Las mandibulares. Cuatro en las rodillas. Todas las de las manos.
En lo extremos izquierdo y derecho. En cada pierna. Falange a falange.
Hoy fui a talleres para lubricar mis bisagras mentales y apretarme las tuercas. Una a una.
Reiniciar el contador de pasos al frente y marcha atrás para poder reflexionar -las articulaciones- con fluidez es una revisión rutinaria de obligado cumplimiento para quienes pretendemos seguir cuerdos.
Y sí, funciono de nuevo milenio.
PD. Totalmente recomendado a todos los hombres bicentenarios que, por pura oxidación con el paso de los años, se han vuelto de ideas fijas.