Misticismo y tecnofobia

Terminó hace dos semanas en Estados Unidos la emisión de Battlestar Galactica 2004 (como si alguien, a estas alturas, se acordara para el caso de la de los 70). Y después de casi ochenta horas de buena televisión, la que es quizá la mejor serie de ciencia ficción de la historia puede ser vista en balance, bajo el prisma de sus conclusiones finales. Que son terribles, terribles.

Como lector de ciencia ficción, las explicaciones religiosas que se iban acumulando no podían satisfacerme. Amenazaban con un final gratuito y tramposo. Y las peores expectativas se han cumplido: la explicación de todos los misterios, de cuantas cosas tremebundas han ocurrido, de todas esas miraditas misteriosas de los cylones… es que los designios de Dios son inescrutables. Que vaya usted a saber. Que todo esto escapa a nuestro entendimiento (y al de los propios guionistas, se entiende, pero no incidamos en ese problema).

Creencias religiosas y cf, por muchos motivos, no casan bien. No sólo por el hecho evidente de que una parte sustancial –seguramente muy significativa- de los seguidores y autores del género somos ateos. Cuando se emplea la mezcla en pequeñas dosis, puede teñir la narración de un cierto misterio; cuando pasa a tener protagonismo, degenera. Existe un ejemplo inmejorable en la serie Dune. A la postre, la religión supone para los creadores un comodín de fácil uso, que permite abrir miles de puertas sin la necesidad de cerrarlas.

Como ofensa adicional, el capítulo final se cierra con una coda sobre robots. Cierto es que el mensaje tecnófobo late en el fondo de toda la historia original de Galáctica: al fin y al cabo, es la historia de la rebelión de unas máquinas contra sus creadores. Pero esos minutos postreros actualizan y remachan esa idea que Isaac Asimov convirtió en obsoleta hace ya, qué sé yo, sesenta años. Los robots pueden ser malos, ojito. Además, Dios puede usarlos en sus inescrutables designios –que consisten, en resumidas cuentas, en putear de lo lindo-.

Sería un chiste fácil decir que la combinación de ambos problemas es un Deus ex Machina… pero no es así. La expresión se refiere a elementos introducidos repentinamente, con calzador, para solventar una trama, y todo esto, es cierto, latía en la historia. Sin embargo, su conversión en el único sustento del argumento no deja de resultar decepcionante.

Posiblemente, todo va a colar porque, una vez más, el envoltorio del caramelo es fantástico. El último capítulo está repleto de escenas emotivas, de despedidas cargadas de significado, de interpretaciones una vez más memorables en la que es, seguramente, la mejor seña de identidad de esta serie. Hay escenas de combate en el espacio aún más poderosas de lo habitual, existen planos de una belleza reventona que justifican buena parte de lo ocurrido, y la práctica totalidad –pero no todos- de los pequeños misterios que se fueron diseminando a lo largo de los 70 episodios previos –músicas obsesivas, quintetos de elegidos, visiones y alucinaciones variadas, etcétera- quedan explicados con precisión.

El problema, de nuevo, es que lo que justifica ese centenar de mcguffins consiste en que tenían una función concreta para… los designios de Dios, inclinados a que todo forme un ciclo continuamente repetido. Por ejemplo, ¿cuál era el plan de los cylones? Bien, servir a Dios. ¿Para qué? Ah, ¿no habíamos dicho que es inescrutable?

Ante la polémica motivada por este capítulo final, Edward James Olmos ha afirmado que tardará 25 años en ser comprendido, como ocurrió con la otra gran obra icónica del género de la que fue protagonista, Blade Runner –a la que, por cierto, también se homenajea de forma hermosa en el capítulo final. Si es que, menos dar una explicación, lo hacen todo bien-. Me permito, como mínimo, ponerlo en duda.

