La cúpula, Stephen King

“Nadie de afuera puede ayudarnos”, dice uno de los protagonistas de La cúpula en uno de sus últimos capítulos. Precisamente por el momento postrero en el que esta frase se pronuncia —a pesar de que tenemos clara la imposibilidad de recibir ayuda del exterior desde la primera página—, resulta obvio que Stephen King está hablando de algo más que de la cúpula traslúcida e indestructible que aísla el pueblo de Chester’s Mill del resto del mundo. Está hablando del individuo, de cada uno de nosotros. Es la moraleja más antigua de la historia de la literatura, quizás de todo el pensamiento humano: estamos solos, somos responsables de nuestro destino y nadie más que nosotros cargará con nuestras culpas.

La cúpula es una tragedia del tamaño de un pueblo de Maine, una historia de supervivencia colectiva con héroes y villanos, una distopía sociopolítica de trazo grueso, una teleserie siamesa de Lost, un western fantástico, una quest story de proporciones cósmicas y un retrato minucioso de los habitantes de Nueva Inglaterra. Es todas esas cosas y muchas más, pero por encima de todo es una ejercicio narrativo sobre la manipulación, el poder desarmante de la humillación y la gratuidad de la crueldad humana.

La premisa es bien conocida: una buena mañana los habitantes del pequeño Chester’s Mill se despiertan encapsulados en una gigantesca burbuja de origen desconocido. Nuestro héroe es un veterano de Irak reciclado a cocinero llamado Dale Barbara, y nuestro villano un corrupto cacique de pueblo con vocación de führer que responde al apodo de “Big Jim” Rennie; entre ellos, alrededor de tres mil involuntarios protagonistas de una noticia insólita retransmitida en directo a los cinco continentes al más puro estilo de El show de Truman.

Grandes desastres colectivos como el once de septiembre y el huracán Katrina acuden a la mente al leer La cúpula, con la salvedad de que sus personajes merecen hasta cierto punto lo que les ocurre, o al menos esta es la impresión que produce el desenlace. La cobardía y el borreguismo se pagan caros en Chester’s Mill.

Como demócrata militante, King incluye sus filias políticas sin molestarse en deslizarlas bajo un manto de subtexto (si bien el papel del Ejército, la Nación y el Presidente quedan patéticamente reducidos a cero, como todo lo que se desarrolla al otro lado del cristal, lo que podría hacer pensar en un cierto anhelo anarquista si no estuviéramos hablando de Stephen King). La dimensión ecologista del relato también es evidente. Todo esto suena facilón y poco sorprendente. Donde encontramos más miga es en la obsesiva combatividad de King contra el fanatismo religioso de su país. Quizá porque él es un cristiano muy sui generis, no puede evitar cargar las tintas sobre las actitudes fundamentalistas que proliferan a su alrededor, llevando algunos personajes hasta el límite de la caricatura. El maniqueísmo es sin duda uno de los talones de Aquiles de un texto que no nos ofrece —a cambio de nuestra credulidad— el carisma inapelable de otros míticos malvados como el Randall Flagg de Apocalipsis.

El otro punto débil es la previsibilidad. A King le gusta anticipar. Nos repite constantemente: “Preparaos, algo terrible va a suceder”, y nos da todas las pistas para que nos adelantemos a los acontecimientos: visiones de Halloween, cobertizos llenos de explosivos, anuncios de grandes reuniones. De este modo, en lugar de suspense, lo que genera en el lector es una especie de encogimiento ante la inminencia de la tragedia. La ventaja con la que juega King es que ningún lector se atreverá a soltar el libro sin averiguar cómo se resuelve el asunto principal: ¿qué pasará con la dichosa cúpula? Sin desvelar nada, me atrevo a pronosticar que más de uno echará de menos la ambigüedad de David Monteagudo en esta clase de trances.

