Hace cuatro meses, el pasado 7 de febrero, falleció Philip Klass que escribió género con el seudónimo de William Tenn. Fue uno de los maestros de la ciencia ficción humorística. Theodore Sturgeon dijo de él: “Tal vez sea un poco excesivo decir que cualquier sátira o comedia de ciencia ficción es una imitación pobre de lo que este hombre ha estado haciendo desde los años 40”. En este texto voy a detallar brevemente su vida, las características de su obra y dar una breve lista de, en mi opinión, sus mejores relatos.
Klass nació en Londres en 1920, pero emigró a EEUU con dos años de edad. Sirvió en el ejército durante la 2ª Guerra Mundial y, tras la contienda, trabajó en diversas labores técnicas relacionadas con el radar y la radio. Precisamente su primer relato “Alexander The Bait”, publicado en 1946, trataba sobre un experimento de emisión de una señal de radar a la Luna, algo que pocos meses más tarde se logró en la realidad, con lo que su relato se quedó obsoleto. Klass se lo tomó con humor.
Durante muchos años fue escritor freelance. A mediados de los 60 se incorporó a una facultad de Pensilvania para impartir clases de escritura creativa. Fue fundamental animando los inicios de las carreras de numerosos escritores, entre ellos David Morrel, que dedicó a Tenn su novela First Blood –en la que aparecía por primera vez el personaje de John Rambo, y adaptada al cine como Acorralado-.
Escribió sólo dos novelas, ambas publicadas en 1968 –A Lamp for Medusa y Of Men And Monsters, las dos ampliaciones de relatos aparecidos en revistas-. Tenn fue nominado al Hugo por su colección de ensayos Dancing Naked, y en 1999 se le nombró autor emérito de la SFWA.
Los cuentos de Tenn son, ante todo, divertidos, así como irónicos y muy ingeniosos. Algunos de los mejores son geniales sátiras sobre cuestiones políticas o sociológicas que, a pesar de haber pasado varias décadas desde su escritura, siguen plenamente vigentes. En numerosas ocasiones se invierten de manera insólita los convencionalismos sociales, poniendo de manifiesto el lado absurdo de los mismos. Asimismo, a diferencia de otros autores de ciencia ficción humorística, Tenn recurre muy poco al final sorpresa, y va colocando y graduando los elementos cómicos a lo largo del argumento.
Estos son, en mi opinión, los relatos de Tenn más recomendables:
“Tiempo anticipado” (Tiempo anticipado, Nebulae 2ª época): un cuento genial que parte de una idea muy ingeniosa (la pena se cumple antes de cometer el delito), que se completa con un argumento ocurrente y divertido.
“El mundo de los no-p” (Nueva Dimensión 79): aguda y punzante sátira socio-política acerca de las consecuencias de que un tipo vulgar y gris llegue a la presidencia de los EEUU
“Yo, yo y siempre yo” (Mundos Posibles, Nebulae 1ª época, Viajes al Pasado, Sirio): Cuento más que notable sobre paradojas temporales
“Sólo sale de noche” (Nueva Dimensión 37, Antología Vampiras de Valdemar): simpática y original visión sobre el tema del vampirismo.
“División de condominio” (Los mundos de William Tenn, Dronte; Extraños en la Tierra, Doncel): Sátira sobre la burocracia y los vericuetos legales
“El desertor” (Los mundos de William Tenn): Durante una guerra interplanetaria de humanos contra lagartos, un hombre es usado como intérprete, mediante la inmersión cerebral. Más seria de lo habitual en Tenn.
“Irving Bloomer, el ídolo de las mujeres” (Mundos posibles): Una gitana le da a un hombre una pócima que le hace irresistible a las mujeres.
“El custodio” (Mundos posibles): Se va toda la Humanidad, porque el Sol se va a convertir en nova. Sólo queda un hombre.
“El billete de lotería” (Los mundos de William Tenn): Llegan unos extraterrestres ofreciendo regalar grandes prodigios técnicos ¿a cambio de que?
Todos ellos se publicaron en libros que ya tienen varias décadas y cuesta encontrarlos incluso en las mejores librerías de viejo. De ahí que no sería una mala idea reeditarlos o, al menos, recoger los mejores de ellos en una antología con las mejores obras de William Tenn con una traducción contemporánea. De esa manera se podría disfrutar de la ciencia ficción más ingeniosa y divertida.
Buen artículo, Ricardo. Espero que sea seguido por otros, ¿también de autores de la Edad de Oro?
Gracias por tu comentario. En principio esto era una cosa aislada para homenajear a este autor. Pero también me planteo meter nuevos artículos de este estilo de vez en cuando. La intención es autores no demasiado conocidos o un poco olvidados, tanto de la Edad de Oro, como después. O también muy conocidos por sus novelas, pero poco por sus relatos, dando pistas sobre dónde encontrarlos.
Yo leí hace unos años Los mundos de William Tenn y la verdad es que lo disfruté muchísimo. Ni que decir tiene que Mundos posibles y Tiempo anticipado ya están en mi pila. Hay que reivindicar a Tenn.