EPublicar o ePerecer II: Dónde 17

Bien, ya tenemos nuestro ePub, maquetado a nuestro gusto y que, por supuesto, habremos probado en nuestro lector. O, si no lo tenemos, al menos lo cargaremos con algún programa que visualice ebooks, como puede ser el Lucidor.

Es importante hacer esto puesto que, aunque Sigil nos presenta el texto con un aspecto bastante similar a como se vería en un lector, los resultados no son del todo idénticos y conviene hacer alguna prueba al respecto, antes de considerar nuestro libro electrónico listo para publicarse.

Pero supongamos que ya hemos hecho todo esto y ha quedado a nuestro gusto.

Aunque… un momento. ¿Está todo a nuestro gusto? ¿Significa eso que tiene también una cubierta? Y si es así, ¿de dónde la hemos sacado? Éste es un tema peliagudo, que quizá merezca un artículo para él solo. Pero digamos de momento que es importante tener una buena cubierta, no sólo en el sentido de que tenga una ilustración atractiva, sino de que esté bien diseñada. Y, como en todo, si queremos algo hecho de un modo profesional, tenemos que pagar por ello. Por supuesto, si tenemos los suficientes conocimientos de diseño gráfico para encargarnos nosotros de la portada, adelante, pero mejor nos los pensamos bien antes de hacerlo. El libro, ya sea electrónico o impreso, va a entrarle al lector por los ojos y lo va a hacer por lo primero que verá de él: la portada.

De acuerdo, asumamos que tenemos el libro acabado, cubierta incluida. ¿Qué hacemos ahora con él? ¿Lo ponemos en nuestra web para que la gente se lo descargue?

Es una opción, por supuesto, si es que pretendemos que el libro sea gratuito. Subimos el ePub a nuestro espacio web, ponemos el correspondiente enlace y dejamos que la gente interesada se lo baje.

Pero, si pretendemos que nos paguen por descargarse el libro, los quebraderos de cabeza que supondría montar en nuestra web una plataforma de pagos serían considerables, por no mencionar que las comisiones bancarias probablemente nos dejen temblando. Tengamos en cuenta que estamos hablando de micro-pagos: no vamos a esperar que la gente que entre en nuestra tienda virtual se pille veinte ejemplares de nuestros treinta y ocho eBooks; comprará, como mucho, uno de cada. Y, de hecho, lo más probable es que se limite a ir pillando uno a uno.

Así pues, si queremos cobrarle a la gente para que lea nuestro libro, lo mejor es que acudamos a un lugar donde se vendan libros. Sí, eso llamado librerías. Hay unas cuantas en la red que venden libros electrónicos, así que es cuestión de entrar, ver qué condiciones manejan, ponernos en contacto con ellos, ofrecerles nuestro material…

Como he dicho, las opciones son muchas. Pero, para los propósitos de este artículo me centraré exclusivamente en dos. ¿Por qué esas dos? Bueno, en un caso se trata de una librería española muy solvente y, en el otro, de la más conocida librería online del mundo.

Pero, primero, hay dos preguntas cuya respuesta deberíamos tener muy clara antes de dar ningún paso.

¿Pretendemos ponerles a nuestros libros algún tipo de sistema anti-copia o vamos a confiar en la bondad del consumidor y suponer que una vez que alguien se ha comprado un ejemplar del libro no va a hacer miles de copias para distribuir entre amigos, familia, conocidos causales y vecinos lejanos?

No es una pregunta baladí y no tiene una respuesta fácil.

La primera reacción suele ser de desconfianza. Al fin y al cabo, nos decimos, si nos bajamos películas, música y libros gratuitos… qué no harán los demás que, por definición, son peores personas que nosotros.

Por otro lado, a poco que lo pensemos, los sistemas anti-copia no son lo que se dice muy fiables (o no podríamos bajarnos todas esas películas, música y libros que nos bajamos), así que ¿para qué molestarnos?

Lo cierto es que no sabemos qué pasará. Ponerle un DRM al libro no garantiza que no lo vayan a craquear en un par de días y que esté disponible al tercero para que todo quisqui se lo baje. Y no ponérselo tampoco tiene por qué implicar un desastre: quizá encontremos suficientes personas dispuestas a comprar el libro si ponemos un precio adecuado, por no mencionar que algunos sistemas de DRM son bastante engorrosos y hacen que el consumidor se lo piense antes de comprar un libro con protección. Hay incluso una tercera opción, que comentaremos en la siguiente entrega y que, quizá (si es que funciona y se impone) esté llamada a revolucionar por completo el modelo de negocio.

