Steve Jobs ha sido el asteroide que ha impactado en el mundo de la tecnología y ha hecho añicos el concepto de informática como algo extraño e ininteligible para el resto de los mortales, pero no sin dejar consecuencias. Y no, esta entrada no está dedicada en exclusiva a su ilustre persona.
“Esto tienen que hacerlo más sencillo”. Así me ha dicho mi padre muchas veces al manejar su ordenador, un deseo que Steve Jobs llevaba persiguiendo –y logrando– desde hacía años. Esta es la parte magnífica de su trabajo, reconvertir la tecnología que usamos a diario en algo realmente práctico y fácil de utilizar. Hacerla accesible y que no haya que preocuparse de nada más que de usarla. Plug and play que se decía hace años y ahora, gracias a él también, es simplemente touch it. Aunque, como pasa con todas las grandes revoluciones, se ha cobrado su precio.
Es el lado siniestro del legado de Jobs, el enjaulamiento ultrasofisticado de los clientes. Si usas productos de esa marca, bienvenido a la secta, no hay término medio. Apple se ha convertido en el gran hermano que denunció en un mítico anuncio, cuyo director fue un no menos legendario Ridley Scott. Por suerte, sólo controla a sus fieles.
Sinceramente, reconozco su enorme aportación a las nuevas tecnologías, pero el rumbo que ha marcado tanto a Apple como al resto de empresas competidoras es terrible. Es supeditar trozos de nuestra libertad, aun tan ilusoria como resulta muchas veces, por comodidades cuya utilidad puede ser muy discutible. Por supuesto, siempre está la opción de no usar sus productos.
No es por ser cenizo, pero tampoco pinta bien la cosa para los neutrinos superlumínicos. Sí, esos que parecían correr más que cualquier otra partícula del universo conocido. Según he podido leer en este artículo de El País, Andrew G. Cohen y el Nobel Sheldon L. Glashow refutan el experimento que se encontró con el extraño fenómeno. Estos científicos dicen dos cosas, la primera que si realmente hubieran sido neutrinos tan veloces no se hubieran registrado los valores que anotaron en el laboratorio de Gran Sasso. Lo segundo, que se repita el experimento en otro lugar. Por ahora, calma. Este es sólo uno de los tantos estudios que van saliendo intentando dar respuesta al fenómeno. Yo, mientras, sigo soñando con un superdestructor estelar aparcado en doble fila en la Castellana.
Quiero compensar tanta negatividad desplegada en los párrafos anteriores con algo de luz y ligereza. Así pues, les recomiendo leer la entrevista que Antonio Santos ha respondido a Sitio de ciencia ficción. Si no les suena el nombre, quizá si lo haga el título Las graves planicies, del que Santos es autor. Francisco José Súñer Iglesias inquiere al escritor sobre el libro esencialmente, tanto por detalles como por su concepción, incluso su clasificación dentro del género de ciencia ficción. Por cierto, no hay revelaciones de importancia sobre la novela en sí, así que pueden leer con calma la entrevista.
Mientras que Las graves planicies ya no es una novedad reciente, sí lo son las siguientes obras publicadas por Equipo Sirius dentro de su colección Transversal.
Ínsula Avarataria, de Luis Besa. “Insula Avataria es una persecución. La muerte de un banquero mexicano desencadena una trepidante investigación que nos desplaza de mediados del siglo XXI a la batalla del Somme. De las sangrientas trincheras de 1916 a la navegación de altura en el siglo XV. De los últimos coletazos de la peste negra a la desaparición de los asentamientos escandinavos en la Groenlandia de la Baja Edad Media. A modo de links, Luis Besa se vale de los escenarios virtuales, ya explorados en su novela Metaversos, para servir una fusión de géneros: narrativa bélica, thriller económico, ciencia ficción, novela histórica, epopeya naval… Una personalísima propuesta literaria con un trasfondo especulativo: ¿existe la Inteligencia Artificial?” En papel, por 21.90 € .
- ¡…Y las estrellas gritaron!, de “Curtis Garland. La supernave 1009 emprendión un viaje al cosmos de imposible retorno. Su misión explorar, informar. Su precio: la vida. Formato electrónico en EPUB”, por 3€.
- La doncella de la rosa, de Julio Ángel Escajedo. “Durante su último vuelo de entrenamiento, un grupo de cadetes del Imperio se ve atrapado en un juego de poder en una situación mortal en la que sus vidas son meros peones entre diversos grupos. Privados de cualquier apoyo y con el tiempo en su contra, la hija de un antiguo héroe intentará unir a sus compañeros para llevar a cabo una delicada misión, siempre que consiga superar sus propios fantasmas interiores”. 130 páginas por 15€.
Todas ellas son novelas de ciencia ficción, sin medias tintas ni vergüenza alguna en su clasificación. La primera parece una mezcla de thriller con viaje en el tiempo y tecnologías informáticas avanzadas, mientras que con las otras dos tengo la ligera sospecha de que pertenecen a la explosiva familia space opera.
