Gigamesh, ¿qué fue de…?

Pongámonos en situación. Año 2001. Lleva tiempo hablándose del estreno de la primera película en la que Peter Jackson adapta El Señor de los Anillos, y las librerías están repletas de libros con Tolkien en la cubierta. El Señor de los Anillos, El Hobbit, El Silmarillion, las ediciones ilustradas de todos los anteriores, Los cuentos inconclusos, Los cuentos que te dejarán confuso… Detrás, Minotauro. La editorial que tuvo la fortuna de hacerse con los derechos de la obra del genial autor británico a finales de los años 70, cuando nadie más parecía quererlos, lleva tiempo dedicada en cuerpo y alma a satisfacer la creciente demanda del mercado. Su pequeña estructura editorial, capitaneada por Francisco Porrúa, apenas puede dar cabida a otras novedades que no sean reediciones y reimpresiones de Tolkien. Tolkien, Tolkien, Tolkien… Las obras con los derechos comprados a la espera de ser corregidos/maquetados/traducidos es larga. Tanto como que una vez que Planeta adquiere la editorial a finales de dicho año tienen títulos para lanzar durante cerca de dos años a una cadencia espectacular de tres o cuatro novedades mensuales.

¿Se han puesto en situación?

¿Les recuerda a algo?

Un par de pistas. Primer enlace a OcioZero

Las novedades y reimpresiones Gigamesh de este mes de diciembre son:
Colección Gigamesh Bolsillo
– JUEGO DE TRONOS, de George R.R. Martin. 4ª edición;
– CHOQUE DE REYES, de George R.R. Martin. 3ª edición;
– TORMENTA DE ESPADAS, de George R.R. Martin. 2ª edición;
– FESTÍN DE CUERVOS, de George R.R. Martin. Novedad.

Colección Gigamesh Ficción
– CHOQUE DE REYES, de George R.R. Martin. 9ª edición.

Segundo enlace a OcioZero

Las reimpresiones Gigamesh de este mes de febrero son:

Colección Gigamesh Éxitos (cartoné):

– JUEGO DE TRONOS, de George R.R. Martin. 4ª edición;

– CHOQUE DE REYES, de George R.R. Martin. 3ª edición;

– TORMENTA DE ESPADAS, de George R.R. Martin. 3ª edición;

– FESTÍN DE CUERVOS, de George R.R. Martin. 2ª edición.

Si no me fallan ni la memoria ni el listado de novedades de Literatura fantástica, la única novedad en su catálogo que Gigamesh aportó el año pasado fue la reedición de Bill, Héroe Galáctico. Si miramos el catálogo de 2009 nos encontramos únicamente con Sueño del Fevre. Es necesario remontarse al año 2008 para toparse con más de una novedad. Novedades que, quitando reediciones en bolsillo y la publicación de tres nuevas entregas de “series” en curso se reduce a: Martin, Martin, Martin y… más Martin.

Es una situación comprensible. El mercado es soberano y hay que satisfacer su demanda. Sería absurdo si no fuese así. La situación comercial de nuevos autores y títulos dentro del género es, cuanto menos, comprometida (basta ver lo ocurrido, por ejemplo, con la serie de Las monarquías de dios publicada por Alamut, en lo que podríamos llamar concurso de suscriptores). E interesa aprovechar el viento limpio generado alrededor de la adaptación televisiva de Canción de hielo y fuego, en los medios de comunicación desde hace más de un año y que, si se cumplen las buenas sensaciones que producen los adelantos bien dosificados por la HBO, promete marcar un antes y un después en la adaptación de fantasía a la pequeña pantalla.

Hay que seguir alimentando a la bestia.

La pregunta que surge para el sector más militante de aficionados, ese para el que Gigamesh y su alma máter, Alejo Cuervo, son mucho más que este bienvenido éxito, es si editorial y editor alguna vez volverán al rumbo que tuvieron hace unos años. Y, en algunos asuntos, si este cambio de tornas ha tenido una serie de daños colaterales que no se han reparado; víctimas más o menos anónimas que han quedado por el camino y de las que pocos, o nadie, se acuerda.

En su mayoría, creo, meras curiosidades que interesarán a unos pocos. En contados casos, ejemplos de mala praxis editorial que apenas han trascendido más allá de un corrillo de lectores sobreinformados.

Por empezar en algún punto, conocido es el cambio de política de comunicación de la casa, que pasó de mantener un contacto activo con los lectores en listas de correo y foros a una más distante, cuando no inexistente. Supongo que mucho tuvo que ver el hecho de que multitud de lectores no hiciesen más que preguntar una y otra vez cuándo saldría Festín de cuervos, llegando en ocasiones a niveles de mal gusto de lo más desagradable. Pero una cuota de responsabilidad también se puede achacar a los retrasos de múltiples obras contratadas desde hacía años, que continúan inéditas y sobre los que no había novedades ni, por lo tanto, nada nuevo que contar.

Por ejemplo, en un catálogo del año 2007 llegaron a aparecer los dos volúmenes recogiendo las cinco novelas de Los príncipes demonio de Jack Vance, con ilustraciones de cubierta incluidas, además de sus dos últimas obras, Rutas comerciales y Lurulu, ya anunciadas hace casi una década. No son los únicos ejemplos que se pueden poner. Cuando Gigamesh se hizo con los derechos de La pistola de rayos de Philip K. Dick hizo lo mismo con otras obras que, incomprensiblemente, Minotauro no había cerrado en su acuerdo de recuperación de la obra de Dick: Tiempo desarticulado o Fluyan mis lágrimas, dijo el policía. Dos títulos que, cinco años después de la publicación de La pistola de rayos, duermen el sueño de los justos.

Otras novelas contratadas, en algún caso anunciada en preparación, han corrido mejor suerte y nos han llegado a través de otras editoriales. Ocurrió con En la estación Basilisco, que todavía se puede ver en esa situación en una versión vieja de la web de la editorial y que terminó apareciendo en La Factoría de Ideas en el año 2004. Más recientemente ha pasado con Spin State, de Chris Moriarty, que ha salido en la misma editorial con el título de Estado de transición.

Puestos a jugar a las hipótesis, pajas mentales que tanto nos gustan a los fans, podemos elucubrar con dos escenarios. La editorial, absorbida por la atención que requiere el gran éxito, ha sido incapaz de centrarse en la edición de los títulos como demandaban y los derechos, que se suelen comprar por unos años (3,4, 5), igual han caducado. También, en un razonable cambio de rumbo editorial, es posible que la editorial haya asumido que son libros que tendrán ventas muy bajas o de complicada salida en un mercado cada vez más reducido (Dick).

Elucubraciones (seguro que alguien aporta otra más). Nada se sabe sobre estos títulos. Y, así lo entiendo, es justo llevar la política editorial que se estime conveniente. Pero al menos con aquellos en que se había hecho público, no costaba facilitar esa información que ya, en parte, estaba fuera.

Yendo a un tema más peliagudo, toca hablar de la colección de ensayo de Gigamesh, anunciada en algún momento del año 2003 y que iba a contar como su primer título con una reescritura de La canción de las espadas, de Javier Martín Lalanda. Un ensayo sobre la obra de Robert E. Howard que debería haber aparecido en el año 2006 para celebrar el centenario de Howard y que faltó a su cita. Por fortuna fue recuperado tres años más tarde por La biblioteca del laberinto con el título de Cuando cantan las espadas.

Más oscuro resulta todo lo referente a un libro de producción propia sobre la figura de Patrick Hannahan, el autor de Gigamesh, la extraordinaria novela de la que toma el título la revista. Una recopilación de ensayos analizando su vida y obra desde múltiples ámbitos y que contaría, incluso, con una entrevista con el propio Hannahan. Coordinado en principio por Juanma Santiago, una vez que fue despedido por la editorial a mediados del año 2006 se encargó la labor a Fernando Ángel Moreno. Moreno, con múltiples contactos en el mundo universitario, consiguió una serie de colaboradores que completaban el elenco propuesto por Santiago de reconocidos escritores y críticos. Un grupo formado por: Julián Díez, Javier Fernández, David Felipe Arranz, Pablo Capanna, Alberto García-Teresa, Eduardo Vaquerizo, Ángel García Galiano, Jesús Urceloy, Roberto-Marino Jiménez Cano, Antonio Rómar y el propio Fernando Ángel Moreno. Después de diversos vericuetos editoriales, con el libro casi concluido, Alejo Cuervo perdió interés en el proyecto y tras la insistencia de su nuevo coordinador pidiendo información sobre su estado, fue “liberado” para que pudiese negociarse su publicación con otras editoriales. No se puede hablar de aborto porque el libro estaba hecho, pero sí de desahucio, desamparo…

Para terminar, está el asunto de la revista Gigamesh, cuyo último número apareció en Mayo de 2007 y vive desde entonces en animación suspendida sin que se haya dicho nada sobre su futuro… si es que tiene alguno (un comportamiento idéntico al de la revista Solaris de La Factoría de Ideas, de la que todavía estamos esperando a que su editor diga algo sobre el tema). No ya a los lectores sino a los propios suscriptores. Al menos conozco dos casos que no han recibido noticias de lo que ha ocurrido con su suscripción… aunque también es cierto que no han mostrado excesivo interés en recuperarla. Ya se sabe cómo funcionamos los aficionados en estas cosas. ¿Cuántos más habrá así?. O, por qué no, a los colaboradores que deberían haber sido informados de lo ocurrido con la publicación en la que participaban. Lo que nos lleva, de nuevo, a la política de comunicación de la que hablaba anteriormente. Por ejemplo, se me solicitó un texto de introducción para Los príncipes demonio, entregado hace más de un lustro y del que todavía no he sabido si se desestimaba o no.

Visto desde fuera, si no eres persona implicada, supongo que lo enumerado parecen simples intríngulis de una editorial en continua adaptación a una realidad que en poco se parece a la de hace una década. O sobrerreacción por parte de un aficionado a un tipo de literatura que siempre se ha sobrepreocupado por temas que en muchos otros ámbitos ni se tienen en cuenta. Pero también, creo, demasiada falta de profesionalidad en una editorial que cuida otras facetas editoriales hasta grados poco habituales.

Aspectos que no costaba nada haber llevado de otra manera.

Pero, al menos podemos seguir regalando a Martin. Y la semana que viene nos regalarán, con la compra de un libro, ¡Qué difícil es ser dios!

¡Cool!

150 comments

  1. Respecto a la antología de ensayos, quien hubo de dar la cara ante todo el mundo fui yo. Había unas tarifas que figuran por escrito en un correo. El libro fue terminado y entregado, un libro que por cierto exigía una coordinación muy complicada por sus peculiares características. Tras entregarlo, durante meses, Alejo no contestó el teléfono ni respondió los correos. Tras mucha insistencia, la respuesta fue que «es que ya no me apetece tanto», que había dejado de interesarle «porque yo soy así, ya sabes».

    He recomendado a cualquier profesional con quien me he cruzado que nunca, bajo ningunas condiciones, trabaje con Alejo. No niego que a otros les haya ido bien. Ellos recomendarán lo que sea. En mi caso, ha sido una de las dos peores editorial con las que he trabajado y sé que en este caso no es culpa de sus empleados.

  2. Muchas gracias por la referencia a la iniciativa de suscripción a Las Monarquías de Dios. Toda difusión que se le dé será muy bienvenida.

    Pero quería aclarar, porque me consta que puede haber lectores que lo interpreten literalmente, que NO se trata de ningún concurso: no se trata de optar a, ni de competir por, sino sencillamente de abonar por adelantado el precio de unos libros, con un descuento, a cambio de una serie de incentivos que se detallan en la entrada enlazada.

    Me preocupa la confusión sobre todo porque me importa mucho que quede claro que los suscriptores tienen ABSOLUTAMENTE GARANTIZADO recibir ejemplares de estos títulos, incluso si esa garantía puede suponer un coste nada pequeño para mí. Necesito que quede claro que NO HAY NINGÚN ELEMENTO DE CONCURSO O SORTEO (bueno, uno de los tres incentivos sí que se sortea; pero no depende de la suerte el recibir o no los libros, pues una vez uno se suscriba es una certeza).

  3. Por tratar de ser constructivo, y aprovechando que Alejo nos lee por aquí, ¿habría alguna posibilidad de reflotar la revista Gigamesh mediante un sistema parecido al orquestado por Alamut con Las Monarquías de Dios, es decir, mediante suscripción de un número mínimo de personas que garantizara su viabilidad? Vengaaaaaaaa, Alejo :-)

  4. Gracias, Luis, como siempre por tu claridad y entereza. Soy un suscriptor de la serie y doy fe de cuanto dices, de tus puntuales informaciones y de la ABSOLUTA seriedad y PROFESIONALIDAD de tu iniciativa ( que quizá llege a abrir nuevos caminos en la publicación de sagas extensas …).

    Como comprador, en su día ( porque no soy seguidor de » Hielo y Fuego») de numerosos títulos de esa primera época gigamesha, decir que se les echa un poco de menos. Editaban, en mi humilde opinión de comprador y lector, muy muy bien… me gustaban las portadas, el tamaño cómodo, la magnífica selección de títulos » míticos» del Fantástico más o menos clásico ( Tim Powers, Vance, Bosque MItago, Egan – de cuando no era nada célebre, al menos a mi pobre nivel -, Muerte de la Luz, lágrimas de luz y más que ahora no recuerdo). También, creo, cuidan muchísimo las traducciones y la edición es francamente esmerada y limpia y con personalidad y amor al trabajo bien hecho.

    En cuanto a lo que decís de los ensayos … que pena que no se editara ese de gigamesh, porque, yo, al menos, lo hubiera comprado.

    Y, por último, rogar que las series de Príncipes demonios y la Saga de Fafrhd ( o algo así) lleguen a publicarse, con el esmero acostumbrado, algún día, pues son preciosos ejemplos, en España inencontrables, de lo mejor que ha dado el genero de la Imaginación en el siglo XX, al menos en mi poco erudita opinión de simple aficionado.

    Un saludo.

    Victorderqui.

  5. Luis, concurso de suscriptores como metáfora de concurso de acreedores, no porque sea sorteo o test.

  6. Aquí estoy, esperando sentado a Fafhrd y al Ratonero Grís, incluso creo ver amarillear mis huesos a través de la piel (cada vez más arrugada).

  7. También está pendiente los cuentos de Matheson desde hace ni se sabe…

    >demasiada falta de profesionalidad en una editorial que cuida otras facetas editoriales hasta grados poco habituales. Aspectos que no costaba nada haber llevado de otra manera.

    Exactamente :(

  8. Sí, la cosa está jodida para el aficionado de toda la vida. Quien edita bien no saca producto, y el que lo saca en cantidad lo hace con una calidad espantosa.

  9. Jejejé. ¡Me encanta! Y yo que pensaba que este foro era un refugio de gafapastas aburridos… Mea culpa.

    Y oyes, cada vez que alguien me compara con Porrúa, aunque sea bien, me cae una lagrimita de emoción. Gracias. En serio.

    En cuanto al fondo, pues qué quieres que te diga, Nacho. Tú sigue así de preocupado por la productividad y el rendimiento de Gigamesh que a lo mejor un día te regalo unas acciones de la empresa y todo. O como mínimo, voz en las juntas directivas, que está visto que tenemos muchos vicios que corregir y necesitamos una perspectiva fresca y objetiva. Me encanta, de verdad.

    @Mariano: resucitar la revista no entra en mis planes a corto plazo, pero sí aviso que con el revulsivo de la serie de televisión ando más activo y guerrillero que nunca. Ya iréis notando los resultados. Eso sí: no garantizo la satisfacción personal de nadie que no sea yo, y muchísimo menos reconvertirme de fenicio a mecenas de ninguna clase. ¡Tengto una reputación que mantener!

    :D

  10. Aprecio bastante cinismo en sus comentarios ¿no?, Sr. Cuervo. Me cuesta entender esa política suya y muchos de los tratos dados a profesionales del sector. Allá cada uno, supongo. Usted sabrá.

  11. Calificación al personal como «gafapastas aburridos», organización de un viaje no sé sabe dónde ni en qué año contando con la numerosa presencia de aznarkis, publicación de «Bill, héroe galáctico», reacción con comentarios sarcásticos -en vez de explicaciones, porque el cliente nunca lleva la razón- ante las críticas por los retrasos en las publicaciones anunciadas…

    Clavaíto a Porrúa, en efecto: es lo mismo que ha hecho el hombre toda su vida. El legado ya es tuyo, Alejo: no sólo tienes el nuevo «El Señor de los Anillos», sino también su «savoir faire» (término snob de gafapasta).

  12. Creo que en la revista Gigamesh sí que había mecenazgo por parte de Alejo. Pensadlo 6 euros por 160 páginas… paga las portadas, a los escritores, traductores, ilustradores, las horas que debía echarle Juanma para cuidar tanto los contenidos y la edición…. tenían perdidas, seguro.

    Snif snif. La revista era tan buena que no parecía española.

  13. Es que uno lamenta la pérdida de lo bueno. Se podría escribir un artículo aún más duro que este sobre lo que ha pasado con Minotauro. Sobre Timun Mas… pues no.

    Era buena la revista -que, por supuesto, daba pérdidas: por eso, como recordaba a Alejo, dije que actuaba como mecenas-, y era buena la colección cuando publicaba algo más que reediciones; recordemos que la última novedad de cf, Leyes de mercado, apareció en 2006…

    Una pena que Alejo, en lugar de pensar que nos apena la cuestión como lectores, parezca tomárselo un poco a rechufla.

