Protector, de Larry Niven

Larry Niven puede ser presentado como un autor de ciencia ficción hard prototípico. De hecho, sus novelas y relatos más famosos (empezando por la archiconocida novela Mundo anillo y siguiendo por relatos como “Estrella de neutrones”, “El hombre agujero”, “Luna inconstante” o “La frontera del Sol”) aparecen siempre citados como ejemplos de ese tipo de ciencia ficción en la que la física y las matemáticas juegan un papel importante. Además, también se le suele mencionar como una prueba de que el hard es divertido y no se trata del plomizo subgénero que algunos afirman que es.

En este sentido, Protector sería un jalón más en este camino; otro ejemplo de una novela hard que, a la vez, es ágil y entretenida. Y, sin embargo, hay un par de peros que poner a todas estas afirmaciones. En primer lugar permítanme que dude sobre la capacidad científica de Niven, alguien que fue objeto de sano cachondeo en una WorldCon donde unos cuantos fandomitas yankees cantaban “Mundo anillo es inestable ¡oeh! ¡oeh! ¡oeh!”, y que en uno de sus relatos más hard nos presenta un agujero negro en miniatura en el bolsillo de uno de sus protagonistas (el ya citado “El hombre agujero”). Vamos, el colmo del cientifismo más depurado y lógico.

En este sentido, Protector esta lleno de escenas más dignas del fantasy más desaforado que del hard propiamente dicho. Por ejemplo, un Marte con mares de arena donde se puede navegar y ocupado por tribus hostiles que viven bajo el polvo (si Burroughs levantase la cabeza), pero, eso sí, fáciles de aniquilar con la ayuda de un barril de agua. O una batalla espacial resuelta disparando una bala a una estrella de neutrones. En fin, todo de lo más pausible. Eso sí, como Niven utiliza naves que viajan a menos de la velocidad de la luz, el honor hard queda a salvo. Personalmente, y después de comprobar que una de las pocas investigaciones científicas que conozco un poco, la que se ocupa del origen del hombre, es tratada por Niven con un total y absoluto desprecio (eso sí, en aras de la trama), no me hubiese importado lo más mínimo que las naves espaciales de la novela pegasen saltos por el hiperespacio a razón de varios miles de años luz por segundo como en tiempos de E.E.Smith, Van Vogt o, más recientemente, La guerra de las galaxias.

En segundo lugar, está el tema de lo ameno y divertido que es Niven. Pues de nuevo disiento. He leído unas cuantas novelas suyas y siempre me ha ocurrido lo mismo: un planteamiento interesante, un principio con garra y una trama que poco a poco se iba desinflando y perdiendo interés a medida que avanzaban las páginas. En el mejor de los caso, la lectura de sus libros dejaba una ligera sensación de desencanto, de “¿sólo era eso?”. En el peor, de timo puro y duro.

A Protector le ocurre lo mismo. No es de los peores (comparado con auténticos fracasos como Los árboles integrales o Un mundo fuera del tiempo) pero tampoco deja huella. Pasados unos días, los detalles de la trama se van difuminando hasta que únicamente queda en la memoria esa sensación de que el libro ha dado menos de lo que prometía.

Eso sí, si uno es fan de Niven y de Mundo Anillo,es una novela a conseguir. Escrita en 1973 y ambientada en su universo del Espacio Conocido, resuelve muchas dudas sobre el origen de los pak, uno de sus alienígenas más conocidos, y rellena huecos en la cronología de su historia futura. Si no es el caso, simplemente se trata de un librito menor que no pasará a la historia. Leve y mediocre, no mata pero deja bastante indiferente, excepto si hablamos de cuestiones políticas. Porque ahí Niven sí puede resultar un tanto ofensivo para según qué mentes, más o menos progresistas y demócratas. Ya saben, cuando los neocon solo eran "con" y los halcones defendían la intervención en Vietnam y la idea de que “el fin justifica los medios”. No creo que esa fuese la intención de Niven, pero leído en perspectiva, te pone un poco los pelos de punta ver por donde van las ideas de una buena parte de la sociedad estadounidense.

Por último una pequeña mención a la edición. La traducción es correcta, aunque el uso que hace del tú y el usted es un tanto desconcertante. La edición, como no podía ser menos tratándose de la Factoría de Ideas, resulta discutible. Dado que hace 35 años las novelas de ciencia ficción eran bastante más breves que ahora, a los editores que las recuperan se les plantea un serio problema para cobrarnos según que precios. Una posibilidad sería agrupar en un solo tomo varías novelas. De esta manera hubiera sido posible juntar Protector con el agotadísimo El mundo de los Ptavvs y el inédito A gift from Earth, escritos por la misma época y ambientados en el mismo universo. Por un libro así se podrían pagar perfectamente 20 o 22 euros. Pero, claro, es mucho más fácil jugar con los márgenes de las hojas y el tamaño de la letra para logar que el libro alcance un tamaño que justifique que te claven 20,95 euros y se queden tan anchos. Vale, hay crisis. De acuerdo, leemos ciencia ficción cuatro gatos. Pero por favor, que no se piensen que además de pocos somos idiotas.