Por otra parte, hay críticos que no le perdonan a King el uso arbitrario de lo sobrenatural en sus novelas. En cierto momento de La cúpula, un perro escucha “voces” que le dicen lo que tiene que hacer para sacar de un apuro a los personajes. Más adelante, en uno de los pocos episodios realmente terroríficos, otro personaje es acorralado y llevado hasta la muerte por sus fantasmas, no metafóricos sino ectoplásmicamente reales. A quienes se lamentan por este recurso a lo sobrenatural seguramente les gustaría que Stephen King abandonara por completo el fantástico y se dedicara por fin a otros menesteres más adultos y serios, habida cuenta del estatus de respetabilidad que ha logrado adquirir con el paso de los años. Mala suerte para ellos: ése día todavía no ha llegado.

¿Y la prosa? Bueno, en cuanto a la exquisitez literaria, las matemáticas juegan en contra de Stephen King. Si escribes un libro de 1.100 páginas en un año y pico es físicamente imposible que cada uno de sus párrafos sea una joya del lenguaje. Abundan las repeticiones, los diálogos televisivos y los trucos de siempre. No es la primera vez que King toma las riendas de una gran novela coral (Apocalipsis y Tommyknockers son las referencias inmediatas) y se vuelve a demostrar como un experto director de orquesta, dominador de los ritmos y de los saltos de perspectiva. Tampoco duda en apelar directamente al lector cuando le conviene, cogerlo de la mano y fijar su atención en los puntos del mapa humano donde se está desarrollando el drama en cada momento. Puestos a nombrar dictadores en este juego, nadie más autoritario y caprichoso que el propio narrador.

Pero no todo funciona bien en esta novela a nivel narrativo. La frenética cadencia escogida por King desde el principio hasta el final (la acción transcurre prácticamente en tiempo real, y todo se resuelve en un par de semanas) no casa bien con un texto de estas dimensiones (los lectores van mucho más lentos que los personajes, lo que provoca una incómoda sensación de desacompasamiento) ni con una premisa que parecía destinada a una largo y agónico desarrollo. Nunca llega a plantearse la cuestión del racionamiento de alimentos, por ejemplo, como podía anticipar el título del relato en el que está basada la novela: “Los caníbales”. Ni otras muchas cuestiones interesantes. Porque King sencillamente no es capaz de sintetizar, o no quiere, y en lugar de jugar con elipsis se decanta por precipitar los acontecimientos de modo artificial. Hay algo que no es del todo honesto en resolver los nudos dramáticos complicados con dinamita y propano, pienso yo. Por mucho que nos divierta.

En definitiva, mil páginas que resumen mucho pero no todo lo que Stephen King es capaz de hacernos sentir a sus millones de seguidores. Una gran novela, aunque no La Gran Novela de King. Una historia de dimensiones épicas y, al mismo tiempo, miserablemente prosaica, en la que descubrimos que, literalmente, Dios es una niña sádica y el Diablo un vendedor de coches usados.

23 comments

  1. » … SK abandone definitivamente el fantástico y se dedique a otros menesteres más serios y adultos…». Perdona, supongo que no te has expresado bien, pero creo que esta afirmación es un poco prejuiciosa … ¿ Por qué el Fantástico es, por definición, algo opuesto a » madurez o seriedad»?. Gracias por tu reseña, pero comentarios como el anterior me parece que no tienen más valor que el de una opinión que, desgraciadamente, se ha convertido en un lugar común de » esa pretendida crítica seria y adulta»… El Fantástico es un enfoque, una perspectiva, un » vuelo» de la Literatura, que, de principio, puede ser tan serio, tan infantil, tan correcto o incorrecto como cualquier otra expresión artística… pero , de partida ¿ infantil y poco serio?: no sé, es un prejuicio que no entiendo. De todas formas, gracias por tu reseña y un cordial saludo de victorderqui.

  2. Hola. Creo que sí me he expresado bien, pero insisto: un amplio sector de la crítica no toma en serio la literatura de corte fantástico o sobrenatural. Obviamente es un prejuicio que yo no comparto.

    Pero una cosa debo añadir. Quienes defendemos una literatura fantástica de calidad literaria y «para adultos», a veces no encontramos en Stephen King nuestro mejor aliado. No sé si me he explicado ahora.

    Yo siento simpatía personal por King y pienso que eso se nota en la reseña. «La cúpula» es una novela que se podría demoler fácilmente, si alguien se empeña en hacerlo. Pero no creo que sea (demasiado) infantil ni inmadura. Es una buena diversión y un libro decente.