Entretanto, digamos que nuestras opciones se limitan a ponerlo en una librería online para que quien desee pagar por el libro se lo baje a su lector. Seguimos con la duda de si ponerle DRM o no.

¿Qué hacer?

Me temo que es una opción personal.

Desde mi punto de vista, los sistemas anti-copia están hechos para ser reventados. Así que no merece la pena malgastar el tiempo con ellos. Pero, como dije, es una opción personal: cada uno decidirá lo que le parece mejor.

Bien, de acuerdo, primer escollo superado: ya hemos decidido si le vamos poner DRM o no al libro.

Nos queda la segunda pregunta a responder: ¿a qué precio pretendemos venderlo?

La respuesta es muy sencilla y muy complicada al mismo tiempo: debemos ponerlo exactamente al precio que los consumidores estén dispuestos a pagar. Ni un céntimo más.

Fácil, ¿eh?

Sí, sólo falta saber cuál es ese precio.

Preguntarnos a nosotros mismos cuánto estaríamos dispuestos a pagar por un libro electrónico puede ser una buena opción. Y, casi siempre, la respuesta será: «no mucho». Un precio entre uno y cuatro euros, tal vez. Por encima de eso, la mayoría de los lectores —nosotros mismos, entre ellos— considerarán que se los está estafando y pasarán del libro (sobre todo si pueden encontrárselo gratis en otras partes).

Así que pensémoslo bien, seamos realistas y hagamos nuestros números.

Y ahora, sí, a la librería.

La primera es el Kindle Store de Amazon. Allí se venden los libros en el formato para el lector de la popular librería online.

Ya explicamos en la entrega anterior que nuestro ePub sirve perfectamente para que Amazon lo adapte a su formato. Ahora sólo nos queda saber cómo hacer que quieran venderlo.

Muy sencillo y totalmente gratuito: nos damos de alta en su Plataforma de Texto Digital y a partir de ese momento estaremos en disposición de tener nuestros libros electrónicos a la venta en Amazon. Los pasos a seguir son simples (eso sí, en inglés) y en unos minutos podemos tener el libro en producción. Tardará unos días en estar en la web (el tiempo que Amazon tarda en sus comprobaciones), pero el proceso en sí de entregárselo para que lo publiquen no lleva más de unos minutos.

¿Y el pago? ¿Cuánto te paga Amazon?

Bueno, tiene dos modalidades. A priori, querremos la más ventajosa para nosotros: un 70% para el autor y un 30% para la librería. Esa opción sólo tiene un pero: Amazon nos obliga a poner un precio mínimo que, a lo mejor, encontramos demasiado elevado. De no ser así, adelante. Y si queremos ser libres de poner el ebook a un precio tan bajo como deseemos, tenemos la opción de que la librería se lleve el 65% y el autor «sólo» el 35. Nosotros elegimos.

Ya está, unos minutos para rellenar unos formularios (en los que debemos indicar, entre otras cosas, si queremos aplicarle DRM al libro) y subir unos archivos y el ebook estará, en un par de días, en Amazon, en su tienda Kindle.

El otro lugar del que quería hablar es Cyberdark, la librería online española especializada en el género fantástico y que, desde hace unos meses, ha abierto también una tienda de ebooks. Cyberdark, que es partner de Google Books Search, trabaja con Todoebook y Libranda, distribuidores de de libros electrónicos, pero tampoco tiene problema en trabajar directamente con los autores.

Si hemos optado por no proteger el libro contra copias, el proceso es rápido: una vez que hayamos llegado a un acuerdo con la librería, le proporcionamos el fichero y en unos minutos el libro puede estar a la venta. Cyberdark acepta sin problemas ePub y PDF y también, en algunos casos, FB2. En cuanto al reparto de porcentajes, ofrece un 80%, sin exigir ningún precio mínimo.

No obstante, si queremos que nuestros ebooks lleven DRM, la cosa se complica algo más, ya que somos nosotros, como proveedores, quienes debemos proporcionarle a la librería el sistema anti-copia y la inversión que eso exige para un particular es, a todas luces, excesiva.

(Mencioné antes a Todoebook. A través de ellos, el libro puede estar disponible, no sólo en Cyberdark, sino en la web de la Casa del Libro, en la de El Corte Inglés y en multitud de sitios; y podremos elegir si queremos el libro con o sin DRM, con posibilidad de que el consumidor lo imprima y con varias opciones más. ¿La pega? Todoebook nos cobrará por distribuir tu libro. No son grandes cantidades, pero es ya cosa de cada uno decidir si quiere trabajar con ellos y que muevan el libro por donde puedan o prefiere realizar él mismo esas gestiones y acercarse, una por una, a todas las librerías online y ofrecerles tu material. Lo primero es más cómodo —comodidad por la que hay que pagar—, lo segundo exige más tiempo y esfuerzo.)