Para alguien que no haya seguido la serie y haya tenido la amabilidad de leer este textito, ¿puedo recomendar entonces Galáctica? Todo depende de las expectativas: el camino en sí vale la pena, y nunca he sido partidario de desechar una obra artística por motivos que en el fondo tal vez sean ideológicos. Se trata, sin duda, de la mejor serie de ciencia ficción de la historia por realización, interpretaciones y efectos especiales, por ritmo y por seriedad en los planteamientos, como su madurez en los debates políticos. Pero me temo que el título del mejor relato de ciencia ficción audiovisual sigue en poder de una serie más pobre, más fea y más cutre, y que posiblemente repelerá a muchos lectores con un mínimo sentido de la estética: Babylon 5.

32 comments

  1. No conozco la serie de televisión. En su día vi la Galáctica setentera y me aburrió soberanamente. Pero quisiera aportar dos cosas:

    1) No estoy de acuerdo en que «creencias religiosas y cf no casan bien». Al contrario, me parece que algunas obras fundamentales del género esconden precisamente un gran significado religioso (otra cosa es que hayas querido decir que «fanatismos religiosos y cf no casan bien» porque obviamente una persona de mente lo bastante abierta como para interesarse por «qué pasaría si…» por definición no puede ser un fan militante, de una religión o de un equipo de fútbol o de lo que sea)

    2) «¡Intolerable, comandante Sinclair!» que todavía no esté disponible Babylon 5 en DVD cuando en los últimos tiempos han publicado todo tipo de basuras televisivas de años precedentes. Yo de mayor quiero ser Londo Molari.

  2. A mi me gustó el final de Galáctica, me gusta toda la serie. Pero es que ya desde el principio me quedó claro que no era una serie de ciencia-ficción y que estaba entre la space-opera y la fantasía. Vamos, que a partir de lo de la flecha de Apolo y las profecías no hacía falta esperar una explicación racional.

  3. Confieso que dejé de ver la serie poco antes del final de la primera temporada.

    Por un lado su pereza visual (estamos sabe dios dónde y sabe dios cuándo, pero vestimos de armani, usamos jeeps y disparamos M16, venga, joder) me cabreaba bastante.

    Por otro lado, compartía muchos elementos en común con otras cosas de Ronald D. Moore y Brannon Braga: junto a buenas ideas y un enorme potencial, auténticas pifias, una pereza por mantener la mínima coherencia insufrible y, en ocasiones, la manía de considerar al espectador un descerebrado que no se va a dar cuenta de cuándo se la estás metiendo doblada.

    De hecho -y aquí hablo de oídas, es algo que me contaron- cuando me enteré de que, tras varias temporadas de decir una y otra vez que no los cylones no se podían detectar por ningún escáner, a uno se le saca una conexión de fibra óptica del brazo (algo que en cualquier escáner cantaría que te cagas) pensé precisamente eso: Moore y Braga haciendo de las suyas y pasando de sus propias premisas cuando les interesa sin el menor respeto por el espectador.

  4. Mmm, creo recordar que no se saca un cable, se lo meten y es capaz de conectarse a lo men-machine-interface. Pero bueno, si buscas coherencia y explicaciones, Galáctica no es tu serie.

  5. Explicaciones, no necesariamente.

    Un mínimo de coherencia, la sensación de que no están tomando por imbécil… bueno, pues sí.

  6. Me gusta mucho la serie. No he visto la última temporada (me espero a verla en canal Sicfi) pero es verdad que hay un deslizamiento hacia «el diseño inteligente» y el teismo… La razón es que mientras en Europa, y España, la sociedad es predominantemente agnóstica, en USA y America no. En absoluto. Y sí, coincido en que la serie está cargada de trampas pero a nadie se le oculta que, efectivamente, esto no es ni pseudo hard… Es space opera fantástica.
    Y ahora, la pregunta.

    ¿Porqué las cuartillas, folios y libros están canteados por los ángulos? ¿Explica eso el final de la serie?… ¿Dios les prohibe trabajar con angulos rectos?

