Fringe, lo último de J.J. Abrams

He de confesar que Expediente X nunca ha sido una serie que ha llegado, siquiera, a gozar de una moderada aceptación dentro de mis gustos por el fantástico. Los dos personajes contrapuestos, Mulder y Scully –curiosamente en la realidad opuestos a sus personajes (creyente-escéptico)-, pese a ser una pareja con feeling televisivo –su tensión sexual era mas que obvia- nunca estuvieron a la altura de mis expectativas. Y es que  la trama extraterrestre, el arco argumental de la invasión con la quinta columna de empresarios y políticos, se convirtió en un puzzle difícil de encajar y de entender si se perdía alguno de los capítulos. Creo que a Chris Carter se le fue de las manos la trama principal, llegando a proposiciones incompatibles con el devenir de la serie. En resumen: se hizo un lío y no consiguió rematar la faena de manera redonda
 
Cuando Fringe, la serie de la que hablamos hoy aquí, se presentó como “la nueva Expediente X para el siglo XXI”, pensé que sería una reiteración de los mismos clichés que Carter había desarrollado durante diez  largos años. Una vez visto el episodio piloto, por medio de los canales normales de ADSL –este episodio piloto se promocionó en internet varias semanas antes de su estreno-, la similitud pareció quedar confirmada. La muerte al final del episodio de uno de los protagonistas, equivalente a Mulder, interpretado por Mark Valley –siempre recordaré a este actor vestido de Buzz Lightyear en uno de los capítulos de Boston Legal– presentaba una dinámica ligeramente diferente, ya que se rompía la supuesta pareja protagonista que además, en este caso, eran amantes de facto. Pero sólo por este arranque resultaba prematuro juzgarla.
 

  El comienzo de la serie regular nos sitúa en un entorno de sucesos extraños que una agencia del FBI debe investigar. En este caso, a diferencia de Expediente X, todos los implicados están al tanto de que existen acontecimientos que han de ser resueltos. Los tres protagonistas principales, Olivia Dunham, Peter Bishop y Walter Bishop, forman un grupo desigual, pero cuya unión se hace imprescindible para resolver los diferentes casos que se plantean. Por una parte está la agente del FBI Dunham, que no comprende nada de lo que investiga y necesita del apoyo del doctor Bishop, un problemático científico “loco” que parece tener conocimiento de todo lo que ocurre, tanto si es en el campo de la biología, de la electrónica o de la ingeniería. El tercer miembro del equipo es Peter, el hijo de Bishop, un extraño personaje que ha sido agente libre o espía libre durante mucho tiempo.
 
Todos los casos parecen girar en torno al doctor Bishop. Sus experimentos en el pasado parecen haber sido los causantes de las extrañas manifestaciones que ocurren en el presente. Son derivaciones y mejoras de antiguos proyectos de los que el doctor parece tener todas las claves. Si Expediente X merodeaba en torno a los sucesos paranormales, al menos en sus primeras temporadas, Fringe trata de dar una explicación científica a todos los sucesos referidos. Pero teniendo en cuenta que su creador es J.J. Abrams, encontramos también un arco argumental que es toda una conspiración mundial, probablemente dirigida por la empresa de tecnología Massive Dynamic. La serie se acerca mucho mas al technothriller que a la mas clásica definición de ciencia ficción. Constantemente se nos previene de los peligros a los que puede llevar la ciencia cuando efectúa investigaciones mas allá de “la ética” o de lo moralmente admitido como “normal”. 
 
Fringe no es una gran serie. Ni las interpretaciones, ni los guiones –aunque algunos son muy imaginativos-, ni el arco argumental superan el aprobado. Algunos episodios son muy dignos, pero el continuo recurso a las genialidades del doctor Bishop hacen que repitamos una y otra vez los mismos esquemas. Es curioso comprobar como en la propia serie se hace mención a este extremo, ya que el hijo de Bishop llega a comentar: “¿Otro asunto que tiene relación con tus trabajos? Siempre lo mismo”.
 
En España, hasta la fecha, se han emitido los 10 primeros episodios en Canal+. Incomprensiblemente, y habiendo otros diez episodios terminados, el canal ha paralizado la emisión. La primera temporada finaliza en el episodio 20 con una aparición estelar, de esas que hacen que los aficionados digan: ¡ahí va, qué cosas! ¿Habrá segunda temporada? Eso dicen, pero… 

 

5 comments

  1. A mí la serie me decepcionó para ser de Abrams, básicamente porque es demasiado convencional y repetitiva de estructura, vamos no hay demasiada diferencia entre Fringe y Se ha escrito un crimen. La diferencia está en la forma y bueno…, elementos a priori interesantes como la cf conspirativa, un aire a lo Charles Fort, algún planteamiento interesante, no acaban de cuajar. Te deja con la molesta sensación de que sí, que el próximo episodio va a ser la hostia… para luego acabar de bajón. Incluso les he pillado algún fill-in descarado… Es divertido sin embargo, reconocer a secundarios de otras series míticas (en mi casa) como Oz o The Wire. Aún así acabaré la primera temporada para llevarme el chasco en ésa supuesta sorpresa final.

  2. Pues mi imprensión es que en conjunto, y a pesar de algún bajón notable, la serie va creciendo capítulo a capítulo, y para el final de la temporada ya es enorme. El inicio de la segunda temporada es uno de los acontecimientos televisivos que más espero, con el riesgo de decepción que ello conlleva.
    Pero claro, yo no debo saber demasiado de ciencia ficción, al fin y al cabo pienso que «The Sarah Connor Chronicles» es una serie estupenda, ji ji.

  3. Ya veremos la segunda temporada cómo se desarrolla. Se supone que comenzará en septiembre. Estaremos atentos a la pantalla :)
    Pues para septiembre hablaremos de las crónicas de Sarah Connors, que no está mal como serie de aventuras.

  4. A mí Fringe me gusta mucho, con todas sus limitaciones. Si no has visto más que hasta el capítulo 10, te aseguro que tu opinión se matizará cuando veas los capítulos siguientes. Yo he visto hasta el 14 y la cosa mejora. Para empezar, alguien debió darle un toque al director o a la actriz y Olivia Dunham comienza a actuar (y no lo hace mal). Hasta cae simpática. XD

    De acuerdo contigo en cuanto a lo de Expediente X. La serie era muuuuy irregular.

  5. He visto los capítulos hasta el 20, y… ni fu ni fa.
    Hasy episodios muy «intrigantes» como el de el trasportador y sus consecuencias cuando se rompe a mitad de transporte. Puro Star Trek, por otra parte y con la aparición final mas todavía :)

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