Muestreo del Bestiario Ilustrado de antiguallas

Op. cit.: abreviaturas que habitan arcaicos manuales académicos. Son criaturas caprichosas y escurridizas.

El último naturalista que intentó seguir las referencias de un Op. cit. se perdió fuera del índice y ya nadie le consulta.

Bibliografía: ecosistema mutante donde impera la ley del más repetido. Nadie ha conseguido encontrar las fuentes primarias. Los geógrafos de la Antigüedad las situaban al otro lado de los arcoiris conocidos como Colofón, ya que ocultan acrósticos y son representaciones de la hermenéutica de los mensajes informativos breves, casi elegíacos.

Una expedición liderada por J. K. Swift dictó, tras fracasar su misión, que no existe un origen bibliográfico definido, sino que es disperso, todos y ninguno. Otros autores de la escuela de Viena postulan que las anheladas Fuentes son de carácter entrópico, en contraposición a la teoría clásica que relaciona el legendario origen con los remanentes míticos propios de una sociedad preneolítica, cuyo pensamiento religioso permanecería anclado en las manifestaciones más generales de una cultura bibliófila como la actual.

Pie de página: lugar inhóspito habitado por abreviaturas y referencias. Se caracteriza por un clima enmarañado y apretado, donde los tamaños se superponen en líneas y dimensiones tipográficas menores, aquejadas de hiperfasia e hipotrofia.

4 comments

  1. Con permiso, :-DDDDDD

    Ay, lo que me he reído y lo que me seguiré riendo cada vez que lea (o escriba) un Op. cit.
    La investigación bibliográfica ya no será lo mismo después de esto :-).

    Mil besos,
    Inés

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