    Un saludo

  3. Hace ya muchos años que no leo nada de SK, ( lo hice de adolescente) y no me atrevo a dar una opinión sobre su » caracter para adultos», puesto que yo he cambiado mucho desde que leí mi último King, ( precisamente » it») con 18 añitos … ( más de 20, ya..madre mía). Conservo muy buen recuerdo de » Salem,s Lot» » Cementerio de Animales» » Resplandor» y la misma » It»… aunque no sé lo que pensaría ahora de releerlas… No obstante, sí quiero decir que también cuenta con mis simpatías: No se si esos títulos que menciono me parecerían, a día de hoy, » adultos», pero creo que, con todos sus defectos ( por ejemplo el » monstruo final» de it, queda para mí muy por debajo de las expectativas creadas a lo largo de las casi 800 páginas anteriores), seguirían pareciéndome trepidantes, aterradores en algunos fragmentos, deliciosamente fluidos en otros, con esa voz, como de hermano mayor ex yonki y experimentado que te habla como a un confidente y a un camarada con quién no ha dejado de contarse … que son para mí sus principales valores, y, sobretodo, aquellos por los que su obra debe ser juzgada… sinceramente opino, y me estoy refiriendo no a tí, naturalmente, sino a ese prejuicio crítico, que colocar en la misma división a SK y a, no sé, Hermann Hesse es confundir un poco las cosas…, a fin de cuentas, la Eternidad no tiene por qué ser siempre solemne, no? Gracias de nuevo por tu reseña y un saludo de Victorderqui.

  4. Yo con el pobre SK nunca tuve feeling. De joven, se me atragantó IT. me pareció un peñazo. Luego lei alguna incursión suya en la CF. No estaba nada mal, pero me creo que hay cosas notablemente mejores, vaya que sí.

  5. Excelente reseña.
    No tanto por lo que dice (que está muy bien), sino por lo que deja entrever. La reseña está presentada de tal modo que hay más texto entre líneas que en las propias líneas.
    Es el enfoque adecuado, propio de un viejo seguidor de King algo desecantado, pero que se lee el tomazo en cuanto sale, sin poder esperar.
    Ay, los viejos amores… qué dificiles son de superar.
    Creo que sé perfectamente lo que me encontraré si me decido a leerme el libro.
    Gracias, Ismael.

  6. Yo sólo leí «Los Ojos del Dragón». Me gustó, me pareció una agradable novela de fantasía, instituida más en la corriente del clásico cuento de hadas, que la narrativa moderna en el fantástico, a lo cual, me imagino, debe gran parte de su encanto. Sin embargo, ningún otro título de King me inspiró lo suficiente como para tomarlo y leerlo. Es quizá el planteamiento, o tal vez me lo estropearon las películas que se hicieron supuestamente basadas en sus obras, que siempre me disgustaron. Quizá.

  7. Me extraña que en esta reseña no se hablen de los referentes claros de la obra de King (Robert C. Wilson, quien irónicamente bebe mucho de Stephen King, Vernor Vinge o ¡la película de los simpson!). Y bueno, Stephen King es Stephen King, pero sus novelas de poco maduras no tienen nada: la crítica social en Salem’s Lot , la forma narrativa en Dolores Claiborne, los magníficos libros con Richard Bachman son cosas muy muy serias.

    Otra cosa es que nos quitemos esa caspa de los prejuicios literarios, claro.

  8. No he leído a Wilson ni a Vinge, pero en todo caso creo que King nunca se ha sentido muy interesado por el aspecto tecnológico de la ciencia ficción. Tanto la cúpula como el ovni enterrado de Tommyknockers son excusas para poner a un grupo de personajes en situaciones de extrema tensión psicológica.

    El asunto de los Simpsons, aunque divertido, ha traído bastante cola y el propio King ha tenido que desmentirlo. Somos libres de creerle o no. Yo pienso que puede ser coincidencia, precisamente por lo descarado que resultaría como plagio.

