Es difícil no acercarse a una obra con prejuicios. Bien por recomendaciones externas, bien por experiencias pasadas con el autor, siempre hay algo que el lector espera y que, en caso de no cumplirse, parece decepcionar. De Greg Egan espero siempre historias de enorme vértigo intelectual, que lleven la ciencia y sus implicaciones al límite y, a pesar de que todo el mundo lo adhiera sin condiciones a la vertiente más hard o cientifista de la ciencia ficción, que examine esas implicaciones en la sociedad. Tomando esa vara de medir, Zendegi puede quedarse algo corto en comparación a otros libros anteriores del autor, pero eso sería terriblemente injusto con el libro.
Estructuralmente, Zendegi está dividido en dos partes completamente diferenciadas. La primera, situada 20 minutos en el futuro (las elecciones iraníes de 2012) pertenece más al techno-thriller, con muy poco de techno en realidad. Martin, el protagonista del libro, es un periodista australiano enviado a cubrir dichas elecciones y la revolución contra el régimen de los ayatollahs subsiguiente. Es una historia atractiva y envolvente, más cercana a Le Carré que, bueno, a Egan. Cada cierto tiempo el foco cambia a Nasim, una científica exiliada tras la muerte de su padre en EE.UU. que trabaja en el mapeado del cerebro humano y que sigue con atención los acontecimientos de su país.
La segunda parte es bastante más propia del género. Han pasado 15 años y Martin sigue residiendo en Irán. Nasim ha dejado la investigación y trabaja en Zendegi, una sofisticada “consola de videojuegos” de realidad virtual iraní que debe luchar contra su poderosa contrapartida india. Para ello no dudará en emplear sus estudios sobre el mapeado humano. Algo que Martin necesita para que su legado permanezca más allá de la muerte.
Aquí nos encontramos ante un territorio más propio de la literatura de Egan. Sin embargo uno tiene la sensación de que es una versión light de temas anteriormente tratados en Ciudad permutación o Diáspora, en las que la digitalización de la esencia humana estaba llevada a un extremo. Tal vez sea deliberado, pretendiendo mostrar el otro lado de la balanza, y de paso abriendo su obra a un abanico amplio de lectores. Probablemente Zendegi sea la obra más accesible de Egan, no solo por lo comentado anteriormente, sino porque también es la más “humana”, algo que siempre se ha criticado al australiano. La relación de Martin con su hijo, unido a la primera parte de la novela, más política, gustará a muchos lectores, incluso los más reticentes al género.
Otro punto interesante es, por supuesto, el escenario. Egan parece sumarse a una corriente cada vez más numerosa, la de situar historias futuristas en ambientes exóticos, la llamada World SF de la que es claro exponente Ian McDonald. Aunque en Teranesia ya situaba la acción en el Sudeste Asiático, es la primera vez que el autor sale de su país natal, y en su página web podemos encontrar su diario de viaje. La sensación de inmersión se consigue más en la primera parte, siendo la segunda mucho más genérica salvo por los viajes de Martin y su hijo a Zendegi, en los que participan como personajes del Shahnameh, el poema épico iraní que recuerda mucho a otras narraciones más conocidas en occidente como Las mil y una noches.
Finalmente, como se había mencionado anteriormente, el autor trata de demostrar las implicaciones “filosóficas” de los adelantos científicos que propone. En general, como suele suceder, se queda sólo con los dos extremos del espectro: los entusiastas inquebrantables de la nueva tecnología, rayanos en la fe en la seudociencia, y aquellos que se oponen radicalmente a ella. Inevitablemente aparece un grupo islámico radical, pero también una asociación que se opone a la digitalización de la conciencia por motivos completamente opuestos. Aunque sea de forma algo burda, Egan siempre muestra los pros y contras de los adelantos que fabula sin ser tan maniqueo como otros autores, aunque se nota que sus inclinaciones tienden más hacia el progreso tecnológico sin apenas restricciones.
