Ana María Shua (Buenos Aires, 1951) tiene algo de Miss Marple, el personaje de Agatha Christie. Jane Marple es una anciana adorable, que vive en un pueblito apacible, pero que conoce como pocos la naturaleza humana (y esto le permite resolver crímenes casi perfectos, a veces sin moverse de su hogar). Ani Shua es igualmente adorable, generosa, dulce, uno pensaría que hasta cándida, pero no hay que dejarse engañar: basta leer algunos de sus cuentos para saber que cuando escribe es dueña y señora de los universos narrativos que crea, y a veces puede ser una diosa muy cruel (como la vida, como la naturaleza humana… Ani es humana, creo). Y si así trata a los personajes… ¡Imagínense cómo tratará a los lectores!

No hay problema. Muchos adoramos que nos trate así.

El pasado 12 de marzo, durante la presentación del libro Que tengas una vida interesante (Emecé), que reúne su producción cuentística para adultos, el escritor Guillermo Martínez decía: “Lo primero que cualquiera advierte cuando lee los cuentos de Ana María es ese oficio casi abrumador que permite que uno descanse ante la autoridad narrativa. Cada uno de los cuentos tiene una rara perfección que hace que uno inmediatamente se abandone y se sienta como llevado en vilo. […] Lo que se nota en estos cuentos es la asimilación de toda la gran tradición de la cuentística argentina”.Y agregó, refiriéndose a la obra: “La cuestión del oficio se ve también en la posibilidad de hacer experimentos formales por el absoluto dominio que se tiene de los géneros.Y en este sentido hay un experimento muy interesante, que uno puede advertir en los últimos cuentos [desde el punto de vista cronológico], que son los que se leen primero [en el libro]: Estamos acostumbrados, desde Ricardo Piglia, a que todo cuento cuenta dos historias. La primera que es la que se ve en la superficie, y hay otra que va por debajo, que nace recién al final, y que es la verdadera historia que quería solapar el escritor, como si se tratara de un acto de ilusionismo. En el caso de los cuentos de Ani, en lugar de plantear dos historias, se plantean dos géneros distintos. Los cuentos empiezan en un género, y lenta e imperceptiblemente derivan a otro. Es algo más drástico y difícil de conseguir, que es el cambio de géneros”.

Analizar la obra de Ana María Shua supera las posibilidades de este artículo y las habilidades de quien lo escribe. Baste decir que su obra ha sido prolífica y variada, y que su aura excede las divisiones de los géneros literarios. Se siente cómoda escribiendo para adultos, para niños, para adolescentes; abordando temas tan variados como la enfermedad, la decadencia, la juventud, la violencia, la sexualidad, la belleza, la fealdad, el amor, la mirada de los otros, la muerte, desde múltiple puntos de vista (algunas veces desde la idiosincrasia y el humor, otras en tono surrealista o fantástico, otras de manera dolorosamente realista). Ha transitado la novela, la poesía, el cuento, y hasta las mini/microficciones (como su admirado Augusto Monterroso).

Que tengas una vida interesante es un buen muestrario de los talentos de Shua. Y, como viene al caso, sí, incluye varios cuentos de ciencia ficción y fantasía. Y al menos dos de ellos, especialmente memorables, son de la más estricta ciencia-ficción: “Octavio el invasor” (donde la invasión extraterrestre comienza en el útero materno) y “Viajando se conoce gente” (una especie de montaña rusa narrativa, donde las reflexiones sobre el turismo y los lugares más visitados del mundo le ceden el paso a… otra cosa). Este último cuento le da nombre al libro donde originalmente aparecieron ambas narraciones, publicado originalmente en 1988.

El escritor Pablo De Santis, decía a propósito de estas obras: “Otro rasgo que aparece [en la narrativa de Ana María Shua] es la ciencia ficción. Pero una ciencia ficción donde todos los inventos, o las naves espaciales, no son para ir, sino para volver. Siempre que [en los cuentos] hay un hecho que no pertenece al mundo real es para describir algo de nuestra vida. No es una ciencia-ficción de un puro extrañamiento, sino para volver sobre lo cotidiano. Por ejemplo en el cuento ´Octavio el invasor´, o el que da título al libro Viajando se conoce gente”.

Que tengas una vida interesante reúne narraciones de géneros y registros muy variados, e incluye cinco relatos nunca antes publicados. Aquí se cumple aquello de que “en la variedad está el gusto”, así que no conviene adelantar nada más.

Y si en Buenos Aires (en toda la Argentina, en realidad) podemos disfrutar de los cuentos reeditados de Ani Shua, muy pronto, en España, se podrá acceder a otra compilación trascendente. De hecho, mientras tipeo esta nota, la escritora ya está en Madrid para presentar Cazadores de letras (editado por Páginas de Espuma). La presentación será el 24 de marzo en la librería Tres Rosas Amarillas.

Cazadores de letras reúne las minificciones de Ana María Shua, originalmente publicadas en los libros La sueñera, Casa de geishas, Botánica del caos y Temporada de fantasmas, publicados entre 1984 y 2004. En ese territorio tan acotado, Ani Shua es capaz de sugerir mundos completos, que encuentran sus raíces en los sueños, en los mitos, en el lenguaje, en la ironía, en el absurdo, en el futuro…

En el prólogo a la reedición de Botánica del caos (2004, dentro de la colección de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción del diario Página/12), el humorista Rudy señalaba: “Botánica del caos es una selva llena de monstruos que no por pequeños dejan de ser peligrosos, pero a la vez son entrañables. Monstruos que nos hacen reír, o que nos miran desde sus jaulas envidiando nuestra libertad, o que miramos desde las nuestras, desde ese sitio de adultos ´presos de las certezas y el lenguaje, y las certezas del lenguaje´que ñora aquellos mundos perdidos donde todo podía ser. Monstruos que soñamos o que nos sueñan, absurdos lógicos, absurdos inevitables. ¿O acaso podría existir lo ´lógico´ sino existiera lo absurdo?”

Para muestra final, baste un botón de su cosecha:

"Los avances de la cirugía permiten todo tipo de modificaciones físicas. Ya es posible cambiar de sexo, de raza, de identidad. Usted nunca podría imaginarse, por ejemplo, cuál fue la figura original con la que nació esto que tiene entre las manos creyendo que es un libro."

4 Responses to Ana María Shua, en ambos lados del Atlántico

  1. Un libro imprescindible, los microrrelatos de Ana María Shua son fabulosos.

  2. Recuerdo haber leído el primer libro de Shua, «La sueñera», cuando se publicó en Minotauro argentina hace muchos años, y me gustó mucho. Pero en aquel entonces nadie le hizo el menor caso (como suele pasar siempre)

  3. Yo la sigo desde que la descubrí (igual que otros autores de microficción, género que me apasiona) y tiene libros verdaderamente espléndidos (la primera parte de «Casa de Geishas», por ejemplo, es simplemente maravilloso).

  4. Alejandro dice:

    Los relatos largos de Ana María Shua son también excelentes. La mayoría no es de CFyF. Pero tiene una forma muy especial de de ver las cosas, y una picardía muy particular a la hora de relatar.

    Alejandro

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