  7. Lo de falta de coherencia es por forzar situaciones… si aceptas que es space opera fantástica desde el principio y te gustan las montañas rusas o el choque de camiones, es una serie muy interesante.

  8. Me temo que no lo veo así. Fantasía, ciencia ficción o aventura pos-moderna pre-catastrófica, me da igual el género, es exigible coherencia narrativa y, sobre todo, que no te contradigas a ti mismo y te pases por el forro lo que has contado veinte capítulos antes porque lo que se te ha ocurrido mola mazo aunque no te encaje ni de coña en lo que has venido contando hasta ahora.

    Y eso no es disculpable ni en el space opera ni en ningún otro sitio.

  9. Es que yo no veo falta de coherencia narrativa, veo falta de coherencia en desarrollo: parece una cosa y resulta ser otra. ¿Debería haber estado más claro? Es probable. Mucha gente depositó sus grandes esperanzas cificioneras sobre la serie y luego ha escocido (no lo digo por ti, que conste)

  10. A ver. Hablo de oídas, Alfredo, porque como he dicho me harté de la serie antes de acabar la primera temporada.

    Y, bueno, eso es para empezar injusto, lo reconozco, juzgar de segunda mano algo que no visto.

    Sin embargo, los comentarios que me han hecho amigos que han seguido la serie hasta el final (y que les ha gustado, en algunos caso mucho) me han llevado a pensar que los fallos son de coherencia narrativa, de coherencia interna, si quieres decirlo así. Detalles como el de la fibra óptica, por ejemplo, que me parece una muestra de pereza intelectual: se te ha ocurrido de repente que los cylones puedan conectarse y lo usas y te importa tres narices que eso no sea coherente con lo que has contado antes sobre ellos. O de pereza intelectual o, directamente, que te importe tres narices la inteligencia del espectador.

    Repito que puedo estar siendo muy injusto porque hablo de oídas. Pero lo cierto es que cuanto más me hablaban mis amigos de la serie (a veces en tono de auténtico entusiasmo proselitista) menos ganas tenía de retomar la serie.

  11. (OJO SPOILERS)

    Yo he llegado a reconciliar el lado religioso con el ciencia-ficcionero, autoconvenciéndome de que Daniel, el cylon cuyo ADN corrompió Daniel, no desapareció, sino que trascendió al estilo Dr. Manhattan y, de hecho, es el «Dios» del que todo el tiempo están hablando. Un Dios que bajó a la Tierra y dejó preñada a la madre de Kara Thrace.

    Y nadie me va a sacar de ahí. Hala.

  12. Lo de las hojas cortadas, dicen que es porque el productor les dijo que la serie es muy cara y que tenían que reducir gastos (cut corners, en inglés, cortar esquinas), pero muy bien puede ser una leyenda urbana

  13. Uno de los temas fundamentales de la serie es la religión y el mesianismo y también es la ‘excusa argumental’ que hilvana toda la serie, pero también es algo que tomaron de la serie original, desde los paralelismo bíblicos –12 tribus, un Éxodo– hasta los guiños a la tesis magufa de los «dioses astronautas». Personalmente, me resulta más interesante que jueguen con todo eso para descolocar al espectador en lugar de dar una respuesta ‘tipo’ de ciencia ficción –ultraavanzadas IAs o alienígenas a lo Monolito Negro–; al menos me resultó bastante gracioso. Al menos cuando uno se ha criado viendo series y pelis de género, algo original y arriesgado se agradece, sobre todo si es con Jimmy Hendrix versionando a Bob Dylan.

    Y teniendo en cuenta el final, ese «rechazo» a la tecnología es la única salida argumental válida, para dar un ‘mínimo’ de coehrencia a la cosa. Lo del Asimo me parece más un chiste paranoico que otra cosa, en plan ‘vigilad los cielos’. Eso, claro está, si no asumes que es «ficción». No te están predicando ni la cienciología, ni el cristianismo, ni nada.

