por Aleksandar Žiljak.
Traducción: Juan Antonio Fernández Madrigal
Las nuevas generaciones (1992-en adelante)
Los comienzos de la década de los noventa del siglo XX marcaron la violenta ruptura de Yugoslavia, y no parecían un buen momento para editar una nueva revista de ciencia ficción, así que fue una sorpresa que en otoño de 1992 una pequeña compañía editorial y de diseño gráfico de Zagreb llamada Bakal presentara Futura. Básicamente, Futura era muy similar a Sirius. Tenía periodicidad mensual y tuvo una importancia similar. Sin embargo, su distribución fue mucho menor. Enfrentada a la caída general del nivel de vida en Croacia, tuvo problemas y cambió de editores varias veces. Eventualmente llegó a publicarse de manera muy irregular. Actualmente (diciembre de 2009) ha alcanzado su número 130.
En la primavera de 1995, comenzó un nuevo e importante proyecto. El club de ciencia ficción SFera, también de Zagreb, editó la primera de sus colecciones de relatos, titulada Zagreb 2004. Estas colecciones fueron iniciadas y editadas por Darko Macan. Zagreb 2004 reunía relatos de jóvenes escritores acerca del futuro cercano de Zagreb (unos diez años hacia adelante), siendo el tema principal, obviamente, la guerra en Croacia, que en aquel momento seguía su curso. Aunque muchos ya habían sido publicados anteriormente, sobre todo en fanzines y en Futura, esta colección demostró que una nueva generación había hecho su aparición. Al mismo tiempo, parecía que la generación Sirius casi se había desvanecido, al menos en lo relativo a sus capacidades literarias.
No es que se dejara de saber sobre ellos, desde luego. Predrag Raos demostró su vehemencia contra el gobierno autoritario del presidente Tucman. Sin embargo, sólo dos de los libros que publicó en los noventa eran verdaderamente de ciencia ficción: Mayerling y la novela para niños Od rata do zvijezda (De la guerra a las estrellas). Živko Prodanovic publicó las novelas Tamara (2000) y Smrt mecu rimskim ruševinama (La muerte entre las ruinas de Roma, 2003). Damir Mikulicic y Neven Anticevic se convirtieron en editores.
Mientras tanto, el club SFera continuó produciendo sus colecciones anualmente, publicándolas para que coincidieran con la convención SferaKon, celebrada también anualmente en Zagreb. Quince de estas colecciones han sido publicadas hasta el momento, y el proyecto sigue su andadura. Debido a su cuidadosa selección y edición, llegaron a considerarse lo más significativo de la moderna ciencia ficción croata. Los relatos publicados en ellas han sido, de media, mucho mejores que los de Futura, y han conseguido dar a conocer a nuevos autores.
Hoy en día se pueden hacer interesantes comparaciones entre los relatos actuales y los publicados en Sirius. En los noventa, las aproximaciones a diversos temas se habían hecho más modernas y diversas. Los escritores ponían más atención a los aspectos literarios, a los personajes y al argumento. Las técnicas literarias modernas entraron en la ciencia ficción croata, e incluso se comenzó a experimentar. Por último, los autores de los noventa introdujeron temas, personajes y escenarios propiamente croatas. Por qué la mayoría de autores de Sirius se habían mostrado reluctantes a esto, incluso cuando era lo apropiado, optando por personajes americanos y/o europeos estereotipados o escogiendo escenarios neutros, permanece abierto a discusión. Fuera cual fuera la razón, parece como si el futuro hubiera finalmente comenzado para los croatas en Croacia, y eso significó la maduración de nuestra ciencia ficción durante los años noventa del siglo pasado.
Uno de los resultados de la publicación de los libros de SFera fue la difusión de las colecciones de relatos desde Zagreb hasta Istria. Así, comenzando en 2002, en las convenciones anuales Istrakon celebradas en la pequeña ciudad de Pazin, se publicitaron varias colecciones de relatos cortos. En los últimos cuatro años se han preparado asimismo colecciones para el Festival de Literatura Fantástica que tiene lugar todos los años también en Pazin.
En 2003 se comenzó a editar Sfera, una iniciativa que durante tres años incluyó colecciones de relatos de lo mejor de las nuevas generaciones de autores croatas de ciencia ficción, recogiendo un amplio abanico de intereses y temas. Los escritores que aparecieron en Sfera fueron Tatjana Jambrišak, Igor Lepcin, Darko Macan, Aleksandar Žiljak (en 2003); Zoran Krušvar, Dalibor Perkovic, Zoran Pongrašic y Zoran Vlahovic (en 2004) y, por último, en 2005, Milena Benini, Goran Konvicni, Krešimir Mišak y Danilo Brozovic.