  14. Sr mazarbul: No es cinismo, es cachondeo puro y duro. Me cuesta mucho tomarme en serio a la gente que se cree con derecho a emitir juicios sobre cosas que no son de su incumbencia. Ojo, que no estoy diciendo que yo sea ningún santo o que no cometa errores, pero me hace gracia ver que hay gente que insiste en dictaminar lo que debería hacer con mi vida o con Gigamesh. O que se queja de lo que haga o deje de hacer con cualquiera de las dos cosas, que es lo mismo.

    Una editorial (sea Planeta, La Factoría, Luis o Gigamesh) solo establece una relación que pueda entenderse de alguna forma como contractual con sus lectores en el momento de venderle libros. Los lectores tienen todo el derecho del mundo a criticar el producto que han comprado, y a premiar o castigar a la editorial y sus productos con sus futuras decisiones de compra. Cualquier pretensión de opinar, juzgar o exigir nada más allá de ese contexto es, sencillamente, risible.

    Nacho, por lo demás, también tiene derecho a pedirme explicaciones sobre ese prólogo suyo que no ha visto la luz, y los suscriptores y antiguos colaboradores de la revista Gigamesh tienen derecho de pedirme explicaciones sobre los motivos de que decidiera suspender su publicación. Y, en efecto, hasta el momento no me he dignado a dar ningún tipo de explicación oficial a nadie, y eso es perfectamente reprochable. (Los motivos deberían ser obvios para cualquier con dos dedos de frente: dejó de apetecerme, y también está claro que ni siquiera me apeteció dar las explicaciones pertinentes. Pero como este no es el sitio adecuado para nada de eso, mejor no elaboro más al respecto, al menos aquí..)

    A lo que iba: que sí, que me estoy cachondeando de ciertas actitudes, pero es que si me tomase determinadas actitudes en serio, sería peor. En serio, gente, relajaos un poco, que tomarse tan a la tremenda cosas en las que os habéis metido por gusto y por afición no es bueno para nadie, que luego asustamos a Lady Dragón, por ejemplo. ¿Dónde habéis dejado enterrado vuestro sentido del humor?

    Joan Carles: Sip. Y no te digo los disgustos que me causaba empeñarme en conseguir eso. Pero en cualquier caso, ahí queda lo andado, que aunque sea como referente, tampoco es tontería.

    Julián: Lo tuyo a veces adquiere tintes de caso perdido, y desde luego es una pena verte perder la objetividad de esa manera. Yo qué sé, entrégate a algún vicio durante una temporada y suelta vapor, que el fándom no anda sobrado de talento y no vale la pena perder a nadie por un quítame allá esas pajas.

  15. Ah, Julián, no me malinterpretes: eso último ha sido solo un consejo gratuito sin más valor que su intención de apaciguar ánimos. No vayas a pensarte que pretendo dirigir tu vida o siquiera que me hagas caso.

  16. «… que luego asustamos a Lady Dragón, por ejemplo.»

    Que soy dragona, no me asusto tan facilmente :P.

    Lo que se me quitan son las ganas de participar en discusiones enquistadas antes de que se me ocurriera la feliz idea de pertencer a esta cuadrilla, a la que ni siquiera sé si pertenezco.

    Eso y que esta semana tengo un Síndrome de Felipe del carajo.

    Más salud

  17. Pues sí, rogaría más paz, cachondeo y pensamiento constructivo, porfaplis, que para cosas serias tenemos los datos de la economía y el INEM. Sé que es dificil el buen rollo cuando ahí fuera se dan puñaladas traperas pero, por favor, no disparen contra el barman (usease, no nos carguemos este medio que ante todo intenta construir y atraer a todos aquellos que les apetece y tienen algo que decir en relación a la ciencia ficción). Sí al rigor y la reflexión, pero también la educación y el respeto. Tal vez peque de ingenuo, pero al menos así opino yo.

  18. Bueno, pues lanzaré una pregunta al aire a ver si con un poco de suerte los dioses me escuchan…

    ¿Alguna fecha aproximada para el lanzamiento del Ciclo de Lankhmar?

  19. «(Los motivos deberían ser obvios para cualquier con dos dedos de frente: dejó de apetecerme, y también está claro que ni siquiera me apeteció dar las explicaciones pertinentes. Pero como este no es el sitio adecuado para nada de eso, mejor no elaboro más al respecto, al menos aquí..)»

    Ajá. Ya tienes un lector y un cliente en tu tienda física menos :) El emoticono es por eso del buen rollo y el cachondeo que me produce ver a un ladrón reconocer que ha dejado dinero a deber a sus clientes reconer públicamente en una web que registra su dirección y su IP para que no queden dudas. ;) ;)

  20. Joserra, si fueses suscriptor de Gigamesh sabrías sobradamente que un Lannister siempre paga sus deudas…

  21. De buen rollo, y tal. El buen rollo es básico. Joer, unas risas, eso siempre por delante… Igual la gente se asusta, y no, oye, es tontería, cuando esto es para divertirse..

    Sí, admito que va a ser que me hace falta otro hobby.

    Debo buscar uno en el que a la gente le dé vergüenza encargar trabajos y no pagarlos por capricho, en vez de sacar pecho, en plan palillo en la boca y copa de sol y sombra en la mano, «que me estoy cachondeando de ciertas actitudes, pero es que si me tomase determinadas actitudes en serio, sería peor». Falta añadir: «Sin toserme, ¿eh?, que no sabe usté con quién está hablando».

    Un hobby donde quien se quede con pasta ajena -sea la de un suscriptor o sea de una editorial de la competencia como ha hecho La Factoría-, si no lo arregla, al menos ande tapado en vez de decir que, en efecto, no ha dado ninguna explicación porque no le canta en los mismísimos.

    Ahí seguro que no acumulo vapor y sí que me divierto más.

    Todo de buen rollo, ¿eh? Constructivamente. No os asustéis, chicos, es medio de cachondeo. Que ya tenemos bastante con el paro, sí.

  22. A ver, no quiero caer en el mismo error en el que caí ayer con Fer, así que antes de dar nada por supuesto lo preguntaré directamente:

    Julián, ¿estás hablando de mí? Porque si fuera así, lo que implicas con tu texto entraría en el terreno de la calumnia. Por favor, aclara sin tanta ambigüedad a qué te refieres.

    (Lo siento Mariano: esto ya no es buen rollo, lo sé. Pero la acusación que me parece leer entre líneas se pasa de la raya.)

  23. Releyendo el hilo me doy cuenta de que lo referido por Fer respecto al libro de ensayo de marras sí merece una respuesta seria, así que aprovecho y voy a dar, por primera vez por mi parte, unas cuantas explicaciones. Explicaciones públicas, se entiende, que con él ya arreglé lo poco que había arreglable, e independientemente del grado de satifacción que supusiera para ambas partes el acuerdo, se suponía que habíamos dado el asunto por zanjado. Eso, a diferencia de las explicaciones que les debo a los suscriptores, sí tiene sentido hacerlo aquí, aunque sea solo por intentar completar el cuadro a los involucrados.

    Todo empezó con la lectura de un ensayo que Fer envió para la revista sobre el Gigamesh de Hannahan. Es un ensayo brillante, a mi juicio a la altura del original de Lem, y mi entusiasmo tras su lectura acabó concretándose en el proyecto de encargar más artículos en la misma línea y convertir todo eso en un libro que abriera la proyectada colección de ensayo. Algo de todo eso se recoge en la historiografía que ha tenido a bien preparar nuestro querido aburreovejas.

    Cuando el proyecto recabó en Fernando, yo le sugerí varios candidatos que consideraba idóneos para participar, y pensé sobre todo en conocidos con un registro probado para el cachondeo y la metarreferencia. (El texto de Fer, a todo esto, es también divertidísimo.) Había algún material recogido en la etapa de Juanma, pero yo no estaba satisfecho con el nivel; propuse a Rafa Marín y a Javi Cuevas, y lo animé a buscar más colaboradores en otros ámbitos. Había que explicarles la idea, dejar hilvanar a cada uno su propia ida de olla y luego conseguir que todos se leyeran mutuamente para enriquecer el conjunto, introducir referencias cruzadas y dotarlo de unidad. Tenía incluso la intención de hacer cómplice a Porrúa, haciéndole una entrevista en la que él impostara a Hananhan y volcara su propio discurso, incluyendo fotos en su casa y haciéndolo pasar por el escritor homenajeado.

    Cito a Fer:

    : Respecto a la antología de ensayos, quien hubo de dar la cara ante todo el mundo fui yo. Había unas tarifas que figuran por escrito en un correo. El libro fue terminado y entregado, un libro que por cierto exigía una coordinación muy complicada por sus peculiares características. Tras entregarlo, durante meses, Alejo no contestó el teléfono ni respondió los correos. Tras mucha insistencia, la respuesta fue que “es que ya no me apetece tanto”, que había dejado de interesarle “porque yo soy así, ya sabes”.

    Cierto: el libro fue terminado y entregado, pero no estaban ni Rafa ni Javi, y en cambio, sí estaba Julián, cuya aportación, a todo esto, era de las mejores del libro. De hecho, las aportaciones del fándom, descontando unas páginas casi de compromiso de Capanna, provenían mayoritariamente del entorno habitual de colaboradores de Julián, exactamente el mismo que se articuló como Xatafi. El mismo entorno con el que me había cansado de lidiar para confeccionar la revista: la amistad le hace perder la objetividad al más pintado, y siempre me tocaba a mí desbrozarlo todo.

    El nivel e incluso la redacción de muchos de los artículos era penoso, por no hablar de que la gafapastez era rampante, y el sentido del humor, la excepción. Supe que tenía delante, una vez más, un trabajo de corrección de aúpa. Pero el proyecto era la niña de mis ojos y me convencí de que, con tiempo y paciencia, lo sacaría adelante. En ese aspecto, y visto en retrospectiva, supongo que me engañaba y, en efecto, lo fui postergando una y otra vez.

    Nunca he querido poner ninguna excusa y en ningún momento intenté escurrir el bulto ni descargar en otro responsabilidades que eran exclusivamente mías. Sabía, a la vista de los retrasos que iba acumulando, que ese proyecto que tanto me había motivado ya no me apetecía tanto, como muy bien recuerda Fer.

    Ese estado de las cosas desembocó, como también señala Fer, en una ultimátum por su parte: tenía otro editor interesado en el proyecto y, si yo no movía el culo, optaría por publicarlo en otra parte, que había mucha gente presionando para que sus textos vieran la luz, en particular la que provenía del ámbito académico, donde las publicaciones profesionales tienen peso en el expediente.

    Su reclamación era legítima, y me pareció perfecto que quisiera hacerlo. De hecho, al proponérmelo, no solo me solucionaba el problema sino que me daba la salida digna de no actuar como el perro del hortelano. Me pareció bien liberarlo, renunciar a cualquier derecho que tuviera por haber tenido la idea y, por supuesto, permitir el uso de la marca en ese contexto. A Fer le había causado un sinfín de problemas con mi inacción y lo había hecho quedar mal delante de mucha gente a la que él había garantizado que se trataba de un proyecto serio. De eso me sigo sintiendo culpable hasta hoy, pero no tiene arreglo.

    Hasta ahí, lo que describo es lo mismo que cuenta él, pero ahora llegamos a la discrepancia. Cuando sacó el tema del pago le dije poco más o menos que a lo que no estaba dispuesto era a hacer de puta y pagar la cama: o liberaba el proyecto, o lo pagaba.

    El uso en aquella época cuando encargaba un trabajo, no quedaba satisfecho con los resultados y decidía no publicarlo era pagar la mitad de la tarifa acordada. Para un caso como el libro de Hannahan, un arreglo así me pareció insuficiente, y en su lugar le ofrecí a Fer pagar la tarifa completa a modo de compensación por los problemas que había ocasionado y, en todo caso, retomar el proyecto en algún momento más adelante si volvía a sentirme motivado, pero sin comprometerme a dar fechas de ninguna clase.

    La alternativa era liberarlo, y regalar un proyecto tan bonito me parecía compensación más que suficiente por mi parte en caso de que él y su equipo quisieran publicarlo en otro sello. Que eligiera cuál de las dos opciones prefería.

    Fer decidió quedárselo y llamar a otras puertas. Ignoro si esa decisión la tomó solo o si la consultó con sus colaboradores. En cualquier caso, por lo que a mí respecta, era un final aceptable: el libro que llegó a mis manos no era lo que yo buscaba y era innegable que no tenía ganas de meter en él la cantidad de trabajo que requería convertirlo en algo aceptable. Para Fer, evidentemente, el arreglo resultó menos satisfactorio. Cito de nuevo:

    : He recomendado a cualquier profesional con quien me he cruzado que nunca, bajo ningunas condiciones, trabaje con Alejo. No niego que a otros les haya ido bien. Ellos recomendarán lo que sea. En mi caso, ha sido una de las dos peores editorial con las que he trabajado y sé que en este caso no es culpa de sus empleados.

    Eso, en realidad, no me parece mal que lo afirme: es un juicio de valor legítimo después de lo que le pasó conmigo. Pero que no pierda de vista que, por decisión propia, es el feliz poseedor de la propiedad intelectual de ese libro y de todo lo que no sea la autoría de los ensayos individuales, por supuesto.

    Esa es la parte que tiene tendencia a olvidar.

  24. Ojito, que Alejo se pone serio. Por seguir con la referencia a los grandes Faemino y Cansado, reyes del buen rollo: se saca el palillo de la boca y me dice, subiéndose los pantalones, «que esto va a ser calumnia y te mando a mis abogaos, ¿ein?. Que ellos ya saben lo que es lidiar con subordinaos…»

    Pero ¿no estábamos de buen rollo, hombre? Rápido se nos pasa, en cuanto queda uno en evidencia.

    Copio y pego: «Nacho, por lo demás, también tiene derecho a pedirme explicaciones sobre ese prólogo suyo que no ha visto la luz, y los suscriptores y antiguos colaboradores de la revista Gigamesh tienen derecho de pedirme explicaciones sobre los motivos de que decidiera suspender su publicación. Y, en efecto, hasta el momento no me he dignado a dar ningún tipo de explicación oficial a nadie, y eso es perfectamente reprochable. (Los motivos deberían ser obvios para cualquier con dos dedos de frente: dejó de apetecerme, y también está claro que ni siquiera me apeteció dar las explicaciones pertinentes. Pero como este no es el sitio adecuado para nada de eso, mejor no elaboro más al respecto, al menos aquí..)»

    En este párrafo afirma que

    a) Ha encargado trabajos que no ha publicado porque no le apetecía.

    b) No ha dado ninguna explicaciones a los clientes que se suscribieron a Gigamesh y le confiaron dinero, ni se lo ha devuelto, porque no le apetecía.

    Ahora, decir esto sin risas o comentarlo como cosa fea, no. Que no hay que juzgar la actividad pública de la gente. Y me manda a los abogaos, ¿ein?

    En cuanto a la explicación extensa, voy también a traducirla del alejiano al español. Léase también con voz de Faemino (por lo del buen rollo que nos ha traído Alejo, y tal):

    -Pedí que me hicieran un libro. Pero lo dejé porque daba bastante curro, y además era una cosa de gafapastas. Propuse pagarlo y meterlo en un cajón, pero por alguna razón prefirieron intentar publicarlo. Oye, se han quedado con su propio trabajo, ¿qué más querrán?

  25. ¿Me he vuelto loco yo o se está volviendo loco el mundo?

    Exclusivamente sobre el libro de ensayo de marras, sin entrar en otros temas: encargo un libro, no me siento satisfecho del resultado y me ofrezco a pagarlo, quedármelo y no publicarlo o a liberarlo para que el coordinador del proyecto se lo lleve adonde quiera. Lógicamente, en el segundo caso no pago un duro.

    Exactamente… ¿qué parte de lo que acabo de describir está mal hecha o es reprobable moralmente? Porque, lo siento, no lo pillo.

  26. 1. Con el libro de ensayos, la «cláusula» de pagar la mitad porque no me gusta el resultado no existía. Fue inventada sobre la marcha para quitarse el problema de encima. Que a alguien le satisfaga esa solución no significa que satisfaga a los autores.

    2. La razón de que, en su opinión, el trabajo fuera «penoso» aparece ahora por primera vez. La única explicacfón que recibí fue: «Ha dejado de apetecerme». Evidentemente, no estoy de acuerdo con el juicio de valor y cualquiera podrá comprobarlo dentro de poco. Por cierto, las cuestiones académicas no estaban por medio. Yo no habría sacado absolutamente nada en mi CV por ese libro. Las pajas mentales de Alejo no creo que sean un factor. Por lo que veo, no tiene ni idea de lo que se solicita en ANECA y en ACAP para que me sirva de algo. Lo hice por puro placer, porque es un proyecto que aún me entusiasma.

    3. Que la razón fuera que Cuevas y Marín no estaban también es nuevo. Tengo un escrito de Alejo dándome luz verde para incluir o apartar del proyecto a quien quisiera. Aún así, como lo recomendó, hablé con Javier Cuevas personalmente, quedé en enviarle el mail. Así lo hice, con otro a Rafael Marín. Conservo los originales de ambas y tengo una primera respuesta de Cuevas mostrándose interesado, no volvió a responder ningún mensaje mío tras pasar la fecha de entrega. Tengo todos esos mensajes guardados. Se lo comuniqué a Alejo y le pedí que, ya que estaba interesado en ellos dos y que no me respondían, se pusiera en contacto él directamente con ellos, ya que era su deseo, para que el proyecto siguiera adelante. Nunca tuve respuesta de esto por parte de Alejo, pero ahora resulta que fue un factor (que no estaba en el acuerdo), a pesar de que él tenía en su mano que entraran y, desde luego, hacer de intermediario.

