por Aleksandar Žiljak.
Traducción: Juan Antonio Fernández Madrigal
En la literatura croata podemos encontrar elementos de proto-ciencia ficción que se remontan al Renacimiento, pero el verdadero desarrollo de la ciencia ficción moderna comenzó tras la Primera Guerra Mundial. Debido probablemente a la turbulenta historia de Croacia en el siglo XX, nuestra ciencia ficción pasó por diversas fases.
Nacimiento (1918-1945)
La primera novela croata con elementos claros de ciencia ficción que podemos encontrar es Crveni ocean (El Océano Rojo, 1918/19), de Marija Juric-Zagorka, pero la primera verdadera novela de ciencia ficción fue Na Pacifiku 2255 (Sobre el Pacífico en 2255), de Milan Šufflay, convertida en serial en 1924. En 1932, Mato Hanžekovic publicó Gospodin covjek (Un hombre de verdad).
Durante este período, la mayor parte de la ciencia ficción croata fue publicada en forma de seriales en periódicos y revistas. Mientras algunos autores reflejaban las ansiedades de la postguerra (Šufflay y Hanžekovic, por ejemplo), otros eran influenciados por la ficción popular. La mayoría de las novelas y relatos pulicados en los años veinte y treinta del siglo pasado son ahora difíciles de encontrar, y sus autores frecuentemente nombrados sólo por sus pseudónimos o iniciales.
Una de las novelas más conocidas de esta época es Muri Massanga (1927), de Mladen Horvat. Asimismo, a comienzos de los años treinta, Aldion Degal (un pseudónimo con toda probabilidad) publicó las novelas Atomska raketa (El cohete atómico), Zrake smrti (Los rayos de la muerte) y Smaragdni skarabej (El escarabajo esmeralda). Una muy buena novela es Majstor Omega osvaja svijet (El Maestro Omega conquista el mundo, 1940), de Stan Ragers, pseudónimo utilizado por Stanko Radovanovic y Zvonimir Furtinger cuando escribían conjuntamente.
El comienzo de una era (1959-1965)
Algunos relatos de ciencia ficción de autores croatas fueron publicados incluso a pesar de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los años inmediatamente posteriores -con el presidente Tito y el Partido Comunista alcanzando el poder en Yugoslavia y Croacia- vieron una breve interrupción en la continuidad de la ciencia ficción en Croacia. En los últimos años cincuenta comenzó a renacer gracias al incremento de las novelas traducidas (de autores americanos, rusos y europeos) que eran publicadas por editores yugoslavos. Tal interés por la ciencia ficción coincidió con la rápida industrialización y la consiguiente urbanización y extensión de la educacion bajo el mandato de Tito.
En lo que concierne a autores croatas, los últimos años cincuenta y los primeros sesenta estuvieron marcados por las novelas del tándem Mladen Bjažic-Zvonimir Furtinger. Su primera publicación fue Osvajac 2 se ne javlja (El Conquistador 2 no responde, 1959). Svemirska nevjesta (La novia del espacio), Varamunga – tajanstveni grad (Varamunga – La ciudad misteriosa) y la novela juvenil Zagonetni stroj profesora Kružica (La misteriosa máquina del profesor Kružic)le siguieron en 1960; Mrtvi se vracaju (El retorno de los muertos) en 1965 y Ništa bez Božene (Nada sin Božena – una nueva versión de La misteriosa máquina del profesor Kružic) en 1970. Estas novelas populares pero bien escritas influenciaron sin ninguna duda a numerosos aficionados y escritores posteriores. Bjažic y Furtinger fueron los pioneros de la ciencia ficción moderna en Croacia, introduciendo muchas nuevas ideas.
El segundo autor más importante de este período fue Angelo Ritig con sus novelas Sasvim neobicno bucenje (Un despertar tan extraño, 1961) y Ljubav u neboderu (Amor en la Skyscraper, 1965). Ritig usaba un estilo literario maduro y se mostraba especialmente interesado en el desarrollo psicológico de personajes que se enfrentaban a nuevas tecnologías.
Los años de Sirius (1976-1989)
En julio de 1976 comenzó a publicarse la revista de ciencia ficción Sirius,un evento crucial en la historia de la cf croata. Publicado por el editor de periódicos y revistas Vjesnik, de Zagreb, fue impulsada por Borivoj Jurkovic y Damir Mikulicic. Sirius se publicó mensualmente hasta diciembre de 1989, cuando llegó al número doble 163/164. Tuvo una tirada que alcanzó los 30.000 ejemplares en su mejor momento, y fue elegida dos veces (en 1980 y 1984) la mejor revista europea de ciencia ficción. Después de que Jurkovic editara Sirius por más de 100 números, le sustituyó Hrvoje Prcic, aunque Milivoj Pašicek se incorporó como editor durante algún tiempo. Sirius estaba diseñada como las revistas americanas y publicó relatos escritos en su mayoría por angloparlantes, pero también incluyó autores soviéticos y europeos (particularmente franceses), teniendo una considerable influencia en el desarrollo de la ciencia ficción croata y ofreciendo a los escritores locales alguna oportunidad de verse publicados.