    Por otro lado, la resolución final me resulta satisfactoria y coherente para lo que se puede esperar de una serie de televisión ‘post-Lost’, articulada en cliffhangers, clímaxes, misterios por aquí y por alla… Quizá lo que sí me ha parecido es un poco precipitado, pero es que esta es una serie que siempre me ha parecido que se resentía mucho de los ‘acelerones’ de ritmo. Por lo menos han logrado llegar a algún lado y cerrarla sin necesidad de pelis directas a video..

    ¿Que Dios mola más como paranoia en la cabeza de Baltar que como ‘algo real’? Sí, claro. También molaba más cuando los cylons tenían un plan, del que se olvidan por completo al final de la cuarta temporada. Por otro lado, decir que una serie de ciencia ficción no es recomendable porque basa su resolución en un ‘Deus ex Machina’ (un Deus ex Machina que llevaba diez capítulos prefilándose y cuatro temporadas apuntándose) de cariz religioso «que no es buena ciencia ficción» me parece un poco exagerado. A lo mejor no lo es desde una forma reduccionista de entender el género, pero para mí la ciencia ficción está llena de cosa que no existen y no va a existir, y la gracia es especular de una forma coherente sobre ellas. Por eso lleva la coletilla de «ficción».

  14. Guay, soy reduccionista XD

    Coincido con gran parte de lo que expone Julián aunque no lo que comenta sobre la ciencia ficción y la religión. Sí encuentro obras que han sabido conjuntarlas perfectamente desde un punto de vista creyente (la primera que me viene a la cabeza es «Cántico por Leibowitz»). Y Naruto da en el clavo: visto el final y recapitulando todo lo que hemos visto, estamos ante la obra de un creyente. Que, por cierto, expone bastante bien cómo surge la religiosidad cuando tenemos que enfrentarnos a la muerte; que es lo que han hecho estos personajes durante cuatro temporadas (como especie e individualmente). Quizás hay cosas que se podían haber limado y no parecer tan estúpidas (p.e. esa salvación de la Rosslin en la segunda temporada gracias a la «niña de las estrellas»), pero…

    Para mi queda una gran serie que ha sabido crear una historia y unos personajes que han trascendido los estereotipos de los que partían, con un diseño de producción impecable (claro, si eres capaz de tragar lo que comentaba Rudy), que ha cuidado los aspectos narrativos como pocas veces se ha hecho en una serie de televisión, con un montaje ejemplar, unos diálogos que muchas veces han rodado a gran altura (especialmente ciertos monólogos; el de Cavil en este última temporada, el de Apollo al final de la tercera…)

  15. Apenas he leído el texto para no chafarme sorpresas.

    Me he enganchado tarde a la serie y la estoy descubriendo ahora gracias al DVD. Voy por la mitad de la 3ª temporada, y noto un cierto bajón en la calidad e intensidad de los capítulos a pesar que esta 3ª arrancó muy fuerte. Eso sí, la 2ª temporada me ha parecido impresionante con grandes picos, como los capítulos 10, 11 y 12 centrados en Pegasus y la nave Resurrección.

    Lamentablemente, esa 2ª y gloriosa temporada tiene el capítulo que me ha resultado más flojo y decepcionante de todos: el nº18 «Trasvase» centrado en las peripecias de los cylons. En un principio me resultó absurdo e innecesario y esperaba que no fuese algo que repitiesen demasiado, pero no ha sido así y, para mí, parte del bajón tiene su semilla en él y en la intención por parte de los guionistas, de dar protagonismo y explicaciones varias a los cylons y sus circunstancias.

    A mí me funcionaba mejor la serie cuando se mantenía el misterio sobre estos cylons que sólo servían de macgufin para desarrollar las tramas interesantes en el escenario humano. De ahí, también, que me gusten esas soluciones naif y simples, poco explicadas ni razonadas, como la de los cables enchufados a los cylons o el que una humana logre pilotar un caza de estos dentro del “cadáver” que contiene esa nave-robot. Me resultan unos toques de una ingenuidad entrañable.

