Eventos de la Hispacon en internet

Generalmente las actividades relacionadas con la literatura que organizan las bibliotecas, librerías, ateneos… de las diversas localidades de nuestro país despiertan un interés bastante “limitado” entre sus habitantes, algo extensible a las HispaCones que se celebran cada año. En su mayoría, los asistentes provienen del resto de España, aunque de nuevo son muchos los que se tienen que quedar en sus lugares de origen por diversos motivos, siendo uno de los más mencionados la pereza: se deben hacer muchos kilómetros, no siempre en medios de transporte cómodos y a veces con varios trasbordos; se suele viajar el mismo viernes, se prevé retornar el domingo y apenas se disfruta de la noche del viernes y el sábado en la convención; siempre existe una poderosa incertidumbre sobre lo que va a encontrarse;… De ahí que, ahora que resulta técnicamente posible sin excesivas complicaciones, haya llegado el momento de abordar de manera estable una cobertura virtual; organizar un evento paralelo en la red que despliegue información actualizada de lo que ocurre en la HispaCon. Algo que ya se ha afrontado en el pasado y que, me temo, ha caído en el olvido.

No tengo del todo claro si fue en el único lugar en el que se planteó, pero en la HispaCon de Getafe del año 2003, una convención organizada sobre la marcha al fallar la que estaba aprobada en Alcalá de Henares, no sólo se contó con una página web con un diseño muy atractivo, actualizada puntualmente con toda la información necesaria para saber qué se iba a encontrar al llegar allí. Además ofreció una serie de encuentros digitales que, con un horario definido y como parte fundamental de la convención, permitieron a cualquier aficionado “interaccionar” a través del ordenador con los autores que estuvieron dicho fin de semana en la convención: Xatafi virtual. Una idea que debería ser algo habitual en las HispaCones.

Ampliando esta idea, también sería fundamental que en la web de la propia organización se falicitasen, en tiempo más o menos real, no sólo los resultados de los premios Ignotus o el Domingo Santos, sino un vistazo de cómo se está desarrollando la HispaCon, con imágenes de las mesas redondas, presentaciones o la cena de gala… abiertas a toda la red. O, por qué no, el texto de las conferencias que se han impartido, y que se supone que el conferenciante tiene en su poder, o las líneas generales que se han tratado en las diversas mesas redondas. Si no, al final, los que nos hemos quedado en casa quedamos en manos de los asistentes que tienen a bien comentar cómo ha ido la cosa. Muchas veces desde un punto de vista muy personal, más próximo a un catálogo de encuentros y conversaciones de pasillo (por otro lado, parte fundamental de las HispaCones), que permiten tomar la temperatura a los no asistentes pero que dificulta una visión global.

No sé si es algo exigible a los organizadores, escasos en número y copados de trabajo cada minuto de la convención. Más cuando vivimos en el filo de una navaja, con años en los que hemos estado a punto de no tener una. Pero se debería tener en cuenta. Y no sólo como testimonio de lo ocurrido (¿qué información perdurable existe de las diversas HispaCones que se han celebrado?). Sin duda serviría como acicate para animar a la asistencia en las siguientes ediciones.

3 comments

  1. Un apunte: este año seguí la entrega del Nobel de Literatura por la página de la Academia Sueca en YouTube. Cierto, no es lo mismo un Nobel que un Ignotus, pero se puede plantear.

    En no recuerdo qué hispacón se hizo una videoconferencia con Arthur C. Clarke. Y en el último Kosmopolis hubo un recital doble de poesía: Lou Reed estaba en Barcelona y Laurie Anderson recitaba desde Nueva York. Actos así deberían ser más frecuentes, siempre que haya una infraestructura básica, y darían valor añadido a la convención.

  2. Lo de Clarke fue una audioconferencia, en el último Burjassot, allá por el 98.

    En cualquier caso, hoy por hoy los medios técnicos para hacer lo que comenta Nacho o lo que menciona Juanma están al alcance de cualquiera.

    El problema, sospecho, sigue siendo la falta de tiempo de los organizadores. A menudo hablamos de unos pocos y voluntariosos aficionados que andan a la carrera para que las cosas sucedan cuándo y cómo deben suceder y es difícil exigirles que además encuentre un hueco para «onlinezar» la HispaCon.

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