    4. Reprobable moralmente es, TAMBIÉN, no responder al teléfono o a correos durante meses y que deba ser por mediación de un amigo común que se digne a declarar que el proyecto no le interesa. Actitudes adolescentes e infantiles como «es que no respondía porque lo iba dejando porque no me apetecía» se las corregimos a los alumnos de Secundaria. No me creo que ningún profesional pueda defender esta actitud ante un encargo.

    5. El compromiso era el de publicar lo que se entregara, aunque hubiera que corregirlo. «No apetecerme corregirlo» no es una excusa y, si no gusta el encargo, hay muchas maneras de enmendar el problema aparte del «No tengo ganas» de niño de cinco años que no quiere la sopa. Tengo también correos míos declarando que si no le gustaban los artículos se pedían otros y que aún estaba la posibilidad de los contactos que él pedía y que no respondían. Nah… La solución fue: «Ya no», y evidentemente tras meses y meses sin recibir respuesta.

    6. Y de ahí sale otra: mi ultimátum fue porque hacía muchos meses que estaba sin respuesta. Es decir, o me quedaba así años a la espera o le exigía liberarlo. Que lo haya liberado es una malísima solución una vez que él ha originado el problema y, sobre todo, era una manera de librarse de un incumplimiento de compromiso o de una solicitud de respuesta o, como es EL PRINCIPAL HILO CONDUCTOR AQUÍ, de no currar. El tío considera que puede tirarse años con sus hobbies teniendo a la gente esperando para cuando le apetezca ponerse a trabajar.

    7. ¿Le has explicado a Capanna lo que has escrito aquí? Quizás le apetezca saberlo. Lo digo porque fue un texto que me pasaste tú.

    8. Los derechos intelectuales de los artículos son de los autores y pueden moverlos como les venga en gana y publicarlos como quieran. No necesitamos tu permiso, chaval, para publicarlos. ¿Tienes un compromiso nuestro contigo? ¿Has pagado algo por esos textos? Nosotros sí tenemos uno tuyo; tú no tienes uno nuestro. Anda, pregunta a tus abogados…

    9. ¿Que ya había quedado todo claro, Alejo? La única vez que conseguí hablar en serio, cara a cara, contigo fue en una discoteca tras mi presión, visiblemente enfadado, y con tu sonrisa de hastío y diciéndome: «Es lo que hay, tienes toda la razón, Fer, es que soy así. ¿Nos tomamos una copa…?». Ahora resulta que no se atrevía a decirme a la cara que no le gustaba. ¿Tanto impongo? ¿Tan poco profesional se puede llegar a ser?

    Es decir, se ha inventado cláusulas sobre la marcha para romper un compromiso, no hace nada por salvar un proyecto que encarga, no responde a mails ni llamadas durante meses, da explicaciones por primera vez, es forzado a responder y «libera» un trabajo QUE NO ES SUYO solo tras la presión y porque sabe (y ha reconocido aquí) QUE SU ACTITUD ERA REPROBABLE. ¿Es suficiente?

    Respecto al entorno de Xatafi… Había tres: Julián (le ha gustado), Alberto García-Teresa y Eduardo Vaquerizo (que explicaron que si no gustaban sus texto lo retoraban sin problemas). No entraron por ser de Xatafi, sino que estoy con ellos en Xatafi porque me gusta lo que hacen. Hay otras personas de Xatafi que no estaban allí porque no me parecían adecuados. ¿Por ser de Xatafi no pueden entrar? Y, desde luego, contacté con más personas de fuera de Xatafi, como suelo hacer para cualquier proyecto, algunos de ellos solicitados por él.

    En caunto a tus juicios de valor, Alejo, sobre lo que es bueno, tus sentencias… Valen lo que valen: muy poco, en mi opinión. Por eso, aunque te dé las gracias por tus palabras sobre mi texto, creo que dicho texto debe de ser una mierda cuando a ti te ha gustado. En mi opinión, el artículo de Alberto estaba bastante bien (y eso que accedí a quitarlo) y el de Edu me parece de lo mejor que ha escrito. Es muy sucio decir ahora que no ha seguido el proyecto por los artículos de Xatafi cuando uno le gustó y otros se podían cambiar. Y, sobre todo acusar veladamente de amiguismo cuando se afirma que no le gusta que no hayan entrado dos amigos suyos. Hace falta tener cara, de verdad…

    Cumplí todo lo encargado, hice cuanto estuvo en mi mano (incluso más) para que el proyecto saliera y lo sigo haciendo años después, cuando parece que por fin se publicará. Alejo no hizo NADA tras la entrega, ni lo moralmente responsable ni lo profesionalmente acordado. Y él lo reconoce en su texto.

    Y, por cierto, muchos de los profesionales a los que he recomendado no trabajar con él son escritores que me han explicado que ya sabían cómo era y que nunca han tenido ningún deseo de ello porque conocen su ENORME informalidad.

    Informalidad que, por cierto, es uno de los centros del artículo de Nacho y que tiene/tenemos todo el derecho del mundo a denunciar públicamente.

  27. Hola. Casi nunca participo (aunque miro la página diariamente por la calidad de sus reseñas, artículos, ….) y soy consciente de que me meto donde no me llaman, pero … ¿qué es esto? ¿un juicio popular?

    ¿Se supone que los lectores habituales de esta página debemos dar ahora nuestro veredicto, o esperamos a tener todas las pruebas y testimonios?

    Cuando baje la «audiencia» de esta reflexión, ¿cuál será la siguiente? ¿algún ataque contra otro editor o escritor para ver si también pica y entra al trapo?

    Yo pensé que esto era una web de buenas reseñas, reflexiones, novedades, recomendaciones, … sobre el tipo de literatura que nos gusta leer; pero si se va a convertir en un «Sálvame deluxe» de esos, donde las reflexiones consisten en ataques personales, para que empiecen las broncas sobre asuntos particulares … un servidor se buscará otras páginas.

  28. Por cierto, el hecho de que hubiera autores pidiendo respuesta me parece completamente legítimo.

    Por cierto, me encuentro ahora revisando correos que el artículo de Julián también lo había pedido el propio Alejo. Es decir, solo incluí a dos de Xatafi quienes, por cierto, pese a la opinión de Alejo, creo que cuentan con bastante buena fama como autores. Vaquerizo incluso, creo, ha ganado algún premio, ¿no?

    Cito, de paso, textos de un mail de Alejo:

    «Pero hay otros dos candidatos que me parecen obvios que no entiendo por qué no los ha tenido nadie en cuenta hasta ahora. El primero es Javi Cuevas, que cuando se pone escribe de puta madre y es más divertido que nadie; lo de Hannahan parece a medida para él, y seguro que se muestra receptivo. ¿Por qué no tantearlo? Y tres cuartos de lo mismo para Rafa Marín: seguro que se le ocurre una ida de olla mayúscula y mete algo relacionado con el cómic de forma graciosa.»

    ¿Resultó luego ser una conditio sine quanum? (Perdón por el latinajo. Es que soy un gafapasta.)

    La cita más interesante del correo:

    «Pero, en última instancia, mejor que te hagas cargo tú y hagas y deshagas a tu gusto, que si tiene que depender de mí, no avanzaría. Y el tema era darle un mínimo de confianza al personal de que el libro saliera adelante, ¿no? Pues eso. :)

    Respecto al tema económico, vamos a poner una tarifa de 3 céntimos por palabra para los artículos, y 1 céntimo por palabra para ti por la coordinación y corrección, si estás de acuerdo. Sé que no es ninguna bicoca, pero no creo que la cosa dé para más. Esocorrespondería a la primera edición. A partir de la segunda, si la hubiera o hubiese y esas cosas, ponemos un 10% en concepto de royalties, a repartir en la misma proporción: 75% para los autores, y 25% para ti.»

    ¿Es esto un acuerdo?

    ¿Se ha incumplido?

  29. Una puntualización: estoy viejo y no recuerdo nada del tema, y en todo caso no he leído la novela ni al autor.

  30. Te envié un mensaje. Como no tuve respuesta, se lo comenté a Alejo por si me había pasado mal tu dirección o por si era mejor que lo hablara él. Veo que se confirma que no hizo nada por el asunto y que, como justificación suya, es terrible e hipócrita. Si tienes interés, puedo reenviarte mi mensaje, porque lo tengo guardado.

    Lamento las molestias, de verdad, pero ha sido Alejo quien ha sacado tu nombre. Yo solo he dado las explicaciones oportunas.

  31. No tienes nada de sentido del humor, Fernando. ¿No ves que perder horas de trabajo por seguirle el juego a Alejo es una cosa para reírse y ya está?

    Además, nos va a organizar un viaje a Londres, o a Zagreb. En 2012 o en 2014. A una Eurocon o una Worldcon. Bueno, si se hace la Worldcon. O algo. ¿No es chachi piruli, no como tú, que estás de tan malos humos?

    Sin olvidar que igual «te manda al abogao». Lo que tú haces al explicar la forma en que trabaja podría tal vez, apurando, podría calificarse como acoso laboral… Y «el abogao» estará ya documentado en el tema, seguro.

  32. Una cosa más. Hablo de «liberar» en un sentido meramente ético en cuanto a comentarle que el proyecto se iba a otro sitio. Por cierto, todos los autores estuvieron de acuerdo conmigo, acuerdo certificado por mensajes de correo electronico que conservo.

  33. Desde aquí este foro parece un pelea de egos.
    El fandom tiene algo de secta. Y el mercado, por el contrario, es abierto y no entiende de principios inamovibles. En mi recorrido por las editoriales -a donde por cierto no he llegado a ninguna parte- me he sentido mejor tratado por las grandes que por las pequeñas. Al final he decidido lo siguiente: que lo importante es que te lean. El epub va a entrar en el mundo editorial como el mp3 entró en la industria discográfica. Así pues, ¿por qué no contribuir a la nube? Quizá el futuro para los aficionados esté en las descargas directas y en el boca a boca.
    He decidido colgar mi obra en la web:

    http://josepmartinbrown.blogspot.com/2011/03/ebook-gratis-de-josep-martin-brown.html

    Y renunciar al via crucis de las editoriales.
    Me resulta mucho más placentero consultar las descargas de mis novelas cómodamente sentado en mi casa. En la Hispacon pasé frío… Y al parecer hoy en día no solo no te pagan por publicar sino que encima tienes que hacer tú mismo la promoción. Así que desde mi casa sueño con 50000 descargas. Y mientras me olvido de conquistar colinas.
    Si me queréis leer, bajaos mis novelas que son gratis.
    Que Alejo se haga rico con R.R. Martin. Ole por él.
    Que los que tienen problemas le echen la culpa a los catalanes, como siempre.
    A mí me divierte contemplar las pequeñas miserias de los demás. Me hacen sentir menos desgaciado. Pero por Dios… Algunos deberías poner vuestras palabras en la boca de otros y observar el resultado del experimento… Seguro que descubrís que son muy poquita cosa. Y que están cargadas de envidia y rencor.

  34. «¿Se supone que los lectores habituales de esta página debemos dar ahora nuestro veredicto, o esperamos a tener todas las pruebas y testimonios?

    Cuando baje la “audiencia” de esta reflexión, ¿cuál será la siguiente? ¿algún ataque contra otro editor o escritor para ver si también pica y entra al trapo?

    Yo pensé que esto era una web de buenas reseñas, reflexiones, novedades, recomendaciones, … sobre el tipo de literatura que nos gusta leer; pero si se va a convertir en un “Sálvame deluxe” de esos, donde las reflexiones consisten en ataques personales, para que empiecen las broncas sobre asuntos particulares … un servidor se buscará otras páginas.»

    Esto es, simplemente, una reflexión sobre la forma de actuación de ciertas editoriales. El artículo de cabecera, me refiero, los comentarios van por otro camino distinto. Si te dijeran que el Banco Santander no paga las comisiones que les promete a sus clientes, ¿no te gustaría saberlo para no meter dinero en el Banco Santander? No sé a ti, pero a mí sí me interesa saber que el dinero que gasto va a empresas que se lo merecen, porque actúan como deben. Es más, prefiero dárselo a esas aunque me prive de ciertas ventajas.

  35. Bueno, bueno, vamos al lío.

    Yo ya he dado mis explicaciones y ahí quedan para quien le pueda interesa. Me repaso ahora lo nuevo con calma y vemos, pero aviso que no es mi intención alargar este parto más de lo necesario.

    Julián esquiva el bulto, decide no contestar a una pregunta directa con una respuesta clara y sigue amparándose en la ambigüedad y las alusiones. En cualquier caso, de hablar de «encargar trabajos y no pagarlos por capricho», pasa ahora a «ha encargado trabajos que no ha publicado porque no le apetecía». Pues oye, mira, me conformo con eso, sí. Y también tengo que decir que una de las razones (no la única, ojo) de que no me apeteciera (racionalizando la situación desde el presente) tiene nombre y apellidos: Julián Díez. (Sí, sólo he puesto un apellido, pero es lo que tienen las frases hechas.) Con todos sus méritos como analista y persona resolutiva donde las haya, tiene una forma de hacer las cosas que me incomoda profundamente. Bueno, a mí, y a mucha más gente, pero no voy a ahondar en eso: hay muestras sobradas de su actitud en este hilo para quien quiera verlas. Y que nadie me malinterprete: que eso pueda haber trabajado no me exime de nada; yo sabía perfectamente de qué pié calzaba Julián.

    Paso al texto de Fer:

    1. No he hablado de ninguna cláusula en ningún momento, no me tergiverses. La situación en la que nos vimos abocados no estaba contemplada en nuestro arreglo.

    2. Cierto, preferí no dar explicaciones en su momento. Puesto que tenía intención de corregir los textos, las correcciones concretas lo habrían puesto de manifiesto.

    3. Que no estuvieran ni Javi ni Rafa no lo he esgrimido como razón de nada. Solo lo comento como parte del retrato de mi insatisfacción.

    4. Cierto. Y me declaro culpable. A veces soy así de impresentable, lo sé. Y no leas ironía donde no la hay: es uno de mis múltiples defectos.

    5. Cierto también, y ya me he declarado culpable de eso también. ¿Alguna ventaja en hacer incapié?

    6. Más de lo mismo. Si te consuela, ya no se me pilla en falso tan fácilmente: en lugar de eso, ahora tengo cierta tendencia a dedicarme a mis hobbies sin adquirir compromisos que pueda incumplir.

    7. No, y cuando se tercie le explicaré lo que le tenga que explicar. Su texto era un poco de compromiso, y dudo que lo ocurrido represente un problema para él.

    8. Para publicar los artículos, no. Para publicar el libro tal como lo concebí yo, sí.

    9. Y lo repito: tienes motivos para estar cabreado conmigo. Por lo demás, no es que no tuviera valor de decirte a la cara lo que pensaba, sino que no tenía nada claro por qué estaba bloqueado.

    A continuación resumes:

    : Es decir, se ha inventado cláusulas sobre la marcha para romper un compromiso, no hace nada por salvar un proyecto que encarga, no responde a mails ni llamadas durante meses, da explicaciones por primera vez, es forzado a responder y “libera” un trabajo QUE NO ES SUYO solo tras la presión y porque sabe (y ha reconocido aquí) QUE SU ACTITUD ERA REPROBABLE. ¿Es suficiente?

    Insistes justo las dos cosas en las que no estoy de acuerdo: que me inventara claúsulas y que yo no tuviera ningún derecho sobre un libro cuya concepción era enteramente idea mía. Al César lo que es del César.

    Los textos de García-Teresa y de Edu Vaquerizo, con toda la simpatía que me puedan inspirar como personas, sobre todo en el caso de Edu, que es a quien he tratado más, son sencillamente deplorables. Que tú insistas en que te gusta lo que hacen y seas incapaz de ver que tu ensayo, o el de Julián, son muchísimo mejores es a lo que me refería: cuando hay amistad por medio, la objetividad se pierde con demasiada facilidad. A mí también me pasa, constantemente, y puede decirte que en algún caso la broma me ha supuesto verdaderos dinerales.

    Respecto al valor que puedan tener o dejar de tener mis juicios de valor, es ridículo que, a estas alturas, tenga que ser yo quien lo diga: como crítico, soy muy bueno e incisivo. Parece mentira que, una y otra vez, cuando se habla de la calidad de la revista, sobre todo en su última etapa, se me nieguen todos los méritos y se me carguen todos los mochuelos. Si la revista Gigamesh no parecía española era gracias a mí, no a pesar de mí, gracias.

    Por lo demás, puedes seguir dando vueltas a lo mismo una y otra vez. Yo te seguiré pidiendo disculpas, seguiré interesado en compartir cervezas contigo a ver si así conseguimos quemar acritudes y, probablemente, seguiré pecando de irresponsable hasta los restos. Lo de seguir aireando en público nuestras desavenencias no me parece tan buena idea.

  36. Hum… Vamos a intentar concretar, que esto se alarga, y yo creo que las posiciones van estando claras. Pero, para resumir:

    ¿Cuál es la pregunta que debo responderte, Alejo? Es que me he perdido.

    ¿Qué tiene que ver mi actitud o no para publicar un libro que has encargado a otra persona? Lo encuentro raro, la verdad. Bastaría con decirle «no saques lo de Julián aunque me gusta, pero es que el tipo es un borde» y ya está, ¿no?

    ¿Tienes pensado devolver la pasta a los suscriptores y todo eso? Yo lo aplaudiría si se da el caso, de veras. Bueno, si es que te apetece hacerlo, por supuesto, no vaya a ser que no te apetezca, y eso jamás.

    El resto veo que está bastante claro a estas alturas y es tontería darle vueltas.

  37. Y para Josep Martín Brown: se dice «distopía», no «distropía». De nada. Pero encontrar eso nada más entrar en tu blog, la verdad, desmotiva.