De un modo u otro ya tenemos el libro publicado. Lo ideal sería que estuviera al menos en dos sitios: Amazon, para aquellos que usen Kindle, y alguna otra librería online en ePub para los que utilicen otros lectores. He mencionado a Cyberdark porque me parece un buen ejemplo de un negocio serio y llevado de forma extremadamente profesional, pero desde luego las opciones son múltiples.

Y no olvidemos una cosa: hemos cambiado el soporte y hemos prescindido de intermediarios. Pero una vez que estamos «en el escaparate», por así decir, la cosa no cambia tanto con respecto al modo tradicional de vender libros.

Lo que quiero decir es que, salvo contadísimas excepciones, la obra no se va a vender por sí sola. Necesitamos promocionarla, publicitarla; hacer, en suma, que hablen de ella. Y bien, a ser posible.

Es cierto que internet permite estrategias de publicidad cuyos costes son considerablemente menores que los de la publicidad tradicional. Pero no lo es menos que lograr que el libro esté presente, se hable de él y les suene a los lectores nos va a exigir una considerable inversión en tiempo y esfuerzo.

Publicar electrónicamente implica muchas ventajas: la mayor, que hemos prescindido de casi todos los intermediarios entre el público y nosotros. Pero ése es también el mayor inconveniente: todo lo que habría hecho un editor o un distribuidor, tendremos que hacerlo nosotros mismos ahora y quizá descubramos que no es tan fácil como parecía o que no estamos dispuestos a tomarnos la molestia.

Así que, a lo mejor, el camino que acabo de detallar no es el nuestro. Cada uno debe decidirlo, obviamente.

17 thoughts on “EPublicar o ePerecer II: Dónde

  1. JMB Feb 2,2011 8:56 am

    Muy interesante tu artículo; echo en falta hablar del ISBN, asunto que la verdad me preocupa bastante.

  2. Joserra Feb 2,2011 11:41 am

    Sobre el artículo, decir que yo al menos paso de comprar e-books en Amazon entre sus tropelías granhermanescas (creo que Rudy había dejado de vender Sportula por esto mismo) y sus porcentajes draconianos.

    A JMB, decirle que el ISBN no es obligatorio en España. Lo que es obligatorio es el depósito legal. El ISBN lo pueden pedir las librerías porque les facilita localizarlos y etc etc, pero no es obligatorio. En toda Europa es un mecanismo de gestión privada que en España dependía del Ministerio de Cultura porque hace no tanto tiempo teníamos un señor que, como Amazon, nos decía que era moralmente bueno leer y qué no y por eso era el que los adjudicaba. Una charla con una bibliotecaria cambió un poco mi perspectiva del asunto.

  3. JMB Feb 2,2011 12:46 pm

    @Joserra: Vaya, pues yo pensaba que sí, que era obligatorio para publicaciones con ánimo de lucro. De hecho recuerdo haberlo leído en algún sitio. A ver que busque… ah, sí, aquí, por ejemplo. ¿Estás seguro? Tendré que investigar al respecto. En cualquier caso, gracias por tu aportación :).
    Hablando de un todo un poco, ¿y el código de barras, es obligatorio? (Sé que el artículo va de epublicar, pero ya puestos…)

  4. raquel Feb 2,2011 1:05 pm

    Según la agencia del ISBN no es obligatorio si no quieres vender tus obras.

    http://agenciaisbn.es/web/faq.php#que_no

    Si quieres venderlas puedes no ponerlo (nadie te va a decir nada) pero lo vas a tener complicado para acceder a determinados canales de distribución.
    A cambio del precio (3 euros por lo que parece, en grupos de 10, es decir, que tendrías que adelantar la enorme cantidad de 30 euros) tendrás una base de datos que funcione, actualizada y manejada por el sector editorial que, oh dioses que horror, son los que manejan la publicación de libros.
    Era absurdo que fuese el ministerio quien se encargase de controlar un sistema que solo sirve para el comercio, pero bueno, para gustos los colores.

    Raquel

  5. Joserra Feb 2,2011 1:43 pm

    Como ves en ese mismo enlace pone que en diciembre de 2009 se derogó la obligatoriedad a la que se refiere Bubok. Tenía una respuesta mucho más larga pero Raquel, que fue la que me lo dijo, lo ha explicado mucho mejor.

