Arqueólogos descubren el verdadero motivo de la guerra de Troya

Ya se sospechaba que el relato de Homero de la guerra de Troya era la versión lírica de una realidad histórica. Ayer, Kustand Allmerik, jefe de excavaciones del departamento de arqueología clásica de la universidad de Ankara, anunció en rueda de prensa que, incluso, las visiones más prosaicas de Stiellman sobre la famosa guerra estaban equivocadas.

«La guerra de Troya no fue por una mujer, tampoco por el control del paso de mercancías por la zona. Hemos encontrado pruebas que los troyanos eran defensores de una corriente literaria y la coalición de griegos que los atacó y, en último termino destruyó, de otra muy diferente»

La trascendencia de que una disputa artística haya sido la causa de la guera de Troya, puede suponer un revulsivo para nuestra visión de la historia clásica.

El profesor Allmerik continuó puntualizando este extremo.

«Al principio, cuando encontramos cráteras decoradas con troyanos y griegos luchando delante de unos rollos de manuscritos, no lo entendimos, pero cuando aparecieron los propios manuscritos y comenzamos a descifrarlos, no nos quedó más remedio que aceptar la verdad”

Allmerik y su equipo están preparando, meticulosamente, todo el material que han encontrado. Según nos anticipó el profesor, Agamenón y los suyos sitiaron Troya con la intención de vengar las duras críticas recibidas por la literatura a la que eran más adeptos. Como es sabido, el teatro y poesía clásicos solían estar protagonizados por dioses que, a menudo, se manifestaban por medio de efectos especiales; el “deux ex machina”. Los troyanos eran partidarios de un arte más en contacto con la realidad. Fueron famosos en el mundo helénico, por reírse del resto de los griegos calificando su poesía de «entretenimiento para las masas», «ideas fantásticas poco interesantes y desconectadas de la realidad», «literatura para jóvenes no formados», “personajes de cartón piedra en escenarios coloristas pero vacíos”. Ellos, sin embargo, gustaban de largas descripciones de hechos cotidianos que sustanciaban una gran preocupación social. En las excavaciones han sido encontrados títulos como las odas “Un día en la polis”, “Emigrantes aqueos”, “Efebos violados”.

Entre los valiosos manuscritos troyanos hay uno que llama la atención por lo voluminoso y prolijo. Se trata de la minuciosa descripción de los hechos vividos por un troyano llamado Odiseo, desde que se levanta por la mañana hasta que cae la noche. En ese relato, de cincuenta rollos, no hay una sola intervención sobrenatural.

Por último, el profesor Allmerik informó de que, tal como ya descubriera Stiellman, no se puede hablar de una sola guerra de Troya. Sucesivas veces la ciudad fue arrasada y quemada hasta los cimientos. Según una de las hipótesis que se manejan, las fechas de dichas destrucciones coinciden con las del antiguo calendario que regía la celebración  de las justas poéticas llamadas griegokones.

Esos juegos se celebraban en un campo sagrado cerca de la ciudad. Allí, los arqueólogos han recuperado restos de fogatas y, nuevamente, miles de rollos de obras literarias, poesía y teatro. Dicho campo se cree que se regaba con sangre de poetas vírgenes para honrar a las musas. Los científicos coinciden en señalar la gran abundancia de esqueletos de varones y la casi total ausencia de los de mujeres, por lo que se cree que, al igual que las olimpiadas, dichos juegos estaban prohibidos al sexo femenino.

Por último, Allmerik consideró un hecho clave para explicar la destrucción sucesiva de Troya: la gran cantidad de ánforas vacías de hidromiel y vino que se encontraron al lado de los manuscritos. Suponen los investigadores que, tras ritos mágicos en los que los hombres se intoxicaban bebiendo sustancias alcohólicas, las viejas rencillas literarias se solían resolver por medio del fuego y la violencia, hecho que en ocasiones culminaba con la quema de la ciudad con sus habitantes dentro.

2 comments

  1. Ya me parecía mal destruir una ciudad por una cuestión de faldas, pero por una disputa literaria… Y nos quejamos de las luchas cainitas entre el fandom y los editores profesionales que podemos contemplar en estos foros. Estos se limitan a retarse a un duelo con navaja y en calzoncillos. Los griegos iban mucho más allá. Le pegaban fuego no solo al foro, sino también al resto de la ciudad.

  2. No estoy de acuerdo con tu apreciación. Yo soy un aficionado que puedo discutir sin levantar la voz, sin escribir palabrotas, e incluso decir cosas inteligentes. Todo mientras no me digan que Heilen era un facha. No era un facha, era un neoranarkoperroflauta de derechas, he dicho, y no estoy dispuesto a tolerar que nadie diga lo contrario. Aunque tenga pruebas, las pruebas no son importantes, estan sobrevaloradas.

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