El fondo del cielo, de Rodrigo Fresán

Espero que este texto se entienda no como una crítica, sino como un primer acercamiento a una obra importante, al que a buen seguro seguirán luego estudios sobre sus múltiples aspectos de relieve. O al menos así debería ser si es que esto del fandom realmente sirve para algo útil; como, por ejemplo, poner en valor obras de gran calado.

Porque El fondo del cielo, sea o no novela de ciencia ficción, o sólo novela con ciencia ficción como defiende su autor, es una de las aportaciones más sorprendentes y singulares que ha realizado la lengua castellana a esta área nebulosa que llevamos tiempo intentando taxonomizar pero que se nos escapa en su riqueza, en la versatilidad de sus posibilidades.

Así, como invitación a la lectura y me limitaré a enumerar los aspectos de interés de la novela, en la esperanza de despertar tanto el apetito para que los lectores se acerquen a ella, como para que cada uno de estos puntos puedan ser tratados de forma exhaustiva por otros analistas más pacientes que yo.

  1. La historia de la ciencia ficción, novelada. Por las páginas de El fondo del cielo pasan, nombrados o reencarnados, Philip K. Dick, J.G. Ballard, H.P. Lovecraft, Arthur C. Clarke… así como Star Trek, Galáctica o Star Wars. Además, Fresán nos ofrece sus jugosas consideraciones acerca de la evolución de la cf: el defectuoso entusiasmo original, la madurez sin premio -ni siquiera dentro del propio género-, las formas bastardas con las que se desarrolló la revolución -a la postre estéril- del ciberpunk, la caída a manos de la fantasía. No es, en absoluto, una acumulación de apuntes históricos por parte de un autor que ha hecho los deberes: es el uso novelístico de unos conocimientos que parecen sólidos, y que Fresán ha defendido en las distintas entrevistas concedidas con motivo del lanzamiento de la novela. El fondo del cielo, en este sentido, llega incluso a ser una novela de tesis, al plantear una encendida defensa de los potenciales de la cf y lamentar detalladamente sus limitaciones. Los personajes en sí son, como ya he mencionado, en ocasiones trasuntos de escritores biografía conocida, en otras una suerte de amalgamas de experiencias relacionadas con la cf que sirven a los propósitos del relato.
  2. La vida vista con los ojos de la cf. En alguna ocasión he leído la idea de que la cf no es tanto un género como una forma de ver la realidad. En caso de que esta linda ensoñación fuera cierta, El fondo del cielo es poco menos que la novela de cf definitiva, puesto que sus narradores son personajes totalmente inmersos en el género, que interpretan su entorno de acuerdo a los conocimientos y vivencias obtenidos de él, en un muy convincente trabajo del autor. No es la cf sólo escenario o referencia: es método, es prisma, empleado además para poner en un contexto innovador destacados sucesos de la historia reciente.
  3. Una vía distinta para la inmersión. Quizá el aspecto que hará más difícil para el lector medio del género el disfrute de esta novela se encuentra en su estilo. Suelto, sencillo, pero elíptico, decididamente perezoso a la hora de encarar los meollos del argumento, obligando al disfrute de la prosa de Fresán durante páginas hasta llegar a entender su propósito. De las tres partes de la novela, la central me resulta en este apartado la más endeble; por fortuna, también es la más corta.
  4. Una historia de amor más grande que la vida. Literalmente, Fresán emplea recursos de la cf para construir un romance de alcance singular, de una manera que dentro del género sólo afrontó Theodore Sturgeon –autor al que, supongo que también de forma nada casual, se menciona en el libro-. Sin embargo, según afirma Fresán, es ese amor incomparable y no tanto los medios para llegar a construirlo el motor principal de la narración. Este es un punto digno de discusión: de hecho, se dedican más páginas a realizar consideraciones sobre el género o retratar la evolución de los personajes en el contexto de la historia real y paralela, que a las pinceladas sobre el triángulo amoroso latente en la historia. Pero… Este es hermoso, tiene fuerza, está en el corazón de la historia, y termina por protagonizarla en su final.
  5. Abanico de subgéneros. Si bien el tratamiento de los temas de la cf, como admite el propio Fresán, está en esta novela mucho más cerca de obras de carácter mixto e indefinible como Matadero Cinco de Vonnegut -sin olvidar que en su función de exégesis del género son obvias las concomitancias con la labor llevada a cabo por Michael Chabon respecto a los orígenes del cómic en la también extraordinaria Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay-, lo cierto es que en El fondo del cielo hay un planeta extraterrestre, visitantes omnipotentes, y universos paralelos que se cruzan sin pautas reconocibles.
  6. ¿Ciencia ficción o no? El autor aporta un argumento incontestable: la cf se caracteriza por ensombrecer y entorpecer sus maravillas con un exceso de explicaciones. Éstas, aquí, brillan por su ausencia, y dado el tono de la novela, hubieran resultado una invasión atroz. Dejo claro desde ya que, por si alguien tiene curiosidad en mis disquisiciones acerca de una secesión en el género, no es ésta en absoluto una obra prospectiva, sino que emplea componentes de la imaginería de la cf clásica, así como esa “interpretación fantacientífica de la realidad” arriba citada, para sus propósitos. Que no coinciden, en modo alguno, con los que tiene ninguna obra de cf al uso; mucho menos con los que mueven a la versiones adocenadas y multipaginadas que sufrimos en la actualidad.

En resumen, y pese a los valles de interés en un relato que a veces parece gustarse en exceso a sí mismo, El fondo del cielo abre la puerta a muchas, muchas cosas, y seguramente supone la más importante reivindicación del género realizada por la literatura mainstream en castellano desde La invención de Morel, que ya es bastante decir. Lectura inexcusable; para degustarla o para rebatirla, pero sin duda para participar de su propuesta.

6 comments

  1. «En alguna ocasión he leído la idea de que la cf no es tanto un género como una forma de ver la realidad. »

    Ya te lo he dicho antes, pero dejo aquí la nota: léete _El color de azar_ de Simon Ings y hablamos.

  2. Son ya demasiadas las recomendaciones que me llegan acerca de esta novela como para pasarla por alto. Estoy deseando leerla.
    Respecto a «que la cf no es tanto un género como una forma de ver la realidad» me parece abolsutamente cierto con un matiz. «Es una forma de ver la vida que usamos para construir un género literario, una herramienta para construir relatos». Por lo que comentas, Fresán lo ha entendido perfectamente.
    Por último, no puede ser más evidente que el género ha sido aceptado socialmente en una grandísima medida. Que aún existan enemigos e desconocedores del mismo, no significa que el gueto se haya acabado. Cada vez aparecen más y más obras de cf. Creo que es imparable y que estamos asistiendo al final del victimismo social respecto al género. Lo siento por aquellos a los que les guste ser los únicos que «ven la luz».

  3. He estado buscándola pero obviamente en este pñletero pueblo en el que vivo no está ni se le espera.
    Pero las recomendaciones son tan buenas que no puedo obviarla. A ver si a primero de mes en otras tierras aparece.

  4. Acabo de terminar de leerla, y es una obra enorme. Independientemente de etiquetas, esta es una de las novelas del año. Tiene imagenes como la de nuestro pasado como un planeta tan lejano de nosotros mismos como el más lejano de los planetas, que hacen de esta obra una lectura imprescindible para quienes gusten mínimamente de la cf.

Comments are closed.