Piscinas públicas

En la piscina flota media docena de cuerpos. Todos son niños. Sus rostros, los ojos muy abiertos, se hunden en el agua. Si pudieras verlos te sorprendería descubrir que en todos ellos brilla una sonrisa.

El socorrista emplea un gancho metálico para atraparlos y arrastrarlos hasta la orilla. Los padres esperan junto al agua, pacientes. El socorrista les entrega los cuerpos, uno por uno. También sonríe.

En las taquillas de la entrada nuevas familias hacen cola, esperando su turno.

4 comments

  1. Aich, aichs… Ganchos para sacar a niños flotando en las piscinas, que chungo (justo acabo de dejar a la niña que tiene clase de natación hoy) es claro que a Eximeno algo oscuro le pasó aprendiendo a nadar… También pasan cosas raras en los vestuarios… Da miedo. Mucho. Bueno, me vuelvo a por la niña…

  2. Y yo que me iba a apuntar a natación este año….

    Lo que pasa es que no me querrán ya porque ya no soy lechal.

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