    A ver cómo acaba esta 3ª tanda, pero por las reacciones generales, parece que ya he pasado por lo mejor y que me aguarda cierta decepción en la 4ª.

  16. Pues sí, la tercera entra en un bache aunque se recupera. Prepárate porque hacia la mitad de la cuarta hay episodios que son auténticas joyas.

  17. Vale, no puedo más. Vivo en un remoto pueblo en el que los únicos DVD disponibles (por supuesto en la gasolinera) se titulan a partir de «graciosas» rimas a propósito de orificios femeninos y prominencias masculinas. Nunca jamás me descargo material por internet. Siempre de pago (soy así), de donde la pregunta es
    Veo que se puede comprar el pack hasta la tercera temporada. ¿Está a tiro la cuarta?

  18. Han metido misticismo para resolver algunos puntos de la trama (quizás por falta de imaginación, quizás por creencias propias). Han dejado que, en el fondo, la causa última sea un dios bien parecido a los que tenemos por aquí. Y también ha habido altibajos en el ritmo, y flecos no resueltos.

    Pero a mí personalmente me ha importado todo eso un comino (es más, he disfrutado hasta un poco de ese toque a lo J.J. Benítez… me lo tengo que hacer mirar). Qué demonios, no han metido nada de todo eso en la resolución de los conflictos de los personajes: ellos han llevado la serie hasta el final siendo ellos mismos, cada uno a su forma y con sus propias contradicciones. Cada uno con su historia llena de claroscuros. Han sucumbido a sus propias formas de ser hasta el final, y han crecido con ellas hasta el final. En mi opinión, eso hace grande a esta serie. La trama… bueno, sí, empecemos a hablar de literatura de ideas o de qué es realmente cf y no terminaremos nunca. Como yo soy un aficionado a la cf pero más a las historias de las personas, de personas de verdad, historias sobre sentimientos y conflictos morales (mejor si son irresolubles), casi que me da lo mismo todo lo demás.

    Si además añadimos que los actores han estado a la altura de lo que sus personajes necesitaban en todo momento… pues no tengo mucho más que pedir. He disfrutado como un enano viendo cómo somos realmente (mitad cylons, mitad humanos, indistinguible lo odioso de lo loable) y cómo han sido capaces de plasmarlo en una serie de cuatro temporadas que se prestaba más a la aventura fácil y a la trama enrevesada (de eso ha habido un poco). Y mucho más mérito tienen siendo una serie americana (quizás por aquello de que es casi canadiense es por lo que han logrado lo que han logrado :-) )

  19. Naruto, la cuarta temporada se ha editado también en DVD, pero sólo hasta el episodio 10, Supongo que del 11 al 20 saldrá en DVD en una próxima edición.

  20. Estoy sumido en la recta final de la 4ª temporada (ayer me zampé el episodio 11 y hoy seguro que caen 2 o 3 más con ese 13 que algunos han dicho que es el «acabose» de la serie) y casi desearía que no acabase y que esta montaña rusa no parase nunca.

    Yo creo que les voy a perdonar cualquier exceso a estos guionistas si me proporcionan momentos tan intensos como los que han sido capaces de dar a lo largo de todo «Battlestar Galactica».

    He deducido, picoteando por la red, que a muchos no gusta la solución o el cierre a la serie «Galáctica» por el tono cristiano o fundamentalista que tiene. No he querido investigar más para no toparme con más spoilers pero, a priori, esa opción no me parece ni más ni menos equivocada que podría tener otra elección. De hecho, y sólo hablando desde la suposición a espera de contemplarlo con mis ojos, casi me parece la opción radical que resulta más acorde con una serie que se caracteriza por llevar los límites de la emoción y la belleza cósmica a sus extremos más extremados, y también una elección audaz al elegir una opción que la sci-fi parece haber tenido como tabú o minusvalorada en la mayoría de su repertorio creativo.

    Me veo aplaudiendo a la tele en el capítulo final, …me lo veo venir.

