Uno de los detalles que recuerdo con más simpatía de Ora:cle, de Kevin O’Donnell, y presente en menor medida en otros clásicos de la cf de futuro cercano -justo lo que intento caracterizar como “literatura prospectiva”-, es el uso de noticias imaginarias. Un compendio de historias variadas, significativas, ridículas, cosmopolitas, que sirven a los autores para crear un sólido escenario de fondo para su relato.
Este recurso literario, obvio pero eficaz, me ha venido a la cabeza durante los últimos días, con todo el episodio Wikileaks. De repente, los medios de comunicación estándar parecieron convertirse en un remake periodístico de alguna obra olvidada de John Brunner: conceptos como ciberguerra o ataque Ddos proliferaban en informaciones donde se convertía en personajes de actualidad a unos tipos con máscaras de Guy Fawkes como el protagonista de V de Vendetta.
Por simple diversión, decidí escudriñar la red, y en particular una fuente eficaz y curiosa como meneame.net, durante un día completo, el pasado jueves 9, para buscar las noticias que servirían dar comienzo a un remake contemporáneo de Ora:cle. Mi selección son estas diez:
- Músico de rock ex novio de sex symbol denuncia a un acuario por emplear vaginas de vaca para masturbar a una orca asesina.
- IBM vende impresoras baratas idénticas a las caras pero con un defecto de origen para que funcione peor.
- Premio Nobel de Economía pide que encarcelen a los banqueros para que la economía pueda recuperarse.
- Los servicios de urgencia gallegos deben pagar en una autopista de peaje para llegar a sus misiones.
- Israel reconoce que asesinó a un científico nuclear iraní.
- Nace un perro verde en Brasil, su dueño le bautiza como Hulk.
- Científicos y juristas discuten si una nación seguirá existiendo después de que todo su territorio sea engullido por las aguas a causa del cambio climático.
- Un corte de electricidad de 0,07 segundos hace perder el 20% de su producción mensual a una fábrica de Toshiba.
- Crecientes oportunidades para las casas mecano, atornilladas al suelo.
- Realizan un reconocimiento adicional con escáneres corporales a una actriz de Los vigilantes de la playa.
Bueno, un panorama curioso… Y la conclusión es evidente: se confirma que el problema de la ciencia ficción es que, en tanto que seguíamos con nuestros rollos de gheto y nuestras fricadillas, el futuro ya estaba aquí. Adueñándose no sólo de la literatura en general, como hemos ido viendo con las ya muy mentadas novelas próximas al género, sino también de la existencia cotidiana.
Tal vez, de hecho, la razón de la disminución del número de lectores esté en que mientras la cf ha buscado el sentido de la maravilla en lugares e ideas cada vez más lejanas, la sociedad estaba bebiendo esas sensaciones cada día en internet.
Buenas, cierto que el mundo se ha vuelto un poco loco (por no decir «gilipollas»), aunque soy de la opinión de que siempre lo ha sido. Por eso pienso que la ciencia ficción, lo que yo entiendo por CF, está en otra cosa. Podría decir, a riesgo de caer en la pedantería, que una de las características de la CF es la prospectividad, y que por ello es inaprensible, tiene algo que se nos escapa, o se nos había escapado hasta entonces (a fin de cuentas la CF está en el que mira/narra, no en lo narrado): cuando la cotidianidad es ciencia ficción, la ciencia ficción pasa a ser lo narrado, se convierte en «realismo», por tanto deja de ser ciencia ficción. La fantasía científica no puede ser mero retrato, mera fotografía, por tanto debe de estar en otra parte.
Estoy leyéndome ahora Accelerando, de Charles Stross, y hace algo «parecido» a lo que cuenta este artículo. La idea detrás del famoso concepto de singularidad (que es la que intenta transmitir la novela) es justo esa: estamos avanzando tan deprisa tecnológica y socialmente que nuestro propio mundo nos resulta extraño y, sí, futurista. Cada vez es más difícil mantenerse en la cresta de la onda de shock.
Pero a la vez, con cándidas expectativas incumplidas.
Y mi más enérgico rechazo al tráfico carnal de cetáceas… ¡¡¡¡Es repugnante!!!
(Ahora, un ole para el valiente mamporrero de orcas… Este si que tiene lo que hay que tener)
Joserra ¿eso no era precisamente «El shock del futuro» de Toffler? Otro pedazo de profeta, a todo esto. Y si hablamos de «el jinete en la onda del shock» ya…
No creo que el mundo sea cada vez más tonto, si no que son los medios de comunicación los que se revuelcan cada vez más alegremente en la estulticia. Por eso tenemos estas «noticias», amplificadas por un metamedio como menéame, que premia lo banal/superficial sobre las noticias escritas desde el conocimiento del contexto o la reflexión.
«El jinete en la onda de shock» está basado en el libro de Toffler que, efectivamente, va de eso :)
Coincido con Padawan, más o menos. El mundo seguirá siendo complicado y sórdido y todo eso, sí, pero a la manera de siempre. Con sus complejidades que cuesta comprender, como toda la vida. A no ser que cultives la mollera un pelín. Y eso implica leer otras cosas además de las que salen por la pantalla, viajar, etc.
Pero esas reflexiónes más profundas, ese escarbar, no puedes pedírselo a quienes para enterarse de lo que pasa abusan del click del ratón y toman Internet como el único mapa válido y representativo del universo. Haciendo eso, nos condenamos al titular, al refrito y a la anécdota rápida. Jope, que cenizo soy…
Noticias tontas como estas las hay desde siempre. Los romanos publicaban un periódico oficial, el «Acta Diurna», del que nos han llegado noticias que han pasado a la posteridad por frikis y surrealistas (¿o no?). Así, a bote pronto, me acuerdo de algunas:
– Un buey habló a gritos anunciando desgracias.
– Se ha cazado una sirena en Olisipo. Pero se ha muerto de pena.
– Un calamar gigante ataca una fábrica de salazones cerca de Gades.
– El emperador Augusto envía una legión a luchar contra la plaga de conejos en Mallorca.
– Se han visto escudos volantes sobre la ciudad… (¿ovnis?)
En fin, noticias de toda la vida.
a todo esto… hablamos de Brunner y tal, pero otro que hacían curiosas predicciones sociales y macroeconómicas era Bruce Sterling (recordemos ese futuro ochentero adivinado en «Islas en la Red», donde profundizaba sobre la incomunicación en un mundo intercomunicado, o en Distracción, donde apostaba por una anarquía gracias al resurgimiento de China). Bien ¿no veis como un poco perdida a esta gente ahora que lo de las guerras internáuticas está siendo verdad, que lo de China empieza a dislumbrarse sin ser exactamente pero pareciéndose a lo narrado, y que lo de la incomunicación 2.0 es todo un hecho?