Y ya que estamos hablando de publicaciones, les mencionaré una muy especial. La del relato de ciencia ficción número 400 publicado en la revista Nature. Ha sido una noticia en la web de TerBi lo que me ha apercibido de este hecho, y cuentan que el primero en escribir para la sección de la famosa revisa fue Arthur C. Clarke. Esta es la noticia en Nature y aquí tienen la sección de relatos.
Para cambiar de tercio, han de saber que en Cuba también hay gente con verdadero interés por los géneros fantásticos. Tanto es así, que se ha convocado el IV concurso de Ciencia-Ficción y Fantasía Oscar Hurtado 2012. Según se puede leer en la noticia de la web escritores.org, el certámen está abierto para escritores cubanos de cualquier edad, los cuales podrán participar en cuatro categorías distintas. Esto me hizo indagar un poco sobre la figura de Óscar Hurtado, para descubrir que se le considera el padre de la ciencia ficción en esa isla.
Otro concurso, esta vez en inglés, ha colocado como finalista la novela El mapa del tiempo. Por lo que cuentan en Noticias de ciencia ficción, la novela de Felix J. Palma es candidata a ser la mejor novela de los Science Fiction and Fantasy Translation Awards, un premio que se concede a las mejores obras en ficción especulativa traducidas al inglés. Entre otros nominados en la misma categoría, se encuentra un peso pesadísimo: Solaris. En la categoría de relato aparecen “Axolotl” de Julio Cortazar, “Mister Taylor” de Augusto Monterroso y “El Escuerzo” de Leopoldo Lugones.
Ya estoy cerca del final, ¡sólo dos noticias más y les dejo en paz! Porque no puedo dejar pasar que en una radio municipal, la de la localidad de Tarrasa, pondrán en marcha un programa centrado en tratar temas de ciencia ficción y cómics. Su nombre será Còmic-Ficció y ya dispone de web oficial. Según cuentan en la noticia de Base Nexus, la emisora tiene la frecuencia local 95.2FM pero, para el resto del universo, dispondrán de podcast. Por cierto, tiene pinta de que tanto en la web como en el programa en sí se comunicarán en catalán exclusivamente, asi que no se sorprendan si no entienden a la primera lo que cuentan.
Lo último que les indicaré en esta entrada es un interesante artículo con perspectiva histórica. En la web de las bibliotecas de Vila-real he encontrado ese texto que lleva por título: “Precursores de la ciencia-ficción : de Luciano de Samosata a Edgar Rice Burroughs”. No he tenido oportunidad de leerlo más que por encima, pero tiene pinta de que se han echado un buen vistazo a las obras que ofrece gratuitamente el proyecto Gutemberg bajo esa clasificación.
Eduardo Higueras mantiene ProseRage, un portal dedicado a la literatura de género fantástico escrita en español.
Lo preguntaré aquí ¿soy el único que encuentra paralelismos entre estas empresas informáticas como Apple, Google o Microsoft, con esos padrinos mesiánicos y demás, y las empresas de los sueños más húmedos de Robert A. Heinlein?
Por si alguien le puede interesar, Luis Besa presentará su novela en la próxima jornada de la TerBi, el 5 de noviembre de 11.00 a 13.30, en el Centro Cívico La Bolsa, del casco viejo de Bilbao.
Ahi estaré. Gracias a ambos.
Hombre Risingson, todo es parte de la cultura americana, donde hasta los hippies reconvertidos son, en parte, libertarianos a la Heinlein, cuando no tirando a Ayn Rand
No te quedes en eso. Quédate también en la empresa como familia, en el líder carismático como ejemplo del trabajo, y en un mesianismo cuyo detalle más inquietante es que tiene razón la mayor parte de las veces.
Visionario salvo en su desafortunada decisión de optar por la homeopatía para tratar un tumor neuroendocrino de fácil curación con quimio… Fatal Error 500… Format C:
«Ínsula avarataria», qué traición del subconsciente más graciosa.
Coño!!!… no lo había visto….puedo hacer descuentos a los lectores de Insula Avarataria, pero no apretéis ehh!!!!
Me alegro ver unos pocos comentarios en una entrada de mi puño y tecla.
No se si será un rumor o qué, pero un amigo me comentó que el señor Jobs realizó cursos para aprender a hablar en público y cosas similaresl. En roman paladino, aprendió a ser un vendemotos. Por supuesto, esta formación es común entre mucha gente de negocios y no desmerece el haber ayudado a hacer la tecnología algo más comprensible para los mortales.
Sin embargo, alguien cuya contribución a la tecnología actual ha sido, a años luz, mucho más notable (aunque menos evidente para la mayoría de mortales) murió también hace poco. Dennis M. Ritchie, inventor de lenguaje de programación C y cocreador del sistema operativo Unix. Para los ajenos a esto, digamos que su contribución al mundo de la informática está actualmente en casi todo dispositivo tecnológico que usamos actualmente. Supera eso, manzanita. ¿Quieren saber más? Vayan a este enlace:
http://www.popsci.com/technology/article/2011-10/thank-you-dennis-ritchie-without-whom-none-would-be-here
Eduardo, que aquí predicas a conversos!
Es que suelo estar rodeado de incrédulos y herejes, déjame que me regodee un poco…