  6. JMB Feb 2,2011 1:51 pm

    Gracias a los dos por vuestras aclaraciones.

  7. Sim Feb 2,2011 2:33 pm

    De todas maneras, frente a tanta reflexión teórica, es muy de agradecer el «cómo se hace» que expone RM. Yo ya no me aclaro con el ISBN. Ahora lo lleva el gremio de editores. Su virtualidad consiste en tener clasificado lo que administrativamente es un libro comercializable. Dado que el eb tiene consideración legal de software (de momento, y salvo que las cosas hayan cambiado) no sé si es aplicable al eb.
    Considerad también un 18% de IVA para el eb (y no el reducido , del 4, bueno, ahora creo que es el 5) aunque la idea es equipararlo.

  8. JMB Feb 2,2011 3:48 pm

    Si en futuras entregas se abordara el tema del POP (impresión bajo demanda) sería un lector feliz :).

  9. Rudy Feb 3,2011 10:17 am

    Gracias por vuestros comentarios.

    Los dos temas que por aquí se apuntan, tanto lo relativo al ISBN como a la impresión bajo demanda serán tratados, sin duda.

    Quizá no tanto dentro de la «serie dentro de la serie» que es este Epublicar o eperecer como en columnas más independientes dentro de Zascandileando.

    Pero, desde luego, son temas merecedores de nuestra atención. Y el asunto del ISBN, en concreto, es preocupante. Cierto que ahora mismo por 30€ consigues diez números, pero una vez que la cosa está en manos de la empresa privada nada nos garantiza que no empiecen a subir los precios (echadle un vistazo a cuánto cuesta un ISBN en Alemania, por ejemplo) de forma que iniciativas como la autoedición o las small press empiecen a encontrarse con que el trámite es demasiado costoso y no les compensa.

    En cualquier caso, sí, ambos temas serán tratados en el futuro.

  10. Pingback: El autor y la autoedición de ebooks

  11. Azi Feb 6,2011 2:11 pm

    Me parece que en este artículo no le das apenas importancia al formato. Yo valoraría seriamente el ofrecer un .mobi pensando en el Kindle. El ePub es el error actual mas extendido en las tiendas de eBooks españolas y una de las razones mas descatables por las que pierden ventas. No se trata de ser fan de un formato u otro, sino de comprender al mercado.

  12. Rudy Feb 9,2011 6:25 am

    Azi:

    Quizá tengas razón en lo que apuntas, aunque no termino de ver claro que sea así. Entre otras cosas, porque si las referencias no me fallan, el Kindle interpreta sin problemas el formato ePub.

    Error mayor me parece el que muchas librerías sigan ofrenciendo PDF, cosa que no me parece ni de lejos recomendable.

  13. Alfredo Feb 9,2011 1:50 pm

    Rudy, Kindle no lee epub ni formatos con Adobe DRM.

  14. Rudy Feb 9,2011 10:15 pm

    Cierto, me fallaban las referencias, acabo de comprobarlo. Por algún extraño motivo tenía la idea de que sí lo hacía.

    Eso, desde luego, plantea una cuestión bastante espinosa, como ha apuntado Azi.

  15. Sim Feb 10,2011 9:25 am

    Uf… Una pregunta sin animo polémico, ¿qué tiene de malo el epub? ¿Por qué es un error?

  16. Rudy Feb 10,2011 4:15 pm

    Personalmente, yo no le veo nada de malo: lo veo como un formato bastante versátil y, al estar basado en html, muy estándar.

    Supongo que los «peros» de Azi vienen porque el «vendedor dominante» (ya sea de ebooks o de ereaders) no lo utiliza. O sea, sospecho que sus pegas al formato con más comerciales que por problemas del formato en sí.

  17. Farándula Mar 5,2011 1:57 am

    Aunque llego tarde a esta conversación con el ISBN he estado a tortas durante bastante tiempo y, si me permitís el autobombo, escribí un artículo al respecto, aunque desgraciadamente ha quedado desfasado:

    http://www.versoblanco.com/2010/07/el-isbn-en-espana.html

    Lo que viene es un tocho con muchas citas, pero prefiero que cada uno lea y opine directamente en base a la regulación.

    Puesto que la ley no ha sido modificada, el ISBN no ha dejado de corresponder al Ministerio de Cultura, lo que pasa es que ahora se ha encomendado su gestión a la FGEE tal y como preveía su regulación (la nueva, de 2008).

    http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/rd2063-2008.html

    Artículo 2. Funciones relativas a la gestión del ISBN.