  9. Ya, pero lo de los simpsons es un reflejo claro de que este punto de partida se ha visto muchísimas veces. Que lo de la comunidad encerrada por una cúpula es algo que forma parte del inconsciente colectivo.

  10. Una recomendacion(con acritud):avisa de que hay spoilers del tamaño de una catedral. No tienes porque,pero no esta de mas

  11. Sin acritud, creo que he tenido cuidado de no incluir ningún spoiler. Si quisiera incluir un spoiler lo tendría muy fácil: (SPOILER) hablaría del origen …… de la cúpula. De hecho, he preferido hacer un análisis incompleto (muy incompleto) de la novela antes que revelar datos que son fundamentales para valorarla.

  12. Sinceramente, la novela me ha congraciado de nuevo con King, que estaba empezando a desbarrar con cosas realmente pateticas (Cell), pretenciosos coñazos (lissey story) o cuentos cortos algunos de ellos infumables y verdaderamente facilones.

    La cupula engancha, mantiene y como el 90% de la obra de King se precipita al final en 2 o 3 paginas, pero no hay demasiado que reprocharle. He leido toda la obra de king, si os gusta, os enlazo aqui mi opinion sobre su obra.

    http://vigilando.wordpress.com/2010/07/01/aqui-el-tio-esteban-aqui-unos-amigos/

  13. Lo digo por SPOILERS:»descubrimos que, literalmente, Dios es una niña sádica y el Diablo un vendedor de coches usados.»
    Si me dices que no desvela nada que no se sepa desde el principio me das una alegria,la tengo muchas ganas

  14. Pues yo debo de ser la única persona a quien encantó Lissey’s Story… Pero en fin, estaremos de acuerdo en que King es un autor muy irregular, y que los tiempos de El resplandor y Salem’s Lot quedan muy lejanos, Jon. En cuanto a las etiquetas, obviamente yo tampoco creo que ser comercial (incluso estratosféricamente comercial como King) deba considerarse un estigma. Igualar calidad con elitismo es un planteamiento absurdo.

    Sobotk, te aseguro que la última frase de mi crítica no te privará del disfrute del libro, ya verás.

    Ismael

  15. Buenas! Lo cierto es que el libro me ha encantado y me ha hecho recuperar al Sk de un saco de huesos. Se lo recomiendo a todo aquel que quiera leer un buen libro.

    Con respecto a la crítica/opinión debo decir que no estoy en total acuerdo con ella. Sobretodo en la parte en la que se habla del tiempo transcurrido. 1100 páginas son muchas, cierto, pero siempre he estado en desacuerdo con el típico capítulo que empieza «dos meses después»… Está claro que la acción se desarrolla de forma rápida y que todo termina muy pronto pero, ¿de verdad se puede pensar que meter paja para alargar el tiempo de ficción es la solución?
    Por otro lado está la forma de escribir… Sencillamente excepcional, ninguna crítica. Puedo imaginarme a Sk delante de su ordenador pensando «y escribo esto de esta manera porque me sale de los ****» Y lo mejor de todo es que yo leo y pienso, estos no son personajes, sino personas y de repente, plas, Sk vuelve a decirme que él es el que cuenta la historia y que va a dejar de lado el discurso de Rennie delante del supermecado porque ya me enteraré de lo que ha dicho mañana durante la asamblea. Y yo lo creo y le respondo: Muy bien, si usted lo dice yo le creo.

    En fin, de todas formas muy buena la crítica. Un saludo.

  16. Buenas, la verdad es que estoy leyendolo en estos momentos, simplemente me atrajo desde el aparador de la libreria y no pude dejar de comprarlo.
    No escucho mucho las criticas xq no a todos nos gustan las mismas cosas, a mi la verdad el libro me atrapo y estoy literalmente devorandome las 1000 paginas, me encanta la composicion de personajes que hizo King me hace acordar a Apocalipsis en ese aspecto.
    Diria que lo leyeran y sacaran sus conclusiones.

    BESOS

    ANA LAURA

  17. Hola!! Estoi leyendo el libro y me parece una gran novela aunque no de la talla de El Resplandor o Desesperacion, para mi gusto este ultimo lo mejor del autor.La novela se aleja un poco, a mi pensar, de lo comun en SK pero la historia te embauca desde el principio y eso es algo 100 x 100 king.

    una novela que merece la pena leer.

