la CF o el tecnothriller al lector común; pero claro, me lo comparas con La Red de Indra, de aguilera, y claro, ni punto de comparación. Es literatura tipo macdonalds o telepizza. Señores, no son las mejores hamburgueas ni las mejores pizzas, no nos engañemos. Aunque hay autores que pueden ser excepción, como en todo.
    Mazarbul

  15. La última frase de mi mensaje ha quedado «descolgada».Es lo que tiene escribir deprisa y no existir un botón para editar XD

  16. Yo vuelvo a insistir: me tiene fascinado el caso de Rosa Montero. Me leí «La hija del caníbal» y casi la arrojo por la ventana, pero aún así, el rollo de la típica escritora española que se adapta a cualquier tema y género, que siempre pone un personaje femenino «fuerte» como protagonista, que logra convencer a sus lectoras de que escribe bien… vamos, la típica escritora de best sellers que toda madre puede leer sin problemas… y que de repente hace un fan fiction puro y duro. Es como si mi madre hiciera un fan fiction de Blade Runner, como si Garci se pusiese a hacer una película en 3D, como si Esperanza Aguirre se pusiera a citar a OMD. Oh, wait…

  17. Ése es exactamente el tipo de actitud desde el género que no comprendo. ¿Qué problema hay en que Rosa Montero toque cualquier tema y género, incluso a riesgo de que sus novelas gusten a cualquier madre? ¿Escribimos para no gustar, o qué? ¿Y hay que solicitar alguna licencia para hacerse aficionado o escritor de ciencia ficción? No sé, es triste comprobar que los prejuicios funcionan en ambos sentidos.

  18. Y a quien compara «La carretera» con fast food… no sé, supongo que vivimos en universos paralelos, jamás te convenceré de lo contrario…

  19. Pues el ejemplo de la La Carretera es perfecto.

    Vaya por delante que pienso que es un libro magnífico, pero el problema es que si lo juzgas desde ciertas expectativas que suele generar en muchos lectores la ciencia ficción (sentido de la maravilla y grandes sorpresas en los escenarios y especulaciones, por ejemplo) es ‘flojo’.

    Si no tienes esos prejuicios, y si piensas que ese apocalipsis bastante tópico (dicho con respeto, pero lo es) es un escenario extremo en el que jugar con los elementos que de verdad le interesan al autor, es «otra cosa». Pero en ese caso, no tiene mucho sentido hablar de lo que aporta o no a la ciencia ficción como literatura, sino a la literatura a secas.

    Y creo que eso es lo mismo que pasa con muchos de los libros que se citan en el artículo. Se critica a algunos de estos autores por renegar de la etiqueta de ciencia ficción, pero a mí me parecen bastante honestos: no buscan especular con la guerra nuclear, ni sobre los clones ni siquiera sobre extraterrestres lupinos que comen humanos, sino hacer esa «otra cosa» con los elementos y herramientas que su libertad como creadores les permite.

  20. La aportación de «La carretera» y otros de estos libros al género no es de tipo argumental, desde luego. En la novela de McCarthy tenemos un escenario quizá tópico pero narrado de un modo que nunca se había hecho antes, porque es el modo personal y genial de narrar de McCarthy. Me refiero sobre todo al estilo y a la fuerza de los personajes, las dos cosas que pueden hacer a un libro saltar por encima de gustos argumentales e impactar de lleno en una sensibilidad más global.

    Puede que éste sea el meollo del asunto: que para muchos, la literatura fantástica o de ciencia-ficción se caracteriza y se valora únicamente por la originalidad o el exotismo de sus argumentos. Maravillas, sorpresas y personajes de cartón que se asombran ante ellas. Yo creo que eso quedó atrás ya en los sesenta.

  21. Ismael MB dijo:

    Ése es exactamente el tipo de actitud desde el género que no comprendo. ¿Qué problema hay en que Rosa Montero toque cualquier tema y género, incluso a riesgo de que sus novelas gusten a cualquier madre? ¿Escribimos para no gustar, o qué? ¿Y hay que solicitar alguna licencia para hacerse aficionado o escritor de ciencia ficción? No sé, es triste comprobar que los prejuicios funcionan en ambos sentidos.

    ———————————————-

    Totalmente de acuerdo con Ismael.

  22. Sobre que La Carretera sea fast food, quizá demotico lo haya expresado mejor que yo. He metido a todos los autores de mainstream que se adentran en lo prospectivo en el mismo saco. Pero aún así, y aparte de los meritos de McCarthy, que nos los negué, creo que desde un punto de vista argumental es bastante flojo. En ese sentido entran tb muchas otras obras, y si las juzgamos desde la perspectiva del argumento CF o fantasía cojean. Pero cojean para nosotros, pues nos parecen faltas de ideas o que no aportan nada al género. Al margen de que puedan estar bien escritas (pero hay autores del genero que no sólo escriben bien sino también aportan más, pero claro, quién se acuerda de ellos).
    Por otro lado ismael, creo que ya estamos convencidos que la buena literatura de género ha de ser buena literatura en primer lugar, pero que no está reñido con el argumento o trama de cf o fantasía.
    Ahora bien, si juzgamos una obra desde el género (en el caso de rosa montero ella habla de que es CF, y si no lo dijera, lo sería por su argumento o ambientación) pues igual reciba críticas (que conste que esto no es un juicio, aún no me he leido el libro), ¿por qué no?. ¿No se le ha criticado al género y a autores como Clarke, desde el mainstream, por ejemplo, que no se adentra en lo psicológico y que los personajes son más planos que una galleta o que no le interesan?. ¿por qué no entonces criticar a los del mainstream – y ya se que no existen negros y blancos sino grises – si se adentran en un terreno al que no aportan nada?. Hace poco leí una crítica del I premio astro (sombras de la luz) en esta misma página, y una crítica que se hacía era que realmente no había nada nuevo ni innovador sobre el género de CF en ella, y la calificaban de floja. Con esa obra, que es del género, utilizamos un rasero al que tiene que llegar, pero si lo hace un auotr de fuera del mismo, bueno, se lo perdonamos, si él o ella no entiende…pobretico. No se si me explico bien. Y eso que estoy de acuerdo con que cualquiera puede escribir lo que le venga en ganas. No existen carnés, desde luego. Pero si escriben sobre un tema que sea bien. Un ejemplo: arsenal o negrete saltan a la novela histórica, y ¿ acaso alguien dice «pobrecines, no les vamos a pedir mucho, que son escritores de CF»?…pues no, escriben historia, y bien, muy bien….como debe ser…pues d ela misma manera si uno se mete en CF o novela rosa, o novela negra, hay que juzgar la obra desde esa perspectiva. En caso contrario creo que nos autodesprestigiamos.
    A ver, no penséis que soy un talibán de la CF, he leido más mainstream que género en mi vida, pero considero que hay un doble rasero.

  23. pues aportó MCP, aunque fuera destruyendo el género, o deconstruyéndolo, o como se diga…esa es precisamente una de sus valías también.

  24. Lo que Mazarbul apunta es muy interesante.

    ¿Hay un doble rasero?

    ¿Les damos caña a los autores «de dentro» cuando su obra queda coja y, por ejemplo, crean un escenario cojonudo pero unos personajes planos?

    ¿Y no se la damos a los «de fuera» cuando, por seguir con el símil, crean unos personajes cojonudos en un escenario plano?

    Es decir, la CF debe ser ante todo buena literatura. Nadie lo niega. Pero para que además sea buena CF tiene que cumplir una serie de requisitos (especulativos, por ejemplo, de escenario, de… yo qué sé) que a veces obviamos cuando alguien de fuera se mete a hacer CF.

