2315 d.C. El último hombre sobre la tierra, whisky en la diestra y habano en la siniestra, suele llevarlo muy bien. Requetebién. Casi todo el tiempo. Pero lo que es ahora mismo le acomete un ligero ataque de nostalgia. Y eso le desazona. No mucho. Un poquitín. Así que se levanta del cheslón dispuesto a hacer lo que habitúa en esos casos.
Entra en el cuarto de baño, alza la tapa del retrete, empuña el asunto y se recrea en el repicar cantarín de su propia orina contra el agua del fondo. Como siempre, antes de tirar de la cadena observa atento el invariable resultado: el ámbar limpio sobre el que se van formando veloces los brillantes metabolitos carmesíes, que se reúnen deprisa para componer el mensaje que adorna sus micciones desde hace nueve mil setecientos cincuenta y ocho días.
«Siempre Coca-cola».
—Transplantes de riñón patrocinados —escupe—. A lo que pudimos llegar… —tira de la cadena.
Y así, reconciliado con su plácida misantropía de cheslón, renovado su desprecio hacia un mundo que ya no existe, el último hombre sobre la tierra recompone el gesto y recupera su whisky y su veguero.
—Así os pudráis. Ja.
Simpático el micro; lo peor de todo es que no veo tan descabellado como debiera lo de los trasplantes en cuestión …
pd: menos mal que solo le pusieron la parte final del «anuncio» , lo de los osos polares podría haber resultado un poco molesto :P
Julio, como siempre chapó. Besos mil.
Iulius tío, pero que bueno eres. La releche merengada.
Me ha encantado xD Es original y muy muy friki. Lo dicho, que me encanta xD
Excelente, Julio. Me gusta mucho esa forma que tienes de llevar al máximo una situación en apariencia sencilla.
Muy bueno. Cómo me apetecen unas olivillas y una coca-cola.
¡Muy bueno! :D Tiene el punto friki y divertido pero a la vez también hace pensar hasta donde puede llegar la publicidad… y eso da un poco de miedo.
Buenísimo Julius!
Sólo en un micro de Iulius podría aparecer un tipo que mea coca-cola.
Rebosa mala uva, algo así como una relación de amor odio para con la vida.
Genial, como siempre.