  21. Coincido con el artículo de Julián Díez en que la carga mística de la serie resulta… cargante (valga la redundancia). También considero ciertas incongruencias en la puesta en escena, que me resutan chocantes, como la enorme presencia de elementos propios del siglo XX (las ya comentadas M-16 de los soldados).
    Además, detesto el toque morboso que tiene en muchos de sus capítulos, que le otorgan una trama propia de telenovela. A veces me parecía Doña Barbara espacial, o algo por el estilo.
    Por otro lado, resulta excesivamente estresante, con una gran carga de estímulos que saturan al espectador, dirigida sin duda alguna a una nueva generación de fans de CF que frisen la adolescencia.
    Como seguidor de Star Trek, me he sentido violentado muchas veces con la gran tensión que ofrece Battelstar Galactica. Obviamente, la puesta en escena es grandiosa, con buenos recursos, un cúmulo de personajes creciente y una historia que engancha desde el primer minuto, pero decepcionante también en otros aspectos, como los que he comentado.

  22. Sí es cierto lo que comenta M. Peregrina sobre el carácter estresante de muchos capítulos y la carga de tensión que arrastran. Anoche, encadenando los capítulos 12, 13 y 14 de la 4ª temporada me preguntaba cómo era posible que los seguidores enganchados a la serie pudiesen esperar una semana entre la emisión de capítulo y capítulo sin pasar por la UVI.

    Sobre la presencia de objetos reconocibles de nuestro entorno en una serie que se pretende futurista es algo que arrastran casi todas producciones de este tipo y que es imposible esquivar. Cada vez que veamos una casa, una silla, una mesa, un rifle de asalto o un vehículo de transporte vamos a ver un objeto propio de nuestra cultura, o una imitación disfrazada de ese objeto. No ha escapatoria. Se ha de asumir. La propia ciencia ficción es un género que nace de la mente de un terrestre y que expone historias que son filtradas desde esta condición, y es por ello que son asimilables por nosotros. Seguramente, si eso sucediese, la ciencia ficción que imaginaría un ser de otro planeta no tendría nada que ver con lo que conocemos. Sería verdaderamente nuevo, y también 100 % incomprensible por nuestro cerebro. Es lógico que lo que construye el universo de la ficción contenga objetos y demás componentes reconocibles, incluso idénticos para que los podamos descifrar.

    Cuando han querido salirse de la norma y hacer algo personal y diferenciador, la cagan. Por ejemplo en el tema de las esquinas recortadas de los documentos, libros y demás papeles. Es un decisión estética que conlleva una mayor manipulación de esas hojas (cuatro cortes de guillotina por hoja) y sin ninguna utilidad ni beneficio real. Aumentan la posibilidad de deterioro (ahora son 8 esquinas lasque se van a arrugar y doblar en vez de 4, etc…) y pérdida de material (¿a dónde van los triangulitos que sobran?). Se ha sacrificado lo lógico por lo diferente, por lo especial, y resulta ridículo.

    En fin, que los personajes de Galáctica habiten escenarios tan terrestres y usen objetos tan propios de nuestra cultura es algo comprensible, y más cuando sus guiones retratan situaciones tan paralelas y tan reconocibles a nuestro mundo real. Es parte del juego.

    Y lo importante es que esta 4ª temporada es tremenda, …y entiendo que difícil de mantener permanentemente. Por eso comprendo que existan episodios de transición y de relleno, que sirven para extender el número de capítulos a una duración estándar y rentable por temporada, a base de subtramas con poca chicha … y que ayudan a tomar aire.