    Dicho en otras palabras, ¿les pedimos buena especulación y buena literatura a los de dentro pero con los de fuera nos conformamos con que nos den buena literatura aunque su especulación sea pobre?

    Creo que es algo para reflexionar, sinceramente.

  25. Anda que no les caen palos a los autores mainstream que se atreven con el género. Pienso en Monteagudo, por ejemplo. Aquí todos reciben, nadie se libra.

    Pero en realidad estoy de acuerdo con lo que dices, Rudy. Para que una obra de ciencia ficción «pura» sea apreciada universalmente se le exige más. Supongo que es el peaje de ser un género «de ideas»: se le exige buena especulación y buena literatura. ¿Es injusto? Quizá. Pero como resultado, cuando el género alumbra una obra perfecta es insuperable y se convierte en un hito de la literatura universal, como «1984» de Orwell.

  26. Cuando nos topamos con una obra perfecta o maestra, entonces hay que descubrirse. Es lógico. Y en cualquier campo o género (alguien mencionó el quijote y 1984, buenos ejemplos). Atendiendo que personalmente no creo en los generos de una forma taxativa, sino que lo que existen son novelas per se. Lo de género es por generalizar buscando un común denominador a un conjunto de obras.
    Por un lado es cierto que me gusta que las temáticas de genero alcanzen el mainstream, ya que al final se están creando nuevos lectores y abriendo boca, y pedirán más. Por otra me da coraje que parezca que le estén a uno descubriendo américa sobre ciertos temas. Por lo demás comparto con Rudy sus reflexiones. Creo que habría que exigir a la obra en el campo en el que se sitúe, (aq haya grises y obras inclasificables).
    En el caso por ejemplo de Biurrum, si escribe Infierno nevado (la tengo pendiente y me han hablado más que bien de ella), y es un híbrido temático: historia y terror, lo lógico es que intente ser coherente con ambos temas, aunque lógicamente todo es ficción. Pero que tenga coherencia interna en ese sentido. Esa exigencia (al margen de que la obra se peor, mejor o insuperable, que ya depende del esfuerzo y buen hacer del autor o a donde sea capaz de llegar) creo que es razonable. Igual que lo exigimos a la novela histórica, a la negra o a la rosa, pues tb a la de CF.

  27. pues aportó MCP, aunque fuera destruyendo el género, o deconstruyéndolo, o como se diga…esa es precisamente una de sus valías también.

    ——-

    Sí, no negaba eso, pero con tanto dime y direte, ahora lo que no me queda claro es si Cervantes venía de dentro o de fuera, ¿o es mainstream?

    Y ya que mencionan a Orwell, pues no creo que tuviera en mente respetar o aportar algo a las convenciones del género al hacer 1984 ni mucho menos, pero está muerto y no podemos preguntarle, qué pena.

    A favor de que llegue una obra que destruya la ciencia-ficción. Veréis qué aliviados todos después.

  28. ¿Cervantes? Cervantes era un friqui de las novelas de caballería del copón. Se las conocía todas al dedillo y se lo pasaba teta con ellas. Y basta ver el capítulo en que el cura y el barbero expurgan la biblioteca de don Quijote para darse cuenta de ello, aunque se ven rastros de eso por todo el libro.

  29. Es verdad. Cervantes era un friqui. Le tiraba el tema de caballería tela. Estoy convencido de que consideraba el quijote incluso una pbra de menor importancia, al menos cuando la concibió (un cuento corto, la salida primera), en comparación con otras obras suyas (la galatea, las novelas ejeplares…). Lo cual no deja de tener gracia.

  30. Ismael, coñe, que es MUY OBVIA la diferencia de Rosa Montero y un Cormac McArthy o un Foster Wallace o un Pynchon o un David Mitchell, etcétera. Es como si me compararas a Margaret Atwood con Isabel San Sebastián.

    Si le meto caña a este tipo de literatura generalista en España es por una razón obvia: es un coñazo y se repite como el ajo. A lo insoportable de los premios Planeta me remito.

  31. «1984»… Y sin embargo, para Isaac Asimov, como obra de ciencia ficción era una basura. ¿Es entonces buena o no?
    La cosa está en que en un género en el que cada uno tiene una visión propia de lo que es ciencia ficción, siempre se le podrán encontrar taras a cualquier obra partiendo de los propios prejuicios, esté escrita por quien esté escrita. Esta discusión ya se tuvo hace unos años, entre gente que defendimos «Nunca me abandones» como lo más en años, y gente (para que veáis que no se trata de las rencillas de siempre, algunos de ellos de la «rama dura» prospectiva, amigos y habituales de esta web) que la desvaloró porque como «obra de ciencia ficción» era muy pobre. No se explicaba nada de la clonación, ni por qué los protagonistas eran tan pusilánimes (aunque yo creo que sí), ni había detalles de esa línea parallela. Lo cierto es que para lo que cuenta la novela, no hace falta entrar en esas cuestiones, así que si te defrauda que no lo haga es sólo una cuestión tuya de falsas expectativas que el libro, sobra decirlo, no tiene por qué satisfacer.
    ¿Qué pasa con «Muero por dentro», una obra maestra a la que nadie le niega su pertenencia al género cuando en realidad lo único fantástico que hay en ella es una telepatía (¿ciencia ficción?) cuyo origen ni siquiera es explicado? ¿Cómo es la ciencia ficción contenida en esa joya de Silverberg, cómo funciona literariamente? ¿Y qué pasa con otras obras que son mera aventura, cuyo carácter especulativo, ese que algunos creen el centro del género ni siquiera existe?
    «Hamlet» en un entorno espacial seguiría siendo una obra maestra, aunque no explicara nada de su componente de cf.
    «La carretera» es un libro tremendo, en cuanto a desarrollo, estilo, personajes. El escenario postapocalíptico era el que más se adaptaba a lo que McCarthy pedía para desarrollar su historia. Lo utilizó sin más, porque para lo que cuenta no había necesidad de explicarlo. Es muy campbelliano esto de exigir explicaciones al elemento científico en una obra de cf, pero si miráis la historia del género, encontraréis cientos de obras que no siguen ese camino, algunas auténticas obras maestras.
    Es decir, que lo único que se le ha de exigir a una novela es que muestre coherencia interna con lo que cuenta. Una novela que utiliza elementos genéricos no se debe a ellos, no tiene la obligación de utilizarlos según se suele hacer en el género. Basta con que funcione para la narración. Los elementos genéricos no son mas que herramientas.

  32. Entonces la pregunta sería por qué se les llama ciencia ficción y se le adscribe a un género con el que muchos de ellos no se identifican o por qué, precisamente, siempre se cita La Carretera o Nunca me abandones cuando se trata de «prestigiar» el género.

  33. Poco que añadir a lo que ha comentado Kaplan; estoy de acuerdo en casi todo.

    Respecto a uno de los comentarios que pide buenos argumentos a las obras… O para aquellos que consideran que un aspecto flojo de una novela lastra al resto… Creo que una novela es buena o mala según sus logros estéticos y, aquí sí quizás yéndome a un extremo, ¡¡ni siquiera con su propia coherencia interna en según qué casos!! Puede dejar de lado prácticamente todos los elementos literarios y ser genial solo en uno, y ser tan genial en ese que no importen el resto o incluso que sea importante que los otros no destaquen, por cuestiones estéticas.

