La existencia de otros futuros posibles, de líneas divergentes que arrancan de un mismo instante en el continuo espaciotemporal para convertirse en realidades alternativas —con un pasado común pero desarrollando, a partir del punto de inflexión, porvenires paralelos diferentes—, postulada ya a finales del siglo XIX por escritores de literatura prospectiva, no se estableció con certeza hasta el año 2003.
La evidencia fue del todo concluyente, si bien no trascendió más allá de las altas esferas. El 8 de junio de 2003, en el despacho oval de la Casa Blanca, el entonces presidente de los Estados Unidos George W. Bush y varios de sus asesores presenciaron la repentina materialización de tres simios antropoides con atavíos de centurión romano. «Ave. Quid novi?», saludaron.
Procedían de una derivación desgajada de la nuestra en la noche de los tiempos.Una realidad simultánea en la que la civilización dominaba ya el viaje interdimensional. Las perspectivas que se abrían para la humanidad eran grandiosas.
Los primeros experimentos de derivación se realizaron en 2007. En 2009, Iulius von Igualadorov, un insignificante escritor de género, se presentó voluntario para el primer ensayo con seres humanos y fue derivado con éxito a una dimensión en la que sus escritos gozaban de predicamento universal. La segunda parte del experimento, el regreso, no llegó a verificarse —von Igualadorov se negó de todo punto—.
A día de hoy, como se sabe, cada ciudadano escoge libremente, de entre múltiples posibilidades, la línea espaciotemporal que ha de seguir su vida en el siguiente cuatrienio. Podemos afirmar que el viejo sueño de la libertad humana se ha cumplido de un modo pleno. Todo es ucronía. Asistimos al tan cacareado Fin de la Historia. Cada hombre es, hoy, el dueño de su destino.
Eso sí, desde 2008 el 96% de los futuros alternativos están patrocinados. El resto son de pago.
Buenísimo.
Y oportuno. Ahora que está tan de moda la teoría de las cuerdas.
Je je
Mira que no podías haberte inspirado en este micro para el volumen de historia de (Per)versiones…
Puedo atestiguar que lo que dice Julio es cierto. Ya lo creo.
Veréis: una vez, más concretamente un lunes de marzo de 2010, fui derivado espontáneamente a otra dimensión similar a la realidad alternativa hollada por el gran Igualadorov. En ella, también mis relatos eran venerados, profusamente estudiados en las universidades como la quintaesencia del género y el preciosismo intelectual. El lafuentismo impregnaba, en mayor o menor medida, cada obra, cada canción.
Sin embargo, no tuve la fortuna de Iulius; no pude elegir. No se me permitió quedarme. De la más injusta e intempestuosa de las maneras, fui devuelto con crueldad a mi tiempo y espacio, sin poder siquiera prepararme para la transición. El dolor de la pérdida hirió mi cerebro con su gemido implacable.
Maldito despertador…
Estuve a puntito a puntito de enviar éste al (Per)Versiones, Josep :)
Fernando XD
Juas… Chapeau… Pero no me quedo atrás, acabo de aplicar los MI (Multiversos Igualadorov) a la [b]solución definitiva[/b] de la controversia de Auxiliis. Ahí es nada… Con un par…
Me sé de algún escritor que parece que ha hecho el viaje al revés…
Al relato, muy divertido, le veo algunos defectos formales y de coherencia interna. Particularmente, me resulta difícil de creer que el primer ensayo con seres humanos fuera en 2009 y desde un año antes estuvieran patrocinados. Y, si se pretende describir una situación ucrónica a lectores de ese mundo ucrónico, como indica el comienzo del quinto párrafo, los primeros se convierten en explicativos, en retrospectiva.
En cualquier caso, me ha gustado.
Pues a mí me ha gustado mucho.
Pequeña nota pedante: Cambia el latín a «Avete, quid nova?», es más correcto.