  23. Sobre la presencia de objetos reconocibles… Aún desde mi entusiasmo por la serie, la inclusión de un M-16,,, Uuuuuffff… Una civilización con tecnología para viajar a la velocidad de la luz te pide un fusil en consonancia, que no quieran hacerlo de rayos, bien, pero un M-16!!!!! No me lo explico

    Ves, lo de las esquinas, pues también desacuerdo… Le da un punto propio, una estética que te dice Caprica no es Illinois. Además, el canteado se usa precisamente para evitar doblar las esquinas, se emplea en fichas y tal, además de bonito a la par que elegante, (hay libros antiguos canteados, por ejemplo, es muy típico de los devocionarios de lujo, primera comunión y tal). Si fuer por ahorrar guillotinazos, lo mismo los libros serían triangulares, pienso yo, y si por espacio, hexagonales… Que nada, que lo del canteado me ha gustado, vaya…

  24. Joer! No sé qué pensar.

    Yo voy por la mitad de la tercera temporada y la verdad es que tengo una sensación indefinible.

    En primer lugar la estética de la serie no la veo tan lejana al cutrerío de Babylon 5, es algo que además coincido con mi señora y que en principio me echó un tanto para atrás. Sólo por el peinado de la Sra. Presidenta me resulta imposible el hablar bien de lo estético, la verdad. No es una cosa que me moleste, después de todo B 5 es de largo mi serie favorita de cifi y más cutre no puede ser, jejeje.

    Hasta lo que llevo visto la serie me parece que tiene unos altibajos más que notables, con momentos estupendos seguidos de planicies de lentitud ritmica o toques de política algo pueriles. Y eso me choca mucho, porque descoloca el emocionarte cuan cerdo para pasar de manera inmediata a una suerte de sopor de intensidad media, no alcanza a producir tedio pero tampoco llena en exceso.

    No sé cómo tirará lo «místico» pero por el momento no soy capaz de ver lo religioso en esos términos. Joer, si algo me atraía a priori es precisamente ese misticismo, del que soy devoto a pesar de ser ateo confeso y practicante, posiblemente sea una de los aspectos que más me gusta de las idas de ollas hard del género cuando se dan. Vale que hable de Dios y tal, pero con eso no basta para que exista una mística…

    Y la cosa me corroe, ¿realmente se pone mística en la cuarta temporada, o seguimos más por el corte pseudonuevotestamentario que es el único que soy capaz de ver en lo que ya me he tragado? Lo místico suele suponer siempre algún tipo de gnosis, de método cognoscitivo de contacto con lo divino y tal, por eso su carácter de esotérico y demás hiervas.

    Joer, la verdad es que no sé si continuar o no. ¿Me espero un Dick o un un buenorrismo Cardiano?

  25. Gracias, supongo que la dejaré aparcada para momentos más religiosos después de todo. Ains…

  26. Bueno, ya he acabado la visión de la serie al completo, hasta su último episodio.
    No ha llegado a defraudarme, pero he de reconocer que la solución “hay un Dios por encima de nosotros que manipula todo esto” es la opción que me resulta más forzada de asumir como respuesta a todo lo que hemos estado viendo a lo largo de estas 4 ó 5 temporadas frente a cualquier otra posible.

    Un mal menor comparado con el disfrute que ha proporcionado en tantos y tantos episodios, a la vez que un gesto de cierta valentía y honestidad, al no alargar la serie hasta el infinito como si está sucediendo, y desastrosamente, con otras.

    Y no sé, también tuve la sensación de asistir a un encadenado de finales posibles, uno detrás de otro, un poco a cómo sucede en la conclusión de “Apocalypse Now”, como si no se hubiera querido descartar ninguno.

    Y sí, creo que estoy de acuerdo en eso que estamos ante una de las mejores series de la historia de la TV, a todos los niveles.

    He tenido la oportunidad de visionar también el capítulo piloto de su spin-off CAPRICA, gracias a su filtración en la red y, si la serie que derive de él está a la altura de ese piloto, creo que vamos a seguir disfrutando de otra maravilla. A mí me resultó una cosa parecida a mezclar «Cementerio de animales» de Stephen King con «Experiencias extremas» de Christopher Priest, …y la cosa resultante puede ser tremenda.

    Eso sí, la palabra Dios se deja oir bastante también, …con lo que ya estamos avisados.