    En este sentido, no entiendo el ataque a La carretera porque argumentalmente sea pobre, la verdad. Hay docenas de obras maestras con pobres argumentos, en literatura, en cómic, en teatro, en cine… El argumento es uno de las muchos elementos que pueden ser explotados en una novela, pero ni mucho menos el único ni el fundamental. Otra cosa es que exista un gusto particular por las novelas con buenos argumentos. Pero lo dicho: es un gusto particular de determinada persona, jamás un criterio absoluto de calidad.

    Respecto al interesantísimo texto de origen escrito por Ismael… (Me encanta el término «nuevos degenerados», creo que lo usaré a partir de ahora). Pues el tema de siempre: los géneros son herramientas de creación y/o de análisis. Punto. Las usas o no. Se transforman o no. Se fusionan o no. No entiendo mucho lo de usar una herramienta analítica o creativa como criterio de valoración, a menos que se base en que tal obra repite una idea muy , muy exprimida ya en el género y resulte cansina o aporte poco. Pero eso es un problema de originalidad y lo que la falta de originalidad puede o no conllevar, diría yo. Pero no lo veo como un factor valorativo en sí mismo.

  34. Demotico: Genial. A partir de ahora propongo un término que se nos ha ocurrido a unos coleguillas: ficción prospectiva.

    ¿O es muy pedante?

    No sé… Le daré vueltas…

  35. Como si cambiar el nombre de la cosa cambiara algo… ¿Qué hay de «prospectivo» en La Carretera? ¿El amor de un padre por su hijo en una situación extrema?

  36. La cuestión es, demotico, ¿por qué «La carretera» sería mala ciencia ficción y «La tierra permanece» buena? Están escritas desde intenciones literarias casi opuestas, las dos son grandísimas novelas, pero no veo en ninguna de las dos preocupación alguna por el elemento o la especulación científica. En ambas, es la supervivencia del ser humano lo que cuenta, y la relación entre los supervivientes, qué queda humanamente y en qué nos convertimos.
    ¿Nos tiene que molestar una porque es premio Pulitzer y la ha escrito un eterno candidato al Nobel y no la otra porque Stewart está en todas las colecciones de género? A veces me pregunto si aquel aserto de Spinrad (cf es lo que se publica en las revistas de cf) era realmente de coña o iba muy en serio.

  37. Era ironico, Demotico.

    Y sí, sería prospectivo. Hay un libro buenísimo sobre teoría de lo prospectivo donde se explica. Si me acuerdo del nombre del autor, te lo digo.

  38. En fin, lo prospectivo sería solo ese género no realista que sin tocar lo sobrenatural profundiza en cuestiones culturales (políticas, filosóficas, económicas, sociales, psicológicas…) más que en cuestiones de mero entretenimiento o de explicación tecnológica. No tiene por qué ser mejor ni peor literariamente y de hecho hay prospectiva muy mala y cf no prospectiva muy buena.

    Bajo este método de análisis (que es para lo que sirve hablar de géneros, como ya he dicho), La carretera es prospectiva, desde luego. Toca cuestiones psicológicas y de reflexión sobre nuestra existencia en el mundo (culturales, psicológicas -en cuanto a relaciones éticas y de cotidianeidad parental y social-, pseudo-filsóficas y no tan «pseudo». Lo hace a partir de la plausibilidad de un escenario completamente nihilista que funciona de manera simbólica prácticamente en cualquiera de sus pasajes.

  39. Creo que no he hablado de calidad en ningún momento. A mí personalmente La Carretera no me «molesta» en absoluto. Pero la leo y la contrasto con todo lo que se supone que caracteriza y debe exigirse a la ciencia ficción y creo que esos elementos son secundarios, así que no entiendo por qué ese libro es bandera de esta nueva era de la ciencia ficción por encima de libros y de autores que profundizan mucho más en esas herramientas genéricas. Por ejemplo, Foster Wallace.

    Por otro lado, puedo aceptar que La Carretera es «género no realista que sin tocar lo sobrenatural profundiza en cuestiones culturales (políticas, filosóficas, económicas, sociales, psicológicas…) más que en cuestiones de mero entretenimiento o de explicación tecnológica» pero porque ahí cabe igual «Meridiano de sangre», «V» (de Pynchon, y cualquier otro libro suyo), el setenta por ciento de los relatos de Bukowski, todos los libros de Fernández Mallo, incluida algo de su poesía, Pálido Fuego de Nabokov… Ya me entendéis. Me resulta algo confuso lo de «no realista».

  40. Kaplan:

    ¿Qué pasa con “Muero por dentro”, una obra maestra…

    “La carretera” es un libro tremendo, en cuanto a desarrollo, estilo, personajes…

    Por partes.

    Niego que «Muero por dentro» sea una obra maestra. Ni de la CF ni de la literatura a secas. Es coyuntural y ha envejecido fatal, quedándose hoy en una novelita morosa y tendente al aburrimiento con un par de hallazgos interesantes.

    En cuanto «La carretera», sería un libro tremendo si McCarthy no se traicionase a sí mismo en las últimas páginas (por cobardía narrativa o por motivos comerciales, el motivo no podría importarme menos) y no tenga las narices de rematar la novela con el toque de absoluta desesperación que merece. Y, por otro lado, comparándola con algunas otras de sus novelas (se hablado aquí de «Meridiano de sangre» y añadiría «No es país para viejos») me parece un McCarthy bastante meno.

    Ah, y ya que estamos. «La tierra permanece» me parece un truño de cuidado. Y «Pavana», por añadir otro clásico intocable.

    Cambiando de tema… se hablado aquí de la necesidad que tenemos los aficionados a la CF de que se nos den explicaciones científico-tecnológicas.

    Nada más lejos de la verdad, al menos en lo que a mí concierne. No necesito que McCarthy me expliqué por qué ha tenido lugar el apocalipsis. No me interesa y no me importa. Me basta con saber que éste ha sucedido. Sin embargo, para que «La carretera», además de una buena novela (que lo es, y no lo pongo en duda en ningún momento) fuera una buena novela de ciencia ficción (que, no, lo siento, no lo es) debería tener una carga especulativa de la que carece. En su estilo, «La carretera» es igual que «Star Wars»: ciencia ficción de puro decorado.

    Me encanta «Star Wars» y «La Carretera» me parece un buena novela. Pero ninguno de los dos es buena ciencia ficción.

  41. Pues algunas de esas obras son prospectivas, efectivamente. Otras… ¿De verdad es de tan poco sentido común la facilidad del término «no realista»? Confuso… Lo de «no realista»… Confuso, ¿no?

    A ver…

    El señor de los anillos… Magia. No realista.

    La máquina de follar de Bukovski… Un robot. No realista. CF o prospectiva (que no me he puesto a pensarlo).

