Mi heroico desvirgamiento: Gladia Solaria

Y bien, a pesar de que ELLA no fue la primera en presentarse como mujer prospectiva dentro de mi joven y loco mundo interior, sí tuvo la osadía de erigirse como la favorita: mi favorita. Gladia Solaria, o, en sus inicios, Gladia Delmarre, llegó como la gran mayoría de esos personajes que, al menos en mi caso, terminan quedándose retenidos en la memoria o, incluso, en el corazón (y con un rinconcito tuvo suficiente). Ella entró a través de una puerta lateral (ni principal, ni trasera), rápido, muy rápido, presionada por el fascinante universo creado anteriormente, relato a relato, libro a libro, por Isaac Asimov. Así fue, Gladia recibió algunos empellones por parte de ese futuro existente, deslumbrante, además de robótico y principalmente masculino. Afortunadamente, no venía sola: Solaria, su fascinante y al mismo tiempo patético planeta natal, la respaldaba…

Pero mejor vayamos brevemente al principio: Gladia Delmarre, para quienes no la conozcan, es como ya he descubierto una heroína de papel; uno de los mejores personajes femeninos creados por Asimov (los entusiastas de Susan Calvin, por favor, no se remuevan en sus asientos. Ya llegará su turno, ya). Ésta aparece por primera vez en la novela El sol desnudo, donde además pasará a convertirse apresurada y forzosamente en una de las piezas clave de la trama: es acusada del asesinato de su marido, Rikaine Delmarre, y dadas las costumbres y modus operandi de los solarianos, por lógica, es la única que, aparentemente, podría haberlo asesinado.

Y dejando a un lado el asunto del asesinato, o de cómo Gladia supera ciertas trabas, ¿qué es lo que ocurre con los solarianos? ¿Por qué es tan fascinante Solaria? Veamos, se trata de un lugar donde las personas se comunican a través de avanzadas videoconferencias. Viven solos, salvo aquellos que tienen pareja, cuyo contacto tiene lugar solo cuando es imprescindible (ya me entendéis). Por otra parte, los habitantes de Solaria están rodeados por un sinnúmero de robots que velan constantemente por su bienestar, encargándose al mismo tiempo de las tareas domésticas y engorrosas del día a día. Ahora bien, lo más llamativo de todo es que los solarianos, además de vivir aislados, cuando acceden a mantener una reunión en persona no se tocan directamente. Es decir, además de inútiles, son hipocondríacos…

Pero continuar contando chismes sería adentrarme en varias novelas de Asimov, y no estamos aquí para eso (aunque gustosamente lo haría). La cuestión es que Gladia es una mujer con mayúsculas y se comporta como tal. Además de femenina, es fuerte, sabe lo que quiere y está dispuesta a conseguirlo. Por esta razón, cuando finalmente se resuelve el caso del asesinato de su marido, termina emigrando al planeta Aurora, donde el ambiente no está tan enrarecido y el número de personas por robot no roza la locura. Pero antes, durante, y tras su emigración, ella no es una espacial cualquiera. Gladia no es conformista; no se limita a heredar las costumbres de su planeta sin más, odiando como el resto a los terrestres (y a sí mismos, dadas sus costumbres y a pesar de las excusas), evitándolos porque sí; ella es de carne y hueso y no tiene suficiente con vivir su vida como el resto, de manera superficial, temerosa y anodina. Gladia necesita sentirlo todo, tiene que ser persona y vivir como tal. Por lo tanto, en cada una de sus apariciones y a lo largo de varias narraciones, siempre camina con paso firme ganándose ese lugar que la reservé, mientras su desinhibido carácter y también su, de alguna manera, pasión por la vida, la llevan a unirse tanto a robots como a seres humanos. Y cuando hablo de unión, quiero decir ¡matrimonio!

Eso es, con dos ovarios…

Y una vez dicho esto, ya sólo queda que uno se pregunte, ¿qué llega a convertir a un personaje en alguien especial para el lector, en uno de sus predilectos? En el caso de Gladia, para mí está claro: es toda una rebelde, pero con causa. Ya lo he dicho, inconformista por naturaleza. Asimismo, Gladia lucha por sus ideales y apechuga con las consecuencias, ese es el principal motivo de su heroicidad: hace todo lo posible, y de hecho lo consigue, por convertirse en un auténtico ser humano. ¿Y no es acaso esa misión la más complicada y peligrosa que pudiera haber

Procurar ser humano y vivir como tal a toda costa… qué locura. Qué mujer…

6 comments

  1. También es uno de mis personajes favoritos asimovianos. Es curioso, pero si los personajes masculinos suelen ser bastante de cartón-piedra, los femeninos, a partir de cierta etapa, son mucho más interesantes, como es el caso de Gladia.

    Recuerdo especialmente la escena, en una de las novelas, en que se enfrenta a una rueda de prensa multitudinaria en la que la fulminan a preguntas comprometedoras y cómo se acaba saliendo con la suya. Memorable.

  2. Vaya, menos mal… pensé que el silencio era debido a paranoias mías. Gladia es la caña, sí, sí… me alegra que compartas personaje y además saques a relucir cómo se las gasta la moza. :-)

    Gracias!

    Saludos espaciales, Yarhel.

  3. Muy buen artículo, Pily. Había olvidado a la susodicha Gladia y la trajiste de nuevo a mi memoria. Me alegra ver que hemos visto lo mismo en ella.
    Un saludo y que sigas bien.
    Ab

  4. Parece mentira que con lo que me gustan los robotijos no sea… Perdón, no haya leído más a Asimov, pero así es por lo que no he llegado a la famosa Gladia, lo siento.
    Pero en verdad hay otros personajes femeninos que cuajan por su forma de ser, por la manera de enfrentarse a los problemas y de resolver estos, y todo junto hace que el lector sienta cierta ¿Admiración? Hacia ella. Por ejemplo «nuestra» Anita Blake, de la cual supongo que algún día hablarás por aquí.

  5. Abur_chocolat: Me alegra, de verdad , me alegra enormemente no ser la única que siente lo que siente por Gladia. Y, cierto, en un primer momento se te puede pasar fácilmente la existencia de esta sufridora nata, ya que hay mucho personaje femenino con los ovarios bien puestos, pero ella es una de las grandes, sí… gracias por tu opinión.

    Orfideón: Me encantaría hablar de Anita Blake, pero no tiene cabida aquí. Es una megatiarrona, cierto, pero es cazavampiros y resucitadora de zombies, con lo que no encaja aquí. Oooooh, lástima, lástima. Buffy, por descontado, tampoco.

    Ayyyy!!

    Y, ciertamente, volviendo al comienzo de tu comentario, no sabes lo que te pierdes no conociendo a Gladia y a Daneel Olivaw, ya puestos, jeje. (Qué hombretón… ¿qué hombretón?)

    También gracias por tus comentarios.

  6. Maravillosa Gladia. Directa siempre al meollo de la cuestión a pesar de su frágil aspecto.

    Una de mis favoritas también, aunque me sea imposible olvidar a Dors Venabili o a Daneel Olivaw.

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