La cadena ABC ha presentado Flash Forward como la serie que tomará el relevo de Perdidos. Incluso cuenta con un par de actores –Dominic Monaghan y Sonya Walger- procedentes de Lost, así como una estrella como Joseph Fiennes. Cuatro ha comprado sus derechos antes de que se estrene en Estados Unidos. Lo interesante del caso es que se trata de una adaptación de la novela publicada en España como Recuerdos del futuro, de Robert J. Sawyer.
El canadiense lleva años haciendo cuanto está en su mano para convertirse en la cara más conocida de la ciencia ficción. Publica puntualmente al menos una novela al año, es un buen comunicador en público, escribe artículos sobre casi cualquier cosa que pueda considerarse como ciencia del inmediato futuro, incluso tiene en su poder el dominio de Internet sfwriter.com (es decir, “escritordecienciaficcion.com”), en el que se aloja su sumamente chillona página web.
Sawyer ve claramente esta adaptación como su puerta a las grandes ligas a las que siempre aspiró: concretamente, a convertirse en el sucesor de Michael Crichton. Para ello, tiene una cosa a favor: crea novelas con una trama básica sugerente, con un argumento esencial que puede contarse en dos pinceladas y resulta interesante. En contra, que luego el desarrollo es ocasionalmente ramplón, y que las explicaciones de fondo terminan por resultar decididamente cienciaficcioneras, y en ocasiones abstrusas.
Tomemos Recuerdos del futuro. Toda la humanidad pierde el conocimiento durante algo más de dos minutos, periodo en el que cada cual tiene una visión de su propia vida al cabo de casi 30 años, todos del mismo instante. El hecho tiene consecuencias importantes para la sociedad: se impulsan ciertos adelantos científicos a partir de objetos vistos, hay personas que no tienen imágenes y son por tanto conscientes de que van a morir, etcétera.
Material de entrada interesante para un formato audiovisual, pero pronto la lectura nos inclina a pensar que si los productores quieren hacer algo con este punto de partida, tendrán que deshacerse de la trama de la novela. Para empezar, la explicación de lo ocurrido es decididamente compleja, y absolutamente imposible de reproducir para el público masivo de la televisión.
Por el momento, se conocen otras diferencias. Los personajes del texto original son limitados para una serie. Así que los productores han tirado por la calle de en medio.El protagonista de novela y serie se llama igual, pero deja de ser un científico canadiense cercano a la cincuentena para convertirse en un agente del FBI de treinta años. Aunque no se trata del cambio más importante: el desplazamiento temporal ya no es de años, sino de apenas seis meses, lo que varía totalmente la importancia de los efectos sobre los personajes.
Se han anunciado 13 capítulos, y cabe esperar que habrá más en una segunda temporada si funcionan bien en cuanto a audiencia; también cabe esperar que será a partir de propuestas nuevas, puesto que la novela está muy cerrada en sí misma –una de las cosas buenas de Sawyer es que casi todas sus obras son individuales e incontinuables- y difícilmente da por sí sola ni siquiera para esos 13 episodios, mucho menos para proseguir el relato. Mi apuesta es que la explicación ofrecida a los hechos en la novela no será considerada suficiente por la versión televisiva, y que se dilatará ofrecer una justificación de los hechos hasta el momento en que se decida concluir la serie.
Publicada en España por La Factoría de Ideas y saldada en su momento, habrá que esperar a ver si es la misma editorial quien puede de alguna forma mantener sus derechos y presentar una nueva edición al hilo de la serie o si, de nuevo, otra editorial más grande pesca el título con motivo de su lanzamiento audiovisual, como acaba de ocurrir en el caso de la serie vampírica de Charlaine Harris.
La verdad es que si se lleva bien, podría dar una gran serie. La premisa de partida es genial… aunque es cierto que Sawyer a veces se encalla mucho en los problemas personales de sus protagonistas…
AXN va a estrenarla a pricipios de octubre. Esta vez se han dado mucha prisa porque casi estrenan a la vez que en USA. Creo que no leí en su tiempo el libro.