    Trafalgar… No hay robots, no hay magia… No realista. No sé… Mis alumnos de secundaria lo pillaban…

    En serio, ya es darle vueltas por darle vueltas…

  42. Mi respuesta era para Demotico, claro. Que se me ha colado Rudy por medio… :P

  43. Pues eso, Rudy, exactamente lo que he expuesto. Argumentas desde el punto de vista personal. Para ti, Muero por dentro no es una obra maestra y ha envejecido mal; La carretera se traiciona en su conclusión y La tierra permanece es un truño. Para mí, Muero por dentro es una obra maestra que trata sobre la pérdida de facultades en la mediana edad y la crisis de los 40 tan válida hoy como cuando se escribió; el final de La carretera, aparte de dotar de una soportabilidad necesaria al libro, lo enriquece porque añade un matiz importante sobre el significado del miedo al prójimo y la desconfianza; y La Tierra permanece es en mi opinión uno de los mejores postapocalípticos de la ciencia ficción clásica. En lo de Pavana coincidimos.
    ¿Dónde nos deja eso? En donde yo decía, en la idea individual que cada uno tiene de los que es y lo que debe tratar un libro de ciencia ficción. Tú opinión no vale más que la mía ni viceversa, sí podrían valer los argumentos, pero me temo que incluso en ese caso cada uno va centrarse en asuntos distintos de la narración. Solución: la de siempre y en la que nunca estamos de acuerdo, el consenso. Muero por dentro, La Tierra permanece y Pavana son, en opinión mayoritaria, nos guste o no, citadas siempre como joyas del género. Basta mirar todos los ensayos y listados sobre cf para darse cuenta de que siempre figuran entre las 100 mejores. Y a eso y por eso es por lo que he sacado estos nombres. Para plantear vuestra pregunta a la inversa.
    ¿Por qué Muero por dentro y La Tierra permanece, novelas importantes del género si hacemos caso a los ensayos dedicados a la cf e independientemente de lo que pensemos tú y yo, no son puestas por nadie bajo sospecha como «mala cf» y las obras de fuera del género sí? Nacionalismo, puro y duro.
    Y en cuanto al elemento especulativo, exactamente lo mismo. Para ti parece ser fundamental por lo que dices, para mí es accesorio. La ciencia ficción que pone el escenario sin más es tan ciencia ficción como la que trata de llegar a alguna parte con sus elementos genéricos. Desde luego hay grados, y yo prefiero la cf especulativa, pero una vacua batalla en el espacio, o un postapocalíptico por decorado, que es lo que viene al caso, es tan cf como puedan serlo 1984 o Un mundo feliz.

  44. Entonces estamos de acuerdo en que La carretera sí es una malísima novela de caballerías, ¿no?

  45. Yo es que no he estudiado y me hago preguntas tontas del tipo: «¿si escribes sobre algo algo que no es posible-aunque-pudiera-serlo pero con una técnica casi naturalista para intentar hacerlo lo más verosímil creíble se puede hablar de no realismo?» o «¿si escribes sobre algo perfectamente real pero como si fuera una fantasmagoría para ridiculizarlo eso es realismo?» o «¿de verdad la taxonomía de la narrativa tiene que depender más de aspectos temáticos que formales?» o «¿qué valor tiene un análisis literario basado estrictamente en una definición negativa?» y otras que tampoco vienen al caso.

  46. Mi opinión de la carretera es que es peor, es como recluta con niño pero en zombi Tremendismo emocional. Me ponen malo estas novelas, Joder, que lo maten y se lo coman, amén…

    Hay libros sobre canibalismo mucho más bestiales. Y sabeis lo peor, que cuentan barbaridades que pasaron de verdad.

  47. Por enredar un poco: yo estoy de acuerdo con Demotico en que los términos «no realista sin tocar lo sobrenatural» son bastante imprecisos. ¿Es Bradbury sobrenatural, ciencia ficción, o no realista? ¿Y si trasladas el fantasy al espacio -Star Wars- qué tienes? ¿No es Hal-9000 un ser fantástico, osea, un ordenador imposiblemente dotado de sentimientos? ¿Cómo determinamos la barrera entre la especulación «científica» sin límites y lo sobrenatural?

    Por eso (y porque soy un lego en CF) siempre prefiero hablar de literatura fantástica. Como mínimo, compartimos el desprestigio. :)

  48. «Muero por dentro es una obra maestra que trata sobre la pérdida de facultades en la mediana edad y la crisis de los 40 »

    Sospechaba, Kaplan, que me dirías algo parecido.

    Claro, para mí, Muero por dentro es la novela sobre un mindundi que ha desaprovechado malamente las buenas cartas que le dio la vida y que sólo sabe autocompadecerse. Obviamente, no me despierta ninguna empatía y me dan ganas de que se suicide de una puñetera vez.

    Y no estamos tan en desacuerdo sobre el consenso como puedes pensar. Sólo que, por un lado, el consenso a lo largo de 50 años lo encuentro aún demasiado inmaduro. Y, por el otro, es algo que habría que matizar mucho. ¿Hasta qué punto, ciertas obras, una vez que suben a un cierto pedestal, continúan en él por pura inercia?

    En cuanto a La Carretera y su final, ya hemos hablado de él. Tu encuentras necesario ese giro… a mí me parece pura cobardía. La novela no necesita ninguna «soportabilidad». Al contrario, pide a gritos un callejón sin salida negro y desperado. Y el autor no tiene los redaños suficientes para dárselo. Repito que eso no la convierte en una mala novela, pero le resta altura. Y mucha. Porque aun son sólo un par de páginas, son un par de páginas que son clave. Son las últimas.

    Y sí, tengo una valoración personal para las obras que considero buenas o malas, como la tienes una. Algunas veces coincidirá con el consenso general y otras no. Pero eso no significa ni que yo esté en lo cierto ni que lo esté el consenso general. Creo que en lo que estamos hablando «estar en lo cierto» es algo muuuuy resbaladizo, por decirlo de algún modo.

    Para mí, una obra que me enriquece es buena, sin importar todos sus defectos. O, dicho de otro modo, si siento que el tiempo que he dedicado a su lectura no han sido horas de mi vida tiradas a la basura, la novela es buena. Me ha dado lo que necesitaba. Y el arte, al fin y al cabo, está para eso, no para otra cosa.

  49. Cruzando temas.
    A mi también me resulta más fácil hablar de fantástico y punto. El realismo tiene por lógicas (entendidas como motores del relato) las reglas de la vida real. Para definir universos, sensaciones usas las válidas en el mundo real… Lo no realista, o lo fantástico, las coordenadas son distintas, los universos no son los que te encuentras al salir de casa, intervienen elementos y situaciones que no encontrarás en la vida normal. En función de la cantidad de códigos imaginarios que introduzcas es más o es menos. En mi opinión (viene a ser como la pintura figurativa versus la no figurativa). El estilo es otra trifulca. Por ej. para creerte una historia fantástica lo mejor es un gran realismo estilístico, y en cambio, en una historia real darle un estilo mítico o como le llames, pues funciona muy bien, a mi gusto.

  50. En el caso de la carretera la consideraría realista, no hay nada más real en nuestro siglo que un apocalipsis (nuclear, por ejemplo) devastador que dejara todo hecho un cromo, y lleno de radioactividad…con los supervivientes intentando buscarse la vida, y se acabaran comiendo unos a otros.

    Pero si en vez de CF habláramos de novela histórica, ¿a que lo tendríamos todos claro?. Imagináos una maravillosa novela de romanos que nos muestra los sentimientos de un legionario en toda su crudeza, el deseo de jubilarse a vivir a hispana con su amada preciosa del norte de áfrica, y cómo nos describe con una tremenda sensibilidad su falta de creencia en los viejos dioses y en la política del imperio.
    PERO: con la salvedad de que el autor metiera truños históricos, tipo que calzan zapatillas nike, los emperadores estén cambiados de orden histórico, los acontecimientos politicos desordenados y no como ocurrieron, comidas que no pudieron tomar porque venían de américa, aparatos mecánicos muy rudimentarios para desplazarse… conocimientos fuera de lugar, ropas inverosímiles para la época…¿a qué tiraríamos la obra al cubo de la basura sin seguir leyendo y demandaríamos al editor?.
    Eso sí, el autor escribe de muerte, «un nuevo Proust combinado con la prosa de Javier Marias y las aventuras de Perez reverte» según aparece en solapa de la portada de Falacia Ediciones.

  51. Pero es que no es de eso de lo que se acusa a novelas como La carretera o Nunca me abandones. No de que cometan cagadas científicas sino de que, sencillamente, no explican su elemento fantástico ni profundizan en él. Como si fuera obligatorio para pertenecer a la cf.