En cualquier caso, comparada con la de los escritores occidentales, la producción individual de los autores croatas es muy escasa. La razón es simple: escribir ciencia ficción en Croacia no es comercial. Una consecuencia de esto fue la falta casi total de verdaderas (mucho más: de buenas) novelas de ciencia ficción durante la década de los noventa. Sin embargo, comenzando el nuevo siglo esto comenzó a cambiar.
En 2002 aparecieron dos novelas de ciencia ficción, ambas incluyendo una considerable cantidad de humor. Fueron Toplizrak (El aire caliente), de Davor Slamnig, y Ja i Kalisto (Yo y Calisto), de Dejan Šorak. Éstas fueron seguidas de dos excelentes novelas para niños: Prsti puni mora (Dedos llenos de mar), de Igor Lepcin y Pavo protiv Pave (Pablo vs. Pablo), de Darko Macan.
En 2003 fue publicada la mejor novela de ciencia ficción croata en más de una década: Sablja (El sable), de Ivan Gavran, una space-opera soberbiamente escrita acerca de un grupo de pilotos terrestres de cazas F-86 Sabre en un combate galáctico. Sablja es también una aguda reflexión sobre la guerra en Bosnia y Herzegovina. La última novela de Gavran es Božja jednadžba (La ecuación de Dios).
Otra excelente novela de 2003 fue Christkind, de Boris Dežulovic. En 2004 se publicó la historia épica en tres partes Araton, de Oliver Franic, mientras Dalibor Perkovic hizo lo propio con su primera novela Sva krv covjecanstva (Toda la sangre de la humanidad) en 2005.
Predrag Raos regresó presentando su primera novela tras muchos años, Vertikala (La vertical, 2006), que trata sobre los dilemas morales a que se enfrenta el diseñador de un sistema orbital de lanzamiento de naves espaciales. La vertical fue seguida por dos antologías y una novela de fantasía: Let Nancija Konratata (El vuelo de Nancio Konratat, 2007).
En 2006 Veselin Gatalo publicó Geto (El gueto), una visión alegórica en formato de historia de acción del futuro de Bosnia y Herzegovina. Danilo Brozovic causó furor con su cyberpunk político Bojno polje Istra (Campo de batalla Istria, 2007). Dos seriales de ciencia ficción han sido asimismo publicados en los últimos años: el cyberpunk-noirStrijelac (El tirador), de Zoran Vlahovic, y Lovina (La presa), creado por T.H. Knight (un pseudónimo) y Marin Medic, que combina vampiros y cyberpunk. Tres novelas de ciencia ficción escritas por nuevos autores también han causado gran interés: Pobjednik (El vencedor, 2008), de Tamoya Sanshal (pseudónimo), Xavia, de Damir Hoyka y Strašni (Lo horrible), de Rade Jarak, las dos últimas de 2009. Ha habido también importantes antologías en los últimos años. Son de remarcar las de Marina Jadrejcic, Veronika Santo, Vesna Popovic, Irena Rašeta y Darko Macan.
Con respecto a otros géneros de ficción especulativa, la fantasía croata ha producido en general muy malas novelas. Dos notables excepciones son la juvenil cudesnakrljušt (La escala milagrosa, 1995), de Zvjezdana Odobašic, y las parodias de fantasía de Vanja Spirin.
Respecto al terror, se mantiene algo más vivo, con Viktoria Faust (pseudónimo) como su más prolífica autora. Además de numerosos relatos de terror y ciencia ficción, sus novelas incluyen U anceoskom liku zvijeri (En la angélica imagen de la bestia, 2000), Neizgovorena prica (La historia no contada, 2005), Nasmrt preplašen (Susto de muerte, 2005), Anastasia y Solarne macke (Gatos solares, 2009).
Denis Pericic recopiló sus relatos de terror en Krvavo (Lo sangriento, 2004). En 2006 Boris Peric atrajo la atención con su novela Vampir (El vampiro), inspirada por lo que calificó de eventos reales. La novela de Zoran Krušvar titulada Izvršitelji nauma gospodnjeg (Los ejecutores de los designios de Dios, 2007) se desarrolló como proyecto multimedia, incluyendo a grupos de heavy metal y artistas de vídeo. Darko Macan se aventuró en el terror juvenil con sus novelas Dlakovuk (Hairwolf, 2007) y Jadnorog (Poorhorn, 2008).
Cómics y arte
La tradición del cómic de ciencia ficción en Croacia se remonta a mediados de los años treinta del siglo XX. El primer tebeo croata de ciencia ficción fue Gost iz svemira (El invitado del espacio exterior, 1935), de Božidar Rašic y Leontije Bjelski, seguido por Ljubavnica s Marsa (La Señora de Marte) y Podzemna carica (La Emperatriz del subsuelo), ambos de Krešimir Kovacic y Andrija Maurovic. Durante los años cincuenta y sesenta, los mejores autores de tebeos de ciencia ficción fueron los hermanos Norbert y Walter Neugebauer. Más adelante, en los años setenta y ochenta, los nuevos autores más destacados fueron Radovan Devlic, Igor Kordej, Goran Delic y Krešimir Zimonic.