    Por lo demás, no sé qué tiene que ver lo de que Alejo sea catalán -como mi mujer, por cierto, por parte materna-. A ver donde se ha hecho una acusación de ese tipo. ¿O sólo se pretendía llamar la atención sobre la distropía y demás textos? Si es así, enhorabuena, objetivo cumplido: ya te he dado una visita.

  38. @Joserra: No es eso tampoco. No tienen la costumbre de dedicarse a destripar a nadie de esta forma. Ocurre que yo llevaba mucho tiempo sin dar señales de vida y había habituales de este foro con motivos más que sobrados para estar molestos conmigo. Lo que ha pasado, por mucho que se hayan podido perder las formas, no es parte de ninguna campaña para ganar audiencia, y es improbable que se repita. Puedes estar tranquilo en ese aspecto y seguir disfrutando de las reseñas y recomendaciones.

  39. Yo contestaba a otro, Alejo. Es a Roberto a quien te diriges. De hecho soy de los que hacen reseñas y recomendaciones.

  40. Por cierto, esto va tan deprisa que de verdad que me vuelvo turulato, mirándolo a la vez que escribo una cosa para el curro…

    A ver si me aclaro: Alejo me encargó personalmente un artículo para un libro, le gustó, y luego no sacó el libro sobre todo porque había un artículo mío.

    ¿Es la repanocha o sólo me lo parece a mí?

  41. Chicos, mil gracias. Me retrotraéis a los tiempos gloriosos del fandom, esos que Juanma Santiago retrataba en «Mentidero»; esas guerras fandomíticas a las que, ay, llegué tarde. De nuevo: gracias.

    @Julián: Si eso, ¿te puedes pasar mi blog y ver si tengo alguna falta de ortografía? Nunca se sabe :).

  42. [Mientras, Risingson intenta hacer negocio]

    ¡lenguas de alondra! ¡sesos de jabalí! ‘pezones de loba! ¡orejas de jaguar!

  43. Gracias, Alejo. Reconoces públicamente que has pasado de todo. Validas prácticamente todos mis argumentos.

    Tengo ya públicamente todos los datos por si algún día quiero hay una denuncia por medio, añadiendo ahora que has incumplido un compromiso porque te caía mal una persona. Una persona que, por cierto, parece que no hizo nada por que fuera célebre la revista que dirigía, puesto que tú eres un gran crítico y el responsable de todo.

    Un libro con esos textos (no tu libro) va a salir publicado porque ya hay editorial. Sin tu permiso. Si crees que tienes derecho sobre ese libro que saldrá… Lo tienes fácil. Te desafío a denunciarme para demostrar lo que planteas. Lo tienes perdido.

    Respecto a quienes defienden a ultranza a Alejo, aquí tienen su declaración de principios y procedimientos, con reconocimiento de culpa y absoluta despreocupación por sus responsabilidades.

    Respecto a quienes se burlan de algo tan serio como el trabajo de varias personas o quien opina que esto no debe airearse en público porque se trata solo de una pelea de egos o grupales, opino que son muestras de lo que da mal nombre al fándom, tras reconocer Alejo prácticamente todo lo imputado.

    Invito a quienes también tienen asuntos pendientes con él a que los aireen. Como afirma Joserra, los profesionales tienen derecho a conocer los riesgos que se corren trabajando con este tipo de personas. Sé que a algunos les gusta hacer que todos se lleven bien… Que no se digan las cosas porque os estáis alteraaandooo… Es de puta madre: alguien no cumple lo acordado, lo reconoce públicamente y la mayoría calla, bromea o se mete con los afectados. De puta madre.

  44. Por cierto, a quienes le defendéis: su respuesta al artículo de Nacho podéis encontrarla en la respuesta al punto número 6.

    Roberto: ¿cómo denunciar algo si no es en los foros? No lamento haber perturbado tu remanso de paz de reseñas e indiferencia hacia los problemas relacionados con los libros que disfrutas y que, por parte de Gigamesh, cada vez disfrutarás menos.

  45. Del magnífico resumen que representa este hilo sobre lo que es y ha sido el fandom y el mundillo editorial durante años me ha encantado especialmente un detalle, el del tipo que aprovecha para meter su cuñita en medio y promocionar su libro sin venir a cuento. Coño, como que me he puesto a aplaudir y todo.
    Por lo demás, una vez leídos los mensajes y analizado argumentos, es evidente que todo lo escrito por Ignacio Illarregui en su artículo es correcto. Una auténtica lástima para los que leemos ciencia ficción.

  46. Anónimo lector poseedor de una tiendecita de fantasía y ci-fi en la meseta castellana suelta sus 2 cents, y sale pitando, que sabe que ni se le ha llamado ni tiene velas en este entierro.

    Lo mejor de nuestro trabajo: El fandom. Un grupo de gente, amigos, conocidos, coleccionistas, «frikis», gafapastas, rarunos, excéntricos, y un largo etcétera que llevan siempre su amor por este mundillo «one extra mile».

    Nos motivan, nos zarandean, nos exigen y nos excitan para que nos embarquemos en las apuestas más arriesgadas («¿De veras que no has leido el cómic este que te digo? Macho, tienes que traerlo, es un autor ruso, publicado en Alemania. La mejor historia de zombis en el imperio romano que hayas leido. si la traes, ue sepas que yo y este te la compramos»).
    Si no fuera por ellos, hace tiempo que nos habríamos vuelto unos vende-harrypotter de pacotilla.

    Lo peor de nuestro trabajo: El fandom. Un grupo de gente, amigos, conocidos, coleccionistas, «frikis», gafapastas, rarunos, excéntricos, y un largo etcétera que llevan siempre su amor por este mundillo «one extra mile».

    Entienden de editoriales, compras, distribuidoras, pedidos, reposiciones, aduanas, divisas, devoluciones, maquetaciones, copyrights. Exigen, amenazan, opinan y se cabrean, de aspectos de nuestro negocio que son internos, y muchas veces privados.
    Si fuera sólo por ellos, hace tiempo que nos habríamos transformado en una juguetería Poly, o en una tienduna Games Workshop.

    Ah, bendita bipolaridad….

  47. Todo aquel que piense que un problema laboral es privado… Que lo piense cuando pague una suscripción y no le paguen, cuando se queje de la falta de profesionalidad de las personas con quienes trabaja, cuando le falten a un compromiso, cuando tenga malas ediciones de libros, cuando una distribuidora no se responsabilice de sus cagadas, cuando un cliente le robe, cuando se queje de que el país/la sociedad/el mundo va como va por cómo es la gente…

    Quien no denuncia y quien calla o exige silencio ante la denuncia es responsable en parte. La denuncia pública no es solo un derecho, sino a veces la única arma contra este tipo de cosas. Por lo pronto, he conseguido un reconocimiento público de culpabilidad. ¿Ha valido la pena? Por supuesto.

    ¿Es pequeño ante la crisis económica, el hambre de África o el calentamiento del planeta? Es la parte que nos toca y si todos denuncian la parte que les toca la cosa cambia respecto a gente como Alejo Cuervo las cosas irían bastante mejor. He hecho poública mi queja al hilo de una justísima denuncia de Ignacio Ilarregui a la que tiene derecho.

    Pablo Guera, espero que estés en casos parecidos y te lo comas solito. Y, por cierto… Los que aquí estamos participando entendemos bastante, bastante sobre el negocio editorial. Si no te gusta… Ahí tienes la puerta. Crúzala solito.

  48. Yo creo que lo que hace falta en este hilo, a estas alturas, es más gente posteando con el rollo ese de «hey, menudo espectáculo, me he traído palomitas», que en realidad quiere decir «hay que ver cómo es el fandom, que un tipo no cumple y otros se quejan, pero yo por suerte estoy por encima de discusiones así porque soy una persona de mundo. Como muestra, lea mi blog en este link, lea, que me viene bien la cantidad de público que debe haber mirando esto».

    O cuatro o cinco más conciliadores, del tipo «la razón no la tenéis ni unos ni otros, sino en un punto intermedio». Escrita por alguien que seguramente está en el punto intermedio entre quien no cumple y los burlados; alguien que no cumplirá pero poquito, o bien le han hecho la puñeta, pero poquito. Como un término medio, vaya. No sea que alguien se enfade con él.

    Sin olvidar la entrada en tromba de los dos o tres amigos habituales del que ha hecho la puñeta, en plan «yo no tengo nada que ver con esto, soy un tipo totalmente independiente, que conste, pero quien se meta con Alejo es no sólo porque es catalán, sino por envidia y tal y cual…».

    Con unas respuestas más en esta línea sí, en efecto, esto será algo así como un perfecto resumen de las broncas del fandom a lo largo de la historia: tipos cometiendo desmanes pero manteniendo pose chulesca, tipos sufriendo desmanes cada vez más desquiciados por tener que aguantar un trato semejante, y un público asustado como colegialas de que oh, haya peleas que enturbien nuestra afición.

    Incluso tiene la conclusión habitual: todo es culpa mía, porque soy requetemalísimo. No sé en qué consiste exactamente mi maldad -ya pasó el periodo en el que me preocupaba al respecto-. Supongo que todo sería más fácil si me expresara peor y resultara por tanto menos agresivo, o si hiciera la pelota en vez de decir lo que pienso. Y santas pascuas.

  49. Mira que mi lado listo de la cabeza me decia que no me metiera…

    @Fernando: Intentaba desdramatizar una conversación que, personalmente, opino que debería ser privada, y que seguida por internet es bastante bochornosa, en mi opinión.

    Por que cualquiera puede opinar sobre lo que aparece en la red. Por ejemplo, que cuando el material (producido y humano) es de primera, nunca suele haber problemas, todo va como la seda. El productor sabe que es bueno, el editor lo quiere por que es bueno. Con una caña y un par de reuniones se solventa todo.

    O que un tipo que mete el hambre en Africa cual gacetillero del Sálvame aplausofacilista, chulea de pro de editoriales (?¿??¿), y luego le desea una mala experiencia profesional a un perfecto desconocido, merece poca atención por mi parte. Ale, anotame en tu libreta negra de agravios, campeón. Aprendí a ignorar a los chulitos de internet allá por el año 98.

    @Julián : Entiendo lo que dices, pero no dejas una esquina sin cubrir, colega… En realidad, a base de dialéctica, es verdad que poco se va a conseguir. Como dije, sólo pasaba a decir lo que he posteado, ni más ni menos. Al leer todo el hilo, me vino a la cabeza lo que escribí.
    Supongo que el problema es antiguo y complejo y yo no soy quién para irme a un bando o a otro, pero postear una opinión (un auténtico «casual comment») y que me flamee el post siguiente como lo ha hecho, es de traca. O eso pienso yo. Me piro, a la noche por si alusiones, os leo. Saludos, Pablo.

  50. ¿Ya?, ¿no hay más? Vaya, con lo que me estaba divirtiendo…

    En fin, rescatando una de las conclusiones del artículo: ¿es posible asumir que, si Gigamesh publica un libro al año, el de 2012 será Danza de dragones?

    Y, por otra parte, casi estoy deseando que salga el libro de ensayos sobre otro libro que ni he leído ni me atrae para evaluar qué artículos son buenos o malos. Podríamos ir preparando un Doodle…

  51. Pablo, no era personal, ni siquiera había leído aún tu comentario cuando había empezado a redactar a trompicones el mío, por eso ha parecido un flame tan rápido. Sólo es comentar que, como decían los cylones en Battlestar Galáctica, todo esto ha ocurrido y volverá a ocurrir.

  52. ¿Guerras fandomíticas?, no. En este artículo de Nacho Illarregui y los consiguientes comentarios lo que se denuncia públicamente con datos objetivos, probados y reales que una empresa incumple sus compromisos con sus clientes (suscriptores) y con los profesionales que colaboran en ciertos proyectos con la misma. Y el responsable de esa empresa, asume dichos incumplimientos y la excusa que esgrime para no cumplirlos es falta de apetencia.
    Agradezco que esta información salga a la luz, como cuando sale a la luz que Telefónica va a repartir magros beneficios entre sus altos ejecutivos a la vez que va a despedir a un 20% de la plantilla.
    Quienes tienen un mínimo de conciencia social agradecemos estas denuncias sociales públicas, con datos reales, y contrastables (no rumores e insultos que eso sí sería un Salvame Deluxe antes citaba alguien).
    Y no se debe ser tibio frente a las empresas por grandes o pequeñas que sean que menosprecian a sus clientes y a sus trabajadores y/o colaboradores, hay que ser absolutamente intolerantes, y denunciarlo públicamente. Y este derecho, hoy por hoy nadie puede quitárnoslo como consumidores, como profesionales, como ciudadanos. Si alguien quiere menoscabar sus propios derechos, allá él.
    Gracias a Nacho Illarregui, a Julián Díez y a Fernando Angel Moreno por denunciar estas prácticas de la empresa GIGAMESH FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN, S.L. cuyo propietario es Alejo Cuervo.

  53. «No lamento haber perturbado tu remanso de paz de reseñas e indiferencia hacia los problemas relacionados con los libros que disfrutas y que, por parte de Gigamesh, cada vez disfrutarás menos.»

    Te equivocas. Mi indiferencia es hacia tus problemas personales o profesionales con Alejo Cuervo, que hoy por hoy no me interesan demasiado, la verdad (y los extractos de correos privados menos aún). Ya que, por lo que he podido entender, el problema en cuestión se refiere a un libro que aún no ha sido editado, con lo que difícilmente lo habré podido disfrutar. Otra cosa sería que se demostraran aquí ilegalidades del tipo a las que cometió en su día Pulp Ediciones en sus ediciones, entonces sí que tomaría buena (mejor dicho, mala) nota sobre la editorial para no darles más ni dinero.

    Y no hace falta que lamentes nada, nadie me ha obligado a leer nada, para otra vez con saltarme estas trifulcas y no opinar sobre ellas arreglado (ya sabía yo que me metía donde no me llamaban, error mío). Por suerte ya he podido disfrutar de la reseña de Alfonso Merelo sobre el libro de Rodolfo Martínez…. veo que la página no se queda en esto.

  54. Roberto, respecto a lo de ilegalidades, te remito al siguiente comentario de Alejo Cuervo, por el que ya le he dicho que ha reconocido públicamente haberse apropiado de dinero ajeno:
    «Nacho, por lo demás, también tiene derecho a pedirme explicaciones sobre ese prólogo suyo que no ha visto la luz, y los suscriptores y antiguos colaboradores de la revista Gigamesh tienen derecho de pedirme explicaciones sobre los motivos de que decidiera suspender su publicación. Y, en efecto, hasta el momento no me he dignado a dar ningún tipo de explicación oficial a nadie, y eso es perfectamente reprochable. (Los motivos deberían ser obvios para cualquier con dos dedos de frente: dejó de apetecerme, y también está claro que ni siquiera me apeteció dar las explicaciones pertinentes. Pero como este no es el sitio adecuado para nada de eso, mejor no elaboro más al respecto, al menos aquí..)»
    Es decir, dicho por él mismo, canceló la revista sin dar explicaciones y no devolvió el dinero a los suscriptores sin darles ninguna explicación. A mí eso legal no me parece, aunque lo devuelva ahora mismo. Por muy poca cantidad que sea, que me da igual, y por mucha promesa de devolución que haya prometido hacer. Nadie le concedió un préstamo a 0% de interés, que yo sepa. Y no se ha comentado, pero Ted Chiang no vendió algunos derechos de sus relatos a la revista Gigamesh, se los pagaron una vez publicados. Esto lo dijo él mismo en una presentación en Madrid.
    Respecto a las reseñas y lo demás, sí, seguirán saliendo. Un contenido nuevo cada día de diario excepto festivos. Es decir, jueves y viernes santo no habrá, por ejemplo.

  55. Y poniéndome un poco «moderatorial», agradecería que se rebajara un poco el tono de los ataques personales. No soy partidario de la censura para nada, así que un poco más de mesura y tratar de no dejarse llevar por la bilis me ayudaría bastante a no cerrar los comentarios un tiempo, que creo que se están empezando a ir de las manos, si no se han ido hace ya un tiempo.

  56. «…no devolvió el dinero a los suscriptores sin darles ninguna explicación»

    «Ted Chiang no vendió algunos derechos de sus relatos a la revista Gigamesh, se los pagaron una vez publicados.»

    Si es así, ante esto sí que me retracto y te doy la razón. Estas cosas sí que se deben saber por los aficionados.

    Gracias por tus respuestas Joserra, seguiremos leyendo la página con interés, y en jueves y viernes Santo nos veremos unas procesiones … :-)

  57. En realidad, Ted Chiang no dijo nada de lo que comenta Joserra.

    Se limitó a asentir, poner sonrisa de circunstancias y decir que no sabía nada de la mitad de lo que estaba contando Julián Díez.

    Toda la «anécdota» salió de boca de Julián Díez, que era editor de Gigamesh en la época en la que sucedió.

    No estoy acusando a nadie de nada, ni tachando a nadie de mentiroso, malmetedor, interesado o cualquier otra cosa. No entro a juzgar lo que pasó hace años. Solo aclaro que el autor no emitió queja alguna.

    ¿Es suficiente está aclaración para que no se me eche encima ningún ejército de abogados?

  58. Fer:

    : Tengo ya públicamente todos los datos por si algún día quiero hay una denuncia por medio, añadiendo ahora que has incumplido un compromiso porque te caía mal una persona. Una persona que, por cierto, parece que no hizo nada por que fuera célebre la revista que dirigía, puesto que tú eres un gran crítico y el responsable de todo.