  52. Lo que te falla, Demotico,no es no haber estudiado (que también, evidentemente), sino elquerer picar sin luego soportar que te piquen y, desde luego, el sentido común para responder preguntas tan sencillas. Como me has dicho alguna vez que te gusta discutir por discutir y tu respuesta lo confirma… Me cuesta entrar en tu juego.

    ¿De verdad no puedes sacar tú solito la respuesta a esas preguntas de una manera sencilla, coherente y acogedora para posibilidades de análisis?

    Solo un ejemplo. Escribes: «¿de verdad la taxonomía de la narrativa tiene que depender más de aspectos temáticos que formales?»

    No, no «tiene que» y si leyeras en vez de prejuzgar verías que en ningúnmomento he dicho que «tenga que». Eso lo pones tú en tu ciega y constante manía enfermiza anti-academiscista. ¿Por qué insistís algunos en que los que defendemos análisis basados en ciertas pautas solo defendemos los análisis basados en esas pautas?

    Los análisis genéricos son solo una posibilidad más de las existentes y funcionan cuando funcionan, yno se usan cuando no funcionan. Efectivamente, pones en mi boca cosas que no he dicho porque prejuzgas sin leer y sin saber y encima dando por sentado cosas de modo sentencioso sin tener ni idea. El problema no es OPINAR, sino SENTENCIAR desde una altura en la que no se está.

    Ya hemos hablado de esto otras veces, ¿no? Y siempre te he desafiado a que encuentres dónde decimos los académicos esas cosas que te inventas. Y no puedes responder. Eres el típico caso de intolerante cerrado a lo que no es tu campo.

  53. Es un ejemplo extremo, pero si pides respuesta, la mía es: «Pues no necesariamente». Si quiero conocer la Roma real, me leo a Marco Tulio Cicerón, a Propercio, Catulo, Julio César, los doscientos millones de ensayos históricos al respecto… No una novela escrita por un autor contemporáneo que seguramente está utilizando ese trasfondo para hablar de otras cosas y al que le pido que no me haga perder el tiempo. Por cierto, me considero una persona capaz de juzgar por mí mismo si algo me parece bien escrito o no sin necesidad de contraportadas. A veces, con ojear un poquito el libro basta.

    Con la cifi pasa lo mismo. Un ejemplo extremo también a cuenta de los topicazos del ‘hard’.Si quiero especulaciones sobre física cuántica hay muchos libros de divulgación escritos por gente muy competente que no te distraen con personajes idiotas que viven dramas de telefilme.

  54. Decía Rudy:

    «En cuanto a La Carretera y su final, ya hemos hablado de él. Tu encuentras necesario ese giro… a mí me parece pura cobardía. La novela no necesita ninguna “soportabilidad”. Al contrario, pide a gritos un callejón sin salida negro y desperado. Y el autor no tiene los redaños suficientes para dárselo.»

    Cosa que si hizo Thomas Disch en «Los genocidas», con una de las frases finales que he leído nunca en un libro (pero bueno, tampoco he leído tanto). Bastantes años menos que McCarthy. Pero bueno, Disch, aunque injustamente olvidado y despreciado por el fandom sí que es un autor puramente de género cuando afronta esa novela.

    No sé, yo creo que en esta cuestión lo mejor es retornar a los clásicos, como Poincaré y su convencionalismo, pero aplicado a la literatura. Los géneros son una cuestión de convención, nada más. Pero hay que ser consistente con las convenciones que se establecen, aunque evidentemente estas evolucionan, para bien. Qué aburrida sería la literatura fantástica si las convenciones no hubiesen evolucionado en las últimas décadas…

  55. En fin.

    Si en una novela ambientada en la antigua Roma, un legionario usa un reloj de cuerda eso es un fallo de estilo. El autor o no ha hecho los deberes o le importa un carajo lo que está haciendo. Es exactamente lo mismo que ver entrar el micrófono en cuadro en una película: una chapuza. Te saca del pacto de ficción que has establecido con la novela.

    Y eso no tiene nada que ver ni con que la novela sea una pormenorizada descripción de la historia o, en el caso de la CF, un manual de física cuántica. Tiene que ver con hacer las cosas bien y no dedicarte a la chapuza. Una novela que se carga su ritmo poniéndose a explicarte cosas es igualmente chapuza: un buen novelista sabe meterte en ambiente sin necesidad de info-dumps o de ladrillos divulgativos. Y, si ha hecho bien su trabajo, no cometerá errores de ambientación.

    Como dice Kaplan, por otro lado, el problema de obras como «La Carretera» no va por ahí, para nada. Desde el momento en que renuncia a cualquier explicación (ya sea de pasada o detallada) del hecho, difícilmente puede cometer errores. No creo que sea tan difícil de entender.

    Pero, venga, olvidémonos de McCarthy. «Star Wars» es un maravilloso espectáculo visual y algunas de las películas son hasta buenas películas. Como ciencia ficción es, directamente de pacotilla. Lo que, me apresuro añadir, no le resta ni una micra al disfrute que saco de ella cada vez que la veo.

  56. Así que, añado, no veo que problema hay en decir que tal novela es recontramegacojonuda y, al mismo tiempo, reconocer que como ejemplo del género al que está adscrita es un pobre ejemplo.

  57. Me ha bailado la firma en el mensaje anterior que iba sobre los de los romanos.

    Vale. Respiro hondo:

    Fernando Ángel, lo único que puedo decirte es que una falacia ad hominem no es una respuesta y te califica a tí, no a mí ni a mis argumentos. Aparte de que el que ha empezado pinchando has sido tú y quien pone palabras en mi boca has sido tú.

    ¿Manía antiacademicista? ¿Ignorancia?

    A lo mejor es un poco exagerar para una discusión en un blog, pero en general te sugiero que te informes mejor de con quién hablas.

    Eso sí, ahora me voy a estar calladito a ver cómo respondes a los otros que han dicho algo parecido a lo que yo acerca de tu idea de no realismo.

  58. Demotico: sé muy bien con quién hablo, ¿lo olvidas? ¿De verdad haces esa salida dando a entender que no digo la verdad? :) Por eso puedo confirmar las palabras que tú mismo has escrito. Mi corte ad hominem es porque estoy acostumbrado precisamente a que te conozco y sé que jamás te he visto rebatir de verdad argumentos, sino dar vueltas y vueltas con preguntas que en tu caso me parecen rodeos absurdos y en boca de otros, no. Como las que me haces en este hilo. Porque te conozco. Y me aburres en los foros.

    En fin, una vez te he sacado del tapete, respondo a Ismael, cuyos argumentos respeto bastante más, aunque no pueda hacerlo sin extenderme demasiado y no creo que esté ya la cosa para ello. Intentaré ser breve.

    Toda cuestión sobre «realismo» o «no realismo» juega con convenciones y las convenciones sobre qué es sobrenatural se apoyan en la cultura de la creación y la recepción en cuanto a lectores modelo, que por lo general tienen bien claro la diferencia entre lo sobrenatural y lo no sobrenatural. Evidentemente, no funciona por lo general con un niño de una cultura neolítica que jamás ha tenido contacto con la cultura europea, pero que cree que los espíritus forman parte de su vida cotidiana. Recordaré no usar el término si tengo esta discusión con ese chaval.

    Y ahora voy con los lectores modelo de 2001.

    ¡Que levanten la mano cuántos consideran aquí, por convención, a HAL-9000 como «sobrenatural»!

    ¿A ver…? ¿Alguien? Bueno, sobreinterpretando, deconstruyendo, retorciendo… ¿Cuántos?