Como apunte final, aunque extraliterario, quisiera comentar que esta crítica se ha realizado a partir de la versión electrónica del libro, comprada a solo 6 $. Recordemos que es una novedad de septiembre, es decir, estamos hablando de un precio de salida cercano a los 4 €. Un precio muy ajustado por una novedad sin DRM y que se puede descargar en casi cualquier formato, desde el texto plano al pdf. En resumen, un acierto por parte del autor y su editorial, al menos comparado con el precio cercano a 20 € al que se vendían algunas obras de Vernor Vinge bastante antiguas.
«Sin embargo uno tiene la sensación de que es una versión light de temas anteriormente tratados en Ciudad permutación o Diáspora»
En mi opinión, es porque Egan se ha acabado hartando de que haya gente que se ha creído de verdad que lo de crear copias digitales de la mente humana es cosa de pasado mañana (los transhumanistas que aparecen en esta novela).
Así que, en lugar de dar unos pases mágicos y mostrarnos el producto final, como sucede en las novelas que mencionas, opta por narrar lo dolorosamente lento y frustrante que puede ser el desarrollo de la tecnología, incluso si la ciencia está clara.
Podemos hacerlo, dige Egan, pero, ¿sabremos hacerlo? ¿Le pondremos el cuidado necesario, o nos quedaremos a medio camino y, llevados por el entusiasmo y la prisa, creeremos que lo hemos conseguido cuando en realidad no es así? Ése es uno de los significados de la anécdota aparentemente trivial del principio (otro es que anticipa el fina de la novelal).
Curiosamente, _Zendegi_ no sólo es la novela más accesible de Egan, sino también la que sería más fácil que gustase a lectores que no frecuentan la ciencia-ficción: la primera parte es tan buena y convincente en la descripción de la nueva revolución iraní, tan pegada a la realidad posible de pasado mañana, que para cuando llegase a las partes de exposición técnica, que las hay, creo que cualquier lector se relajaría y se dejaría llevar convencido de que está en manos de un autor muy competente.
Sobre la «falta de humanidad» y «frialdad» de los textos de Egan… bueno, no he leído Zendegi pero ya en Luminoso se me empieza a romper este cliché, con personajes más humanos -incluso alguno bastante irónico-, tramas más apegadas al presente y situaciones más cotidianas. Incluso el mismo estilo minimalista que lo caracteriza se rompe en algún cuento con mayor interés por la estructura. No es que Egan abandone el transhumanismo, pero sin duda se ha humanizado :-)
Sí, Luis. Pensaba justamente en eso de que a cualquier lector «no cifero» le gustaría mucho más que al sector irreductible. Por eso me he quedado con un gusto «extraño» (a pesar de parecerme una obra muy sólida) que se debe sin duda a mis expectativas. Comentabas algo así hace poco en tu blog.
Mariano, Luminoso está en la mira, pero aún no he podido leerlo. En la entrevista de ayer el propio Egan ya hablaba sobre cómo considera ciertas novelas suyas (como esta misma) «comedias». Me parece un poco excesivo, pero sin duda son más «humanas» que las anteriores. Claro que la premisa de Orthogonal parece eganiana pura.
¿Puedes dar más datos de dónde lo has comprado? ¿En inglés o en español? Gracias.
Es en inglés, sí. Todas las reseñas que aparecen en la sección «Una habitación con vistas» son de obras leídas en versión original. Viendo el éxito que tiene Egan en el mercado español (al menos en lo que a edición se refiere, parece que las ventas le acompañan) supongo que saldrá tarde o temprano una traducción.
La tienda en la que lo compré es http://www.webscription.net. En la página de Egan hay un link directo al libro. Ya de paso comento que al mismo precio cayó The windup girl.
Off-topic: ¿y qué tal The windup girl? Tengo gran curiosidad
Ey, muchas gracias por la referencia a Webscription. No la conocía y está realmente bien de precio (yo compré Zendegi en formato celulósico en The Book Depository). Acabo de comprar New Amsterdam, de Elizabeth Bear. A ver que tal.