    Me tergiversas de nuevo: en todo momento he dicho que mis incumplimientos fueron única y exclusivamente responsabilidad mía. Y no he dicho en ninguna parte que Julián no haya hecho nada por la revista. Ni idea de cómo has podido llegar a semejante desatino. Lo de denunciar lo que quieras es cosa tuya, pero te recuerdo que estas cosas prescriben…

    : Un libro con esos textos (no tu libro) va a salir publicado porque ya hay editorial. Sin tu permiso. Si crees que tienes derecho sobre ese libro que saldrá… Lo tienes fácil. Te desafío a denunciarme para demostrar lo que planteas. Lo tienes perdido.

    ¡Pues claro que ya no es mi libro! Hace años que es enteramente tuyo, ¿o ahora vas a decir que no lo liberé? ¿Qué coño debería denunciar, que dices tonterías? Y oye, bien está lo que bien acaba: me alegro de que por fin hayas encontrado editor, de verdad. Y deseo sinceramente que tenga mucho éxito, que aparte de la publicidad indirecta que me pueda representar a mí, a lo mejor servía para apaciguarte un poco los ánimos, que te veo un poco alterado.

    Y ya vale: nada de lo que añadamos ninguno de los dos tiene visos de ser productivo, ni para nosotros, ni para nadie.

  59. Bueno, sí: le recuerdo a todo el mundo las condiciones bajo las que los suscriptores aceptaban suscribirse (releer el boletín de suscripciones, por favor), y también que son hereditarias. :)

  60. Por precisar. Yo comenté que decidimos publicar -y asumo mi co responsabilidad- un relato de Chiang sin tener su permiso, «La torre de Babilonia», porque no conseguimos localizarle. Así que optamos por tirar pagarle cuando diéramos con él. Fue la única ocasión en la que se hizo de esa manera en mi etapa en Gigamesh, y por eso precisamente lo destaqué como anécdota.

    Al cabo de un tiempo, Alejo me dijo que lo había arreglado personalmente en una convención.

    Chiang dijo que no sabía nada ni de que hubiera salido el cuento, ni de que luego lo hubieran arreglado en una Worldcon. Al cabo de un tiempo, se quedó pensando -el tipo es muuuuuy pausado- y dijo algo así como «me suena, pero no fue en una Worldcon».

    De hecho, Chiang tampoco recordaba que se hubiera publicado luego «El infierno es la ausencia de Dios», cosa que se hizo de manera tan escrupulosamente legal que la traducción la hizo Luis G. Prado, que tenía los derechos de la antología en que estaba incluido.

    Efectivamente, Chiang no se quejó. No me parece una historia especialmente significativa, la verdad, más que como coña para una presentación de libros.

  61. “Ted Chiang no vendió algunos derechos de sus relatos a la revista Gigamesh, se los pagaron una vez publicados.”

    Eso es una falsedad como la copa de un pino. ¿Lo dijo Julián, leo? Ah.

  62. Un par de coñas para aliviar la tensión.

    Precisamente hoy, qué casualidad… http://www.cincodias.com/articulo/sentidos/Llegan-Soprano-Tierra-Media/20110415cdscdscis_3/

    Y otra cosa. Para los nuevos, sabed que la ley de Godwin esa -la de que en toda discusión de internet al final sale Hitler. En el fandom, esto tiene su propia versión, con un personaje cuyo apellido también empieza por H.

    Pues hete aquí… ¿cuál es el libro que supersecretamente Gigamesh lleva en teoría preparando años? Ahí va mi aportación a la ley de Godwin del fandom.

  63. Ups, acabo de mirarlo y no está. En la última etapa ya no poníamos la coletilla de la resignación y esas cosas. Qué pena. Pero sí, en cualquier caso debo esa carta a los suscriptores, y en breve me pongo con ella, gracias.

  64. Jo, todo eso me pasa por escribir sin el debido reposo, pero está visto que a Julián también. Mezclamos pormenores de «La torre de Babilonia» (jo, mira que no ponerle Babel en su día, qué burros los dos) y de «El Infierno es la ausencia de Dios», que es el relato que le pagué en una convención.

    Pero, insisto, me estoy dejando arrastrar por dinámicas en las que no quería entrar desde hace años. He dicho lo que tenía que decir. Al que no le guste, que se aguante o que me denuncie si cree que tiene motivos. Por mi parte paso de seguir alimentando este tipo de ruido; si alguien tiene alguna reclamación pendiente, que me escriba un mail o un privado en facebook y lo atenderé. Los que quieran quedarse aquí entretenidos tirándose o tirándome los trastos, pues que lo disfruten. Yo me voy a los hilos en los que se comentan libros a ver si encuentro algo un poco más útil.

  65. Pero si no intervengo más, eso no significará que no me encante toda esa atención, ¿vale? :D

  66. Lo último que me apetecía en este mundo era participar en estas historias y miserias OTRA VEZ, pero, por alusiones:

    Ni siquiera recordaría en que año ocurrió exactamente de no conservar el mensaje de FA (FA de Fernando Ángel, no de los Limones del Caribe). En algún momento de la Semana Negra de 2007, sentados en una terraza con más gente y estando presentes Alejo y FA, el primero me comentó el proyecto sobre Hannahan y mi posible participación en él.

    Tal y como Alejo lo planteó, me pareció una idea divertida: supuestos textos inexistentes, citas, ensayos y mucha erudición… alrededor de una invención. La idea me pareció interesante. Tengo que decir que, instintivamente, me pareció que Alejo estaba mucho más entusiasmado que FA con mi posible participación, y tuve la sensación, en ese mismo momento, de que le estaba siendo impuesto. Sin embargo, tengo que reconocer que no le conozco demasiado, de modo que podía ser su modo de tomar las cosas. Alejo nos puso de acuerdo en un intercambio de correos electrónicos y quedamos en hablar de ello.

    El día 19 de julio de 2007 recibí un correo de FA con cinco textos adjuntos (uno de ellos el original de Lem). En él me pedía una estimación de tiempo y que mi texto no excediera las 10.000 palabras, y me comunicaba su número de móvil. No recuerdo si le respondí algo en ese momento. No tengo grabado mensaje de respuesta inmediato (él dice que sí, y yo le creo) pero supongo que no debí de ir mucho más allá de decirle que el proyecto me seguía interesando por que, la verdad, NO HUBIERA PODIDO DECIRLE MUCHO MÁS. Nadie me había vuelto a hablar del tema. Nadie me había dado unas directrices generales indispensables (creo yo) para un proyecto en conjunto.

    No sé si FA llegó a tener un contacto más frecuente y detallado con sus autores (los que él había elegido, al fin y al cabo, y recordemos que yo había sido «recomendado») pero desde luego yo no pude decirle mucho más hasta leer los textos, única forma que tenía en ese momento de situarme dentro del proyecto.

    Y la verdad es que una vez leído me sorprendí mucho. Aquello no era lo que Alejo me había propuesto como idea original, o tal vez, no era lo que yo había entendido del proyecto. Erudición sí que había, un tsunami de erudición, pero humorismo, ironía o segunda intención yo no las encontraba por ningún sitio. O me faltaban referencias o el proyecto había cambiado y yo no lo sabía.

    Y esto, más o menos, es lo que le respondí a FA un par de meses más tarde. Si el proyecto había cambiado de intención, nadie me lo había comunicado, y yo no me imaginaba escribiendo nada encajando en aquél entorno que se me había enviado.

    Veamos, tengo claro que en opinión de mucho de los presentes no tengo trayectoria, obra, estilo ni profundidad como para ser considerado en modo alguno un miembro de su elevada familia literaria. No me preocupa. En una escala donde, al parecer, un autor queda consagrado cuando se dedica a la Literatura Juvenil, prefiero quedarme aquí abajo, gracias, y no seguir ese camino triunfante que llevará algún día a los escritores de autentica qualité a los cuentos para pre-escolar.
    Sin embargo, lo que escribo y lo que aparece firmado con mi nombre, o incluyéndome, siendo poco, es todo lo que tengo, y publicar por publicar siempre me ha parecido una estupidez. De modo que antes de seguir adelante le envié un mensaje a FA preguntándole qué había ocurrido con el tono inicial del proyecto, si los planes y la orientación habían cambiado o cómo haría para encajar un texto radicalmente distinto en la estructura del libro, si yo llegaba a escribir dicho texto (y hubiera sido diferente de cojones).

    Y hasta hoy. Nunca recibí respuesta. No le doy demasiada importancia a los proyectos que se quedan a mitad de camino (mal que pese, yo también soy uno de los Muy Antiguos, y he visto mucho de eso). La verdad es que pensé que FA había tomado mi desconcierto como una negativa a continuar en el proyecto (no lo era en modo alguno) y que había aprovechado la ocasión para eliminar una imposición dentro de su idea lo que quería hacer. No me pareció mal. Hacerse el sueco es una respuesta típica del fandom de toda la vida, y todos los que aquí se la han reprochado a Alejo la han practicado alguna vez.
    Por otra parte, hay gente en el mundillo literario que tiene sacralizado su trabajo, su tiempo, sus textos y su participación de un modo un muy raro, pero no es mi caso. No sentí ninguna ofensa porque se me dejara fuera. No soy Oscar Wilde (y los demás tampoco, pero algunos aún no lo saben).

    De modo que lo dejé estar. Nunca le comenté nada a Alejo. Primero por dinámica de trabajo (saltarse al antologista e ir directamente al que paga porque le conoces me parece muy poco serio y de muy mala educación) y después porque, la verdad, no le dí ninguna importancia. Meses más tarde me llegaron algunos rumores bastante desagradables de cosas que alguien iba diciendo por ahí sobre la antología y mi supuesto comportamiento, y entonces sí que decidí olvidar el asunto completamente, porque si profundizaba en él iba a ser peor, y la vida ya da bastantes disgustos por cosas importantes.

    Hasta ahora, que alguien lo ha sacado a relucir. Yo sólo tengo copia del mensaje recibido con los textos y mi respuesta desconcertada, que por supuesto, no demuestra nada. Y esto es lo que hay.

  67. No creo que sea necesario, porque nadie está llamando mentiroso a nadie, pero creo justo señalar que mis recuerdos de esa parte de la charla con Ted Chiang coinciden con lo que ha descrito Julián.

    Yo entendí en su momento que era una simple curiosidad, ya perfectamente aclarada, y que no tenía mayor trascendencia. Creo que nadie se sintió robado, por esto quería evitar que diese esa impresión.

  68. La traducción «La torre de Babilonia» es la correcta. En inglés, el episodio bíblico se traduce como «Tower of Babel», pero el cuento se titula «Tower of Babylon».

    «Babel» es la denominación bíblica, judía, «Babilonia» la histórica. Chiang usó deliberadamente en el título la segunda. Recuerdo haber discutido el tema y llegado a esta conclusión…

    Porque lo de Alejo y yo discutiendo, ah, es una entrañable tradición…

  69. Mail de Javier Cuevas, a 20 de julio de 2007:

    «Muchas gracias, textos y mensaje recibidos.
    Me pondré a ello la semana que viene, pasados [asuntos propios que no vienen al caso] y otras cuestiones de calendario. Espero tenerlo antes de un mes, por ejemplo, aunque nunca se sabe con esto de escribir. A veces te sale todo de corrido en una tarde y otras te atascas y no hay manera. Supongo que podré hacerme una idea más exacta cuando me haya puesto en antecedentes leyendo el material que me envías.
    Seguimos en contacto, en todo caso, y ya iremos comentando.»

    Mail mío a Javier Cuevas, a 27 de agosto de 2007:

    «Estimado Javier:
    Te escribo para preguntarte cómo llevas lo que vas escribiendo sobre Hannahan. Si tienes alguna idea que comentar, me encantará saber cómo vas enfocándolo.
    Me gustaría tener todos los textos en una o dos semanas -como mucho, si fuera posible-, por todo el trabajo que hay después de cohesión.
    Tengo mucho interés, de verdad, en tu artículo y continúo a tu disposición para cualquier duda.
    Muchas gracias.
    Un saludo.
    Fernando Ángel.»

    Sin respuesta.

    Mail mío a Javier Cuevas, a 19 de septiembre de 2007:

    «Estimado Javier:
    No sé si recibiste mi anterior mensaje.
    Mira, querría tener cerrados los textos sobre Hannahan para el veinte de septiembre.
    Te agradecería que me comentaras si crees que tendrías para esas fechas.
    Muchas gracias y un saludo.
    Fernando Ángel.»

    También sin respuesta. Yo no tenía su teléfono. Él sí tenía el mío. Había enviado dos mensajes.

    Nunca recibí ese correo que me dices, Javier, así que pregunté a Alejo, que se hizo el sueco.

    Te equivocas respecto a mi interés por que entraras. Estaba encantadísimo por tu participación, aunque sea cierto que no me caigas bien como persona (no todos nos gustamos, ¿qué se le va a hacer?). Incluso el día que te lo propuse, con amigos tuyos delante, te propuse también escribir para Hélice, invitación que declinaste con una ironía. Me da a mí que si te propongo escribir en Hélice, será porque tengo interés por tus escritos. Incluso hoy estaría encantado con cualquier participación tuya en proyectos míos, teniendo en cuenta la explicación que ahora te leo.

    Si fue solo un cruce de correos que no llegaron por ambos lados, se tratará solo de un malentendido, pero desde luego aquí está la prueba de mi interés y seguimiento de un trabajo para el que yo, en mi corto entender, leo un compromiso.

    Roberto: no es mi problema privado con una persona. Es una denuncia pública por incumplimiento profesional de compromisos, en la que está implicados varios autores al hilo de un texto que denuncia. Si solo te interesan las suscripciones, es tu problema, por supuesto. Mis explicaciones vienen al hilo del artículo y de la respuesta de Alejo Cuervo.

    Pablo Guerra: en tu comentario hay velados (y no tan velados) insultos, ataques y valoraciones personales y profesionales hacia gente que tú tampoco conoces, descalificando así una queja legítima y haciéndote tú primero el listo. Eres tú quien ha puesto las reglas del juego. Mi respuesta está en ese nivel que has querido marcar.

    Alejo: te contradices todo el rato. Tus palabras no merecen ninguna confianza, no valen nada.

    ¿Alguien más va a descalificar lo que se ha demostrado (en todo el artículo de Nacho) que es cierto? ¿Alguien más quiere ignorarlo todo y quedarse en un detallito? ¿Alguien que no sea de Xatafi va a decir: «Tenéis razón para estar enfadados» aparte del propio Alejo Cuervo?

  70. Roberto: he cruzado hilos. Disculpa, por favor, por mi comentario, que no te correspondía.

    En mi opinión, la irregularidad es completamente denunciable y, cada uno a su nivel, tan publicable como lo de Pulp. Pero, en fin, en mi opinión el problema sería que esta web solo fuera sobre estas cuestiones. (O no, que también haría falta…) Por suerte, hay también reseñas.

  71. Sólo un breve apunte, derivado del hecho de que soy uno de los damnificados de la defunción o hibernación ad infinitum de «Gigamesh» (lo cual permite aventurar pistas sobre mi edad), cuyos números estoy viendo ahora mismo en la librería protegidos por una intrépida figurita articulada de Daredevil (ojo, que me operé la vista en 2000 y en consecuencia dejé de ser un gafapasta aquel año).

    Fue mi revista favorita del fandom por su estilo, calidad y hasta formato, aunque siempre me fastidió su impredecibilidad, con etapas en la que aparecía más regularmente y otras en las que parecía haberse esfumado como por encanto. Cuando desapareció del todo, lo hizo en un momento en el que a la vez se me presentaron varias circunstancias vitales que me alejaron bruscamente del mundillo y, para cuando me quise dar cuenta de que había quedado petrificada, no me quedaba ya demasiado tiempo ni ganas para llorarla. De vez en cuando la veo, ahí callada y ordenada, recordando otras épocas lejanas. Tan lejanas que imagino que la devolución del dinero hoy igual sería en pesetas.

    Creo que polémicas como la generada por el artículo de Nacho no sólo son excelentes sino más que recomendables, sobre todo en una página viva como es LP que, me parece, no se limita ni debe limitarse a ser un catálogo de reseñas. Tres motivos principales para apoyarlas:

    * Uno, histórico: si toda esta catarsis no se hubiera producido en esta página, ¿alguien la hubiera destapado alguna vez, en alguna parte? ¿Se hubiera hecho pública de alguna forma, con la opinión además de denunciante y denunciado en el mismo hilo (un regalo para cualquier historiador, que busca siempre las explicaciones de ambos bandos con independencia de quién fue el bueno y quién el malo)? ¿Y con semejante grado de detalle? ¿Y con confesiones incluidas?

    * Dos, profesional: como también se ha dicho varias veces en la discusión, nos pasamos el día quejándonos de cosas, pero mira que nos cuesta ponerlas blanco sobre negro e incluso exigir lo nuestro (a mi propia suscripción de «Gigamesh» me remito). A partir de todo lo publicado aquí, queda bastante claro cuál es el modus operandi de las personas que se han manifestado, por lo que para futuras relaciones profesionales nadie podrá llamarse a engaño ni decir: «es que yo no sabía». Me parece que hay mucha gente que todavía no sabe distinguir entre autores/editores y textos/editoriales, y se empeña en que si le gusta la obra de alguien en concreto también le tiene que caer bien quien la hizo posible (herencia fandomita).

    * Tres, definitivamente desmitificador: uno de los problemas básicos del fandom es precisamente ese carácter de aficionado que tiene, con todo lo bueno y lo malo, la bipolaridad de la que antes hablaba alguien. Por eso se muere, ya que ese «estoy aquí pero allí también» no se aguanta mucho tiempo y ahora mismo no hay relevo generacional: el patio del instituto está vacío y sólo queda un señor barriendo las hojas caídas…, parece que pueden vender el edificio a un banco. Todos los autores que surgieron del fandom y han conseguido labrarse su carrera literaria en estos años, con mayor o menor presencia, incluso en otros géneros, lo han hecho porque abandonaron el amateurismo y trataron de abrazar la profesionalidad, en editoriales que se organizan como verdadero negocio y no como hobby para el adolescente que una vez fuimos, aunque haya quien pretenda serlo eternamente.