  27. A mí también me cargó la sobredosis mística de la serie, por encima de todo esa suerte de Jesucristo libidinoso que era Baltar. Y los detalles tecnológicos absurdos como las armas de fuego fue demasiado para mi gusto, le hizo perder mucha seriedad y credibilidad. Desde la mitad de la primera temporada sentí que iba en picada y nunca remontó.

    El final lo veía venir, hasta se lo anticipé a alguien y no me creyó, era demasiado obvio que sería así, igual que era obvio que no habría una explicación coherente para las apariciones de Six.

    Lo que me cargó con ganas fue el maldito «Complejo de Frankenstein», como le decía Asimov al temor de la rebelión de las máquinas, un argumento repetido ya hasta el cansancio. Esperaba algo distinto, como en la serie original.

    No diría que es la más mala que he visto, las hay mucho peores, pero creo que se ha sobrevalorado.

  28. Llego con un año de retraso (a la discusión, la serie acabé siguiéndola capítulo a capítulo durante la emisión, devorando mis uñas en el proceso), y me alegro de que alguien llamara la atención sobre este tema en particular.

    Por un lado, la trama es como la de Lost, improvisada, pero es cierto que cuenta con la «excusa» de que el tema Deus Ex se intuye desde la primera temporada. Creo que la serie se apoya sobre todo en los personajes y en cómo afrontan lo que ocurre. Hay algunas evoluciones (como la de Apolo-Adama, empezó siendo el típico piloto guaperas y arrogante y acabó siendo político) poco vistas en este tipo de series, y que son de agradecer. El otro plus es que trata temas que no se tratan en la ciencia ficción televisiva de los últimos años.

    El final tecnófobo también me chirrió y hasta horripiló, pero como dije antes, se avisaba, y en eso la serie es honesta. Los tiros no van tanto por el fundamentalismo cristiano ni nada por el estilo. De hecho a quienes más ha irritado esta serie es a los conservadores estadounidenses, por un lado con la parodia de Jesús que es Baltar, y por otro por mostrar la invasión de Iraq desde el punto de vista de los invadidos al principio de la tercera temporada (con humanos inmolándose y todo), cosa que provocó una buena polémica en los foros oficiales en las que tuvo que interceder el actor que hace de Jefe (Chief) para calmar los ánimos. En alguna entrevista a Ronald D. Moore y David Eick incluso dejan entrever una crítica soterrada a la Iglesia Católica. En general critican bastante a las religiones tradicionales en la serie.

    El sesgo de Ronald va por un misticismo más new age, con una inteligencia superior a la que, si recordamos el final, «no le gusta que le llamen así (Dios») y una energía que afecta a todos los seres vivientes. La guinda cienciófoba la pone, efectivamente, esa idea de volver a un pasado bucólico de pureza y armonía que en realidad nunca ha existido, y que decepciona bastante. Toda la serie redunda bastante en esa idea, hasta Galactica es una nave mejor por funcionar con mecánica primitiva casi de buque de la guerra fría en lugar de con adelantos digitales. La nueva serie, Caprica, persiste en esa idea mostrando cuánto nos pueden absorber los mundos virtuales etcétera.

    Con todo, la serie me gustó mucho. Detesto la parte comentada, pero en eso, como dije, es sincera desde el principio. Grandes personajes, grandes actuaciones y gran producción (excelentes efectos visuales y la primera banda sonora televisiva de ciencia ficción que compite con superproducciones de hollywood).

  29. LO siento pero no estoy de acuerdo con la critica acida hacia esta serie.
    Una serie que durante 5 temporas, un par de pelis y wikisodios se ha ganado un gran y merecido espacio en el mundo de la ciencia ficion y es comparada con grandes obras maestras del genero.
    Una serie de la que seguramente en el futuro otras series se alimenten… y en tu critica te centras exclusivamente en si Dios esto o lo otro. Galactica tiene muchas más cosas.

Comments are closed.