El guardián de almas, de Bruce Boston

Extracto de la wikipedia en lengua inglesa: “Bruce Boston nació en Chicago en 1943, fue estudiante de económicas y ha tenido diversos empleos: programador, profesor de literatura en la universidad, diseñador de libros, jardinero, proyeccionista de cine y empleado de una empresa de mudanzas. Actualmente vive en Ocala, Florida, con su esposa Marge Simon. Sobre todo es conocido por ser el más laureado poeta de la ciencia ficción. Ha ganado el Rhysling Award de poesía especulativa siete veces y el Asimov’s Readers’ Award de poesía en seis ocasiones". También ha publicado numerosos cuentos de ficción que han ido aparecido en diversas revistas y publicaciones. Además es también escritor de dos novelas, la última de las cuales es la que nos ocupa, El guardián de almas, recientemente publicada por la Factoría de Ideas. Con ella fue finalista del Stoker Award del 2007.

Varios géneros se dan la mano a lo largo de la novela. Por un lado he de decir que me sorprende que fuera finalista del Stoker Award de terror: es una distopía y claramente es ciencia ficción. Hay pasajes que me recuerdan a Bradbury, esa mezcla de ciencia ficción, con algo de novela negra y terror. Pero sobre todo la mayor influencia es un Philip K. Dick vitaminado puro; toda la cuestión del condicionamiento virtual haría que el viejo Phil se sintiera orgulloso.

La tierra, a consecuencia de una guerra, es prácticamente inhabitable, y después de años y sin explicación en el libro, un grupo de poder ha tomado las riendas, y a través de una avanzada tecnología ha hecho posible que en una ciudad pueda sobrevivir la mermada población. Pero sobre todo los mayores logros se han dado en el campo favorito de Goebbels, la propaganda y el control de masas.

Las concordancias que como distopía pudiera tener con 1984 de Orwell o con Un mundo feliz de Huxley consisten en que se produce un dominio absoluto de una élite sobre el resto de la humanidad. En la de Orwellel dominio se consigue a través del control/vigilancia más o menos tecnológico, en la de Huxley predomina el aspecto científico/médico y en la de Boston se consigue a través del condicionamiento psicológico. No temes al Gran Hermano o te sientes por encima de los Epsilones por haber sido creado genéticamente superior, sino que estás absolutamente convencido de que todo lo que sucede es lo mejor para ti mismo y para el resto de la gente. Te han educado así y te han "moldeado" con un método ante el que no es posible lucha alguna porque te lleva al convencimiento. Mediante la manipulación directa de la personalidad por medio de una de las más maquiavélicas tecnologías jamás imaginada (el ciberescáner) no puedes concebir siquiera el concepto de rebelión. Trabajas durante el día en un trabajo absorbente. Llegas a casa y tienes todas las herramientas para ser feliz, diversiones y entretenimiento absolutos. Nunca te preguntas nada, es parte del condicionamiento.

La educación, los medios de comunicación, la estructura del estado, el sistema productivo, la organización del trabajo, incluso las relaciones personales y el amor, todo, absolutamente todo, se destina a mantener a la población al margen de cualquier individualismo o idea contraria al statu quo que beneficia únicamente a los más poderosos con una serie de máscaras interpuestas que lo hacen aparecer como el bien común.

Puede que la historia en su concepto no sea demasiado original. Como ya he señalado, los paralelismos son obvios con los pilares del género distópico, pero los detalles y el tratamiento tan original en las formas narrativas le dan un algo especial. Hay momentos singularmente visuales en el texto. Es posible que el autor, al ser poeta, dé importancia a cuestiones no habituales, pero siempre con un lenguaje conciso y sin florituras, aparentemente sencillo. Su descripción de unas "vacaciones virtuales" al más puro estilo de Desafío Total resulta increíblemente precisa y vívida, y lo es porque está narrada con un empleo magistral de los diferentes de puntos de vista de los personajes. En este sentido, otro ejemplo serían las referencias a lo largo del texto al tiempo meteorológico (dominado por la mano del hombre). Cada expresión de absoluta normalidad, del tipo "hoy han diseñado un buen día", resulta extrañamente perturbadora. El mismo modo en que se narra la historia, una especie de diario/confesión mezclado con registros producto del cyberescáner de lo exactamente sucedido, dota a toda la novela de una estructura peculiar que es alucinante.

En cuanto a la edición de La Factoría, decir que no me parece acertado haber publicado la novela en la colección Eclipse de terror. Esto demuestra que creen que los premios tienen más tirón que el asignar cada novela en su colección de acuerdo con su contenido. Por otro lado, es el libro con los márgenes más grandes que he visto desde hace tiempo, y tiene una tamaño de letra muy generoso. Son maniobras comerciales que pueden molestar más o menos, pero no restan mérito a la novela en sí. Como puntos positivos, no he visto ni una errata en todo el texto y la traducción, pese a no poder evaluarla por no haber leído el original, no rechina en absoluto.

En definitiva, y para concluir, soy un lector satisfecho. No sabía nada de la novela, la adquirí porque recientemente he visto las tres versiones cinematográficas de 1984 y me pareció interesante echar un vistazo a algo similar pero desde un punto de vista actual. No me ha defraudado en absoluto.