  72. Durante un tiempo me sentí bastante culpable pensando que mi texto hubiera sido el detonante de que Alejo decidiera no publicar el libro sobre Hannahan. En su momento le ofrecía a Fernando que lo retirara si su presencia se había convertido en un casus belli (cómo mola ser gafapasta, puedes usar palabras en lenguas muertas que suenan de puta madre). Me habría dado pena, claro está, no colaborar en lo que pretendía ser un homenaje a un texto de Lem, uno de mis escritores más reverenciados, pero hubiera asumido que si el que paga el libro considera mi texto deplorable, éste no se incluyera. El mundo es como es y no me parecía bien que un libro tan interesante y unos textos tan divertidos no saliesen a la luz y tuvieran ocasión de ser leídos tan solo por que mi texto se interpusiera en medio.
    Eso solo demuestra lo acostumbrado que estaba a las miserias del fandom.
    Justo ahí comenzaron las sorpresas. Fernando le dice que no a Alejo. ¿Cómo? ¿un autor, un antologista plantando cara a un editor afamado, capaz de sacarte de la no-existencia al parnaso de los publicados? ¿Alguien que, en vez de plegarse, esgrime su criterio y reclama la libertad que se le había concedido y luego denegado? ¿Pero esto qué es?
    Aunque resulte triste confesarlo, yo algo así no lo había visto en el fandom casi nunca Fernando me enseñó en ese momento una perspectiva que yo no había sido capaz de ver, la de la persona seria y comprometida con su trabajo que reclama los acuerdos a los que se llegó y que no cede a imposiciones muy lejos de los planteamientos de un editor profesional.
    El libro no se publicó, los textos han dormido el sueño de los justos mucho tiempo. Ahora parece que al fin van salir a la luz. Aclarados gracias a este hilo muchos de los puntos oscuros de esta historia, no puedo por menos de alegrarme porque las cosas hayan salido así.
    Siempre he pensado que el fandom es como un madre protectora, que cuando empiezas a escribir te ayuda a superar inseguridades, te da un contacto con los lectores y con otros escritores que es muy enriquecedor. También sabía que esa madre protectora, cuando creces y si no te das cuenta, puede convertirse en un inconveniente. Hay mucha literatura y muchas cosas buenas que te pierdes si no sales nunca de casa de mamá. Después de leer este hilo y a tenor de algunas otras experiencias propias y ajenas, no me queda más que pensar que es aún peor, puedes llegar a tener a tu madre momificada en el armario y asesinar a las visitas de fuera con un cuchillo mientras se duchan.
    Así que, muchas gracias Fernando, pero no por publicar mi texto (el cuál, en desacuerdo con la opinión de Alejo, si creo digno de publicación) sino por enseñarme lo que es la dignidad.

  73. Dos cosas, Fernando Ángel:

    – Tu propuesta de escribir para Hélice no la recibí con ironía. La recibí con sorpresa. Por motivos que no vienen al caso, pero que eran muy evidentes a poco que uno se fijara (este hilo ya está bastante enredado y no vamos a liar otra madeja de cosas muertas, pero no tendría inconveniente en explicártelo en privado) era el último lugar del fandom, y casi del mundo, de donde yo esperaba recibir una oferta de interés por mis textos. Y los amigos que estaban delante probablemente estaban tan sorprendidos como yo, pero ellos juegan mucho peor al póker.
    En todo caso, siento haber malinterpretado tu interés.

    – Mi mensaje de desconcierto fue un poco anterior a tu mensaje de septiembre (me incomoda reproducir correo privado de y con otras personas). En cuanto a por qué no te llamé… En primer lugar, no tenia razones para pensar que el correo tuviera ningún problema. En segundo lugar, reconozco que mis prejuicios -adquiridos en el fándom de los ochenta y noventa- me dictaban que no sirve de nada preguntar cuando alguien está evitando el tema y no te está haciendo caso (de los revistas y fanzines que hoy se consideran con tanta nostalgia tengo unos recuerdos bastante diferentes, muy poco idealizados). Y en tercer lugar, por deformación profesional, mi concepto de los proyectos es que es el coordinador el que debe buscarte a tí y no tú a él. Y en todo caso, Alejo (que al fin y al cabo, era quien me había metido en el ajo) tenía mi teléfono, y hubiera sido fácil pedírselo (lo último que podía yo imaginar en ese momento es que las personas que habían llegado juntas a hablarme del proyecto no se llevaban bien).

    Y repito, no tiene tanta importancia. De hecho, no había comentado esto con nadie, incluído el propio Alejo, hasta hoy. Y de no haber entendido en la alusión de este hilo que se me estaba describiendo como alguien poco serio y con quien no se podía contar, no hubiera vuelto a hablar del asunto, y tampoco creo que merezca la pena seguir haciéndolo.

  74. Fer

    : ¿Alguien que no sea de Xatafi va a decir: “Tenéis razón para estar enfadados” aparte del propio Alejo Cuervo?

    El lo que tiene ser un Villano Carismático: hago cosas terribles como cambiarle el nombre a los dinosaurios o reconocer mis defectos. Hay gente me adora por ello, nunca he acabado de entenderlo, pero es que vivimos en una sociedad que tiene los valores trastocados. :)

    Como diría un tipo brillante que conocí (y con quien debería retomar contacto: nota mental): «Es lo que yo le digo a mi querido amigo, padre de Luis Miguel: Hay que allanarles el camino a esta juventud herida por el egoísmo y el desengaño para que puedan buscar en sus propias reservas espirituales acervos de abnegada austeridad». (En boca del Buitre Buitaker, cito de memoria, en su guarida del monumento a Colón, de Barcelona.)

  75. (Hala, y con dos errores de concordancia, qué bruto. Queden como ejercicio para los interesados.)

  76. Javier: «no tenia razones para pensar que el correo tuviera ningún problema» es la misma explicación que asumí yo. Y, evidentemente, no pido teléfonos de otras personas sin el permiso de estas. Sobre todo, cuando tengo la facilísima vía de pedirle a tu amigo, quien ha encargado el trabajo y se ha interesado por que estés, que se ponga en contacto para resolver la situación. Siempre se vuelve una y otra vez a la incompetencia e irresponsabilidad de Alejo

    Como he dicho, jamás me llegó ese correo, que me encantaría que me reenviaras, auque fuera privadamente, por no dejar cabos sueltos en este asunto. Por cierto, ¿por qué no tuve respuesta de esos dos correos? Asumo que se perdieron, como todo parece indicar.

    Respecto a que tus prejuicios te hicieron pasar del asunto… Pues eso, lo dicho: tus prejuicios te hicieron pasar del asunto. Genial noticia.

    En cuanto a lo de Hélice, creo que no es liar mucho más afirmar que, como he afirmado aquí desde hace mucho tiempo, veo más prejuicios en el fándom que en los académicos o que en los insultativamente llamados «gafapastas de Xatafi». Así ha ocurrido, como dices, en tu caso, que quedaste sorprendido cuando a muchos de Hélice nos parecía algo obvio y no veíamos problema alguno. Veo, siempre, que nuestra cordialidad jamás hace efecto y que obtenemos muchas más respuestas cuando cambiamos a este tono agresivo. Por cierto, lamento haberte mailnterpretado yo (recuerdo perfectamente tus palabras y, en fin, sonaron muy irónicas, pero lo dejo aquí…) e insisto en que la oferta sigue en pie.

    Es una lástima que no reproduzcas correos privados sin permiso. Tienes mi permiso ahora mismo. Si es un correo tuyo hacia mí, espero que también te des permiso a ti mismo, si confías en ti. ;)

    En cuanto a los que yo he reproducido, ninguno de ellos contenía información personal ajena a lo laboral o a lo que aquí se ha escrito y demuestra ampliamente la veracidad de cuanto he afirmado. Eran todos ellos correos profesionales que desdecían afirmaciones públicas contra mí, contra mis decisiones o contra mis denuncias.

    Dicho todo esto, espero que algún día pudiéramos empezar de cero con mejor pie.

    Alejo: aceptar defectos no es ninguna virtud social, sino psicológica personal y solo es el primer paso hacia lo que sí es una virtud social: ASUMIR RESPONSABILIDADES. Y eso es lo que no haces y de lo que TE ACUSA EL ARTÍCULO DE ILARREGUI. En cuanto a tus fans… Ya que hablas de amistad… Que no pongan las pilas a un amigo cuando hace las cosas mal o que machaquun injustamente a otros solo porque dices: «Sí, soy un granuja» no me parece algo de lo que presumir. Súmales a aquellos que se atreven a defender a un editor en un hilo cuando ven que es políticamente correcto, pero se callan ruinmente en cuanto ven que el editor no tiene razón. O a los escritores que aspiren a publicar contigo algún día y prefieran callarse ahora. Como siempre, veo muchas palabras cuando se trata de arrimarse a quien tiene en su mano alguna posible prebenda o cuando se trata de defender al fándom porque sí, sea lo que sea, que cuando hay que apoyar una justa denuncia.

    Atando poéticamente muchos hilos de esta web: vuestros prejuicios, fándom (como siempre, no todo fándom), son mayores que los de otros y lastran muchos ámbitos literarios, e incluso provocan problemas. Pero esto ya lo hemos dicho taaaaantas veces… Por lo que veo, se deduce aquí que el error fue mío por querer hacer cosas, por hacerlas bien, por insistir ante un irresponsable. ¿Se puede saber qué hice mal? ¿Qué ha hecho malo Nacho con su artículo?

    Muchas gracias, Edu, por tus palabras. Tu texto era (y es) cojonudo, de lo mejor del libro y el mejor cierre que podría tener. Echarte fue solo una excusa más del pseudoadolescente juguetón Alejo. No le des muchas vueltas.

  77. Fer, me decepcionas.

    Un auténtico gafapasta habría dicho «condition sine qua non»… ¿A ver si vas a ser un fraude?

    Dime por lo menos que tu amor por Sinéad es auténtico :-)

    En otro orden de cosas, me gustaría ser uno de esos comentaritas de paso que aprovechan cualquier hilo de conversación para hacerse autopropaganda, pero es que no tengo de qué… Ah, espera, sí: http://www.galgos112.com

  78. Juanma, comentaRitas ocasional sí, pero mirón habitual también.
    ;)
    Después de ver tanta pelusa de los demás, uno no tiene más remedio que dar su opinión -con la pereza que llevo encima-; así que aprovecho para coger algunos caramelos de más del bote común.

    Y dos cosas son ciertas: que todos vamos a morir y que se lee poco. La solución a los primero la dejo para algún científico loco. Que la gente lea más… Eso depende de la accesibilidad y del precio. De ahí mi referencia al epub como tercera vía. Lo de poner el enlace… Es una excusa. Pero no todos ocupamos el volumen de algunos ni tenemos un campo gravitatorio tan inmenso.

  79. Fer: No, si ya te digo que soy el primero en no entenderlo…

    Y, oh, no te confundas: granuja, no; Villano. :D

  80. Josep Martín Brown

    «Y dos cosas son ciertas: que todos vamos a morir y que se lee poco. La solución a los primero la dejo para algún científico loco. Que la gente lea más… Eso depende de la accesibilidad y del precio. De ahí mi referencia al epub como tercera vía. Lo de poner el enlace… Es una excusa. Pero no todos ocupamos el volumen de algunos ni tenemos un campo gravitatorio tan inmenso.»

    Yo espero criogenizarme como Walt Disney XD .Aunque si el mundo se acaba en 2012 no merece la pena.

    Alejo,yo me he perdido ya con la movida porque soy nueva pero visto desde fuera… eres un poco cansino (no sé si eres gafapastas) XD

  81. Fernando Angel:

    No recibiste respuesta a esos correos porque no los recibí (creo que es la tercera vez que lo digo). No sabía que había un correo en septiembre hasta que tú has reproducido el correo aquí. Por cierto, en el que tiene fecha de 19 de septiembre me decías que querías los textos para el veinte de septiembre. O me dabas muy poco margen, o has copiado mal la transcripción y te has liado con las fechas, y esa es una de las razones por las que no copio correos de otras personas, me den su permiso o no: si los transcribes o los copias puedes equivocarte (y en el caso de personas poco honorables, incluso inventártelos, aunque por supuesto entre caballeros esa posibilidad queda fuera de cuestión). En fin, que creo que reproducir correos no sólo no está bien, sino que es un poco absurdo.

    Tú no pides el teléfono de gente que conoces a gente que también conoces y yo no reproduzco correos de otras personas en público. Imponerse restricciones victorianas en estos tiempos bárbaros es un gesto de incuestionable estilo. Felicitémonos por ello.

    Te envío una copia de mi «correo del desconcierto» en cuanto pasen las vacaciones (mi correo de entonces estaba en el dominio perdido de @drimar, como sabrás, y el ordenador viejo que contiene esos correos está en mi oficina.

    En cuanto a tu percepción de si mi reacción fue sorpresa o ironía… no puedo hacer nada con ella. La ironía, en todo caso, estaría completamente justificada. Sin embargo, hay que tomarse al menos un tiempo para elaborar una actitud irónica, mientras que la sorpresa es inmediata, y créeme, fue una buena sorpresa. En todo caso, la explicación está fuera de lugar aquí, aunque no tendré inconveniente en explicártelo en persona, si vienes a la AsturCon.

    Y en cuanto a mis prejuicios, tiene mucho sentido que los saque a colación. Verás, muchas de las maneras de proceder y hábitos que se ponen como ejemplo de como debieran de hacerse las cosas -en oposición a como las hace Alejo- preceden de unos «Viejos y Buenos tiempos» idealizados en los que se guardaban los cuentos y ensayos de la gente en un cajón y no se respondían a las preguntas de cuándo iban a ser publicados, o si iban a serlo, Sencillamente, revistas y fanzines dejaban los textos que se les habían enviado para cuando no tuvieran otra cosa, y en su lugar publicaban un ensayo, artículo, crítica o cuento de otro escritor porque éste acababa de ganar un premio, o porque había sido invitado a un mesa redonda en Francia, o porque no esperaban que fulanito (que ya tenía tres premios) les mandara algo, y lo había hecho.

    Había, y se practicaba, un cierto clasismo con respecto a los autores (y lo sigue habiendo, como se ha podido comprobar en un hilo vecino en el que participaba Victor Conde) y un evidente desprecio hacia los compromisos, agrupando a la gente en categorías de quien vale y quien no, tratándoles en consecuencia y estableciendo quien tenía auténtico fuste, todo ello en función de crípticos saberes y ciencias infusas al alcance de unos pocos. Y, por cierto, en mi memoria -y tengo mucha- esto no ocurría en dos sitios, que además eran los únicos que pagaban: Máser y Gigamesh.

    De modo que sí, tengo prejuicios respecto del funcionamiento de antologías, publicaciones, revistas y premios, y actúo en función de ellos, porque uno es en buena medida lo que su educación hace de él, y el fandom ha sido terriblemente educativo en ese sentido. Como además, a tenor de este hilo y otro vecino, las cosas no parecen haber cambiado mucho, creo que siguen siendo tan válidos como códigos de conducta que, en realidad, llamarlos prejuicios ha sido más bien un error mío. Hubiera debido llamarlos Protocolos.

  82. Javier: entendí lod e mis correos a la primera. Solo ponía cosas en su sitio. Por otra parte, el correo de solicitud es del 19 de julio, como puedes ver. El otro es un recuerdo de fecha, tras el no respondido, efectivamente para el día siguiente.

    Sea como sea, como todo parece un malentendido contigo, como acepto tus explicaciones y como el moderador ha pedido que continuemos en privado, cierro aceptando la oferta de charlarlo pacíficamente en la Asturcon, lugar igual para conversaciones pacíficas. Si me la aceptas, pago la primera cerveza y me disculpo por lo de los correos, que yo veía muy procedente.

  83. >Súmales a aquellos que se atreven a defender a un editor en un hilo cuando ven que es políticamente correcto, pero se callan ruinmente en cuanto ven que el editor no tiene razón

    Fer, si estás pensando en mí (que no lo sé), sólo decir que en ningún momento he pretendido defender a nadie, que para eso os bastais solos. Tampoco mediar, creo que es evidente. Ni intervenir de otro modo porque ¿qué podría aportar? Desconocía buena parte de lo que aquí se ha comentado, y confieso que también me ha apenado saberlo; al parecer debía estar viviendo en una nube. Gracias a estas intervenciones he podido formarme una opinión, como todos los que han querido seguir este hilo. Opino que airear todo esto (de nuevo, mi pensamiento constructivo) podría ser el primer paso para intentar sanear la situación, o al menos algunas situaciones personales, tras esta sesión de sinceridad a lo «fandomitas anónimos». Ya veremos, permíteme ser optimista en el día de mi cumpleaños.

    De todas formas, creo que tengo ciertas diferencias de concepto en cuanto a lo que debería ser un espacio como éste. Un lugar de denuncia de los males del fandom (entre otras cosas), en opinión de la mayoría de los que hasta ahora se han pronunciado. Y lo apoyo, pero la visceralidad en las formas, aunque entienda las razones, puede incrementar el número de visitas pero detraer a los más moderados. Y no solo a ellos sino a otras personas, aficionados de a pie pero también gente con influencia (mismamente esta semana me lo comentaba un editor de los que por aquí se denominan mainstream) y asociar esta web con un lugar de exaltados donde los flames son moneda corriente, un lugar con el que no se puede contar y del que huir como de la peste. Modestamente, yo me uní a LP en la creencia de que podría llegar a ser el mínimo común múltiplo que uniera a todos los que creemos en un género como éste, un espacio donde construir, que era precisamente uno de los aspectos de los que se quejaba Julián en su reflexión. Y la visceralidad (que no la sinceridad, ni la reflexión, ni la denuncia) puede poner en riesgo todo lo construido hasta ahora.

