La historia de El colapsio tiene como elemento central el colapsio, “un material cristalino romboédrico compuesto de agujeros negros” según define el extenso glosario que se encuentra en el libro. El invento tiene como base millones de toneladas de materia normal contraídas en un diámetro de pocos centímetros, recubiertos por un material extra duro. Así se crea una especie de mini-agujero negro. El científico protagonista une varios de esos agujeros negros, firmemente sujetos en un anillo estable, generando efectos extraordinarios. A partir de ellos participa en un proyecto para crear un anillo de colapsio alrededor del sol. Los problemas que surgen durante su desarrollo y la rivalidad entre dos científicos son los argumentos principales en los que Wil McCarthy sustenta El colapsio.

En principio la novela aparenta ser una obra hard centrada en los aspectos técnicos del colapsio. De hecho el mencionado apéndice explica ampliamente los fundamentos del invento de una forma excesivamente complicado. Hay algunas fórmulas matemáticas que ocupan tres líneas de texto y que no vienen demasiado a cuento. Incluso al final del apéndice el autor escribe: “Hay, por supuesto, innumerables detalles técnicos en este libro, importantes o no, y sólo unos pocos son tratados directamente (y esquemáticamente) en este apéndice”. En mi humilde opinión, si escribes una obra centrada en una especulación científica rigurosa en la que buena parte de la técnica queda sin explicación, aunque sea dentro de esos apéndices, la mayoría de los lectores se van a quedar a medias.

Pero el problema más serio de El colapsio no es este, sino la relación entre los personajes. Abundan los capítulos sin ningún interés repletos de conversaciones banales. Hay innumerables idas y venidas que no aportan nada. Y algunos momentos del enfrentamiento entre el protagonista y su rival parecen extraídos de un telefilme pésimo de sobremesa.

A pesar de esto, la obra tiene puntos positivos. El estilo de McCarthy es bastante ágil, los personajes, salvo los citados pasajes, resultan relativamente creíbles y, a ratos, la trama científica es interesante. Pero todos esos aspectos quedan oscurecidos por tanto relleno innecesario con el que se hincha la narración. Una nueva muestra del principal problema de la mayoría de las novelas actuales: exceso de páginas. Con la mitad de extensión, hubiera quedado una obra más compacta y adecuada.

En fin, he visto algunas opiniones en foros en castellano, y algunas críticas en inglés que valoran bien El colapsio. Pero en mi balance personal sólo puedo utilizar calificativos como regular o floja.