  18. Resumiendo, me ha encantado tu reseña, totalmente acertada…
    Por partes: a quien se quejaba de los spoiler, tranquilo, no ha revelado nada, yo estoy acabando la novela y no me la ha fastidiado ni mucho menos.
    Tampoco creo que «Lissey´s story» sea un coñazo, de hecho es una de mis favoritas.
    Pero sí estoy de acuerdo en aquel que dice que los viejos amores son difíciles de olvidar… «La cúpula» tiene algo extraño, le falla algo que no sé qué es… Pero me lancé a comprala y a leerla sin poder evitarlo, y no la soltaré hata que la acabe.

  19. Yo también soy de las «raras», «Lissey’s story» me gustó mucho. Y después de «It», «La Cúpula» es mi favorita. Pero la impresión que me causó «It» supongo que también tiene que ver con haberla leído con 20 añitos, hace otros 20.

    También estoy de acuerdo en que el final de «La Cúpula» se precipita muy rápido, te deja con ganas de más, pero supongo que también eso habla a favor del libro.

    Enganchan tanto las relaciones interpersonales que retrata, las situaciones límite en las que puede derivar todo, interesan tanto los detalles de cómo evoluciona físicamente la cúpula y lo que se ve desde dentro y desde fuera, apetece tanto ver cómo evoluciona todo con el paso de los días…. que fastida bastante que todo acabe tan rápido.

    Pero bueno, supongo que es mejor quedarse con las ganas de seguir leyendo un libro, que estar deseando de acabarlo para pasar al siguiente.

    Mi recomendación: LEEDLA!

  20. Buenas a todos. La acabé ayer, en una semana y pico (las 1000 y pico páginas, así de obsesivo soy) y bueno, no tendría mucho objetivismo mi crítica, puesto que he crecido con King, y para mí no hay otro como él (y no sólo en su «especialidad» sino, no sé, la forma de hacer reales los personajes, la identificación con ellos, o al menos eso me ocurre a mí). Coincido en que me esperaba algo más del final, la forma de «desaparecer» de la cúpula es un poco simplona e irreal, pero por lo demás no tengo demasiada queja, de hecho eché de menos más páginas aún.

    PD: Como dicen por aquí, será por la edad, pero el libro que más me ha gustado de King es «Rabia», con el pseudónimo de Bachman (creo), por si a alguno le interesa, no tendré incoveniente en contar más, saludos :)

  21. Me parece increible que se utilice esto para una crítica literaria:» Si escribes un libro de 1.100 páginas en un año y pico es físicamente imposible que cada uno de sus párrafos sea una joya del lenguaje.»
    Ahora yo pregunto: ¿podrías decirme un solo libro en el todos y cada uno de sus párrafos sea una joya del lenguaje?
    Todos y cada uno,que es lo que comentas en la crítica.
    A mi entender,eso es demagogia.No se le puede echar en cara a un libro que no tenga una excelencia que no tiene ninguno.Ni los clásicos.Porque según tu opinión todos y cada uno de sus parrafos tendrian que ser una joya.
    Saludos.

  22. Benjamín, a mí me encanta Stephen King, así que no me verás usando demagogia para machacarle. Pienso que mi afirmación es perfectamente lógica y difícilmente discutible. Stephen King es un autor prolífico con libros que son una joya, libros prescindibles y libros que están bien sin más, como La Cúpula. Eso es todo.

    Y por cierto, sí existen libros que son una joya en todos y cada uno de sus párrafos. No muchos, pero los hay. ¿Quieres un ejemplo? «La feria de las tinieblas» de Ray Bradbury.

  23. Buena reseña. Me terminé el libro ayer. me quedé bastante despagado por el fácil recurso de lo sobrenatural. Después de It, esto me parece un edificio épico construido con materiales baratos, pero por el que no he podido dejar de subir frenéticamente. Un saludo a todos, y si os gusta el drama y el terror antropológico de verdad, Dostoievsky. Eso sí es real. El Jugador. Crimen y Castigo.
    Saludos!

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