Zendegi me gustó mucho, aunque me costó un poco cambiar el chip respecto a lo demás que había leído de Egan. Siento mucha curiosidad por lo que está escribiendo ahora. Mi crítica de Zendegi está en catalán, pero si a alguien le interesa (las visitas siempre son bienvenidas) está en http://hevist.tumblr.com/post/971226170/sembla-que-amb-zendegi-en-greg-egan-intenta-el-que
Respecto a The Windup Girl, también me gustó, aunque me parece que la faltaba un punto de coherencia en el argumento: http://hevist.tumblr.com/post/1038800193/si-us-agrada-aquest-tipus-detiqueta-diuen-que
Egan es uno de mis autores favoritos y tengo Zendegi en pre-order en la edición de paperback en The Book Depository, pero no sale hasta septiembre de 2011 :( Ya lo había descubierto en webscriptions (que tiene una pinta excelente, aunque me parece que un catálogo un poco reducido) y estoy tentado de anular el pre-order y comprarlo en digital…
Respecto a The Windup Girl, para mí es una excelente novela y creo que justa ganadora de los premios que ha recibido (en el Hugo en parte gracias a mi voto :) ). Yo la compararía a «El río de los dioses» de Ian McDonald.
Miquel: Cuando leas New Amsterdarm nos cuentas, que es un libro que hace tiempo que tengo fichado pero aún no me he decidido a comprar.
Ya os contaré, pero primero tengo que acabar Blackout y All Clear de Connie Willis, que no tardaré un par de días… de momento estoy a un poco de más de un tercio del primero y, después de un inicio un poco accidentado, me está gustando mucho.
Pero no entiendo: en The Book Depository hay una edición de Zendegi en paperback disponible, es donde lo compré yo: http://www.bookdepository.co.uk/book/9780575086180/Zendegi
Yo los de Connie Willis sólo los leeré si los nominan para los Hugo, porque es una autora con lo que habitualmente no simpatizo.
Y sí, hay una edición paperback de Zendegi, pero la que yo tengo en pre-order es la Mass Market Paperback (vamos, de bolsillo) porque la paperback y la hardcover me parecen un poco caras.
En cualquier caso, estoy casi decidido a comprarlo en webscriptions, así como New Amsterdam. A esos precios y sin DRM la verdad es que merecen la pena. Y así pruebo la web, que me apetece ver cómo funciona.
De Connie Willis sólo he leído lo de viajes en el tiempo. «Por No Mencionar al Perro», concreto, me hizo reir mucho, pero ni ese ni «Doomsday» los tengo muy frescos la verdad. Blackout me está haciendo disfrutar, pero tiene taaaaaanto tiempo para torcerse…
Ok, se torció. Libro abandonado y me pongo con New Amsterdam.
Si es que Connie Willis me parece una de las autoras más sobrevaloradas de la historia… Ya nos contarás qué tal New Amsterdam.
Si alguien todavía lee este hilo… New Amsterdam vale mucho la pena. No es una novela de vampiros pero si la mejor novela que he leído en la que sale un vampiro… con la posible excepción de Soy Leyenda, aunque nunca he tenido claro que aquello fuesen exactamente vampiros…
Lo más importante de New Amsterdam son sus personajes, no el argumento. En sus paginas habitan algunos de los personajes mejor construidos (¡y con más cambios de humor!) que he tenido el placer de leer.
No es la lectura más sencilla del mundo porque se basa mucho en el sobrentendido y la lectura entre líneas, pero merece la pensa superar la empinada curva de aprendizaje. Lo peor que tiene el libro es la dificultad, casi inhumana, de conseguir el segundo volumen… al menos sin pedir una hipoteca. En fín, algún día daré con él.
Próximamente ya escribiré algo un poco más detallado en mi blog.
Ale, si alguién recibe está «recomendación en una botella» deseo que la lectura de este libro le guste tanto como a mi. No había leído nada de la autora y ha sido una alegría descubrirla. A continuación, aprovechando el club de lectura en Dreams and Speculation, me pondré con Dust, también de Elizabeth Bear
Pues gracias por la recomendación. Seguramente me lo compre, aunque también había visto, como bien apuntas, que el segundo está por las nubes (creo que fue una edición limitada de Subterranean, ¿no?). A ver si lo editan también en digital.