    1. Corresponde al Ministerio de Cultura la gestión del ISBN, sin perjuicio de las competencias de las Comunidades Autónomas.
    […]

    DISPOSICIÓN ADICIONAL ÚNICA. Mecanismos de colaboración.

    Para el ejercicio de las funciones previstas en el artículo 2, el Ministerio de Cultura podrá establecer mecanismos de colaboración con aquellas asociaciones o federación de asociaciones de ámbito estatal en el sector editorial, sin perjuicio de las competencias de las comunidades autónomas.

    En este BOE tenéis el convenio de colaboración entre Ministerio, Cataluña y la FGEE

    http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2010-12474

    A esto hay que añadir que la normativa base del ISBN no la decide ni el gobierno ni el gremio de editores, puesto que está adscrita a un organismo internacional, las agencias nacionales las desarrollan dentro del marco de sus recomendaciones.

    Sinceramente, creo que lo que pasa es que los editores quieren quitarse de encima el trabajito de gestionar los libros autoeditados, que salen a carretadas (por cierto, las gestión del malvado e incompetente ministerio que nombran por aquí eran GRATIS), y de paso joder un poco la futura competencia para que acaben ingresando en el gremio. Por eso las constantes llamadas a que no solicites el numerito si, total, eres un pringado y no te lee ni tu madre

    Meter a los editores con el ISBN es el lobo cuidando las ovejas, no sé, como encargar a la SGAE que gestione la distribución del canon entre sus no asociados… oh, wait

    Por cierto, a efectos legales en España los e-books son tan libros como los de papel, con la única excepción del IVA. La ley del libro lo dice explícitamente:

    http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/act.php?id=BOE-A-2007-12351&tv=&tn=1&p=20070623#blq4

    Se entienden incluidos en la definición de libro, a los efectos de esta Ley, los libros electrónicos y los libros que se publiquen o se difundan por Internet o en otro soporte que pueda aparecer en el futuro…

    Respecto a la obligatoriedad, es un tema curioso, si bien es cierto que se derogaron los artículos de la antigua normativa que decían explicitamente que el ISBN es obligatorio para todos los libros, la nueva norma establece en su artículo primero:

    De acuerdo con las recomendaciones y orientaciones internacionales, DEBEN incorporar ISBN aquellas publicaciones que se recogen en el anexo I de este Real Decreto; asimismo en el citado anexo figuran las PUBLICACIONES EXENTAS.

    Ojo a los términos y ahora viene el lío. Si nos vamos al anexo nos encontramos respectivamente

    1-Publicaciones monográficas que deben utilizar código ISBN

    Incluye libros impresos pero también publicaciones monográficas electrónicas en soporte físico o en internet. El espíritu viene a ser el afán de perdurar más o menos inalteradas que acompaña esas obras (vamos, no una web que cambia de contenido cada dos horas, pero sí una novela en línea ya finalizada).

    Para mí la palabra «deben» está bastante clara, pero como tampoco se regula ninguna medida por su incumplimiento, pues tanto da que da lo mismo. Si quieres lo pones y si no no, pero prueba a distribuir por librerías físicas sin un ISBN, para que veas las risas.

    2-Publicaciones que no deben utilizar el código ISBN

    La excepción más importante son las obras gratuitas, las de multicopista y hay también una referencia a la impresión bajo demanda, pero en relación con obras de contenido adaptable a las peticiones del usuario (y supongo que con esto tendrían en mente más bien los típicos libros personalizados que se suelen usar como regalo y no a Bubok, que no llevaba ni dos días, ni a Lulu, que no tiene sede en España y se rige por USA)

    No está tan clara la dicotomía «exentas/no deben» en uno y otro artículo, puesto que «no deben» parece implicar que si solicitas un ISBN te lo deniegan (lo cual no sucede) mientras que «exentas» supone libre de obligación, opcional: de lo que se deduce a)Que si quieres lo pones b)Que para lo otro sí que es obligatorio.

    Pero si ya nos queremos terminar de atacar podemos leer las preguntas frecuentes de la agencia internacional, que si es por ellos recomiendan ponérselo hasta a los tazos:

    7. Do I need to have an ISBN?

    The international ISBN SYSTEM DOES NOT IMPOSE ANY LEGAL REQUIREMENT to have an ISBN, and the ISBN conveys no legal or copyright protection. The use of ISBN IS PRESCRIBED BY LAW IN SOME COUNTRIES, however.

    8. Do books need an ISBN if they are not going to be sold?

    It is desirable that all books made publicly available, whether they are available for sale or on a gratis basis, are identified by ISBNs.

    Vamos, que la redacción no ayuda.

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