La máscara del héroe, José Luis Zárate

La novela corta es un género difícil de vender en nuestros días. El consumidor es reacio a adquirir volúmenes demasiado breves, tal vez porque la inversión en libros con mayor número de páginas proporciona más horas de lectura. Sin embargo esta extensión ha demostrado ser una de las herramientas más interesantes en la ciencia ficción, tanto para el lector como para los autores.

Muchas de las grandes obras han surgido de este formato, suficientemente largo como para desarrollar argumentos más complicados que en el relato, pero no lo bastante como para hincharlo con paja que generalmente sólo corta el ritmo literario. De la misma manera los autores lo han empleado, especialmente en España a raíz del premio UPC, para experimentar con distancias progresivamente más largas hasta sentirse preparados para el reto de una novela sin restricción de longitud.

José Luis Zárate, nacido en Puebla (México) es uno de esos escritores, y cuesta pensar que cualquiera de las tres historias que componen La máscara del héroe se hubiera beneficiado de un estiramiento o encogimiento. Las tres tienen la longitud adecuada, y aunque los lazos de unión entre ellas son tenues, puede adivinarse una unidad temática, relacionada con los grandes mitos de la cultura popular.

Abre el fuego «Del cielo profundo y del abismo», una historia protagonizada por el superhéroe más famoso de la historia de los cómics. Sin embargo, al contrario que en las viñetas, el gran boy scout azul es presentado como un ángel caído, después de haber incurrido en el imperdonable pecado de la ira. Obligado a retirarse de sus labores como justiciero, emplea su tiempo trabajando como detective privado. Sí, exactamente igual que ese otro en el que todos estamos pensando y que actúa como secundario de lujo y mentor del protagonista, que se ve envuelto en una peligrosa conspiración que trata de destruir al hombre indestructible.

Escrita en primera persona, el estilo parco y repleto de frases cortas intenta (y en buena medida consigue) transportarnos a la mente de un superhombre que se ha fiado más de su fuerza y su velocidad que de su inteligencia durante toda su carrera. El final, con el inevitable leivmotiv de las conspiraciones dentro de conspiraciones, cumple con corrección cerrando todos los hilos.

La segunda, «La ruta del hielo y la sal», cambia por completo tanto el argumento como el estilo. Nos encontramos a bordo del Démeter, el barco que transporta un siniestro cargamento de Transilvania a Londres. A través de los pensamientos del capitán, densos y barrocos, nos vamos sumergiendo en un viaje destinado al fracaso. Es el Mediterráneo, pero parece un mar sombrío salido de una saga vikinga

A mitad de la historia el punto de vista varía, pasando a reproducir el diario de bitácora del barco. Aunque dicho cambio es algo abrupto, agiliza la narración dejando al tiempo ciertos detalles oscuros a la imaginación del lector. Es algo que quizá resta más que suma, aunque para algunos puede ser agradecido después de la morosidad de la primera parte. Morosidad que retorna al final, cuando de nuevo volvemos a la cabeza del capitán del barco.

Mientras que las primeras historias hablan sobre mitos globales, «Xanto, novelucha libre» se centra en el principal icono mexicano. Mucho más humorística y gamberra que las dos anteriores, bordeando la parodia sin caer en ella, esta última novela corta es la más larga de las tres, algo que se nota sobre todo al final, cuando la guerra del luchador enmascarado contra entidades extradimensionales se limita a rizar el rizo.

Sin embargo su originalidad y su frescura, junto a un final bastante inesperado, hacen que merezca la pena. El estilo es de nuevo más directo, mucho más coloquial, aunque no tanto como cabría esperar en una historia de género relacionada con la lucha libre, algo que personalmente hubiera agradecido. Sin embargo no deja de resultar interesante el tono mítico del que imbuye a un personaje casi desconocido a este lado del Atlántico, pero que en México protagonizó un gran número de películas de serie Z, casi combatiendo a seres maléfícos.

La máscara del héroe es, pues, un libro interesante, en el que se demuestra el buen hacer de José Luis Zárate. Siempre es bueno poder leer nuevas obras de escritores hispanoamericanos, bastante olvidados por las editoriales españolas. AJEC cumple en ese sentido, pero no puede dejar atrás sus ya inevitables faltas ortográficas que deslucen el contenido y sacan un poco al lector de la historia. En resumen: recomendable, especialmente para los fans de cualquiera de los tres personajes protagonistas.