Y voy a mirar eso del club de lectura de «Dreams and Speculation», que me ha picado la curiosidad.
Gracias
Sólo una cosa una cosa más: el libro no te deja tirado. Quiero decir que, aunque es una lástima no tener el segundo, el primero es autosuficiente.
Pues me lo apunto. Lo acabaré comprando casi seguro.
Bueno, pues gracias a una pista de Elias (¡gracias!) he podido leer la continuación de New Amsterdam (Seven for a Secret) y próximamente leeré el tercero (The White City). El segundo es cortísimo (75 páginas en mi papyre) pero es calidad destilada al 100%. Muy, muy bueno. Si tengo una queja es que a pesar de dar un final satisfactorio la historia de un muy buen personaje queda a medias y da mucha rabia. Mucha. Para echar espuma por la boca. Grrrr. Sin embargo, en un arranque de desfrontalización escribí a Elizabeth Bear y me ha confirmado que no se olvida, que tranqui, que respire. Asi que nada, ninguna queja. Esperaré.
Ya estoy aquí Joserra. :)
Copio lo que he dicho en otro hilo para evitarles líos a los que han participado en este:
Me emocionó hace poco: /Zendegi/, del amigo Greg Egan. ¡Qué maravilla! Llevaba eones sin disfrutar así de un libro suyo, y estaba por darlo por perdido, que tanto extravío en inteligencias artificiales y posthumanidad me tenía frito. Y va este hombre y, sin avisar, escribe una novela de declarada intención política ambientada en Irán pasado mañana. No solo pronostica la revuelta popular árabe pocos meses antes de que se desencadenara en el mundo real, sino que lo hace sin alardes y con una intensidad narrativa encomiable. Increíble, y qué gusto da recuperar a un maestro en esos términos. Lo mejor que he leído en una buena temporada, aunque también es verdad que ando leyendo muy poco comparado con mis hábitos de otros tiempos. Eso sí, también tengo claro que cada vez es más jodido satisfacerme, así que doble mérito para el caballero.
Y visto lo que se comenta por aquí, elaboro un poco más:
La leí en papel, por cierto, que alguien preguntaba por aquí al respecto. Y es curioso que mencionéis /The Windup Girl/, porque por mi parte no pude menos que evitar compararla con ella al acabar la lectura, supongo que por el hecho de que ambas novelas están ambientadas en culturas bastante poco habituales de encontrar en el género: Irán y Tailandia respectivamente. Y con todo lo impresionante que es la novela de Bacigalupi, me quedo con Zendegi, al menos en lo que hace referencia a la ambientación. Hace muchos menos alardes y es eficaz como ella sola.
Coincido plenamente en eso de que sea la novela más accesible de Egan para un público no curtido en rigores cienciaficcioneros, pero creo también que tiene todos los ingredientes necesarios para satisfacer al lector de género. Mientras Bacigalupi se concentra en producir sensación de extrañamiento a fuerza de hacernos chocar con una mentalidad con la que nunca llega a empatizarse, Egan consigue meter al lector en la cabeza de sus personajes sin esfuerzo aparente, logrando esa textura emocional de la que tantas veces se le ha acusado de carecer. Acusación injusta en muchos casos, a mi juicio: cuando el autor construye personajes enfermizamente racionalistas, ese tratamiento de frialdad aparente es más que adecuado. Mostró un poco sus cartas en /Teranesia/, aunque allí la construcción del personaje era demasiado simplista, al menos para mi gusto, pero en esta ocasión maneja los puntos de vista y la diversidad de valores y formas de ver el mundo de manera ejemplar. Y el final, que evidencia precisamente eso, es simplemente soberbio, a la par que lógico e inevitable en lo tocante al cierre de la trama y de sus temas. La lectura de Luis me parece bastante ajustada en este sentido.
En fin, lo dicho: una maravilla.