El cámara de la televisión francesa empotrado en el frente enfocaba al cádaver, o lo que quedaba de él. El uniforme a franjas rojas y blancas con el escudo bordado en el pecho y el tatuaje en el brazo de un antiguo ídolo tribal llamado Futre no dejaba lugar a dudas. Era un suicida Patético. Por suerte habían logrado abatirlo a balazos antes de que se inmolara.
-Cabrones -El sargento escupió sobre el cuerpo sin vida, su guerrera con tres franjas en las mangas ya no tan blanca por culpa del polvo y la sangre-. No es solo tener que luchar día a día contra los Blaugrana por medio palmo, todavía tenemos que preocuparnos en nuestro propio territorio de iluminados como estos…
AUpa Atlético… ¡¡¡¡Siempre!!!!
De estos blancuchos no va a quedar ni uno….
Aplausos…. Me he descojonado con el cuentecito…