    Por eso, y nada más que por eso, rogaba moderación en las formas que no en los contenidos. Y ahora, con vuestro permiso, voy a intentar seguir disfrutando de mis… ¡44 años! Ufff.

  84. A Juanma Barranquero: ¡¡¡Soy un fraude!!! Pero muy bueno engañando, como no me negarás. ;) Suspendí una y otra vez la asignatura de latín en la facultad, ya que soy terrible para los idiomas, sobre todo para los difuntos. Lo aprobé por verborrea con la profesora, que era una santa.

    Lo de Sinead es sincero. Y se mantiene.

    Mi libro me lo inspiró la Virgen de Lourdes. Por eso no se entiende un pijo. ;)

    Un fuerte abrazo.

  85. Josep, comentaRita quizá, por la gracia de los dedazos y por aquello de Santa Rita, Rita. Ahora, mirón habitual, te aseguro que no. He llegado aquí siguiendo el olor a cadáver del blog de un amigo, pero hacía mucho tiempo que no leía ningún blog relacionado con el fandom o la sf española (sí, soy de los dinosaurios que jamás dirá «cf») a excepción de dos o tres de buenos amigos, y aún. Hace tiempo que descubrí que si opinas en los comentarios y tu opinion difiere significativamente de la del bloguero, a la larga acabas por no ser bien recibido, y para qué voy a molestarme en seguir blogs donde no soy bien recibido…

  86. @Mariano: ¡Mi más sentido pésame! :)

    Por lo que se refiere a la llamada a la moderación, me parece perfecta, y para todo el mundo. Escribir a botepronto y en caliente tiene tanto peligro como leer deprisa en este medio, que es como tenemos tendencia a hacerlo todos, así que voy a proponer un ejercicio. Cutipego un texto que publiqué yo mismo:

    «No es eso tampoco. No tienen la costumbre de dedicarse a destripar a nadie de esta forma. Ocurre que yo llevaba mucho tiempo sin dar señales de vida y había habituales de este foro con motivos más que sobrados para estar molestos conmigo. Lo que ha pasado, por mucho que se hayan podido perder las formas, no es parte de ninguna campaña para ganar audiencia, y es improbable que se repita. Puedes estar tranquilo en ese aspecto y seguir disfrutando de las reseñas y recomendaciones.»

    El texto es muy claro, ¿verdad? Vale, ahora vuelve a leerlo pensando que escribo con mala leche y derrocho ironía, significando en realidad lo contrario de lo que digo. Pon énfasis en los noes y tonillo «tongue in check», que dirían los yanquis, y vuelve a leerlo. ¿Verdad que es fácil interpretar lo contrario de lo que pone?

    Ahora, pregúntate: al leerlo la primera vez, ¿lo has interpretado todo literalmente, o has tenido dudas de si pretendía significar lo contrario en algún momento? Si estás en el segundo caso, es fácil que malinterpretes muchas otras cosas.

    Uno de los pocos comentarios incisivos que se me han esgrimido estos días vino de Fer, e incidía en lo mismo: es muy fácil proyectar nuestro inconsciente en lo que se lee y proyectar en él los miedos que se llevan puestos en lugar de lo que pone el texto.

  87. Por cierto, Alejo, ¿ese párrafo era sobre Prospectiva? Si es así, apoyo lo que afirmas ahí.

    Si es así, ¿cómo va a ser esto para ganar audiencia, por Cthulu? ¿Alguien lo ha pensado? ¿Y se entiende que tú has entrado a saco para apoyar a los responsables que te ponen verde? No, si al final conseguirán que tú y yo nos solidaricemos en algo. Hace falta ser retorcido, de verdad…

    La denuncia es una de las muchas posibilidades de la página y los tonos han sido los correspondientes a la gravedad de la situación, pero desde luego no ha sido apoyado por los responsables de la página ni va a ser la tónica habitual, imagino. Pero, en fin, ya lo explicarán los responsables, si lo consideran necesario, aunque me parece que sobran sus explicaciones.

    De todos modos, por si alguien se confunde, recuerdo que hace ya mucho tiempo que no pertenezco al equipo de esta web, sino que soy un colaborador/lector más, a quien se le modera como a todo hijo de vecino. Puede llevar a confusión que yo fuera uno de los fundadores, pero a día de hoy no me diferencio mucho de casi todo colaborador/lector.

    Todo este hilo ha sido responsabilidad de quienes han intervenido, que yo sepa, y ha tenido incluso momentos de moderación hacia mí por parte de los responsables, que son buenos amigos, pero también gente objetiva e imparcial cuando se trata de su responsabilidad.

  88. @Fer: Sí, el comentario estaba más arriba en este mismo hilo y, aunque no me molestara en precisarlo, también lo escribía para ti. Tanto hablar de objetividad y responsabilidad, ¿estás completamente seguro de que no se te podría aplicar aquello de la paja en el ojo ajeno? ¿Ni que fuera un poquito?

    @Edu: Cualquiera con pretensiones de publicar profesionalmente debe aprender a encajar los rechazos sin aspavientos. Que un editor (con razón o sin ella) emita un dictamen negativo de uno de tus textos no tiene, o no debería tener, mayor trascendencia. Que te pueda herir más o menos la autoestima es comprensible, pero sé consciente de que quienes pretendan ayudarte a sobrellevarlo mostrándose en desacuerdo con el dictamen no te ayudan a crecer como escritor. Lo que sí ayudaría, desde mi nada humilde punto de vista, es que te empollaras algún curso de redacción y estilo para poner remedio a ese galimatías que escribes habitualmente. A mí, como mínimo, me cuesta Dios y ayuda entender tus textos, y en muchos casos me quedo con la duda. En tus mensajes de este hilo hay frases que, directamente, no he conseguido entender, sin ir más lejos. Lamento hurgar en la herida, que es evidente que la hay, pero es solo un consejo; los mejores consejos suelen ser los que más duelen.

  89. Puestos a ir de «el que más sabe en la vida» y de «quién tiene la polla más grande», Alejo, he vivido tus correciones. El texto de Edu para el libro fue corregido por una filológa profesional a la que conozco y respeto, y luego por mí. Supongo que una licenciatura en filologóia hispánica, un doctorado en Ciencias del lengauje de literatura, nueve años de p`rofesor d elengua española y cuatro años de profesor d elenguaje literario en la UCM me hacen, con el lógico margen de error, saber cuándo un tetxo está bien o mal escrito al menos al mismo nivel que un editor sin formación lingüística ni literaria. Al menos parecido… Digo yo… Alejo, presumes de saber cuando lo único que tienes para autoevlauarte (actividad que le exiges a Edu y que no te aplicas a ti mismo) es tu propia autovaloración. ¡¡Gran criterio!!

    El texto de Edu para el libro era impecable, comprobado por gente mucho más competente que tú y de cualidades más demostradas que las tuyas. ¿Por qué los aficionadillos en lengua y literatura siempre se creen, sin nada que les contraste, más sabios que quien dedica años y años a su estudio, trabajando con verdaderos maestros y siendo corregidos por ellos? ¿Un aficionado a la física se siente más versado en física que quien lleva quince años estudiando física?

    Todo esto es solo para defender a Edu y su texto, como considero que es mi deber moral.

  90. Ah, sí, ahórrate el comentario sobre las erratas del texto anterior, escrito corriendo. Demuestran mi incapacidad lingüñistica. Te lo reconozco.

  91. Y por mi parte, creo que ya está bien. Suficiente es para mí escribir con erratas lo que debe escribirse calmado y sin un solo salto de letras en las teclas (defecto informático, no lingüístico).

    Alejo, te propongo darnos de ostias verbal o físicamente (lo último lo llevas ganado) cuando nos veamos. De verdad, eres un crítico genial y el mejor editor de España y tienes una polla enorme (perdón, Mariano, por perder las formas, pero es que deberías ver su polla…).

    ¿Dejamos de aburrir al personal? ¿Seguimos en privado?

  92. Fernando Ángel,

    Agradecería dejaras de utilizarme como arma arrojadiza en tus comentarios sarcásticos. Si «me he callado ruinmente» no ha sido por defender explicita o implicitamente a nadie (de hecho, no me he pronunciado públicamente y sospecho que eso es lo que más te molesta), sino simple y llanamente porque no tenía nada que aportar y además porque afortunadamente tengo una vida privada a la que deseo dedicar tiempo, entre otras cuestiones para celebrar como me dé la real gana mi cumpleaños. Lo dicho.

  93. @ Alejo Cuervo: Gracias, aunque lo mismo quedo como un desalmado (o un pelota integral) por darte las gracias en vez de tirarte unas cuantas piedras. Pero como dijo aquel: «Yo he venido aquí a hablar de mi libro», y de las ciento y pico respuestas a la «denuncia» de Ignacio, el «no» de Alejo es la que más me interesa.

  94. Sabe Dios que no tengo ganas de pelear, pero voy a tener que romper una lanza por Alejo, en un aspecto marginal pero importante (al menos para mí) de esta discusión.

    Habla Fer de «asumir responsabilidades», y digo yo: sí, Alejo debería, y a veces lo hace. Ni es el único ego del fandom, ni posiblemente el más grande (no porque el suyo sea pequeño, sino porque el puesto está muy disputado)… pero desde luego parece la persona a la que más fácilmente se le oye, o lee, reconocer errores. En este mismo hilo de conversación, lo ha hecho ya media docena de veces, mientras que el «otro bando»… va a ser que no. Desde mi punto de vista, si Alejo metió la pata una y cien veces en el asunto del libro de ensayo (que es muy posible, pero ni lo sé ni me importa), Fer también lo hizo. Ya hemos leído los comentarios de Javier Cuevas, por ejemplo. Y si hubo diferencias de criterio respecto a los contenidos, falló la comunicación Fer-Alejo, y un fallo de comunicación interpersonal es problema de dos personas, no una.

    En todo caso, si acusas a Alejo de falta de profesionalidad, y la cosa llega al punto en el que se discute si las condiciones económicas eran tales o cuales, joder, Fer, que tú eres un profesional… Haber exigido las condiciones por escrito, un contrato, o al menos un e-mail donde se detallasen los derechos y responsabilidades de cada parte, para que luego no hubiese lugar a errores o diferencias de criterio. ¿Qué no lo hiciste por exceso de confianza? Estoy seguro de ello al 100%, y no te culpo (creo que ya sabes que me caes muy bien y no estoy intentando atacarte ni siquiera un poquito); pero dale, al menos, el mismo margen de confianza a la otra parte. Que Alejo comete errores ya lo hemos dicho todos; que jamás, en el tiempo que yo lo conozco (casi veinticinco años) esos errores han sido malintencionados o con el objetivo de aprovecharse de nadie… por eso pondría la mano en el fuego.

    ¿Y por qué digo todo esto? Porque un hecho muy llamativo en *esta* discusión en concreto, es que el artículo inicial hablaba de Gigamesh, pero los comentarios se han convertido en un ataque ad hominem contra Alejo, donde se ha dejado de hablar de si la editorial Gigamesh hace esto o aquello, para hablar de lo malo, irresponsable, o X (que cada uno ponga su adjetivo favorito) que es Alejo *como persona*. Pero, curiosamente, si lees los mensajes de Alejo verás que él no ataca a nadie por ser quien es: sus respuestas van dirigidas a lo que se discute, no a menospreciar a quien discute. La única referencia personal que he visto en sus mensajes (confieso que no me los he aprendido de memoria, así que puedo equivocarme) es aquella en la que dice que la forma de hacer las cosas de Julián lo «incomoda profundamente», y si eso es un ataque ad hominem, Alejo necesita tomar vitaminas.

    En fin, supongo que defender a Alejo me colocará una vez más en el supuesto bando de su supuestos acólitos. Yo no soy acólito de nadie (y gracias al cielo el fandom es desde hace años la última de mis preocupaciones), pero si me tenéis que meter en un bando, mejor en ése que en otros.

  95. Juanma: Gracias por tu intervención. No tenemos la misma lectura de lo de Javier, desde luego. Hice todo lo profesionalmente exigible, desde mi punto de vista. Y, por lo que se ve, él también. Fue todo un malentendido que Alejo podría haber arreglado bien. No veo mi culpa ni mi falta de profesionalidad ahí, la verdad.

    En cuanto a lo de la comunicación entre dos personas, solo se puede considerar cuando los dos la trabajan. No todoa falta de comunicación es culpa de ambos (eso es un tópico en muchas ocasiones). Meses de insistencia y silencio de Alejo tras mis llamadas, mensajes, recados a otros… No creo que pueda considerarse: «problema de las dos personas», sino de una. No, Juanma, lo siento, no me vale. ;)

    En cuanto a la personalización en Alejo, la dio él porque Gigamesh y Alejo están más fundidos que en muchísimos otros casos de denuncia. Los problemas editoriales están basados fuertemente en su forma de ser. Por otra parte, él mismo ha respondido una y otra vez que «Es porque soy así», así que quien ha personalizado ha sido él. Yo he respondido a esa personalización que ha partido de él y a que nunca s eme dieron razones editoriales, sino de «su forma personal de ser». ¿Cómo responder a eso de otro modo?

    En cuanto a mi profesionalidad pidiendo el acuerdo por escrito… Errr… Lo tengo en un mail. Lo exigí y lo recibí. He copiado parte de él aquí, Juanma. Consulté a dos abogados diferentes tras el problema y ambos me dijeron que era suficiente, que figuraba por escrito claramente el acuerdo. Uno de ellos fue consultado por mediación, incluso, y conocimiento de un asiduo de esta web, quien me confirmó la situación. De nuevo… ¿Falta mía de profesionalidad?

    También te reconozco que tienes razón en lo de la «maldad» de Alejo: en ningún momento he pensado que Alejo quisiera aprovecharse de mí. No le he acusado de eso jamás. Los tiros van por donde he explicado.

    Creo que he respondido a todos tus argumentos. Y, de nuevo, gracias por haber argumentado tranquilo y sin burlas. Por eso recibes una respuesta agradecida, cordial, tranquila y sin burlas. ;)

  96. Fer: como diría lektu: ¿Para qué seguir discutiendo si podríamos resolverlo a hostias? Jaja. Y sí, muchísimo mejor en privado, desde luego.

  97. Fer, me das en parte la razón cuando de nuevo aceptas que hubo fallos por parte de Alejo, y te descargas de que los hubiera por tu lado. Lo siento, pero en este tipo de cosas no creo en el blanco y negro; es imposible que tú lo hayas hecho todo bien y Alejo todo mal. Si el reparto es 50%/50% o 25%/75% o 1%/99% es completamente irrelevante; el hecho sigue siendo que Alejo reconoce sus errores.

    Respecto a la comunicación, sigo pensando que si dos personas no se transmiten lo que creen estar transmitiendo, es en parte culpa de ambos; es decir, si intentas hablar con el editor y no te contesta, detén el proyecto y espera a que dé señales de vida. Si tiras para adelante sin comunicación, es normal que luego haya desacuerdos, que generan conflctos y suspicacias.

    En cuanto al acuerdo, no entiendo cómo puedes tenerlo por escrito y que sin embargo haya diferencias respecto al tema del pago (si era la mitad al rechazarlo, o no, etc.). Probablemente haya que deducir que ese intercambio tampoco fue correcto; es decir, las expectativas generadas en uno y otro lado no casan. De nuevo falló la comunicación (y sobró la confianza). Incluso en el caso de que tú tengas razón desde el punto de vista legal (que me parece probable, porque Alejo tiende a hacer estas cosas de modo muy informal, especialmente con gente en quien confía), la explicación que yo aventuro (sin estar en la cabeza de nadie ni haber leído esos e-mails) es que lo que Alejo presuponía implícitamente que estábais acordando y lo que tú presuponías eran cosas muy distintas.

    Y, por último, es cierto que Alejo mismo mezcla la editorial y su persona, porque qué duda cabe que Alejo y Gigamesh son lo mismo al 90% (no quiero menospreciar ni mucho menos las aportaciones de Álex y otras personas, presentes y pasadas, ni tampoco el hecho de que Alejo tiene una vida fuera de la ciencia-ficción). Pero eso sigue sin ser razón suficiente para atacar y descalificar a la persona. Este hilo aportará más a todos mientras menos se recurra a «X tiene el defecto Y y además es un Z de mucho cuidado» (y ahí te miro a ti y tus comentarios sobre el miembro viril de Alejo :-) y más a «el problema con la editorial Gigamesh es X y sería fantástico que hiciesen Y y Z». Digo yo.

  98. Alejo: iba a decir que tienes una mala imagen de mí y soy muy pacífico, pero es mentira. Soy una persona ultraviolenta, pero controlada. Que yo sepa no me he pegado con nadie desde los diecisiete años o así (y en ese caso, quede para el recuerdo, me partieron la cara a mí y no al revés), pero no niego que la sangre se me enciende y tengo que hacer un esfuerzo para controlarme.

    Pero no ya por cosas de fandom. Si acaso, cuando leo noticias de maltrato animal. Es el único momento en que olvido que estoy profundamente en contra de la pena de muerte.

  99. Me autocito:

    «Que un editor (con razón o sin ella) emita un dictamen negativo de uno de tus textos no tiene, o no debería tener, mayor trascendencia.»

