Dentro de la fiebre de reediciones que en la actualidad pueblan los estantes de nuestras librerías le ha llegado el turno a La odisea de la metamorfosis de Jim Starlin (1949, Detroit, Michigan), para muchos la mejor obra de este genial artista norteamericano y uno de esos trabajos que han sabido resistir el paso del tiempo hasta convertirse en eso coloquialmente conocido como «Obra de culto»: uno de esos cómics de los que casi todo el mundo ha oido hablar pero que muy pocos han leído, ya que las aventuras de Vanth Dreadstar se han publicado en nuestro país de forma dispersa e incompleta y, a día de hoy, se hallaban en la práctica descatalogadas, por lo que se agradece el esfuerzo de la editorial Planeta por rescatarlas para una nueva generación de lectores.
A principios de los ochenta un joven Jim Starlin –que venía de revolucionar el rincón más cósmico del universo Marvel con sagas como las de Thanos o el Capitán Marvel– decidió acometer el que sería su trabajo más personal hasta la fecha: un serial de ciencia ficción protagonizado por un antihéroe atormentado y melancólico llamado Vanth Dreadstar, único superviviente de una galaxia extinta antaño conocida como la Via Lactea, que en compañía de un grupo de rebeldes e inconformistas se enfrentaba a la temida Iglesia de la Instrumentalidad.
La odisea de la metamorfosis puede considerarse en cierto modo como el prólogo a las aventuras “oficiales” del personaje, donde se narra el último capítulo de la milenaria lucha entre los orsirosianos y sus rivales, los zygoteanos, que concluye –como ya hemos dicho– con la destrucción de nuestra galaxia y con el protagonista como único superviviente, de manera que el final de esta primera saga deviene en el principio de una nueva serie regular –titulada, de forma tan escueta como explícita, Dreadstar– que se prolongó a través de los años y de varias editoriales (26 números en Marvel del 82 al 86; otros 14 en First Comics entre el 87 y el 89, y Malibú, ya en los 90 y en manos de otros autores) hasta formar una de las odiseas cósmicas (y literarias) más complejas y estimables de la historia reciente del comic norteamericano. En nuestro país las cosas no han sido más fáciles y tras los esfuerzos editoriales de Forum y Norma, ha sido Planeta la que ha acometido la tarea de recuperar esta interesante serie a partir de la cuidada reedición que en su país de origen está llevando a cabo la casa Dynamite, respetando escrupulosamente el material original de Starlin y añadiendo nuevos extras como portadas o ilustraciones inéditas.
Hasta la fecha, Planeta ha sacado al mercado dos de estos volúmenes recopilatorios: Dreadstar, que incluye los primeros 26 números de la serie regular de Marvel Epic Comics de principios de los ochenta, y esta Odisea que, como ya hemos comentado, es cronológicamente anterior, por lo que el orden de lectura más correcto sería el inverso aunque tampoco sea este un obstáculo insalvable, ya que el propio Starlin hacía un resumen de lo ocurrido durante los primeros episodios de dicha serie regular.
¿Y que se va a encontrar el lector que accede a estos cómics por primera vez? En cierto modo, La odisea de la metamorfosis es tan hija de su autor como de la época en que fue escrita. A lo largo de todas y cada una de las páginas que abarca la obra encontramos un repertorio completo de los temas y obsesiones característicos de Starlin, tanto a nivel estético como literario (la religión, la muerte y la reflexión sobre el mito del héroe), amalgamados en torno a un space opera con pretensiones metafísicas y filosóficas y un cierto toque fatalista que se concreta en la figura del salvador a su pesar, un Vanth Dreadstar cuyos rasgos físicos se asemejan sutilmente a los de su progenitor, equipado con un espada cuya capacidad destructiva sólo es comparable a la elegancia de su diseño. Y si bien determinados aspectos estéticos y argumentales pueden parecer un poco desfasados en estos tiempos de ciencia ficción high-tech y post-Matrix, no faltarán lectores que se sientan atraidos por el espíritu naif que rezuma la historia así como por la grandilocuencia épica de un Starlin que por entonces se encontraba en su mejor momento profesional y echaba mano de todos los recursos a su alcance para construir una trama tan trepidante como ambiciosa.
Esta nueva edición en tapa dura de Planeta recupera la miniserie original publicada en su momento por entregas en la revista Epic Illustrated más otras dos novelas gráficas: «El precio» y «Dreadstar» que sirven de puente entre estas historias y el comienzo de la serie regular. Hay que destacar el gran esfuerzo que se ha hecho por respetar el trabajo original del artista, tanto en las páginas a blanco y negro como a color, el cual se ha revisado digitalmente para la ocasión, todo ello por el ajustado precio (para los tiempos que corren) de 25 €. Para más adelante no se descarta la recuperación de las etapas de First Comics y Malibú, o incluso la aparición de nuevas historias inéditas firmadas por el creador del personaje, lo que supondría un más que digno corolario para una saga tan atractiva como esta que por primera vez en podemos disfrutar en nuestro país completa y cronológicamente ordenada. Un buen momento para ceder a la nostalgia y disfrutar con estas historias que forman parte, por méritos propios, de la mejor tradición del cómic popular norteamericano.