    ¿A cuántos la convención ciencia vs. sobrenatural les cuesta? ¿A ver…? (No, los del zodiaco no valen. Que abandonen la sala, por favor, que esta es una charla seria…)

    HAL-9000… Fantástico… ¡Por favor! ;) No, no… Si la deconstrucción derivada de ello mola… ¿Alguien más lo pensó?

    ¿Bradbury? En muchos casos, híbrido. El típico caso (pongamos si quieres también algunas obras de Dick y algo de Star Wars, como dices…) de hibridismo que se saca frente a tooooooooooooooooooooooodas las obras claramente definidas en una línea u otra. Se llama: «excepción que confirma la regla».

    Y, por cierto, ¿que prefieres el término «fantástico» por ser menos ambiguo? Será una coña, ¿no?

    Charla de aficionados:

    – ¿De qué es esta convención?
    – De literatura fantástica. Ya sabes… Espada y brujería, terror, ciencia ficción…
    – ¿Y tú eres de ciencia ficción?
    – No, yo soy más de literatura fantástica. Ya sabes… Dragones.

    Sí, sí, un término clarísimo. ;) ¿Por qué la AEFCFT se llama así, si con el témrino se engloba todo?

    Yo propuse cambiar lo de «fantástica» por «literatura proyectiva» por múltiples razones que serían demasiado largas de comtar, pero como el fándom general (no todas las personas) es ultraconservador y reaccionario con los términos, dudo de que este u otro parecido de alguien más sabio que yo llegue a imponerse. Aunque sea mejor, sea el término que sea.

    Es el motivo por el que un término tan odioso e inexacto como «ciencia ficción» continúa vigente década tras década. En fin…

    Odíais los términos, pero no podéis no usarlos porque es necesario nombrar las cosas, porque sirve para estudiarlas. Pero creéis que con ello se os ata, se os prejuzga… Pero los usáis y como no queréis delimitar luego aparecen todos estos follones que solucionáis con: «No se puede delimitar» en vez de pensar por qué y cómo ha de hacerse.

  59. Por cierto, Ismael. A ver si un día comentamos el género de Mujer abrazada a un cuervo, que me está gustando bastante y es muy interesante de estudiar precisamente desde las teorías de los géneros. Y muy poco interesante si solo se la considera: «fantástica».

    Digo esto porque es este hilo y porque tengo notas al respecto. Pero si hiciera una crítica de esa novela para una revista, seguramente hablaría más del lenguaje, ya ves, que me parece aún más interesante. Como decía… Los géneros son solo una posibilidad de análisis, leche. ;) Que se le busca más problema que el que tiene… ;)

    Ahora bien… Si vuestro problema es con la estantería de la librería… Pero en eso no hay casi nunca siquiera argumentos que dar a los responsables, a menos que inventéis nuevos términos. ;) ;) ;) ;) ;)

  60. Fernando Ángel:

    «Los géneros son solo una posibilidad de análisis»

    Me temo que son algo más. Y no hablo a nivel crítico o teórico, sino de simple «consumidor» de literatura.

    La adscripción de una obra a un género despierta unas expectativas concretas en el lector. El autor puede decidir reventar esas expectativas o confirmarlas. Pero lo que es innegable (y sobre todo teniendo en cuenta cómo funciona nuestra mente, que enseguida construye patrones y esquemas) un género es algo más que herramienta de taxonomización.

    Cuando vas a la librería y te acercas al estante de novela histórica, de novela negra, de novela romántica o del género que sea, vas esperando encontrar un libro con unas ciertas características. Y vas, precisamente, porque son esas características la que quieres. Quieres leer «una de romanos» o «una de asesinatos» o «una de amor» y esperas ciertos esquemas y patrones (de ambiente, de argumento, de personajes, incluso de estilo).

    Como he dicho, el escritor es muy libre de seguir las convenciones del género, retorcerlas, pasar de ellas o directamente dinamitarlas. Faltaría más.

    Otra cosa:

    «pero como el fándom general (no todas las personas) es ultraconservador y reaccionario con los términos,»

    Si cambias «el fándom general» por «el ser humano, por lo general», hasta podría estar de acuerdo contigo.

    Las personas tendemos a repetir comportamientos y esquemas que nos han funcionado bien en el pasado y rara vez nos arriesgamos -por lo general- a buscar algo nuevo. El viejo refrán «más vale malo conocido» no está ahí para nada. Como ocurre a menudo, los tópicos y los clichés nacen por un motivo concreto.

    Lo que quiero decir es que tu comentario parece estigmatizar al fandom (o a una parte de él) como un núcleo especialmente conservador y reticente al cambio. Mi experiencia me dice que, en general (y no hablo de ideologías políticas sino de actitudes vitales) la gente es muy conservadora y muy reticente al cambio. Y el fandom, como parte de la humanidad, sigue esa línea. Pero no de un modo especialmente extremo.

  61. Hmmm… Creo que estaría bastante de acuerdo con todo, Rudy.

    Mi comentario venía sobre todo al hilo de la conversación con Demotico, que tampoco seguía del todo el vuestro. Y si lees las preguntas de Demotico, verás que le respondí a él en la línea de esas preguntas, que precisamente sacab de mis comentarios la idea de que no hay que analizar, de que no se puede analizar (de un modo taaaaan infantil se dice eso de que no se responde a esas preguntas) (por Cthulu, qué cansino). Si me lees más arriba, verás que apunto a todo lo que dices cuando hablo aunque sea a partir de que son también herramienta de creación (y, por ende, de recepción, aunque no lo haya escrito) y, desde luego, en otros lugares tú mismo me has leído lo que comentas.

    En fin, que sí, que los géneros son también eso y que la viejísima historia de la literatura es la historia de autores que se lían a aprovechar interesantes recursos (que se convierten en géneros) y de autores que poasado un tiempo se cansan de recursos ya muy trabajados y en nombre de la libertad proponen otros cursos. Ahora, por ejemplo, hay un nuevo género, parece: el degenerado. ;) Y lo mismo dentro de un par de años no se acepta nada que no sea híbrido en cierta línea, a partir de este artículo de Ismael. Es la eterna angustia de las influencias de los escritores que explica Harold Bloom.

    Hay algo que me inquieta de toda esta eterna conversación sobre el tema, que aquí en LP ya se ha hablado… Pufff…: esa sensación de tiranía de los géneros por parte de… ¿De quién? ¿De los lectores? Si es así, no entiendo bien la queja. Es una guía que la propia sociedad se hace y que los escritores van rompiendo. Voy a mi tema de siempre: ¿quién impone qué a quién? Estamos viendo que ya ni los editores, siquiera. ¿Qué hace que la gente remueva tanto su culo en la silla cuando oye la palabra «género»?

    Cuando, además, es VERDAD. Existen géneros. ¿O no vais a ver western? ¿No renegáis alguno de las películas románticas? ¿Nadie aquí ha dicho nunca que le gustan/no le gustan las pelis de terror? ¿Pero quién tiraniza? ¿Contra quién va la queja? Si, como siempre hemos hablado, los escritores hacen lo que les dé la gana, que es su «obligación». Y si algún infantiloide me suelta lo de: «Ya, pero lo que me importa es que sea bueno». Le respondería: «Nos ha jodido, tío, ¡y a mí!». Pero es que eso no hace falta ni decirlo. El género no valida y lo de buena o mala cf… Pufff… Insisto, yo hablaría de ideas gastadas o no gastadas, pero precisamente ahí es dónde veo muy peligroso usar la etiqueta. ¿Por qué a algunos (y creo que no es tu caso, Rudy) les joden tanto las etiquetas en detalles nimios y luego sueltan cosas de estas como que hay buena y mala cf? Desconcertado me deja.

