Acerca de los procesos de mediación en los conflictos laborales de Banano3 o Un día cualquiera en la Galaxia 69bis-a-bis

Cuan relámpago fucsia la Cilindrín Plus, aeronave de última generación acabado «consolador» submodelo descapotable y extra pintura metalizada, se adentró en la galaxia 69bis-a-bis a velocidad-luz738 dejando atrás un trillón de planetas de colorines para tomar tierra al cabo de un par de nanosegundos en Banano3, el mayor de los mundos que se suelen denominar priápicos. Banano3 debía su nombre a lo alusivo de su forma, semejante a la silueta que conforman tres alegres lugareños de Bananito-Vega cuando se montan un trío (usualmente cada domingo por la tarde).

Con todo, lo más relevante de Banano3 no era su peculiar morfología, sino su actividad como inmensa colonia minera, la sede de la explotación de diamantes naranjas más fértil del Multiverso. Un mundo hostil de varones (99% de la población) rudos de sudor perpetuo.

Concluido el abananizaje, la despampanante piloto accionó el avisador acústico de alcance planetario: I wanna be loved by you, just you, nobody else but youuuu… De inmediato la algarada de soliviantados mineros dejó caer antorchas láser, tirachinas de titanio y demás armas improvisadas para el enésimo motín de aquel año y se lanzó hacia las pasarelas.

Al verlos dispersarse el capataz respiró aliviado. Una vez más Telechatis SDPE (Servicio De Puticlub Express) le había salvado el pellejo.