    Elaboro: el dictamen de un editor es prerrogativa única y exclusiva suya, tanto si lo hace bien como si lo hace mal; que produzca resultados mejores o peores solo le atañe a su contable.

  100. Juanma, al no dar Alejo señales de vida, detuve el proyecto. Evidentemente. Sigo sin ver mi responsabilidad.

    El acuerdo estaba por escrito y por eso digo que el añadido/cambio de Alejo no venía a cuento. Sigo sin ver mi responsabilidad respecto a la improvisación. Estaba todo claro.

    Respecto a lo de Alejo/editorial, realmente no veo cómo atacar su actitud o la política editorial (enormemente personalizada en Alejo) sin atacar a la persona.

    ¿Cómo es que yo hice las cosas bien y Alejo mal…? Pues mira el artículo de Nacho y pregunta a quien quiera que haya trabajado conmigo y pregúntale por mi meticulosidad al hacer las cosas. Y compárala con la informalidad de Alejo que tú mismo comentas.

  101. Ay, que no miré lo del miembro viril… Errr… Creo que la metáfora no debería ser tomada literalmente. Era sobre la actitud respecto a su autobombo como crítico. Hmmm… Y aunque hubiera sido literal… ¿Es meterme con él decirle que la tiene grande? En fin, sé que depende de gustos y eso… Pero… No sé… ;)

    Sí le pido disculpas a Mariano por meterme en medio de las referencias genitales. Estuvo fuera de lugar por mi parte.

  102. La gente meticulosa también comete errores. Me resultará más fácil aceptar tu versión cuando te lea detallar cuáles fueron los tuyos. Si me dices que no cometiste ninguno, eso me exige una suspensión voluntaria de la incredulidad, cosa que solo ocurre cuando leo ficcion.

    Dicho esto, está claro que no tienes por qué justificarte ante mí, ni te lo estoy pidiendo. Solo explico cómo lo veo yo. Y creo que ya he agotado lo que podía decir a este respecto.

  103. Juanma… ¿Presunción de culpabilidad en el afectado, sin ninguna prueba de nada?

    Tienes las versión de Alejo y la mía. No ves más errores y he explicado los que tú creías que había. ¿Y sigo siendo sospechoso de co-culpabilidad?

    ¿Sabes por qué no ves errores? Porque aparte de mi meticulosidad, cuando empiezo a ver que la parte contraria falla por falta de formalidad corro a blindar todas las partes que me tocan, incluso consultando a personas externas. Son muchos años de trabajo con encargos y sé cómo se escudan luego las personas en detallitos (como hemos visto en este hilo en cuanto a algunas personas que han intervenido). Guardo todos los correos, doy todos los pasos, agoto los recursos. De nuevo… Son muchos años de encargos y de presenciar informalidades, también en otras personas, y de tener que actuar contra ellas.

    Sé que hay quien no está acostumbrado a ver estas cosas, pero hay mucha más gente como yo, que cuida lo más posible todos los aspectos ante un posible problema, sobre todo en cuanto ve que puede haber una persona fallando y que estas cosas luego se pierden por pequeños errore en los que terminan escudándose. Por surte, Alejo se ha escudado poco. Eso le honra, como ya dije respecto a lo de reconocer defectos. Pero no le exculpa.

    Precisamente es una de las cosas que más se han criticado de ciertos trabajos en el fándom, en esta web, en otras e incluso en actos públicos: la informalidad, la dejadez, la falta de profesionalidad… Y por eso son muy contadas las personas con quienes me apetece trabajar en el fándom.

    Por último, la defensa de alguien, tomar partido por alguien, aludiendo a «también tú habrás cometido algún error y, hasta que no lo vea, doy por sentado que has hecho también mal las cosas y por tanto no puedo fiarme de ti»… Jooder… :) ¡Juanma, tío…! :-D

    Y eso se dice aunque el informal haya asentido en prácticamente todo y aunque mis acusaciones coincidan plenamente con la acusación del artículo, que nadie ha desmentido…

    No parece muy lógico, la verdad.

    Un abrazo, en serio.

  104. No estoy defendiendo a Alejo diciendo que tú habrás cometido errores. He defendido a Alejo frente a los ataques personales, diciendo que eran innecesarios para juzgar la trayectoria de Gigamesh, pero no he escatimado comentarios respecto a mi creencia de que haya cometido errores, y posiblemente muchos (yo he querido estrangularlo una o dos veces).

    *Aparte* de eso, estoy diciendo que tú *habrás* cometido errores, por pequeños que sean. Que seas muy cuidadoso y responsable solo hace que esos errores tiendan a ser más inocuos e infrecuentes. Pero la historia está llena de gente muy cuidadosa que causó catástrofes (eh, el Titanic se hundió porque el timonel hizo lo correcto e intentó virar).

    Así que sí, estoy diciendo que hay una cierta «presunción de culpabilidad», en ti como en mí o cualquiera, en lo que toca a asuntos como éste que se extienden en el tiempo y en el espacio. Si estuviésemos hablando de una charla que tuvisteis en un bar, me resultaría fácil creer que uno tuvo razón en todo y el otro se equivocó; si hablamos de un proyecto como éste, no, no creo que alguien lo hiciera todo bien, y eso es independiente de que seais tú y Alejo, o cualesquiera otras personas del universo mundo.

    Yo te pedía que hicieses acto de autoanálisis para ver qué errores habías podido cometer tú, pero tu postura es «ninguno». Y me citas y rebates lo que habéis discutido aquí, pero eso no deja de ser una interpretación subjetiva por ambas partes, que inconscientemente estáis exponiendo la versión que os es más favorable, pero que no me dice nada sobre los otros errores, los que nadie ha mencionado porque no quiere o porque se avergüenza o porque, muy probablemente, ni siquiera es consciente de haber cometido. Según tú, los tuyos son cero. Y yo, al no creérmelo, no te llamo mentiroso; dudo de tu capacidad de autocrítica.

    Así que, por favor, no mezcles mi defensa de Alejo, con mi incredulidad hacia la perfección. Son dos cosas distintas. Yo no creería que tú, ni nadie, puede hacer un proyecto como ese sin cometer errores (interpersonales, profesionales, etc.) incluso si lo hubiéseis llevado a buen puerto y estuvieseis todos la mar de contentos y felices.

    Y yo no he dicho que no pueda «fiarme de ti», ni mucho menos. Fiarse es un concepto muy amplio, y seguro que en muchísimas cosas sí me fío de ti.

    Pero si algún día tuviésemos que colaborar en un proyecto, que asumas que tú puedes hacerlo sin cometer errores, y que si hay un fallo de comunicación no será por tu parte, porque tú te esfuerzas en hacerlo bien… bueno, eso sería motivo suficiente para no emprender el proyecto (por suerte para ti, porque yo puedo ser tan informal y falible como Alejo, e incluso mucho más).

  105. Mariano, para los estándares del fandom creo que mi ego es también bastante reducido, y aquí estoy. Pero entiendo que prefieras la tranquilidad. Yo también, en serio.

  106. Para tamaño de pollas, el de los actores porno. Esos sí que la tienen más grande que nadie: ¡del tamaño de la pantalla del televisor! :D

  107. Supongo que los que rebatís mi postura es que creéis que hay gente perfecta. Interesante.

  108. ¿Algún problema en dejarlo hasta que los científicos encuentren nuevos datos a través de sus investigaciones?

  109. Supongo que te sorprende, Juanma, que algunos creamos en más en el principio de presunción de inocencia que en el de culpabilidad. Curioso.

  110. Santiago: ¿me llamas sofista? Es decir, ¿me acusas de no creer en lo que digo?

    Fer: no, por mí perfecto.

    Kaplan: «la presunción de culpabilidad» es jugar con las palabras. Lo que «algunos» creemos, cuando «algunos» = «Juanma», es que cualquiera que no siente que ha metido la pata varias veces por semana vive en una realidad alternativa que no es la mía. Hay un mundo de diferencia entre eso y creer en que todo el mundo es culpable de… no sabemos muy bien qué… sin pruebas.

    Por desgracia, uno de los muchos problemas del fandom español es la abundancia de personas infalibles.

  111. @Alejo. Por alusiones creo que debo responder con un comentario al tuyo. Siento que tengas esa opinión de mis textos, como lo sentiría de cualquier lector que me dijera lo mismo. Como comprenderás a estas alturas he recibido muchas, muchas críticas y muchas de ellas son negativas. Llevo a gala no tomármelas como algo personal.
    Lo único que lamento de tu comentario es lo breve. Me encantaría leer los fundamentos de tu opinión para poder mejorar y eliminar errores. Creo que de casi cualquier critica que se construya sobre argumentos se puede aprender algo. También te digo que si tengo que quedarme con un juicio, prefiero el de Fernando y no por qué él sea colega y tú no —contigo no tengo nada personal en absoluto, sería como enfadarse con un personaje de ficción, un acto vano— sino por que lo creo más fundado. Técnica y profesionalmente te da mil vueltas y esto también es un juicio susceptible de critica y valorable, claro.
    Te disculpo los comentarios acerca de los posibles aspavientos que sugieres hago ante un rechazo porque en realidad no me conoces. Aventuro un comentario que quizá no debería, pero puestos a hablar uno del otro, espero que me lo permitas: no me pareces una persona que se preocupe mucho por conocer a nadie, los seres humanos normales no te debemos causar el suficiente interés. Para subsanar ese desconocimiento voy a permitirme aportar un poco más de información sobre mi persona, cosa que no me gusta, pero que, en esta ocasión, creo necesario. Aunque te parezca raro no voy por ahí mendigando críticas positivas. De la gente que considero profesional y además amiga, espero, sobre todo, que no alaben mis textos diciendo que son mejores de lo que son, sino que resalten sus fallos para poder aprender. De otro modo no creo que me ayudaran mucho. Sí, sé que soy raro, qué le voy a hacer.
    En cuanto al curso de redacción y estilo seguro que me vendrían bien, no lo dudo ni por un momento. Ya que estamos conversando amigablemente y que me he tomado la libertad antes, espero que no te moleste, de opinar sobre ti, voy a seguir haciéndolo un poco más: creo que a ti no te iría mal un par de cursos sobre compromiso social, organización del tiempo y quizá —digo solo quizá y si dichos cursos existen, que lo dudo— de humildad. Claro está que quizá en tu caso no tienes ningún interés en aprender a ser mejor editor, por que si lo tuvieras, siendo listo como eres, ya lo habrías hecho, supongo. Nada que objetar.

  112. Muchas gracias, Edu. La admiración es mutua. Por cierto, ¿recuerdas la megasesión desmenuzando tu última novela, punto por punto?

    En fin… Me pongo a currar.

  113. Al final, buena novela, por cierto. Gracias, entre otras cosas (como tu curro en ella), a tu genial manera de encajar lo que decíamos.

  114. ¿No ha habido sangre?

    Pues vaya,yo que me había hecho ilusiones de ver a gente batirse en duelo. XD

  115. Jaja. Nostamal, no. :)

    @Edu: Para extenderme en detalles, lo mejor sería con una cerveza delante. En la SN si quieres. Y más cosillas:

    : También te digo que si tengo que quedarme con un juicio, prefiero el de Fernando

    No, no tienes que quedarte con ninguno, que no hay nadie capaz de emitir nunca un juicio definitivo sobre ningún texto, ni siquiera de los tuyos. Lo propio es tomar nota de todos los juicios que recibas y ver si puedes aprender algo de cada uno de ellos.

    : no me pareces una persona que se preocupe mucho por conocer a nadie, los seres humanos normales no te debemos causar el suficiente interés.

    Es posible. Reconozco que en eso indicen mucho las curvas del humano en cuestión. ¡Huy, no! Quería decir del cerebro… Bueno, coñas aparte: sí, todos hacemos criba y tendemos a juntarnos entre nosotros de acuerdo a mecanismos de los que a veces ni somos conscientes. Dios los cría y ellos se juntan, que decían por ahí.

    : Aunque te parezca raro no voy por ahí mendigando críticas positivas.

    ¿Y por qué debería parecerme raro? Que yo te prevenga de que recibir palmaditas en la espalda puede ser contraproducente no implica en modo alguno que tú busques activamente las palmaditas. Aplica a este caso lo de proyectar el inconsciente en lo que se lee y saca tus propias conclusiones.

    : creo que a ti no te iría mal un par de cursos sobre compromiso social, organización del tiempo y quizá —digo solo quizá y si dichos cursos existen, que lo dudo— de humildad.

    Mi compromiso social bien, gracias. Pago un montón de impuestos y me enorgullezco de ello. ¿O no te refieres a eso?

    El tiempo me lo sé organizar adecuadamente, creo, y no es algo que me cause problemas. ¿O te refieres quizás a que mis prioridades no te resultan satisfactorias? Me quedo con la duda.

    En lo de la humildad es muy posible que tengas razón, pero me niego: mi ego necesita mecanismos para compensar tanta negatividad que campa por ahí (no me refiero a ti, tranquilo) y que se niega a darme palmaditas en la espalda de vez en cuando. Quiero decir: luego correría el riesgo de subestimarme, desmotivarme y quedarme bloqueado, y eso tampoco está bien. Quiero decir: lo mejor es enemigo de lo bueno, así que déjame tener algún defectillo, ¿vale?

  116. @Santiago: gracias, supongo :-)

    Pero no me considero particularmente retórico, y aunque creo en la excelencia, no creo en la perfección.

    Además, si me apuras, en mi vida he visto mucho más hubris que areté ;-)

  117. Como un centenar de mensajes han enguarranchinado la idea principal del texto, ahora que se ha apaciguado me gustaría hacer balance.

    -Alejo Cuervo ha admitido que no ha devuelto las suscripciones de Gigamesh en cinco años porque no le ha apetecido. Pero se ha comprometido a hacerlo. Estupendo: en septiembre, por ejemplo, ya veremos si encontró un ratillo.

    -Alejo Cuervo encargó un libro a medida, pero luego no lo publicó en parte porque no le apetecía y en parte porque había un texto mío -que él mismo había encargado y admite que le gustó-, y yo soy una persona muy conflictiva. Como demuestra esto que estoy escribiendo. Que mi agresividad sea simplemente comentar lo que hay es un detalle accesorio: soy un peligro.

    -El libro en cuestión, gracias a los buenos oficios de Fernando Moreno, será pronto publicado en otro sello editorial.

    -Se ha rebatido ampliamente el texto que dio origen a la polémica de Nacho Illarregui, para llegar a la conclusión de que este año la única novedad prevista de Gigamesh en el campo de la ciencia ficción es una reedición de «Qué difícil es ser dios», la excelente novela de los hermanos Strugatski. Pero no la busquen en sus librerías: sólo se va a distribuir como regalo en escogidos puntos.

    -Como lectores no tenemos derecho a comentar negativamente esta falta de actividad, porque es meramente una cuestión particular de Alejo Cuervo. Compramos los libros, los comentamos, y ese es nuestro único derecho.

    -Alejo Cuervo sí tiene derecho a comentar públicamente la obra de quien le parece, porque obviamente eso es otra cuestión.

  118. Pues siento disentir, Juanma, porque yo he llegado a otras conclusiones :)

    Yo creo que Alejo, cuyo principal defecto es su falta de empatía, levanta pasiones. Y me cuesta creer que gente con tanto talento aún no lo conozca (a pesar de haber trabajado con él) y enquiste un rencor de la forma en que lo hace, tan destructiva… Esto me entristece mucho, te lo digo en serio.

    Pero seguiré comiendo palomitas, a pesar de que se me han indigestado ya un par de veces…

  119. Tambien podriamos comentar algo sobre los libros de Anita blake que a finales del año pasado decian por Facebook que lo iban a publicar y aun estamos esperando.
    Es su empresa y puede hacer lo que quiera con ella, pero desde luego se puede reporchar y reprocha la total desconexion con los lectores.
    Nosotros como lectores podemos comentar la actividad de una editorial, y si opinamos que lo hace mal decirlo y pedir que funcione bien (Ya lo que hagan ellos es otra cosa)
    Alejo si muchos lectores opinan que el funcionamiento de la editorial es deficiente igual deberias pensar que hay algo que no funciona

  120. Me parece interesante reivindicar un punto que defendí en esta conversación: el cuento de Eduardo Vaquerizo sobre Patrick Hannahan.

    Tras incluirlo en la antología que acabamos de publicar, está siendo uno de los mejor valorados por lectores y críticos.

    Como aquí se atacó a Eduardo Vaquerizo como autor y se defendió la mala calidad de un proyecto por su presencia, quiero insistir en resaltar el nombre del autor. No pretendo levantar de nuevo una mala polémica, un año y medio después. Sí busco cerrar una polémica cuando el tiempo demuestra ciertas cuestiones respecto al trabajo de un escritor que aquí fue insultado precisamente por este cuento. Y que apenas fue defendido por dos o tres personas, ante el silencio de los demás participantes en la conversación.

    Por cierto, enhorabuena por la nominación de este artículo al Ignotus.

  121. Enhorabuena, Nacho. Mola pensar que si alguna vez se publica una antología de artículos ganadores de los Ignotus va a aparecer este artículo como producto de una votación de lectores.

    Y que quienes estudiemos la ciencia ficción en el futuro tendremos aquí una buena visión de ciertas cosas. Bienvenido a la posteridad, Nacho.

    (Posteridad pequeñita, que es solo el Ignotus… Pero será una interesante referencia que tendremos para juzgar a la editorial Gigamesh.)

  122. Decir que esta semana me han ingresado el dinero que me adeudaban por la suscripción. Desde aquí agradecer que no se haya dejado morir el tema y se haya cumplido con lo que es justo. También hay que decirlo, seis años y medio después de aparecer el último número de la revista. En ese tiempo Martin escribe, lo menos, libro y cuarto.

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