    En cuanto a lo del fándom… Aunque estoy de acuerdo contigo, Rudy, en que la humanidad es ultraconservadora, cierto, no puedo estar del todo de acuerdo. ¿Qué le vamos a hacer? Opino que el conjunto del fándom sí me parece muchísimo más conservador que otros grupos (de autores, lectores, críticos…) reunidos por motivos estéticos. Muchísimo más conservador. Da para hablar mucho, pero yo sí que lo veo muy claro. No solo en cuanto a poner un término. También en muchísimas cosas más.

  62. Gracias, oh dioses, por crear a gente mucho más inteligente que yo para decirme lo que verdaderamente he dicho, que no es lo que creía haber dicho y echarme del tapete y ser el rey del mambo y bla, bla, bla…

    En fin, debería estar empezando a irritarme en serio con tanta insistencia en lo infantil (¿porque ha dicho infantil, ¿no? ¿o también es una extrapolación zopenca mía?) que soy, pero de facto me siento casi como si hiciera mi buena obra del mes contribuyendo a tu afirmación como persona.

  63. Salvo en lo del fandom Fernando, en que no acabo de estar de acuerdo, no tengo mucho que añadir a lo que dices, en realidad.

  64. Como ya he dicho en otro lugar a mí si me gusta el término de ficción proyectiva. Precisamente me parece mucho más operativo para una discusión como esta que los de «ciencia ficción» o «ficción prospectiva» que se plantean aquí.

    Aunque habría que ver cuáles de las obras de autores «no de fandom» (qué mal suena esto, la verdad) son realmente proyectivas o no. Y muchas de ciencia ficción de las de siempre, por cierto.

  65. Sí, Kaplan y Rudy, mi ejemplo era en extremo exagerado. No es lo mismo cargarte la propia ficcion de una novela que utilizarla de decorado. Incluso alguno ha mencionado que para intereserse por una de romanos, pasan de novela y se leen un ensayo directamente.
    Pero en cualquier caso, sin llegar al extremo de mi ejemplo, una novela de romanos, con nula ambientación, simplemente lo justo como decorado, sería considerada una mala novela histórica ¿no?., ¿aunque estuviera bien escrita y con atractivo por parte de la trama y personajes?…es decir, que fuera eso sólo lo que fallara…

  66. …porque claro: si la respuesta fuera:

    -Sí, es una mala novela de género histórico, pues falla en las premisas de ahondar en el género y lo utiliza como decorado de cartón piedra: en ese caso, deberíamos concluir que como novela de CF la de macarthy es mala.

    -No, es una buena novela histórica pese a tod,o, pues es interesante por la trama y personajes y bla, bla, bla….Entonces deberíamos cambiar quizá parámetros de juicio a la hora de juzgar una novela de CF también…no tendría porqué ahondar en la naturaleaza de la CF ni dar explicaciones….

  67. Que tenga un elemento genérico débil, de poca presencia, no quiere decir que lo tenga malo. Es decir, que das en el clavo con tu última frase.

  68. Parece que coincidimos en general, Instan, aunque no en lo de «prospectivo», claro.

    En resumen, veo muy necesario encontrar un término para toda la literatura «no realista», sea este «proyectiva» o cualquier otro.

    De verdad que dando clase los follones cáoticos que se montan son caóticos cuando se habla de «literatura fantástica, pero fantástica según qué o desde dónde, ya sabéis, la que no es realista, pero no realista no implica que no sea verosímil, o sí, o bueno…». Y, sin embargo, está claro que los Episodios Nacionales no entran en lo que se supone que abarca la AEFCFT. Prueba evidente: la AEFCFT tuvo que montar todas esas siglas solo porque no había término para agruparlas, aunque siempre las agrupemos. ¿Imprescindible para el arte y la gloria de crear desde el propio alma obras inabarcables por el vil lenguaje humano? Pues no… Para que nos vamos a engañar. Solo útil, sin más.

  69. Fernando Ángel, a riesgo de caer en argumentos neolíticos niego la mayor. ¿No es fantástico que una nave se desplace a una velocidad superior a la luz? Sobrenatural quizá sea una palabra conflictiva, por el matiz religioso que yo también rechazo. Pero desde luego, no es «natural», ni siquiera científicamente posible, que un ordenador adquiera emociones humanas como Hal9000 o los Nexus 6. No hablemos de viajes en el tiempo o teletransporte. ¿Por qué os preocupa tanto a los fans de CF marcar claramente la diferencia entre los argumentos ci-fi y los fantásticos? ¿El teletransporte mola pero la bilocación o la telekinesia no?¿Todo se resume en que haya un cacharrito pseudotecnológico o no lo haya?

    Admito que la mayor parte de la ciencia ficción juega con la idea de lo verosímil, de lo científicamente posible, pero desde luego no toda, y no solo excepcionalmente se basa en argumentos fantásticos. Sí, fantásticos: irreales, imposibles, oníricos, metafísicos, etc.

    Quizá la clave no está tanto en el «qué» sino el «para qué». Si contamos la historia de un monstruo que se va zampando poco a poco a la tripulación de una nave espacial, obviamente nuestro objetivo es asustar, no especular sobre el desarrollo de la vida en otros planetas ni sobre los peligros de la futura minería extraterrestre, ergo: es fantasía, es terror. Si por el contrario hay una tesis sobre la organización social y una especulación sobre, por ejemplo, un estado totalitario en el que somos observados todo el tiempo por un Gran Hermano, se trata de ciencia ficción.

    Pero en la «zona mixta» hay centenares de obras no tan fácilmente clasificables, no solo excepciones. Y cabría plantearse, por otro lado, cómo puede llamarse excepciones a casos como Bradbury o Star Wars. Es como decir que el ciclismo navarro no ha tenido notables aportaciones en las últimas décadas, con la excepción de Miguel Indurain.

    (Y a pesar de todo lo dicho, espero que disfrutes con mi novela, ;)

  70. «Pero desde luego, no es “natural”, ni siquiera científicamente posible, que un ordenador adquiera emociones humanas como Hal9000 o los Nexus 6.»

    Para empezar, dado que los Nexus 6 son totalmente biológicos (diseñados por ingemiería genértica y, por tanto, seres vivos)… ¿qué tiene de imposible que tengan emociones?

    Y, desde luego, no hay una sola ley física que afirme que una inteligencia artificial no pueda desarrollar emociones. No tendremos la tecnología para fabricarla pero de ahí a decir que es «científicamente imposible» hay una distancia brutal.

    Sí, ya sé que el fondo del debate no es ése, pero al menos elige bien los ejemplos, coño.

  71. A mí lo que me soprende es hacer afirmaciones categóricas sobre lo científicamente imposible, cuando ni siquiera los propios científicos lo tienen claro.

    Y llendo a mi terreno el viaje superlumínico es científicamente posible, de forma indiscutible. Por ejemplo empleando agujeros de gusano o motores de distorsión, soluciones válidas de la relatividad general. ¿Existen realmente? No lo sabemos, quizá sean científicamente improbables, pero no imposibles. Y esa es una diferencia importante, que es la base de la ciencia ficción, que es una creación artística, y en ella lo importante es la consistencia y la verosimilitud respecto a la ciencia. Y el viaje a través de un agujero de gusano puede ser muy improbable, pero no imposible.

