Providence Bright, ocultista, descubrió una arcana llamada para los Antiguos. Quería sacarles del fondo oceánico, pero necesitaba que las palabras fueran pronunciadas por una multitud.
Se hizo productor musical.
Y así, la canción del verano trajo el fin del mundo:
“Tekeli-li, mi corazón,
Tekeli-li, te quiero yo”.
Al fin, un texto que condensa de forma ejemplar mis pensamientos sobre la canción del verano.
Felicidades.