Hubo diversos escritores que llegaron a ser bien conocidos a través de Sirius. Mientras que Branko Belan y Zvonimir Furtinger eran considerados los mejores de los ya establecidos, ambos sexagenarios cuando Sirius arrancó, Predrag Raos fue ciertamente el más grande de los jóvenes escritores. Los más prolíficos en Sirius fueron Branko Pihac y Živko Prodanovic. También habría que mencionar a Neven Anticevic, Radovan Devlic, Darije cokic, Damir Mikulicic, Slobodan Petrovski, Zdravko Valjak y muchos otros.
Sirius también sirvió para revelar la significativa presencia de escritoras, como Vera Ivosic-Santo (también conocida como Veronika Santo), Vesna Gorše, Biljana Mateljan, Vesna Popovic, Tatjana Vranic y otras. Podemos asegurar sin ninguna duda que las mujeres que publicaban en Sirius eran de media mejores escritoras que sus colegas masculinos, tanto en estilo como en los asuntos que trataban, especialmente si consideramos su relativamente pequeña producción.
Aunque sería imposible extraer un común denominador de los aproximadamente 500 relatos publicados en Sirius, algunas tendencias eran obvias. Por ejemplo, resulta fácil darse cuenta del gran número de anti-utopías, a menudo post-nucleares. Esto era algo natural durante la Guerra Fría, pero también en la sociedad socialista de partido único que había en Yugoslavia (sin embargo, el socialismo en Yugoslavia fue mucho más liberal que en otros países de Europa del este, dejando aparte a la Unión Soviética; Yugoslavia –que no era miembro del Pacto de Varsovia- estaba abierta tanto al Este como al Oeste). Otros temas clásicos de la ciencia ficción estaban también presentes en aquellas obras, como la space-opera, la ciencia ficción hard, las historias de primer contacto, viajes en el tiempo y percepción extrasensorial. Por otra parte, algunos subgéneros como el cyberpunk y la historia alternativa estaban casi completamente ausentes. Debido a la orientación editorial hacia la ciencia ficción, no había fantasía ni terror en Sirius.
Entre 1976 y 1989 -años ahora conocidos como el período Sirius- fueron también publicadas algunas novelas de ciencia ficción realmente importantes.
Predrag Raos publicó su épica Brodolom kod Thule (Náufragos en Thula) en dos volúmenes en 1979. Con casi 850 páginas en total, se trata posiblemente de la mejor novela croata de ciencia ficción. Describe el desastre que sufre la primera expedición a velocidad superior a la de la luz hacia Alfa Centauro, y está escrita con brillantez y sin dar oportunidad al aburrimiento. Náufragos en Thula, junto a los relatos de Sirius «Mnogo vike nizašto» (Muchas tribulaciones sobre nada, 1985) y «Nul effort» (Esfuerzo nulo, 1990) situaron a Predrag Raos como uno de los mejores escritores de Croacia.
Otras novelas importantes de mitad de los ochenta son las de ciencia ficción médica: Uzbuna na odjelu za rak (Alerta en la protección del cáncer) y Ponocni susret (El encuentro a medianoche), de Neven Orhel, seguidas por Utov dnevnik (El diario de Ut), de Branko Belan, y Ur, de Hrvoje Hitrec.
Hasta entonces sólo dos películas croatas de ciencia ficción habían sido producidas. La primera fue Izbavitelj (El salvador de ratas,- 1977), dirigida por Krsto Papic y premiada en el festival de cine de ciencia ficción de Trieste. La segunda fue la comedia de ciencia ficción Posjetioci iz galaksije Arkana (Visitantes de la Galaxia Arkana, 1980), de Dušan Vukotic.
Creo que lo único que ha llegado por aquí traducido del croata es la antología de Zoran Zivkovic verdad?
A mi me gustó bastante, la recomiendo:
http://www.elkraken.com/Esp/R-historias_imposibles-esp.htm
Saludos,
Eloi.
Uuuy, lo que ha dicho… Živkovic es serbio.
Además, tiene dos libros más en castellano, en 451.
No me consta ninguna traducción de cf croata.
Ops! Crasso error…! :-(