  72. Vale, otro ejemplo. «El fin de la eternidad» de Asimov. ¿Tampoco se puede decir que sea científicamente imposible?

  73. Ismael, la fantasía y la ciencia ficción no solo no parten de lo mismo, sino que son géneros opuestos. No es cuestión de si esto podrá existir o no, sino de si el punto del que procede existe o no. Fantasía y cf son ficción, obviamente. El punto diferencial que las convierte en contrarias es que la cifi hace ficción sobre la ciencia, sobre lo real, y la fantasía sobre lo irreal, generalmente la magia. Esto es crucial, porque tiene que ver con la verosimilitud dentro del pacto de ficción. En mi caso particular, disfruto leyendo ficciones sobre o en un entorno de cf, porque por mucho que la sensatez te diga que eso va a ser muy difícil que se realice, el punto de partida es la realidad, y me divierte la especulación con ello. La fantasía no me interesa un pimiento porque no me agarra como lector, el punto de partida que me exige en el pacto de ficción, que es algo irreal, no me provoca en absoluto.
    Es una de las razones (quizás la principal) por las que existen las etiquetas, para que el lector pueda acceder a lo que le gusta y echar de lado lo que no. pero fantasía y cf, aun parecidas en los resultados de sus respectivas ficciones, no pueden ser más distintas. Como lo son un milagro y una demostración empírica.

  74. Ismael… ¿Cómo distingues cf de no cf? Y no vale decir que no se puede, porque los expertos y aficionados convergen en que hay textos cf y textos no cf. Que sea difícil, que haya casos problemáticos… No significa que nos e pueda analizar.

    En cuanto a El fin de la eternidad, se escribe desde la CONVENCIÓN de que que no hay nada sobrenatural, de que sería plausible científicamente realizar eso. Eso conlleva un para qué o, mejor dicho, es al revés: como algunos teóricos estudiamos ahora (como David Viñas o David Roas), el para qué provoca un qué, un elemento exterior que por lo general coincide con una red de textos, para los cuales se busca un término. Todo lector intuye estas relaciones, por lo que se asumen los términos de los aficionados cuando se puede. Por desgracia, los aficionados a menudo caen en incongruencias e inexactitudes (los científicos también, por supuesto), como el superambiguo término: «literatura fantástica».

    No estamos tan lejos de lo que propugnáis, pero desde luego no negamos las etiquetas. Las etiquetas responden a realidades de creación y de recepción, aunque luego sean muy complejas. Creo que solo sois vosotros los que creéis que las tomamos como absolutas. Lo que pasa es que el estudio de la literatura (como el de la física, qué cojones…) se realiza por fragmentación y por niveles, y el de los géneros es solo un nivel, que algunos creén que tomamos como absoluto. Pero es todo muy complicado. Por eso me llaman tanto la atención las preguntas como “¿de verdad la taxonomía de la narrativa tiene que depender más de aspectos temáticos que formales?”, como si se estuvieran descubriendo las fuentes del Nilo… ¡¡¡¡Pues anda que no está discutido, carajo!!!! Y ni siquiera formales ni temáticos, sino, quizás, de forma interior (concepto complicado de explicar aquí). Que está supermegadiscutido, coño.

    Por seguir el hilo de los otros comentarios… No importa si el bastón de Gandalf o el viaje en el tiempo son sobrenaturales o no fuera del texto. No importa si son o no posibles en el mundo real. Lo que importa es la convención literaria que los sustenta y que tiene el lector, que va a conllevar un tipo de efecto u otro en el lector, y un tipo de desarrollos estéticos (y aquí me refiero también a construcción de personajes, simbolización…) u otro. Incluso en clase juego a veces a jugar las convenciones

    Por ejemplo, Drácula en el XIX era fantástico y hoy es maravilloso. Explicarlo es largo, pero valga como ejemplo. Y, desde luego, es solo una línea de estudio. Si lees críticas mías, verás que muchas veces que trabajo cf, ni siquiera menciono detalles sobre el género. Si no me resulta interesante verlo como una obra de género, pues no la veo como una obra de género. Las obras son tan grandes que cabe todo análisis. Eso es lo que creo que no entienden algunos: que una obra sea muy compleja implica que se la vea también desde los géneros, no lo contrario, no que no pueda ser de género.

  75. O para ser más fiel a lo que pretende el ejemplo, como una aparición demoníaca y una reacción química, por mucho que en ambas aparezca algo de humo y un ligero olor a azufre.

  76. «No importa si el bastón de Gandalf o el viaje en el tiempo son sobrenaturales o no fuera del texto. No importa si son o no posibles en el mundo real. Lo que importa es la convención literaria que los sustenta y que tiene el lector, que va a conllevar un tipo de efecto u otro en el lector, y un tipo de desarrollos estéticos (y aquí me refiero también a construcción de personajes, simbolización…) u otro.»

    No puedo estar más de acuerdo. Justo eso es lo que quiero decir. Para mí no es relevante si es más o menos posible viajar a la velocidad de la luz (porque viajar al pasado es de todo punto imposible, ahí estaremos de acuerdo, ¿no?), importa lo que el autor hace con ese argumento. Qué pretende. Qué consigue.

    Mi recelo hacia las etiquetas se basa en un razonamiento muy simple y que no tiene que ver con los estudios académicos sobre el género (que me interesan mucho, empezando por el tuyo) sino con la percepción comercial y a nivel de calle.

    Que si ponen mi libro en una estantería de terror no se va a acercar ningún lector que no sea «de terror», coño. ¿Me explico ahora?

  77. Perfecto. Te has explicado perfectamente. Nada que alegar a eso.

    Problema del librero, desde luego, aunque también de toda una cultura extra-académica que no reflexiona sobre el tema y cierra todo con dos tópicos: desde el librero hasta el último lector (salvando excepciones, claro). Lo primero pasa por educar institucionalmente respecto a la literatura. A continuación, cuando ya la gente no va al cole ni a la universidad a estudiar literatura, es necesario que mediante medios como este foro y otros medios (blogs, periódicos, radio…) se tengan estas discusiones, donde surjan todas las voces y se lleguen a acuerdos.

    ¿Cambiamos el mundo? Poquito a poquito, persona a persona.

    ¿Por qué el librero hace eso y por qué el lector se fía de esa selección? Porque no saben los motivos de las clasificaciones ni se sabe de literatura. ¿Culpa del lector o del librero? Seguramente no. Culpa del sistema educativo y de los medios de difusión. Espero que tu artículo y las opiniones de este foro (incluida mi aportación académica) pongan sus granitos de arena… ;)

  78. Si nos fijamos en la saga de tramorea de negrete, lo que comienza con una saga totalmente fantástica, con reinos inexistentes, magos, y seres mitológicos, acaba convirtiéndose en el tercer libro en ciencia ficcion, porque si en los primeros libros en un 99% las explicaciones procedían del mundo fantástico y mitológico, en el tercero se asume que los dioses son superhombres, que el bastón del mago en una cacharrito tecnológico, etc…y así lo asumen hasta los propios personajes, aunque no entienden la movida en la que se hayan, por tener mentalidades casi medievales. Es el mismo mundo el de las tres novelas, pero el ojo del autor cambia transformando lo fantástico en CF.

    Y referente a los géneros, hace unos días me ocurrió que recomendé la saga de las Monarquias de Dios a un amigo, y me llama diciendo que joder, aquello no era novela histórica como el creía, que era fantástico, pues allí nos llevamos un rato largo dandole vueltas al tema, porque en mi opinión, pese a ser fantástica obviamente, el tratamiento de las instituciones y ejercitos está perfectamente documentado (tema marítimo, armamento, etc…) y basado en el siglo XV – XVI. Pero no, se negaba a verlo con un tratamiento de novela histórica. ¿acaso el egipto de christian Jacq es más verdadero?.

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