Durante los años noventa la situación con los tebeos en Croacia fue realmente pobre. Ninguna revista duraba mucho tiempo. Las cosas han mejorado recientemente, sin embargo. Los artistas de cómic croatas tienen una larga tradición trabajando para editores extranjeros. Esto continuó en los noventa con el desembarco en el mercado americano, sobre todo en el universo de las franquicias y de las series de superhérores de DarkHorse, Marvel, AntarcticPress y DC. El escritor mejor conocido en este campo es Darko Macan, mientras que en el apartado gráfico destacan late Edvin Biukovic, Igor Kordej, Goran Parlov, Esad T. Ribic, Goran Sudžuka, Milan Trenc y Danijel Žeželj.
Por último, el arte gráfico de ciencia ficción no está especialmente desarrollado. Diversos artistas crearon una envidiable cantidad de obras para las portadas de Sirius, siendo los mejores Miroslav Sinovcic, Vjekoslav Ivezic e Igor Kordej. Entre los que tuvieron una producción apreciable en los noventa y más tarde están Igor Kordej, Esad T. Ribic y el autor de este texto. Karlo Galeta y Robert Drozd monopolizaron las portadas de Futura durante varios años con su arte digital de imágenes sintéticas en 3D. Željko Pahek también regresó a la escena del arte croata, trabajando sobre todo en Serbia tras la guerra. Es famoso por su dedicación a la ciencia ficción, pero también por sus tebeos humorísticos, que parodian casi todos los clichés conocidos de la ciencia ficción mundial.
F viene de Fándom
El fándom organizado en Croacia se remonta a 1976, cuando el club SFera fue fundado en Zagreb. Éste fue seguido por más agrupaciones. Como es natural, comenzaron a organizar congresos y a publicar fanzines. El fanzine más veterano fue Parsek, que se comenzó a editar por SFera en 1977. Parsek alcanzó el número 109 en noviembre de 2009, con lo que es el más longevo en Croacia.
Pero quizás el verdadero fenómeno fándom en Croacia son las convenciones. En este momento, existen convenciones anuales en Zagreb, Pazin, Opatija, Rijeka y Osijek. A éstas hay que añadir los Días de Julio Verne y el Festival de Literatura Fantástica, también anuales, en Pazin.
SFeraKon, en Zagreb, es la convención más antigua: se celebró por primera vez en 1977. Es organizada por el club SFeray atrae hasta mil visitantes cada año. Los premios anuales SFera se otorgan a los mejores logros de la ciencia ficción. En la última década, SFeraKon presenta una envidiable lista de invitados de honor, continuando así las buenas relaciones internacionales mantenidas durante las décadas de los setenta y ochenta del pasado siglo.
La Istrakon de Pazin es la segunda convención más grande de ciencia ficción en Croacia. Actualmente lleva diez años consecutivos celebrándose. La Essekon en Osijek también tiene cierta tradición, mientras que la Liburnikon en Opatija y la Rikon en Rijeka se están estableciendo con rapidez como eventos populares.
El crecimiento de internet supuso aún mayor impulso para el crecimiento del fándom croata. Además de las comunicaciones habituales por medio de foros, Internet da soporte a nuevos aspirantes a escritores a través de revistas electrónicas (muy especialmente NOSF), talleres de trabajo literario online y blogs de relatos, aliviando así la actual falta de revistas profesionales y semi-profesionales de publicación regular.
Hacia adelante, hacia el futuro
La ciencia ficción está llegando a ser aceptada como parte de la cultura popular croata. Actualmente estamos en un proceso que trata de evaluar exhaustivamente su desarrollo. En este sentido, el primer paso importante fue Ad Astra, una antología de relatos de ciencia ficción croata desde 1976 hasta 2006. Este libro de 640 páginas fue editado por Tomislav Šakic y Aleksandar Žiljak, y publicado en abril de 2006, después de dos años de trabajo. Contiene 40 relatos de los más importantes escritores de ciencia ficción croata, así como textos históricos, notas biográficas y la bibliografía de la historia del género en Croacia en ese período de 30 años.
Otro problema que ha sido abordado por Šakic y Žiljak es la falta de una revista de ciencia ficción que publique a autores croatas. Así fue como en noviembre de 2007 se presentó el primer número de UBIQ. El número 5 apareció en noviembre de 2009. Se trata de una revista literaria bianual de 260 páginas dedicada a escritores croatas. También publica textos teóricos y bibliográficos. A pesar de tener una tirada pequeña y de estar subvencionada por el estado, UBIQ finalmente ha conseguido atraer la atención de los círculos académicos hacia la ciencia ficción.